Definición de arremeter

El verbo arremeter hace mención al hecho de acometer o embestir con fuerza. Puede tratarse de una acción concreta (física) o simbólica. Por ejemplo: “El gobierno no debe arremeter contra la clase trabajadora, sino que tiene que ayudarla”, “Al arremeter contra un jugador rival, me disloqué el hombro”, “El gobernador recibirá al alcalde opositor después de arremeter contra su política tributaria”.

El concepto suele utilizarse como sinónimo de atacar: quien arremete, inicia una ofensiva contra algo o alguien. Tomemos el caso del presidente de un país que se enfrenta a los medios de comunicación. El mandatario está convencido de que el periodismo distorsiona la realidad para perjudicar su gestión. En este marco, decide arremeter contra la prensa en todas sus apariciones pública, declarando que “los periodistas le mienten a la población” y que los dueños de los medios “publican información falsa para dañar al gobierno”.

No es de subestimar el poder que tiene la opinión pública en la actualidad, y por eso son muy pocos los que pueden salir airosos luego de arremeter contra un cuerpo tan numeroso y de alcance tan masivo como la prensa. Gracias a la velocidad a la que se propaga la información en Internet, algo que tiene lugar de forma prácticamente instantánea, conseguir adeptos para luchar por una causa cualquiera ya no toma tardes enteras recorriendo las calles mientras explicamos infinitas veces nuestros objetivos, sino que los publicamos una sola vez y nuestros contactos hacen el resto.

Si bien el proceso no es instantáneo ni infalible, ya que el azar es una parte importante del éxito que nuestras palabras tengan en las redes sociales, el camino que suelen usar quienes buscan apoyo de la comunidad es apelar a la necesidad de estar unidos para impedir que los aplasten los más poderosos, para evitar sumirse al imperialismo o a cualquier forma de manipulación que despierte la sensibilidad de los demás y les recuerde que la próxima vez podría tocarles a ellos. Por lo tanto, un comentario despectivo contra una persona puede volver en forma de turba iracunda en tan sólo unas horas.

Arremeter también puede consistir en empujar o abalanzarse. Un jugador de rugby puede arremeter contra un oponente que lleva el balón con la intención de derribarlo. Esta arremetida debe realizarse de acuerdo a lo que marca el reglamento: de lo contrario, el árbitro sancionará una infracción. Por eso los jugadores deben ser precavidos antes de arremeter contra sus rivales. La acción, por otra parte, puede poner en riesgo la integridad física del otro atleta, por lo cual el cuidado es indispensable.

Si bien la acción de arremeter en el ámbito deportivo puede ser descrita con cierta sencillez, en medio de un enfrentamiento y conjugado con una serie de factores como las dimensiones del campo de juego y el cansancio no resulta para nada fácil. La potencia necesaria para acelerar en el momento justo, o bien mantener la velocidad para embestir a otro atleta y quitarle el balón, por ejemplo, o derribarlo, siempre que esté permitido, no es algo que pueda hacer cualquier persona en su día a día.

La idea de arremeter, por último, puede referirse a hacer algo con ímpetu y de modo imprevisto: “El anciano sorprendió al arremeter a golpes contra el adolescente que lo había increpado”. En este ejemplo se aprecia un uso del verbo que puede describir un enfrentamiento físico, a través de golpes, o simbólicos, por medio de la palabra. Por esta razón, es también común encontrarlo en oraciones como la siguiente: «Ante las fuertes acusaciones del público, el cantante arremetió contra ellos con duros insultos, algo de lo cual se arrepiente profundamente».

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