Maremotos
Te explicamos qué son los maremotos, y cuáles son sus causas y consecuencias. Además, ¿son diferentes de los tsunamis?
¿Qué es un maremoto?
Se conoce como maremoto (del latín mare, mar, y motus, movimiento) o a veces también como tsunami (del japonés tsu, puerto o bahía, y nami, ola) a un fenómeno oceánico complejo en el cual se producen olas de mucha energía y gran tamaño, que desplazan cantidades de agua muy por encima de las olas ordinarias del viento y que pueden internarse cientos de metros en tierra firme, arrasando con todo a su paso.
No debe confundirse a los tsunamis con los movimientos oceánicos producidos por la marea, como los macareos, o con las crecidas producto de temporales, huracanes y tormentas tropicales. A diferencia de estos, los tsunamis se generan en la mayoría de los casos como consecuencia de un importante temblor o terremoto (o maremotos, propiamente, ya que ocurren en el lecho del mar), dado que la formación de una onda marina de gran magnitud requiere la transmisión de enormes cantidades de energía cinética al agua.
Paradójicamente, un mínimo desnivel en el lecho marino, así sea de unos centímetros de profundidad, es suficiente para movilizar una enorme masa de agua marina que, al recuperar su equilibrio físico, transmite la energía en una onda muy energética capaz de recorrer kilómetros en poco tiempo, prácticamente invisible en alta mar, hasta alcanzar aguas menos profundas y perder velocidad debido a la fricción con el suelo, ganándola sin embargo en altura. Esto da como resultado una secuencia de olas enormes.
Los maremotos son temidos por su capacidad destructiva, a medida que el agua de mar se adentra violentamente en tierra firme, y suelen ser algunas de las más grandes preocupaciones inmediatamente después de un terremoto de magnitud considerable. La zona del mundo con presencia más frecuente de maremotos es la correspondiente al océano Pacífico, en el llamado “cinturón de fuego” de enorme actividad sísmica submarina.
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Causas de un maremoto
Los maremotos son producto, tal y como los terremotos, de los desplazamientos de las placas tectónicas por debajo de la corteza terrestre. Dichos movimientos a menudo las llevan a chocar, enfrentarse, y a cambiar su forma, generando una fricción cuya energía se transmite en forma de vibración, en este caso, a las aguas.
Similarmente, los tsunamis se deben en un 90% a los maremotos, o a terremotos que ocurren muy cerca de la costa. Otros posibles causantes de un tsunami son la explosión de volcanes submarinos o el impacto en el mar de meteoritos de gran tamaño.
Consecuencias de un maremoto
La primordial y más temida consecuencia de los maremotos la hemos mencionado ya: los tsunamis. La capacidad destructiva de las olas gigantescas y veloces son ampliamente temidas en las poblaciones costeras del océano Pacífico, y han quedado demostradas una y otra vez en su historia de desastres naturales.
Por otro lado, los maremotos propiamente pueden inducir cambios momentáneos o permanentes en la distribución de las corrientes oceánicas, o incluso en la flora y fauna de los fondos marinos.
Diferencias entre maremoto y tsunami
Si bien se emplean normalmente como sinónimos, existe una precisión técnica en cuanto al uso de los términos maremoto y tsunami.
Por el primero nos referimos a un terremoto ocurrido en el mar, es decir, un movimiento tectónico violento que ocurre en el lecho marino. El segundo término, en cambio, se considera una consecuencia de dicho temblor submarino, pues refiere estrictamente a la ola gigantesca que se genera al transmitir la vibración sísmica a las aguas.
Sin embargo, dado que el 90% de los tsunamis se originan por maremotos, aunque no todos los maremotos necesariamente originen un tsunami, suelen emplearse de manera más o menos indistinta en el habla común.
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