Definición de agroturismo
Agroturismo es un concepto que se forma a partir de dos términos: agro y turismo. En el primer caso, se trata de un elemento compositivo que alude al campo (un terreno no urbanizado donde se pueden realizar cultivos y criar animales). Turismo, por su parte, es aquello vinculado a los viajes que se llevan a cabo por ocio.
Con estas ideas ya definidas, podemos comprender qué es el agroturismo. Se trata de la actividad turística que se desarrolla en un entorno rural. Por eso el agroturismo también se conoce como turismo rural.
Lo habitual es que el agroturismo tenga lugar en pueblos de no más de dos mil habitantes o en tierras que no forman parte del entramado urbano de una localidad. Esto hace que, muchas veces, los turistas pasen la noche en cascos de estancias que se remodelan para convertirse en establecimientos más confortables y capaces de recibir a los visitantes.
Los principales atractivos del agroturismo son la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza, la calma que puede experimentarse en el entorno y el acercamiento a tareas productivas que se realizan en los campos. De hecho, la noción de agroturismo muchas veces se asocia exclusivamente a la chance de conocer las actividades económicas de la zona rural.
Quienes desarrollan agroturismo en una granja habilitada para tal fin, por ejemplo, pueden tener la posibilidad de ordeñar vacas, cosechar los alimentos que consumen y elaborar pan casero. Incluso es probable que puedan realizar cabalgatas.
Entre las actividades favoritas de los amantes del agroturismo se encuentra el pastoreo. Si bien no es nada fácil coordinar a centenares de ovejas y aprovechar la ayuda del casi obligatorio mastín, el paso de la rutina urbana a esta tarea puede resultar muy emocionante. El oficio del pastor se remonta a tiempos inmemoriales, y para quienes están de acuerdo con la explotación animal es muy atractivo.
La elaboración de alimentos también llama la atención de muchos y los lleva a probar el agroturismo para alejarse de la comida industrial. Hay personas que no saben preparar ni un plato de arroz hervido y mucho menos se preguntan cómo se fabrica el pan, algo que requiere más destreza; para ellas, descubrir que con sus manos pueden crear su propio sustento es ciertamente revelador.
El ecoturismo (turismo basado en el respeto del medio ambiente) y el enoturismo (los circuitos turísticos que permiten conocer la producción de vino) son dos modalidades que pueden vincularse al agroturismo.
Por otro lado también se encuentran los espacios que se dedican específicamente al agroturismo para personas veganas, es decir, para aquellos que no están de acuerdo con la explotación animal de ningún tipo. En estas casas de campo no existen los establos ni los corrales, no se ordeñan vacas ni se monta a caballo porque no hay animales, al menos no para ser usados como recursos.
Los veganos experimentan muchas complicaciones para conseguir restaurantes adecuados a sus ideas, e incluso supermercados en los cuales haya al menos diez productos respetuosos para con los animales, ya que la mayoría incluye huevo o leche y las heladeras de carne se imponen en gran parte de los establecimientos. Su propuesta es de paz, de compasión, pero el sistema ofrece justo lo contrario: explotación y tortura legalizadas.
Hacer agroturismo sin la interferencia de la actividad ganadera puede ayudarnos a conectarnos con la verdadera naturaleza, esa que el ser humano se esfuerza en ocultar para sostener la economía de la carne. El campo no existe con los fines que lamentablemente le adjudicamos, sino para dar lugar al nacimiento y desarrollo de diversas plantas que ayuden a mantener el equilibrio ecológico, sirviendo de alimento y promoviendo la generación de oxígeno.