Definición de agitación
El término latino agitatĭo llegó al castellano como agitación. Se trata del acto y la consecuencia de agitar (desplazar algo con violencia y de manera frecuente, generar una alteración del estado anímico).
Por ejemplo: “Al someter el líquido a una agitación de varios segundos, haremos que se formen burbujas en su superficie”, “Las palabras del presidente provocaron un estado de agitación en la multitud”, “La agitación del mar es producto del viento”.
La agitación puede producirse en diferentes ámbitos. Para preparar un cóctel, es habitual que la persona agite el contenido de un recipiente con el objetivo de que los ingredientes se mezclen. Para la preparación del martini, por citar una posibilidad, hay que colocar ginebra y un chorro de vermú en una coctelera. Luego de una breve agitación, el cóctel ya puede servirse. Lo normal es que la copa se decore con una aceituna.
Ciertos instrumentos musicales, como las maracas y los cascabeles, requieren de la agitación para producir sonido. Quien desea hacer sonar estos instrumentos, debe sacudirlos con fuerza.
Para la psicología, la agitación es una perturbación del ánimo que provoca la hiperactividad del cuerpo: “Presa de la agitación, la mujer comenzó a correr y a gritar”.
Desde un punto de vista clínico, es posible definir la agitación como un estado de excitación o emoción extrema, que genera sensaciones desagradables en el sujeto, tales como la irritabilidad, la confusión y la tensión. En este contexto, la agitación puede presentar diversas características; por ejemplo, a veces aparece de forma espontánea, sin relación con ningún trastorno de salud, mientras que otras puede ser indicio de un problema de fondo, y en estos casos suelen evidenciarse más síntomas.
Un ejemplo claro de un cuadro en el cual la agitación nos hable de un trastorno más grave es aquél en el cual se combina con una alteración de la conciencia, es decir, cuando se ve acompañada de una modificación de la lucidez mental del sujeto; cuando esto sucede, es posible que estemos ante un caso de delirio, un trastorno de confusión que debe ser diagnosticado y tratado de forma adecuada por un médico.
Además del delirio, también es posible encontrar la agitación en compañía de otras enfermedades y problemas en el cerebro, tales como la depresión, la esquizofrenia, la ansiedad, la enfermedad de Alzheimer y la manía.
Con respecto a las causas de la agitación en el ser humano, las posibilidades son muchas, como ser las siguientes:
* en el caso del consumo de alcohol o de drogas (tales como marihuana, cocaína, opiáceos, PCP o alucinógenos), abstinencia o intoxicación;
* reacciones alérgicas diversas;
* consumo de cafeína excesivo que provoque una intoxicación;
* nefropatía, hepatopatía, neumopatía o cardiopatía, en algunas de sus formas;
* ingreso en un hospital, especialmente en personas mayores;
* exposición a ciertos medicamentos, incluyendo esteroides, anfetaminas y teofilina.
Conocer las causas de un cuadro de agitación es muy importante, ya que muchas veces conduce a formas de violencia graves, tanto hacia terceros como contra el propio paciente; por ejemplo, puede aumentar el riesgo de suicidio. Para reducir y controlar la agitación es necesario que el sujeto se encuentre en un entorno calmo, sin ruidos molestos, con una iluminación adecuada a sus actividades y que duerma la cantidad de horas recomendada para su edad y su ritmo de vida.
La agitación social, por otra parte, refiere a una conmoción que se registra en la sociedad. Dicha agitación puede ser incitada por ciertos grupos para provocar un cambio de gobierno. Estados Unidos, en este marco, promovió la agitación social en Cuba durante muchos años con la intención de generar la caída del régimen comunista, a través del uso de propaganda política, financiando a grupos opositores, etc.