Definición de asegurado
La noción de asegurado está vinculada al verbo asegurar: hacer que algo quede firme o seguro. El concepto suele utilizarse con referencia al bien que cuenta con la protección de una póliza de seguro.
Se llama póliza de seguro al contrato que obliga al asegurador a abonar una cierta cantidad de dinero al tomador del seguro cuando se produce una de las contingencias previstas en dicho contrato. El tomador, por su parte, debe pagar una prima al asegurador para estar protegido.
Mediante este tipo de pólizas, una persona puede asegurar diferentes clases de bienes: una casa, un automóvil, una computadora (ordenador), etc. Siempre que pague la prima acordada, los bienes correspondientes estarán asegurados de acuerdo a las condiciones detalladas en el contrato.
Supongamos que un hombre decide asegurar un automóvil contra todo riesgo. Esto quiere decir que, si le roban el vehículo asegurado, o bien si resulta dañado por un acto de vandalismo, por citar dos posibilidades, la compañía aseguradora le pagará un monto en concepto de resarcimiento.
Claro que el proceso es bastante más complejo, ya que nunca se pasa directamente al pago del resarcimiento sin antes llevar a cabo la peritación del siniestro. Este procedimiento consiste en encomendar a un profesional especializado la valoración de los daños que ha sufrido el bien asegurado, en este caso un coche, aunque en primer lugar para saber si se trata de un caso legítimo o de un intento de timo por parte del cliente.
Entre las funciones mas importantes del perito se encuentran las siguientes:
* determinar si los daños que el asegurado ha declarado pueden haber sido generados por las causas expuestas del siniestro;
* valorar los daños desde un punto de vista económico y proponer un monto a modo de indemnización;
* llevar a cabo el control de calidad luego del trabajo de reparación, para comprobar que los trabajadores hayan procedido de acuerdo con las normas de seguridad adecuadas y que el resultado se condiga con lo que la compañía ha prometido al asegurado.
Una vez que el perito determina que el siniestro es válido, debe calcular el monto necesario para indemnizar al cliente de acuerdo con lo establecido en el contrato, algo que suele acarrear la insatisfacción de este último. Es importante resaltar que las compañía aseguradoras tienen la obligación de efectuar un estudio objetivo e imparcial de cada siniestro, aunque en la práctica existe la idea de que siempre intentan estafar a sus clientes.
En el caso de no estar conforme con la indemnización propuesta por el perito, el asegurado tiene la opción de comenzar un proceso de litigio para exigir una suma mayor. Otra de las medidas que el cliente tiene a su alcance para conseguir el resultado que busca es proponer a un perito por su cuenta, para contrastar su valoración con la aportada por el empleado de la compañía. Ante una situación de este tipo, ambas partes deben justificar de manera formal sus conclusiones, con el mayor grado posible de detalle y datos técnicos.
En resumen, podríamos decir que, para que exista un bien asegurado, debe haber dos partes (el tomador del seguro y la firma aseguradora) que firman un contrato (la póliza de seguro), el cual establece obligaciones y derechos recíprocos. Por parte del tomador del seguro, la principal obligación es pagar la prima en tiempo y forma. La compañía aseguradora, por su parte, debe responder (pagando lo que corresponda) cuando se produce una incidencia prevista en el contrato.
En algunos casos, que el bien esté asegurado resulta obligatorio por ley. Los automóviles, por ejemplo, no pueden circular por la vía pública si no están asegurados contra los daños que el conductor pueda producir a un tercero.