Definición de agridulce
El adjetivo agridulce se utiliza para calificar a la combinación de dulce y de agrio. Los sabores agridulces, por lo tanto, mezclan estas dos características. Por ejemplo: “Voy a ordenar el pollo con salsa agridulce”, “Anoche cené cerdo agridulce con puré de zanahoria”, “No me gustan los platos agridulces”.
Cabe destacar que algo agrio se percibe como ácido. De este modo, cuando ingerimos algún alimento agridulce, notaremos un sabor con una cierta dulzura, pero a la vez con toques de acidez. En algunos países, existe una tradición extensa en la preparación de recetas agridulces.
En la gastronomía china, por citar un caso, es común el uso de la llamada salsa agridulce. En realidad, existen múltiples recetas para elaborar salsas agridulces, que pueden incluir aceite, vinagre, ajo, azúcar, salsa de soja o miel, entre otros ingredientes.
El cerdo agridulce es una preparación que consiste en cortar la carne de cerdo en dados, freírlos y servirlos en una salsa hecha con salsa de soja, vinagre, azúcar y ketchup. Lo habitual es acompañar la carne con cebolla, morrón (pimiento) y piña.
Si bien la cocina tradicional parece estar destinada únicamente a las personas que comen carne, huevo y leche, no debemos olvidar que son millones los que han optado por evitar los productos de origen animal. Para ellos, los veganos, también hay un sinfín de platos agridulces.
Tal es el caso del tofu agridulce, una receta fácil de preparar, ideal para combinar con arroz blanco o con vegetales hervidos. Se prepara con una salsa espesa a base de maicena, aceite de oliva, ajo, jengibre, chile, pasta de tomate, salsa de soja, vinagre de arroz y agua; luego se combina con trocitos de tofu previamente deshidratados y cocidos a la sartén con un poco de aceite de oliva hasta que queden dorados y crujientes. A la hora de servirlo, se recomienda decorar con semillas de sésamo tostadas.
Podría decirse que los platos agridulces se encuentran en esa pequeña lista de productos que sirven para clasificar a los diferentes tipos de comensales según sus gustos. Por lo general, el paladar de los más pequeños no está preparado para disfrutar de esta mezcla de sabores, sobre todo a causa de la alimentación que normalmente reciben por parte de sus mayores: nos enseñan a separar lo salado de lo dulce.
Por esa razón, cuando probamos una receta agridulce por primera vez la reacción puede ser de rechazo, aunque esto no indique necesariamente que no podamos adaptarnos y comenzar a apreciar este plano de la gastronomía. Luego de una adecuada etapa de transición, en la que nos abrimos más y más a la combinación de sal y azúcar, es probable que nuestro paladar madure y comience a disfrutar de ella.
La idea de agridulce también puede usarse en sentido simbólico. Cuando una situación provoca una cierta alegría pero, de manera simultánea, acarrea algo que genera desazón o molestia, puede ser calificada como agridulce: “Fue un triunfo agridulce para el equipo nacional: le permitió cerrar el torneo con una victoria, pero no le alcanzó para clasificar a la siguiente ronda”, “Será un cumpleaños agridulce porque vendrán mi madre y mi hermana, aunque mi padre no podrá estar presente ya que se encuentra de viaje por motivos laborales”.
Del mismo modo, hay quienes aseguran que la vida está repleta de momentos agridulces, ya que no es posible extender indefinidamente la felicidad ni es común que alguien sufra desgracias constantemente durante días, meses y años. Por el contrario, nuestra existencia es una fusión irregular de sucesos muy diversos, que abarcan aquellas situaciones que nos alegran tanto como las que nos entristecen profundamente, y debemos aceptar las reglas.