Definición de anorexia

El término anorexia tiene su origen en la lengua griega y está formado por dos vocablos: a/an (una negación) y orégo (“apetecer”). Se trata de un síntoma frecuente en distintas enfermedades y estados fisiológicos que consiste en la reducción del apetito, lo que puede llevar a que la persona comience a ingerir menos alimentos.

La causa más frecuente de la anorexia es la saciedad natural que se experimenta después de comer una cierta cantidad de alimentos. Esta es una característica propia de la fisiología que se conoce como anorexia postprandial.

Sin embargo, la anorexia puede aparecer cuando el sujeto sufre de una inflamación de la mucosa de sus intestinos, una infección o un proceso neoplásico. También cuando la persona consume drogas o desarrolla ciertos desequilibrios psicológicos, como depresión o anorexia nerviosa. En este caso, la verdadera causa que la provoca, no está del todo clara pero, según los estudios que se han realizado, se intuye que el principal factor que colabora con su desarrollo es la cultura, el estereotipo social de belleza. De todas formas, se considera que algunas personas nacen con una predisposición genética a sufrir este trastorno, más allá de la presión que reciban.

Esta última enfermedad, la anorexia nerviosa, es uno de los trastornos alimentarios más comunes. La persona enferma busca perder peso y se somete voluntariamente a la inanición. Este trastorno es detectado por un médico tras analizar la relación que se establece entre la conducta del individuo respecto a la comida y su propio peso. Cuando la anorexia nerviosa ocasiona una pérdida de peso muy pronunciada, el paciente experimenta todo tipo de problemas de salud e incluso puede llegar a morir.

Aunque decíamos que la anorexia hace referencia a la pérdida del apetito, en realidad este significado etimológico no es exacto en el caso de la anorexia nerviosa. Los enfermos pueden sentir hambre y deseos de comer con frecuencia, aunque reprimen esta intención y se niegan a comer ya que no desean engordar. Por otra parte, los afectados siempre piensan que están gordos, aún cuando la realidad sea muy diferente.

La anorexia nerviosa afecta principalmente a las mujeres de clase media y alta y puede ser leve (es transitoria) o grave (es duradera). Suele iniciarse a los 12 años de edad (primera adolescencia)y es más común en gimnastas, bailarines y modelos. Existen dos subtipos de anorexia:
Restrictivo: en el cual se consigue reducir el peso a través de dietas y ejercicio físico extremo.
Compulsivo o bulímico: en el que el individuo ingiere compulsivamente cantidades de alimentos y recurre a la purga para eliminarlo de su organismo motivado por el sentimiento de culpa.

Algunos de los síntomas que presentan los enfermos de anorexia son pérdida brusca de peso, un temor a aumentar de peso (causado por una percepción distorsionada del propio cuerpo, que lo hacen verse excedido de peso y lo que lo llevan a matarse con ayunos y comer cada vez menos), ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos, en el caso de las mujeres, y estreñimiento, dolor abdominal y vómitos, en pacientes de ambos sexos.
Además presentan una preocupación excesiva por la composición de los alimentos, en lo que a calorías se refiere y una obsesión por la imagen, el peso, el deporte y los estudios, se arman una rutina hiperactiva y evitan cuanto pueden hablar sobre la alimentación. Cabe agregar también que estas personas presentan un cambio en el comportamiento, se vuelven sumamente irritables y en algunos casos sufren también de trastornos cognitivos relacionados con la alimentación y el estado físico.

Los síntomas orgánicos que permiten a los especialistas diagnosticar esta enfermedad son: reducción en las pulsaciones cardíacas, arritmias, disminución de la presión arterial, amenorrea, disminución de la masa ósea, anemia, deshidratación y aparición de un vello fino y largo (lanudo) en los antebrazos, muslos, espalda, mejillas y cuello, entre otros. Para realizar el diagnóstico se requiere también de la presencia de un terapeuta que pueda determinar que la persona realmente tiene un trastorno de alimentación.

