Definición de antídoto

El vocablo griego antídotos llegó al latín como antidŏtus. Ese es el antecedente etimológico más cercano de antídoto, término que alude a la sustancia que permite contrarrestar o compensar los efectos dañinos de otra.

Los antídotos son productos que anulan o neutralizan las consecuencias provocadas por un químico o un veneno. Por sus características, pueden hacer que el tóxico quede inactivo o minimizar su incidencia, modificando su estructura.

Existen antídotos naturales y antídotos sintéticos. Muchas veces la propia toxina es aprovechada por el ser humano para sintetizar y producir antídotos.

Tomemos el caso de los llamados antisueros. Se trata de productos biológicos que se emplean como antídotos cuando alguien sufre una mordedura o una picadura venenosa de un animal: un alacrán, un escorpión, una víbora, etc.

Los antídotos se aplican con inyecciones intramusculares o por vía intravenosa, según el tipo. Su mecanismo de acción puede consistir en transformar, bloquear o destruir la estructura del tóxico.

Cabe destacar que hay productos tóxicos que incluyen el nombre de su antídoto en la etiqueta. De este modo, ante una intoxicación accidental, los médicos ya saben a qué sustancia apelar para el tratamiento. Eso suele ocurrir con muchos insecticidas, por ejemplo.

También se llama antídoto a aquello que sirve para no padecer un problema o no cometer una falta: “Los niños tienen que saber que la lectura es un gran antídoto contra el aburrimiento”, “El equipo visitante nunca pudo encontrar el antídoto contra el goleador del conjunto rival”, “No existe un antídoto efectivo para evitar el dolor ante una pérdida”.

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