Definición de ameno
Para poder conocer a fondo el significado del término ameno, lo primero que debemos hacer es descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, exactamente de la palabra “amoenus”, que puede traducirse como “agradable” o “encantador”.
No obstante, también podemos subrayar que parece ser que, a su vez, esa palabra latina deriva de otra griega, de “ameinon”, que es sinónimo de “mejor”.
Este adjetivo alude a aquel o aquello que es agradable, satisfactorio o conveniente. Por ejemplo: “Ayer tuvimos un encuentro muy ameno con el administrador del edificio”, “Fue un festejo ameno y divertido”, “El centro cultural cuenta con un espacio ameno para la lectura”.
Por lo general, lo ameno se asocia a lo llevadero: es decir, a aquello que se puede realizar o experimentar sin que resulte tedioso, aburrido o molesto. Una conferencia científica puede ser pesada si el disertante habla en tono monocorde, utiliza un lenguaje muy técnico y no apela a recursos visuales para apoyar sus dichos. En cambio, si el conferencista es didáctico, utiliza animaciones con el objetivo de complementar sus palabras y recurre al humor para llamar la atención, su charla será amena.
Que algo resulte ameno es imprescindible para lograr que las personas estén satisfechas, ya que lo fastidioso provoca descontento y hace que la gente pierda el interés. Por eso se dice que las clases escolares o universitarias deben ser amenas para que los alumnos estén motivados y se mantengan atentos durante la instrucción. Si un estudiante se aburre en clase, es probable que deje de seguir la explicación del docente y que, por lo tanto, termine sin aprender los contenidos que se dictan.
Cuando un lugar recibe el calificativo de ameno, la noción alude a que provoca placer por sus paisajes naturales. Un cerro ameno, por citar un caso, se encuentra cubierto de plantas y flores.
Dentro del ámbito de la cultura, también se utiliza mucho el término ameno, ya que se establece que así es como debe ser desde un libro hasta una obra de teatro, pasando por una película o una serie de televisión.
En el caso de la literatura, se establece que una novela será amena, atractiva y de gran valor cuando cumpla algunos de estos requisitos:
-En ningún momento debe contener partes o historias aburridas.
-No debe contar con muchos adverbios y tampoco es recomendable que se abuse de la llamada voz pasiva.
-Debe tener un buen protagonista, un personaje que no deje indiferente, ya sea para bien o para mal. Es decir, que consiga o bien que el lector se identifique con él o que quien lee la novela muestre rechazo. Pero eso sí, no pueda pasar inadvertido.
-En el libro debe estar utilizado el lenguaje de manera correcta en cada momento, para conseguir expresar lo que se desea y para adaptarse a las circunstancias del relato.
-Debe tener una historia donde tomen relevancia desde elipsis pasando por picos de atención y también por otras bajadas de tensión.