Definición de agricultura familiar
La agricultura es la tarea que consiste en labrar y cultivar la tierra. A través de estas actividades se obtienen alimentos y diversas materias primas que permiten desarrollar toda clase de productos necesarios para el ser humano. Familiar, por su parte, es aquello vinculado a la familia (el conjunto de personas que tienen un parentesco).
Se denomina agricultura familiar a los trabajos agrícolas que son desarrollados por los integrantes de una familia. Este tipo de agricultura implica el uso de mano de obra de la propia familia: es decir, quienes realizan las tareas son los integrantes del núcleo familiar, ya sean hombres o mujeres. Además de la producción agrícola propiamente dicha, entre las actividades que se engloban en este concepto también debemos tomar en cuenta la producción acuícola, la pastoril, la pesquera y la forestal.
De acuerdo a diversos estudios, la agricultura familiar suele ser la forma que prevalece a la hora de producir alimentos, y esto se cumple en la misma medida en los países en desarrollo como en los desarrollados, algo que habla de su efectividad como sostén económico. Las familias trabajan la tierra en conjunto para ofrecer sus productos a mayoristas, distribuidores o incluso de modo directo al consumidor. Esto hace que la agricultura familiar se convierta en un medio de vida para millones de personas que centran su economía en el cultivo.
Teniendo en cuenta esta relevancia social, el Estado debe regular las condiciones vinculadas al desarrollo de la agricultura familiar. Es imprescindible que las autoridades gubernamentales garanticen el acceso a la tierra y al mercado, faciliten el financiamiento para mejorar la productividad y protejan el medio ambiente para evitar la pérdida de los recursos naturales.
El gobierno también debe permitir a los grupos de personas que desean dedicarse a la agricultura familiar el acceso a los recursos naturales complementarios para llevar a cabo las tareas de siembra y cosecha, entre otras muchas, pero también a los servicios de financiación para emprender y mantener sus negocios, a la tecnología necesaria para el trabajo y a cualquier plataforma de educación o inserción social que mejore su relación con el resto de la población, de manera que escoger este camino no signifique aislarse del resto de la sociedad sino convertirse en un actor definitorio de su economía.
Es importante señalar que en algunos países el Estado no apoya a los emprendedores de la agricultura familiar como debería, con la atención y los recursos que sí dedica a los negocios más tradicionales o de mayor escala, y esto puede tener consecuencias fatales en situaciones tales como las inundaciones o los incendios, tanto de los terrenos privados como de los colindantes, ya que un desastre natural puede afectar las condiciones de la tierra y alterar otros factores, como el viento, de manera negativa.
El desarrollo de la agricultura familiar contribuye a luchar contra el hambre ya que estas prácticas permiten la subsistencia de las personas. A medida que la agricultura familiar crece, mejora la situación socioeconómica de las familias. Pero también impacta de forma positiva en el plano cultural, ambiental y socioeconómico a nivel general.
Tal es la repercusión de la agricultura familiar en el mercado, que la propia Organización de las Naciones Unidas declaró el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar, con el propósito de volver más visible esta forma de economía y concienciar a la gente acerca de su importancia en temas como la pobreza, la desnutrición y la inseguridad alimentaria, pero también para continuar trabajando en pos de objetivos tales como la protección y administración de los recursos naturales y el medio ambiente, y el desarrollo de técnicas sostenibles de agricultura.