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Objetivos y tipos de estrategias

Te explicamos qué son los objetivos y las estrategias de una empresa, qué tipos existen de cada uno y sus diferencias.

Objetivos y estrategias

En el mundo empresarial, a menudo se habla de los objetivos planteados y de las estrategias necesarias para alcanzarlos. Sin embargo, es posible que haya un margen de confusión respecto de cada concepto que debemos antes que nada resolver.

En primer lugar, un objetivo es un punto de llegada, ya sea a largo, mediano o corto plazo. Es un cometido que deseamos cumplir, una meta que deseamos alcanzar, por lo que se suelen basar, en el caso de las empresas, en su misión, visión y valores, esto es, en aquello en que desea convertirse.

Tipos de objetivos

Existen distintas formas de clasificar los objetivos, atendiendo a lo que persiguen. Por ejemplo, es posible distinguir entre objetivos a corto, mediano o largo plazo, dependiendo de qué tan próximo esté su cumplimiento en el tiempo: próximo, medio o distante. Pero en cada uno de estos casos se puede también distinguir entre:

  • Objetivos esenciales, aquellos que son fundamentales de la organización, que le proveen de sentido y son su norte, su meta, sin los cuales la empresa carecería de propósito y no sabría hacia dónde marchar. Por ejemplo, una empresa maderera puede tener el objetivo esencial de conquistar el nicho regional de la madera.
  • Objetivos instrumentales, aquellos que es necesario cumplir para poder avanzar hacia la consecución de los esenciales, es decir, objetivos secundarios, parciales, que no forman parte del fundamento empresarial, pero sin los cuales sería imposible cumplir con los objetivos importantes. Por ejemplo, la empresa maderera del ejemplo previo va a tener que lidiar con la sustentabilidad de la madera, para poder crecer hasta copar el nicho de la región.

En cambio, las estrategias son la forma en que la organización planea cumplir con dichos objetivos, esto es, el plan de acción o la hoja de ruta hacia ello. Este concepto es fundamental para diseñar el procedimiento de la empresa, ya que no tiene sentido plantear acciones que no formen parte de ninguna estrategia, es decir, que no conduzcan al cumplimiento de alguno de los objetivos corporativos.

Tipos de estrategias

Al igual que los objetivos, las estrategias pueden ser muy diversas y variadas, dependiendo de qué propósito persigan o de qué tipo de acciones pretendan desarrollar. Así, de posible hablar de:

  • Estrategias de integración, cuando plantean acciones que tienden al control de los distribuidores, proveedores o de la competencia, esto es, cuando promueven el dominio empresarial.
  • Estrategias intensivas, cuando persiguen la mejoría del posicionamiento de la empresa a través de planes intensivos de penetración del mercado, desarrollo del mercado o desarrollo del producto, esto es, estrategias que buscan aumentar la potencia empresarial con los productos existentes.
  • Estrategias de diversificación, cuando plantean la necesidad de resguardar o proteger los activos de la empresa, para mejorar su competitividad frente al resto del mercado. Se trata de acciones defensivas que pueden consistir en estrategias de desinversión, de riesgo compartido, de encogimiento y de liquidación.
  • Estrategias de crecimiento, cuando buscan aprovechar un momento oportuno para expandir las ventas, los beneficios y mercados de la empresa.
  • Estrategias de estabilidad, cuando se centran en sostener la situación actual de la empresa y así conservar su tamaño y línea de negocios.
  • Estrategias de reducción, cuando se plantean métodos de achicamiento de la empresa para subsanar un mal desempeño, ya sea haciendo recortes, reorientando la empresa, cortando costos de distribución, etc.

La comprensión de los objetivos y las estrategias es clave para un correcto desempeño organizacional, y es indispensable a la hora de tomar decisiones importantes. Pues, como lo resume el proverbio, “el viento nunca es favorable para quien no sabe a dónde va”.

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Referencias