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Eficacia

Te explicamos qué es la eficacia y cuáles son sus diferencias con la eficiencia. Además, qué es la efectividad y ejemplos de eficacia.

¿Qué es la eficacia?

De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, la eficacia vendría a ser la cualidad de algo que produce el efecto deseado o esperado, para lo cual sin embargo se recomienda el uso de la voz sinónima eficiencia. Se trata de un concepto vinculado también a la efectividad, especialmente en el mundo corporativo y empresarial, en el que la distinción entre todos estos términos es a menudo enfatizada, conocidas como las “Tres E de la Administración”.

A grandes rasgos, podemos definir la eficacia como el grado de consecución de objetivos fijados de antemano que tenga un objeto, un procedimiento o incluso una persona. Así, algo es eficaz cuando se obtiene de ello el resultado esperado, sin que medie en ello consideraciones respecto a cómo se obtuvo o si había un modo mejor de obtenerlo.

La eficacia es un valor en la mayoría de los ámbitos profesionales y sociales de la cultura, incluso cuando ello implica métodos poco ortodoxos.

Ver además: Objetivos organizacionales

Diferencia entre eficacia y eficiencia

Mientras que por eficacia entendemos la capacidad de un objeto, persona o procedimiento para conseguir el objetivo propuesto, sin prestar atención a los medios o recursos empleados para ello, a si había mejores caminos o al costo que alcanzar dicho objetivo represente, la eficiencia se entiende como algo similar pero más deseable: es la capacidad de ese mismo ente o proceso de lograr los resultados propuestos, pero esta vez empleando los mejores medios posibles.

Esto quiere decir que un procedimiento puede ser eficaz, pero costoso, brutal o engorroso, pero no importa porque al final consigue siempre su objetivo; mientras que un procedimiento eficiente será aquel que consiga siempre su objetivo de una manera además económica, idónea o conveniente, dependiendo de qué ámbito se trate, claro está.

Más en: Eficiencia

Efectividad

Cuando hablamos de efectividad, especialmente en el ámbito administrativo, nos referimos justamente al equilibrio entre la eficacia y la eficiencia, es decir, al logro de un resultado atendiendo a las capacidades que implica el caso puntual. A menudo se entiende la efectividad como la unión de la eficacia y la eficiencia, o sea, como el panorama ideal de la situación, o como la cercanía que respecto a él podemos alcanzar en un procedimiento o mediante el uso de un objeto.

Así, puede plantearse la relación entre estos tres términos de acuerdo a esta fórmula:

Eficacia + Eficiencia = Efectividad

Lo que equivale a decir que el cálculo de la eficacia y efectividad de un proceso permite entender así sea en un panorama general el funcionamiento idóneo del proceso o del sistema en que se inserta. Por ende, sería imposible ser eficiente sin lograr antes un buen rendimiento en cuanto a eficacia y a eficiencia.

Ejemplos de eficacia

Un ejemplo sencillo de eficacia (aunque también de eficiencia y efectividad) puede ser el de la extracción de oro de una mina, supongamos.

La eficacia de la mina tiene que ver solamente con el hecho de que efectivamente haya oro en su interior y de que ese oro pueda ser extraído a la superficie de alguna manera concreta, sin detenernos en el tipo de minado o los materiales necesarios.

En cambio, su eficiencia tiene que ver con el costo de extracción de dicho oro, con el personal involucrado, con el tiempo que toma sacarlo y otras variables semejantes que determinan qué tan conveniente es el procedimiento de minado en ese caso específico, y que nos permite evaluar si habrá otros métodos mejores (más eficientes), como el uso de explosivos, robots, etc.

Y su efectividad, por último, se evaluaría anual o semestralmente, de acuerdo a cada cuánto arrojaría ganancias la mina, una vez evaluada su eficacia y tenida en cuenta su eficiencia (así como otras rutas posibles de mejoría).

Sigue con: Eficacia, eficiencia y productividad

Referencias