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Teoría clásica de la Administración

Te explicamos qué es la teoría clásica de la administración, sus principios y las funciones que adjudica a la administración.

¿Qué es teoría clásica de la administración?

La teoría clásica de la administración fue impulsada por el francés Henry Fayol en 1916, para ofrecer mejoras a la teoría de la administración científica o “taylorismo” (planteada por Frederick Taylor en 1911). Taylor estudió el proceso productivo y Fayol se concentró en la directiva de la empresa.

La teoría clásica de la administración es una corriente del conocimiento que surgió en respuesta al acelerado crecimiento empresarial luego de la Segunda Revolución Industrial. La teoría hace hincapié en la administración global de la organización, es decir, en la estructura y en las funciones que debe realizar cada parte de la empresa (no solo en mejorar los métodos de producción).

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Historia de la administración

La historia de la administración es muy antigua y data desde que el ser humano hizo uso de la razón al organizarse en grupos para cazar, recolectar y formar pueblos y civilizaciones, para lo que estableció tareas, planes de acción y objetivos.

El estudio de los diferentes modelos de la administración, orientados al mundo industrial y empresarial, se vio impulsado con la Revolución Industrial. El contexto estableció nuevas reglas de organización con sistemas jerárquicos y divisiones de poder económico y social. Ante los problemas del nuevo escenario, surgió la administración como disciplina.

Entre los principales representantes de la administración se destacan:

  • Frederick Taylor. Fue el padre de la administración científica. Propuso organizar el trabajo mediante la aplicación de métodos científicos (como la mejora de los sistemas de producción, la selección de trabajadores idóneos y la división del trabajo). Antes del taylorismo, los trabajadores eran responsables de planear y de ejecutar sus labores, incluso si no tenían conocimientos técnicos de las tareas.
  • Henry Ford. Fue el creador de la producción industrial en serie. Su objetivo fue generar una mayor cantidad de bienes en el menor tiempo y a un costo reducido. Gracias a los aportes de Ford, el sistema de producción se revolucionó. En 1913 contaba con varias plantas industriales para la producción del auto Ford T.
  • Henry Fayol. Propuso aumentar la eficiencia de la empresa al poner a disposición de la administración a todas las partes que conforman a la organización, en especial, a los niveles superiores de mando. Postuló cinco funciones básicas para el proceso de administración que deben efectuarse los bajo catorce principios del fayolismo.
  • Frank B. Gilbreth. Propuso una mejora para la organización científica a través del estudio del movimiento y del tiempo, denominado “Therblig”, que consistía en los dieciocho movimientos en los que se podía subdividir cualquier tarea laboral (como buscar, encontrar, seleccionar, tomar, sostener, mover, alcanzar, inspeccionar, planear).
  • Henry Lawrence Gantt. Propuso un sistema llamado por su nombre, diagrama de Gantt, que consistía en una herramienta para planificar y programar las tareas durante un periodo determinado (consistía en un gráfico de barras horizontales ordenadas por actividad, que permitían ver la secuencia de tiempo de trabajo y organizar prioridades).
  • Elton Mayo. Propuso una mirada psicológica y sociológica del mundo industrial, que consistía en enfatizar las necesidades emocionales de los empleados para aumentar la productividad y promover las buenas relaciones laborales (que son tan o más motivadoras que los incentivos económicos).

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Principios de la teoría clásica de la administración

Los principios de la teoría clásica de la administración son normativas generales que permiten que la administración domine todas las funciones de la organización. Fayol estableció catorce principios:

