Neoclasicismo
Te explicamos qué es el neoclasicismo y sus manifestaciones en literatura, arquitectura, pintura y música. Además, sus representantes.
¿Qué es el neoclasicismo?
El neoclasicismo (o sea, “nuevo clasicismo”) fue un movimiento artístico surgido en el siglo XVIII, como una reacción a la abundancia de formas y la frivolidad sensual del barroco y del rococó, imperantes desde el siglo anterior.
Rescataba los valores estéticos de la antigüedad clásica grecorromana, es decir, que aspiraba a continuar o retomar lo propuesto por el clasicismo.
El neoclasicismo, sin embargo, es mucho más que una simple renovación del clasicismo: surgido en plena era de la Ilustración francesa, aspiraba a reflejar los valores de sencillez, seriedad y racionalidad que eran propios de la época, y que habían sido exaltados en tiempos de la Antigua Grecia.
En ese sentido, el neoclasicismo es la forma de arte propia de la Ilustración y del llamado “Siglo de las Luces”.
Tal y como el clasicismo, el estilo neoclásico influyó notoriamente diversas formas de arte, como la literatura, la pintura, la arquitectura y la música. Surgido en la Francia napoleónica, coincidió con la decadencia del bonapartismo, y finalmente perdió adeptos en favor del Romanticismo.
Ver también: Movimientos literarios
Características generales del neoclasicismo
El neoclasicismo se caracteriza, a grandes rasgos, por:
- Su principio estético refleja la razón humana: claridad de formas, colores sobrios, espacios llanos, líneas verticales y horizontales fuertes, y en líneas generales una apuesta por la sencillez y la linealidad.
- El color y la mancha, así como las pinceladas de autor, que fueron tan apreciadas en la pintura del barroco, ceden terreno a la corrección del trazo, el dibujo y la forma.
- Se regresa al imaginario grecorromano de la era clásica: la mitología, la épica, los mitos griegos, etc. También se valoraron las temáticas históricas contemporáneas, como la Revolución Francesa.
- En líneas generales, el neoclasicismo consistió en una continuación de las propuestas del clasicismo, pero mucho más cargadas políticamente.
Neoclasicismo literario
La literatura del neoclásico estuvo fuertemente influenciada por la filosofía dominante de la época, en la que se rechazó el pensamiento religioso y se promovió el culto a la razón humana.
Con el mismo afán divulgativo de La Enciclopedia, la literatura se hizo más accesible al público, ofreciéndose como instrumento social, reaccionando contra las formas barrocas, que podían llegar a ser muy herméticas. El ensayo fue el género más cultivado, con afán divulgador, aunque la poesía y la fábula también resurgieron, especialmente las que usaban animales como ejemplo.
La literatura neoclásica ofrecía una crítica de las costumbres, reflexionando sobre el papel de la mujer y sobre la importancia de la educación. A menudo construía textos con enseñanzas morales.
Hay que destacar que España, de todos los países europeos, resistió el neoclasicismo y continuó con el estilo barroco en la poesía y el teatro. Sin embargo, con el tiempo muchos dramaturgos terminaron siguiendo el modelo francés, que recuperaba principios de Aristóteles y de Horacio.
Neoclasicismo en la arquitectura
La arquitectura neoclásica respondió a la idea de La Enciclopedia de que el espacio podía influir en la manera de pensar y en las costumbres de la gente. Así, predominaron las construcciones conectadas con la vida ciudadana, como bibliotecas, hospitales, museos, teatros o parques, siempre diseñadas con un carácter monumental.
Lejos de los excesos del barroco, la arquitectura volvió a lo clásico para hallar patrones que pudieran considerarse “universales”, en los que primaba la funcionalidad por encima del ornato. Los arquitectos abrazan un modelo arquitectónico racional, inspirado en el pasado grecorromano, egipcio o incluso del Asia menor.
También hubo quienes apostaron por edificaciones con formas geométricas (llamados arquitectos utópicos o revolucionarios del neoclásico). Como una respuesta moderada a estos últimos, surgió una arquitectura pintoresca, cuyos jardines se alejaban del geometrismo francés, buscando combinar la naturaleza y lo arquitectónico.
Neoclasicismo en la pintura
Situada entre el Rococó y el Romanticismo en la historia de la pintura, el estilo neoclásico tiene rasgos muy semejantes a su precursor y su sucesor, lo cual hace difícil trazar límites estilísticos. Sin embargo, es notorio el predominio de temas grecorromanos, de la Edad Media o de civilizaciones asiáticas, con tintes exóticos y ancestrales.
A grandes rasgos, se trató de una pintura en la que el dibujo y la forma predominaron sobre el color, produciendo así obras bañadas por una luz fría y cristalina. La historia y los motivos clásicos fueron los principales temas a pintar, y aunque hubo frescos, en líneas generales predominó el óleo sobre lienzo.
