Definición de anabolismo
La idea de anabolismo alude a una serie de procesos del metabolismo que implica la síntesis de distintas moléculas complejas a través de otras moléculas de mayor simpleza. El anabolismo, de este modo, consiste en la síntesis de ciertas biomoléculas a partir de moléculas que, en comparación, son más simples.
El proceso requiere de poder reductor y del desarrollo de reacciones de tipo endergónico. El poder reductor refiere a la cesión de protones y electrones que realizan las coenzimas, generando la reacción endergónica que supone un aumento de la energía libre para que los procesos del anabolismo se lleven a cabo.
Puede decirse que el anabolismo permite obtener moléculas complejas partiendo de moléculas más simples en un proceso que requiere el uso de energía. El anabolismo, de esta manera, posibilita la creación de proteínas desde aminoácidos y de las moléculas que se necesitan para el desarrollo de nuevas células.
Los procesos opuestos del anabolismo, que a su vez son complementarios, reciben el nombre de catabolismo. El catabolismo permite transformar las biomoléculas de más complejidad en otras más simples.
Entre las funciones del anabolismo, podemos destacar las tres siguientes:
* incrementar la masa muscular, una de las primeras que resuenan al oír este término;
* fabricar los tejidos del cuerpo y los componentes celulares. En otras palabras, es posible decir que gracias al anabolismo tiene lugar el crecimiento de los seres vivos;
* almacenar la energía en moléculas orgánicas (como pueden ser los triglicéridos, el glucógeno y el almidón) por medio de enlaces químicos.
Con respecto a la obtención de la energía, las células lo hacen del medio ambiente, y para ello se valen de tres fuentes bien diferenciadas, que son las siguientes:
* la luz solar, como puede apreciarse en la fotosíntesis, que llevan a cabo las plantas;
* otros compuestos orgánicos, recurso que aprovechan los organismos heterótrofos;
* compuestos inorgánicos, como en el caso de las bacterias quimiolitotróficas, las cuales pueden ser heterótrofas o autótrofas.
Esto nos conduce a la distinción entre dos tipos de anabolismo: el autótrofo y el heterótrofo. Se conoce con el nombre de anabolismo autótrofo a aquél que se lleva a cabo a través de la quimiosíntesis o de la fotosíntesis; la primera pueden realizarla solamente algunas bacterias, mientras que la fotosíntesis podemos observarla en las algas, las plantas, las bacterias fotosintéticas y las cianobacterias. Los organismos autótrofos no necesitan de otros para subsistir; sin embargo, sí son responsables de la vida de los organismos heterótrofos.
Por otro lado, se encuentra el concepto de anabolismo heterótrofo, el proceso metabólico mediante el cual se forman moléculas complejas partiendo de precursores o moléculas sencillas. Se entiende por precursores químicos a aquellas sustancias necesarias para la producción de otras; por ejemplo, para formar el vinagre se necesita el alcohol etílico, que se considera precursor del ácido acético.
La procedencia de los precursores puede ser: el catabolismo que tanto las células autótrofas como las heterótrofas realizan de las sustancias de reserva; la fotosíntesis; la quimiosíntesis; la digestión de los compuestos orgánicos, llevada a cabo por las células heterótrofas. Es importante señalar que el anabolismo no es un proceso de oxidación, como el catabolismo, sino de reducción.
En el anabolismo heterótrofo se puede apreciar una primera fase en la cual tiene lugar la biosíntesis de monómeros y luego una en la cual se da la biosíntesis de polímeros partiendo de dichos monómeros.
Se conocen como anabolizantes o anabólicos a aquellos productos que incrementan la intensidad del anabolismo, favoreciendo el desarrollo y el crecimiento. Existen anabólicos naturales, como las vitaminas, y otros sintetizados en laboratorios, como los esteroides que son andrógenos anabólicos (usados, pese a sus efectos adversos, por deportistas que desean ganar masa muscular).