Definición de agüero
Agüero es un concepto que procede del vocablo latino augurium. El término hace referencia a un ritual adivinatorio que desarrollaban diferentes pueblos antiguos a partir de la interpretación de señales.
Ciertos fenómenos de la meteorología y el vuelo y el canto de algunas aves eran estudiadas por los adivinadores para el desarrollo de agüeros. A la acción de realizar agüeros se la denomina agorar.
Por extensión, actualmente se llama agüero a un vaticinio que se hace de manera supersticiosa, sin sustento lógico o racional. Un agüero, de este modo, puede ser una predicción o un augurio.
En la Antigüedad había adivinos que realizaban agüeros.
Los agüeros en la Antigüedad
En los tiempos precristianos, se creía en la validez de los agüeros. Por entonces se entendía que existían signos que podían interpretarse para anticipar qué ocurriría en el futuro. En la actualidad, los agüeros se enmarcan en el terreno de la superstición debido a que son creencias ajenas a la razón y que no están vinculadas a la fe de una religión.
El augur era quien, en la Antigua Roma, se dedicaba a realizar agüeros de forma oficial. Los augures eran sacerdotes que se encomendaban a examinar signos como el comportamiento de los pájaros para adivinar el porvenir.
Los augures oficiales ostentaban un cargo vitalicio y solo podían ser consultados por los magistrados en lugares particulares. Había augures que interpretaban las manifestaciones de la voluntad de los dioses a través de fórmulas rituales, mientras que otros augures se dedicaban a descifrar las señales de la voluntad divina cuando ésta se expresaba de manera espontánea.
Más allá de los augures oficiales, también había augures particulares. En este caso, los adivinos realizaban los agüeros por afuera del sistema establecido.
Los cuervos eran considerados aves de «mal agüero».
Pronósticos negativos
La expresión “pájaro de mal agüero” se utiliza en el lenguaje coloquial para aludir al individuo que suele señalar que ocurrirán sucesos perjudiciales o nocivos. El origen de la frase puede asociarse a la labor de los augures.
Estos adivinadores, para hacer sus predicciones, estudiaban cómo movían las alas, de qué manera trinaban o hacia dónde volaban las aves. Muchas veces dichas señales eran tomadas como anticipo de eventos negativos: por lo tanto, había pájaros que eran de “mal agüero”.
En ocasiones, la superstición se combinaba con características biológicas. Los cuervos, por ser alimentarse de carroña y por sus plumas de color negro, eran señalados como animales de “mal agüero” y se creía que su presencia anticipaba infortunios.
Agüero como apellido
En España y en varios países de América Latina, Agüero es un apellido común. Diego de Agüero (1511-1544), por ejemplo, fue un explorador y conquistador español reconocido como regidor perpetuo de Lima. Andrés Rivero Agüero (1905-1996), en tanto, fue primer ministro de Cuba y también presidente electo, aunque no llegó a asumir por la guerra civil.
Ya en el siglo XXI emergió la figura de Sergio “Kun” Agüero, un futbolista argentino que se convirtió en el máximo goleador histórico del equipo inglés Manchester City. Con el seleccionado de su nación, Agüero se consagró campeón mundial sub-20 en dos ocasiones (2005 y 2007) y ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing (2008).