Neoclasicismo en la música
En el caso de la música, las distinciones históricas son levemente distintas. Generalmente, lo que llamamos “música clásica”, es la música del clasicismo (finales del siglo XVIII y comienzos del XIX), la cual coincidió temporalmente con el estilo neoclásico.
Esto en parte se debe a que no hubo un acervo grecorromano musical que recuperar, dado que los antiguos no tuvieron un método de escritura musical que permitiera preservarla. Sin embargo, la música de este período sí se rigió por lo preceptos del dominio de la forma, la moderación en el despliegue emocional y en los artificios técnicos musicales.
Por otro lado, en el siglo XX, luego de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), compositores como Igor Stravinski y Paul Hindemith iniciaron un movimiento denominado «música neoclásica». El nombre se debe a que compusieron obras en las que era notorio el deseo de recuperación de la música clásica (Haydn y Mozart, particularmente).
Sin embargo, ese movimiento no tiene nada que ver con el período neoclásico como en este artículo lo hemos desarrollado.
Autores y representantes
Una lista muy resumida de los principales artistas y representantes del neoclasicismo incluiría a los siguientes autores:
- Jacques-Louis David (1748-1825). Pintor francés, cuya importancia en la época no sólo tuvo que ver con su contribución al neoclasicismo, sino también su participación en la Revolución Francesa, llegando a ser amigo de Robespierre y líder de las artes de la República Francesa.
- Francesco Milizia (1725-1798). Arquitecto italiano y teórico de la arquitectura, importante defensor del neoclasicismo, cuya obra se preocupaba por las dinámicas urbanas de la higiene, los espacios verdes y la apertura de los espacios públicos.
- Antonio Canova (1757-1822). Escultor y pintor italiano, cuya obra llegó a compararse con la mejor producción de la Antigüedad y le otorgó el título del mejor escultor de Europa desde Bernini. No tuvo discípulos directos, pero influyó enormemente en el neoclasicismo y fue una referencia durante todo el siglo XIX, especialmente dentro de la comunidad académica.
- Voltaire (1694-1778). De nombre real François-Marie Arouet, este escritor, filósofo, historiador y abogado francés fue uno de los mayores referentes de la Ilustración, electo en 1746 miembro de la Academia francesa. Su obra fue variada, con presencia mayormente del ensayo y el teatro.
- Montesquieu (1689-1755). Filósofo, jurista y ensayista francés, perteneciente al movimiento de la Ilustración, es célebre por sus contribuciones fundamentales a la cultura moderna, entre ellas la tesis de la separación de los poderes del Estado, la cual dictamina el orden de nuestras repúblicas hoy en día.
- Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico y naturalista suizo, es considerado al mismo tiempo un representante de la ilustración y del prerromanticismo, ya que sus diferencias con el movimiento ilustrado fueron notorias y le ganaron la rivalidad de otros autores como Voltaire. Sus ideas políticas contribuyeron enormemente con la Revolución Francesa y una de sus obras más célebres es un texto fundamental de la política: El contrato social (1762).
- Denis Diderot (1713-1784). Figura decisiva de la Ilustración, fue un escritor, filósofo y enciclopedista francés, reconocido por su erudición y su espíritu crítico, autor de piezas revolucionarias en sus géneros como la novela Jacques el fatalista (1780) y del proyecto divulgativo más importante de la época: la Enciclopedia, o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios (1751).
Neoclasicismo latinoamericano
Hubo un aporte hispanoamericano al neoclasicismo, centrada en el triunfo de las gestas independentistas americanas y el culto a sus generales: Simón Bolívar, José de San Martín y Antonio José de Sucre, por ejemplo.
También, en el Río de la Plata, surgió el género de la poesía gauchesca, cuyo lenguaje rústico narra las peripecias del gaucho pampeano. La mayoría de los himnos nacionales hispanoamericanos son perfectos ejemplos del estilo neoclásico que influyó en la América hispana.
Neoclasicismo y Romanticismo
El Romanticismo es el movimiento sucesor del neoclasicismo, que reemplazó sus deseos de orden y racionalidad por la búsqueda de la libertad individual y el culto a los sentimientos, las subjetividades y el genio del artista.
El romanticismo puede considerarse una reacción a lo clásico y a los valores racionales de la Ilustración misma, nacida en la Alemania del siglo XIX. Donde lo neoclásico aspiraba a lo universal y lo sobrio, el Romanticismo apostó por lo local y lo sentimental, por lo popular y lo original.
Más en: Romanticismo
Referencias
- “Neoclasicismo” en Wikipedia.
- “Neoclasicismo” en HA! Historia del Arte.
- “Neoclásico” (video) en Educatina.
- “Neoclassicism, an introduction” en Khan Academy.
- “Neoclassicism” en The Art Story.
- “Classicism and Neoclassicism” en The Encyclopaedia Britannica.