Definición de buhardilla
Antes de entrar de lleno en el significado del término buhardilla, se hace necesario conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que es fruto de la suma de dos partes diferenciadas:
-El sustantivo buharda, que era el término que antiguamente se le daba a un respiradero que existía en las casas para el humo. Palabra esa que procede de la onomatopeya “buff”. Esta se utilizaba para referirse al sonido que se hace expulsando el aire que se tiene contenido en las mejillas hinchadas.
-El diminutivo “-illa”.
La idea de buhardilla hace mención al sector de una construcción que se ubica justo debajo del tejado. La buhardilla suele destinarse a vivienda y disponer de techo en pendiente.
Otro uso del término buhardilla, que es un diminutivo de buharda, refiere a la ventana que se halla sobre el tejado y que, con un caballete protegido por tejas, permite llegar a dicho tejado y posibilita que la luz ingrese al desván.
Muchas veces, buhardilla se emplea como sinónimo de desván, altillo o ático. La Real Academia Española (RAE), de todos modos, reconoce algunas diferencias en cada vocablo.
La RAE indica que el desván es el sector más alto de una casa, destinado generalmente al almacenamiento de elementos que no están en uso. El altillo es la habitación que está en la parte más elevada de una vivienda. Ático, por otro lado, es el último piso que existe en un edificio.
Una buhardilla, en definitiva, puede ser la habitación ubicada en la parte más alta de una vivienda o el ambiente que se usa para guardar objetos antiguos o que no se utilizan con frecuencia. De hecho en ocasiones se trata del mismo espacio: una buhardilla puede ser un desván donde se almacenan cosas en desuso hasta que, con los años, se transforma en un dormitorio, un cuarto de juegos o una biblioteca, por citar algunas posibilidades.
Por sus características, las buhardillas suelen ser algo oscuras y presentar niveles elevados de humedad. Por eso muchas veces requiere de una aclimatación para transformarse en espacios aptos como vivienda.
De la misma manera, no hay que pasar por alto la existencia de una canción titulada “La Buhardilla”. Se trata de una composición del artista Miguel Cantilo.
Además, también existe una novela que lleva por título “La buhardilla”. Se trata de una obra escrita por el autor Marlen Haushofer, que vio la luz en el año 1970 y que se ha convertido en un referente de la literatura de Austria.
Eso sin pasar por alto tampoco “La casa de la buhardilla”, escrita por Mari Romero Fernández. En el año 2015 fue cuando se publicó y, a través de los ojos de una niña, el lector puede conocer situaciones tan reales como la emigración. Pero también abordará desde el valor y la importancia de la familia hasta el hecho de que nunca hay que perder la esperanza sobre poder alcanzar los sueños y sobre que las cosas pueden cambiar para mejor.