Definición de atar
El término atar procede del vocablo latino aptāre, que puede traducirse como “ajustar”. La acción de atar consiste en inmovilizar, detener o acoplar mediante nudos.
Al atar algo, se lo sujeta. Tomemos el caso de un globo: para evitar que se vuele, es posible atarlo a un poste, a una silla o a cualquier otro objeto. Para esto se realiza un nudo con su hilo, haciendo que el globo quede unido al elemento en cuestión.
Atar también puede referirse a juntar. Las zapatillas, por ejemplo, traen cordones o agujetas que sirven para ceñirlas al pie. Atar los cordones, en este marco, consiste en ligar los dos extremos.
Existen otros usos de atar que son más bien simbólicos ya que no implican una ligadura física o concreta. La noción de atar puede aludir a retener o a eliminar la libertad o capacidad de movimiento.
Supongamos que un club de fútbol desea impedir que otra institución pueda contratar a una de sus figuras. Con ese objetivo, le ofrece al futbolista un contrato muy alto con una cláusula de rescisión virtualmente imposible de pagar. Este contrato, en definitiva, le permite al club atar a la estrella, asegurándose su permanencia en el equipo durante el plazo acordado.
Atar, por otra parte, es el nombre de una ciudad de Mauritania. Esta localidad de más de 25.000 habitantes es la capital del departamento homónimo y de Adrar, una región de la nación africana.
Cabe destacar que en Atar funciona un aeropuerto internacional. El código de la International Air Transport Association (IATA) para esta terminal es ATR.