Definición de buzón
Se denomina buzón al lugar donde se pueden depositar las cartas y otras documentaciones. El término alude a la abertura por donde se introducen los sobres y a la caja donde estos caen.
Por ejemplo: “Fíjate si hay algún sobre en el buzón”, “Creo que los vecinos no están en casa: su buzón se encuentra lleno de cartas”, “Ayer descubrí a un niño tratando de meter la mano en el buzón”.
Por lo general los buzones se instalan en el ingreso a una vivienda. De este modo los trabajadores del servicio postal (los carteros) pueden depositar la correspondencia en ellos. También es habitual que en los buzones se dejen publicidades.
Los buzones cuentan con un depósito o caja que se cierra con una llave. Así se protege la correspondencia privada. Quien no cuenta con dicha llave, solo tiene la posibilidad de introducir papeles en el buzón, pero no de extraer algo de él.
Los llamados buzones de correo, por otra parte, se instalan en la vía pública. Las personas pueden depositar en ellos su correspondencia, que luego es retirada por el servicio postal y llevada a destino. A partir de la popularidad del correo electrónico, estos buzones quedaron casi en desuso.
Internet, de hecho, supuso la aparición de buzones virtuales donde se almacenan los mensajes de correo electrónico. Estos buzones funcionan con una clave o password.
En la actualidad, muchos niños desconocen el significado tradicional del término buzón, así como ocurrió con la llegada del disco compacto (CD) y del DVD, productos que dejaron atrás a sus viejos predecesores (el disco de vinilo y el casete de vídeo (VHS), respectivamente). También de forma similar, el buzón virtual no es una mera representación digital de su antepasado, sino que ofrece nuevas posibilidades a sus usuarios.
Una de las ventajas más evidentes del buzón de correo electrónico por sobre el físico es la posibilidad de acceder a él desde cualquier parte del mundo: basta con tener un dispositivo capaz de conectarse a Internet y recordar los datos de acceso (el nombre de usuario y la clave secreta) para revisar nuestra correspondencia virtual.
Además de esta flexibilidad a nivel geográfico, también existe la capacidad de la casilla, que supera de forma incalculable la de un buzón tradicional: ya no debemos preocuparnos por revisarlo periódicamente por miedo a que la décima carta obligue al cartero a dejar el resto fuera de la caja, sino que podemos almacenar decenas de miles de mensajes sin leer, o leídos, y acceder a ellos cuando queramos, donde queramos.
Claro que el buzón físico sigue siendo útil para la paquetería, algo que de ninguna manera podríamos gestionar en el mundo virtual. Sin embargo, incluso las transacciones comerciales han pasado al ámbito de las redes para dejar atrás las compras presenciales y las telefónicas.
El buzón de voz, por último, es un dispositivo cuya función es registrar mensajes hablados. Se emplean en la telefonía cuando el destinatario del llamado no atiende, teniendo el sujeto que llama la posibilidad de grabar un mensaje.
En los teléfonos actuales, el buzón de voz no es más que un servicio al cual accedemos de forma gratuita tras marcar un número, generalmente corto. A diferencia de las máquinas contestadoras que se usaban en el pasado, hoy en día los mensajes quedan almacenados en servidores remotos pertenecientes a las compañías de telefonía, de manera que podemos escucharlos sin importar nuestra ubicación.
Un rasgo particular del buzón de voz es que muchos lo aprovechan para dar un toque de humor a sus comunicaciones a través de sus saludos, en los cuales pueden idear todo tipo de guiones hilarantes, incluso acompañándolos de música y efectos de sonido; claro está que otras personas se limitan al clásico «En este momento no puedo atenderte; por favor, deja tu mensaje y te llamaré a la brevedad».