Definición de azotea

La raíz etimológica de azotea se encuentra en el árabe hispánico. El concepto alude, en su acepción más habitual, a la cubierta de una edificación que puede utilizarse de diferentes maneras.

Mencionada también como terraza, la azotea es el sector superior de una casa o de un edificio. Se trata de una superficie plana a la cual se puede acceder para realizar distintas acciones: observar el paisaje, colgar la ropa mojada para que se seque, etc. También es habitual que en la azotea se instalen antenas.

Las antenas de televisión, tanto las de red local como las parabólicas (que permiten acceder a contenido de origen internacional) suelen colocarse en las azoteas, dado que desde allí la recepción de la señal es mejor que en los niveles más cercanos al suelo. En los edificios comunitarios, es común que muchas familias deban compartir una sola antena, para lo cual es necesaria la instalación de ciertos accesorios.

Por ejemplo: “Recién vengo de la azotea: por las nubes grises que hay en el cielo, creo que está a punto de comenzar a llover”, “¿Puedes subir a la azotea y ver si mi pantalón ya está seco?”, “Me gusta leer novelas románticas en la azotea cuando hay sol”.

Tender la ropa luego de lavarla es otra de las actividades que la gente suele realizar con mayor frecuencia en la azotea. Así como en el caso de la antena, en los bloques de apartamentos todos los vecinos deben compartir la azotea, aunque pueden existir divisiones para que cada uno acceda a una parte diferente.

La azotea puede aprovecharse de varios modos. Incluso hay quienes colocan sillas, sillones y/o mesas para disponer de un ambiente al aire libre. De esta manera, es posible organizar cenas o reuniones en la azotea de la casa. Para hacer frente a las altas temperaturas del verano y a las lluvias, nunca debe faltar una estructura que haga las veces de techo, bajo el cual se ubiquen los muebles antes mencionados.

Existen varias opciones para proteger el mobiliario de la azotea de las inclemencias del tiempo, y entre ellas se encuentran el toldo y el cenador. El primero debe sujetarse a una estructura de hierro, cuya instalación es de una relativa dificultad para alguien sin las herramientas y los conocimientos adecuados; el cenador, por otro lado, es una especie de tienda que simplemente exige un poco de espacio libre y que puede moverse de un punto a otro sin mucho esfuerzo. En ambos casos, el coste no es excesivo pero tampoco se trata de artículos económicos y además exigen un cierto mantenimiento.

Decorar la azotea puede convertirse en un auténtico pasatiempo, así como ocurre con los amantes de la jardinería o del bricolaje. Y, del mismo modo, esta actividad no siempre resulta muy beneficiosa para el bolsillo; si bien existe un sinfín de materiales y accesorios, muchos de ellos muy económicos, que pueden aprovecharse con una gran dedicación por parte del usuario para hacer todo de forma casera, no se trata de un gusto que pueda darse alguien con un salario mínimo.

En el caso de los edificios de gran altura, la azotea puede usarse para la instalación de un helipuerto: un espacio para que despeguen y aterricen helicópteros. Estos helipuertos pueden usarse para el traslado de pasajeros o para vuelos de emergencia. Sobra decir que este uso no es normal, y de hecho no puede apreciarse todas las ciudades, sino en las más desarrolladas.

En el lenguaje coloquial, puede mencionarse la cabeza de una persona como azotea. De allí surge la expresión “estar mal de la azotea”, que hace referencia a un individuo que sufre algún tipo de desequilibrio mental.

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