  • La división del trabajo. Dividir la organización del trabajo según la capacidad y la eficiencia de cada empleado y de cada área, para alcanzar una mejor eficacia y productividad.
  • La autoridad y la responsabilidad. Establecer un equilibrio entre el poder que ejerce la autoridad y las funciones que debe realizar, contribuye a evitar el abuso de poder.
  • La disciplina. Respetar y hacer respetar a los demás, cumplir las normas y los reglamentos de la organización. Este principio puede fomentarse desde la autodisciplina o a través de sanciones o multas para quien no las respete.
  • La unidad de mando. Establecer que cada trabajador responda a un solo superior directo, de quien recibirá órdenes y apoyo. De lo contrario se podría afectar el desempeño y la productividad de la organización.
  • La unidad de dirección. Asegurar que todas las actividades que tengan el mismo objetivo (como marketing, publicidad, ventas y promoción), sean dirigidas por un mismo responsable.
  • La subordinación del interés individual al interés general. Reconocer y fomentar, en primer lugar, el interés general de la organización y, en segundo lugar, el de los empleados, a fin de garantizar continuidad en el tiempo.
  • La remuneración. Mantener una política de remuneración (valor monetario que la empresa da al empleado, a cambio de los servicios recibidos) que debe incluir incentivos financieros y no financieros.
  • La centralización y descentralización. Definir el grado de concentración de poder de la autoridad, que varía según la condición del negocio y el tipo de personal.
  • La cadena escalonada. Establecer con claridad una línea de autoridad o de mando, que puede ser horizontal o vertical.
  • El orden. Mantener un lugar para cada objeto a fin de optimizar los tiempos de producción y, mantener el orden social a través de la selección adecuada de cada empleado en el cargo más idóneo.
  • La equidad. Dar un trato igualitario a todos los empleados, bondad y justicia (ese tipo de vínculo genera lealtad y compromiso).
  • La estabilidad personal. Fomentar y acompañar el rendimiento del empleado que es contratado de manera permanente y que sabe que tiene oportunidades de progresar dentro de la organización.
  • La iniciativa. Estimular a los empleados para que opinen, aporten sugerencias constructivas y armen planes de trabajo, para que se sientan partícipes de la organización.
  • El espíritu de cuerpo. Crear unidad, cooperación y espíritu de equipo entre los empleados, para evitar confrontaciones. Es importante recompensar a cada uno según sus méritos sin generar celos o situaciones de disconformidad. 

Funciones de la administración clásica

Fayol reconoció seis grupos de funciones básicas para la administración, que toda empresa debe tener presente:

  • Las funciones técnicas para la producción de bienes o servicios.
  • Las funciones comerciales para la compra y venta de bienes y servicios.
  • Las funciones financieras para el control de capitales necesarios para invertir.
  • Las funciones de seguridad para la protección y preservación de los recursos.
  • Las funciones contables para los balances, gastos y estadísticas.
  • Las funciones administrativas para la integración y coordinación de las funciones anteriores.

Una vez detectadas las funciones que debe realizar la organización, se debe llevar adelante el proceso administrativo que permitirá coordinar los esfuerzos de toda la organización. Las cinco funciones o etapas del proceso administrativo son:

  • La planificación. Consiste en visualizar el futuro que pretende alcanzar la organización y trazar un plan de acción para llegar hasta ahí.
  • La organización. Consiste en construir las estructuras necesarias (materiales y sociales) para desempeñar el trabajo de la organización.
  • La dirección. Consiste en guiar y orientar todos los recursos de la organización hacia un mismo objetivo.
  • La coordinación. Consiste en mantener la armonía de todos los que trabajan en la organización y que pueden tener intereses diferentes, para que trabajen en sinergia.
  • El control. Consiste en hacer un seguimiento y verificar que cada instancia de trabajo se desempeñe según las normas pautadas.

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Importancia de la teoría clásica

La importancia de la teoría clásica de la administración radica en que permitió realizar pronósticos confiables y aplicar métodos administrativos eficientes.

Su puesta en práctica aseguró buenos resultados para las organizaciones que se desempeñaban en un contexto de grandes cambios e incertidumbre, como consecuencia de la Segunda Revolución Industrial. Con una mirada global del accionar de toda la estructura de la organización, este modelo ofreció mejoras a la corriente precedente formulada por Taylor.

Críticas a la teoría clásica

Algunas de las críticas a la teoría clásica son que carecía de experimentación y de comprobación de sus principios. Además, el factor humano no conformaba el foco principal, por el contrario, esta teoría exponía a los trabajadores a condiciones deplorables con el fin de alcanzar un mayor rendimiento en la productividad.

Algunos autores consideran a la teoría clásica como “la teoría de la máquina”, cuyos recursos humanos trabajan de manera mecanizada y repetitiva a la par de las maquinarias. Este aspecto humano fue estudiado en mayor profundidad por las corrientes posteriores.

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Referencias