Las personas que padecen anorexia o bulimia presentan un comportamiento inmaduro, son sumamente dependientes del entorno familiar (en algunos casos no lo asumen) y tienen mucho miedo a la maduración sexual y a asumir responsabilidades. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que ambas enfermedades difieren entre sí.

Desarrollo de la enfermedad y tratamiento

El proceso que viven las personas con anorexia suele ser: primero abandonar los hidratos de carbono de la dieta, más tarde las grasas y las proteínas, hasta llegar a los líquidos (han existido casos de deshidratación extrema); se le suele sumar a estas medidas la de ingerir diuréticos, laxantes y medicamentos que ayuden a purgar el organismo, excesivo ejercicio físico y vómitos provocados. En los casos más graves de anorexia, la pérdida de peso puede alcanzar el 50% de la masa corporal. Es una enfermedad con un origen psicológico y que puede detectarse en un cambio brusco del comportamiento, la estigmatización del cuerpo y complejos que se reflejan en la conducta emocional.

Con respecto a los estudios que revelan que en algunos enfermos existe una causa física, podemos explicar resumidamente que se debe a una predisposición genética. En la mayoría de los casos de personas que padecen anorexia nerviosa, se da que uno o varios miembros de la familia padecen algún tipo de trastorno obsesivo (ansiedad, fobias, alcoholismo, etc). Esto se debe a que presentan un desequilibrio de la histamina, un compuesto químico orgánico del cuerpo, que además funciona como neurotransmisor de impulsos nerviosos entre el cerebro y el sistema nervioso y que se encuentra ubicada en el hipocampo. Es fundamental para el normal funcionamiento de la memoria y la integridad de las emociones y pensamientos; la carencia o exceso de ella puede afectar significativamente la estabilidad física y la salud mental del individuo.

Las personas que producen histamina en exceso presentan características como poco vello, son naturalmente delgados, dedos largos de las manos y pies, orejas grandes y dientes incisivos centrales grandes. Además producen mucha saliva y son físicamente atractivas, suelen padecer calambres musculares y alergias, entre otros problemas; son tímidos, sensibles y suelen mostrar tendencia a la depresión, los miedos anormales, a actuar con compulsividad y a los pensamientos suicidas.

El tratamiento para terminar con la anorexia está enfocado en la corrección de la malnutrición y los conflictos psíquicos que llevaron al paciente a desarrollar esta enfermedad. Lo fundamental es conseguir que el paciente recupere su peso normal, pero una vez que se consigue esto no significa que la enfermedad ha sido vencida, es necesario que el paciente reciba tratamiento psiquiátrico para comprender y superar definitivamente la anorexia.

En casos de que el paciente presente una desnutrición severa, es necesario que sea ingresado para un mayor control de su real recuperación; lo mismo se recomienda si las relaciones con la familia no son propicias para la recuperación y cuando los desórdenes psíquicos se acentúan.

Una vez que se ha conseguido que el paciente recupere el peso recomendado, se comienza con el tratamiento psicológico, a través del cual se busca que el paciente reestructure sus ideas y consiga tener una percepción realista sobre su cuerpo, mejore su autoestima y desarrolle eficientemente habilidades sociales y comunicativas con su entorno.

En el tratamiento también deben participar los familiares y personas allegadas al enfermo, porque son fundamentales para la recuperación del paciente. Cabe aclarar que en muchas casos es la familia el factor desencadenante de ella. Es importante que el paciente aprenda a manejar su ansiedad y que la familia intente que la comida no se convierta en tema de discusión (lo peor para un anoréxico es que se le obligue a comer), debe recurrirse a la ayuda profesional y sobre todo, tener mucha paciencia.

Entre las terapias utilizadas para tratar la anorexia se encuentran: la cognitiva conductista, terapia familiar, terapia de grupo, grupos de apoyo exclusivo para anoréxicos y tratamientos con medicamentos (antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del ánimo).

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