Definición de balance
Puede considerarse dentro de este concepto el movimiento que hace un cuerpo cuando se inclina a un lado y al otro, o hacia delante y hacia atrás. Existe una atracción infantil que se conoce como balancín o sube y baja y que se encuentra formada por una barra que puede ser de metal o madera que se encuentra suspendida sobre un eje y tiene asientos a sus extremos para que se siente un niño de cada lado y se balanceen de uno en uno de arriba hacia abajo.
Balance también es el movimiento que experimenta un barco de babor a estribor o viceversa. Por otra parte, el concepto hace referencia a una vacilación o a la inseguridad respecto a algo.
Sin embargo, la utilización más habitual de la palabra balance permite nombrar al estudio comparativo que se realiza de un proceso o de una situación, con el objetivo de prever su evolución.
El concepto en términos económicos
En un sentido similar, un balance es, en el ámbito del comercio, la confrontación entre el activo y el pasivo de una empresa para conocer el estado de los negocios. Se trata de un documento contable que ofrece información sobre el estado de la situación patrimonial en un momento determinado.
Para esto, se estructura en base a tres conceptos principales: el activo, el pasivo y el patrimonio neto.
El activo contempla los valores que dispone la empresa; esto quiere decir que son susceptibles de generar dinero por su uso, su cambio o su venta. Cabe mencionar que entran en esta clasificación tanto bienes materiales como derechos de los que sea titular la compañía en cuestión. Además, dentro del Activo se encuentra el Activo No Corriente (bienes y derechos que se han adquirido con el objetivo de que permanezcan en la empresa por un largo tiempo, superior a un año) y Activo Corriente (bienes y derechos que han sido adquiridos para permanecer en manos de la empresa por un tiempo menor a un año).
El pasivo, en cambio, son las obligaciones económicas que tiene la empresa, como las deudas, los préstamos y las compras con pago diferido. Se establece una clara diferenciación entre aquellos recursos financieros que son exigibles y aquéllos que no, por tanto las propiedades de los titulares del Capital no se consideran mientras que los que pertenecen a terceras personas que son ajenas a la empresa, sí son exigibles, y, por ende, deben devolverse en un determinado momento. A su vez, dentro de los recursos ajenos se diferencia entre corrientes (el reembolso debe efectuarse en el plazo de un año) y no corrientes (no tienen una fecha de caducidad que entre dentro de los límites de 12 meses).
La diferencia entre el activo y el pasivo es conocida como patrimonio neto y refleja los aportes de los accionistas más los resultados no distribuidos.
En definitiva, el patrimonio neto es la diferencia entre lo que una empresa tiene y aquello que debe y se encuentra formado por los fondos propios, el resultado de los ajustes, las donaciones y los bienes recibidos como legados.
A la hora de realizar el Balance debe clasificarse adecuadamente cada uno de los bienes y establecer los costos y beneficios brutos obtenidos de forma clara para poder, finalmente realizar el Plan General de Contabilidad en el que se pueda descubrir qué tipo de año se ha tenido, en cuanto a qué se ha conseguido de las inversiones y si se han alcanzado los objetivos planteados por la compañía al comienzo del mismo.
Es importante señalar por último que cada empresa debe presentar el balance de tal forma que queden separados los elementos pertenecientes al activo y al pasivo con sus respectivas subdivisiones explicadas más arriba para poder, finalmente devenir de los mismos el resultado de las diversas operaciones comerciales que ha realizado la compañía.