InicioTextos

Encuesta

Te explicamos qué es una encuesta, sus tipos, características y para qué sirven. Además, ejemplos y cómo elaborar una encuesta.

¿Qué es una encuesta?

Las encuestas son un tipo de instrumentos de recopilación de información, que consisten en un conjunto prediseñado de preguntas normalizadas, dirigidas a una muestra socialmente representativa de individuos, con el fin de conocer sus opiniones o visiones respecto de alguna problemática o asunto que les afecta.

Dichas preguntas están siempre diseñadas previamente por el equipo de investigación, de acuerdo a la hipótesis que buscan someter a la comprobación empírica de la opinión pública. Por consiguiente pueden ser de dos tipos distintos:

  • Abiertas, cuando el encuestado puede responder a las preguntas con sus propias palabras, lo cual le otorga una mayor libertad de respuesta y le permite alcanzar una mayor profundidad en las mismas, como respondiendo al porqué de lo dicho, o bien obtener respuestas novedosas y diferentes.
  • Cerradas, cuando al encuestado se le ofrece un conjunto de respuestas posibles y se le pide que elija la que mejor se adecúa a su opinión. Estas respuestas tienen la virtud de ser sencillas y fáciles de totalizar y cuantificar para obtener datos estadísticos.

La aplicación de encuestas es un método muy común en diferentes tipos de investigación, siempre que requieran del levantamiento de datos estadísticos, de la recopilación de opiniones o bien de algún tipo de consulta masiva que permita luego ser interpretada para obtener conclusiones. Sondeos políticos, de mercado o de evaluación de servicios son algunos posibles ejemplos de ello.

Ver también: Preguntas abiertas y cerradas

Características de las encuestas

A rasgos generales, las encuestas se caracterizan por lo siguiente:

  • Un método de observación no directa de la realidad, es decir, intermediada por la opinión de los sujetos encuestados: confiamos en su opinión, no podemos observarlos en sus vidas reales para saber si lo que responden es cierto o no.
  • Se trata de una herramienta de investigación sencilla, económica y con capacidad masiva y estandarizada de aplicación.
  • Es la vía más simple y eficaz para acceder de manera masiva a las subjetividades del público en general. Son ideales cuando se trata de un público muy amplio.
  • Arroja resultados contabilizables, expresados en términos porcentuales, que luego deberán ser interpretados por los investigadores.
  • Requiere de un mayor estudio y un mayor control para evitar el sesgo muestral, o sea, que las respuestas estén ya determinadas por las propias preguntas.

¿Para qué sirven las encuestas?

En general, las encuestas tienen el propósito de medir la relación existente entre determinadas variables demográficas, sociales y económicas, así como los patrones y las proporciones que de ellas se desprenden, y que permiten obtener algún tipo de conclusión sobre determinado tema.

Esto significa que son una herramienta para captar, a partir de una muestra elegida de manera azarosa, una aproximación a la opinión mayoritaria (o sea, a la subjetividad) del público respecto a dicho tema.

Tipos de encuestas

Existen varios tipos de clasificación de las encuestas, dependiendo del criterio que se toma en consideración. Por ejemplo, si atendemos a la lógica expresada en la encuesta, tendremos dos categorías de clasificación:

  • Encuestas descriptivas, que como su nombre lo indica se proponen describir el estado de la cuestión, o sea, que buscan reflejar la actualidad del tema en torno al cual gira la encuesta.
  • Encuestas analíticas, que no se limitan a la descripción del tema en cuestión, sino que persiguen alguna clase de explicación o porqué al respecto. Para ello, suelen contrastarse e interrelacionarse al menos dos variables distintas.

Por otro lado, si nos fijamos en el método físico empleado para llevar a cabo la encuesta, tendremos:

  • Encuestas a papel y lápiz (PAPI), en las que el encuestado debe rellenar o marcar los círculos de las opciones que considera correctas o apropiadas, o bien escribir con su propia letra la respuesta que se le pide.
  • Encuestas telefónicas (CATI), aplicadas a través de un sistema computarizado que le pide al cliente que digite los números correspondientes a las opciones que considera correctas en cada pregunta, y lleva registro de lo seleccionado.
  • Encuestas digitales o web (CAWI), realizadas de manera online, a través de sistemas informáticos como Internet, o de piezas de software especializado en computadoras, smartphones, tabletas, etc.

¿Cómo se elabora una encuesta?

Para elaborar una encuesta, es recomendable seguir los siguientes pasos:

  • Definir los objetivos de la encuesta. Antes que nada, debes saber qué deseas averiguar con la encuesta, o sea, qué tipo de información vas a buscar y con qué fines. Sólo teniendo esto claro podrás diseñar la metodología correcta para los resultados que buscas.
  • Definir y delimitar la población a encuestar. Ahora que sabes qué cosa buscas, es el momento de pensar a quiénes corresponde preguntarles al respecto. Tu población a encuestar debe ser la apropiada para que las respuestas tengan sentido, y además, de ello dependerá la validez de tus conclusiones. Piénsalo así: si le preguntas solamente a tus amigos si eres un buen tipo, lo más probable es que la encuesta confirme que sí lo eres, pues si opinaran que no, ¿serían tus amigos?
  • Diseñar las preguntas de la encuesta. Del cruce de los dos puntos anteriores se desprende este tercero: si sabemos lo que queremos averiguar, y sabemos a quién vamos a preguntárselo, sólo resta saber cómo podemos preguntárselo. Existen diferentes técnicas y modelos para ello, pero en general conviene siempre ir de lo más general a lo más específico, a través de un conjunto ordenado y jerarquizado de preguntas breves, de modo que el encuestado no pierda el entusiasmo en responder. Deberás cuidar también la estética y la apariencia de tu encuesta, y verificar que tus preguntas no contengan ya las respuestas que buscas, que no induzcan a cierta forma de pensar y que sean respetuosas y fáciles de entender.
  • Aplicar la encuesta. Es la hora de la prueba de fuego: tu encuesta debe ir a su público objetivo y recolectar la información deseada. Para ello deberás coordinar a tu equipo y llevar el trabajo a cabo de un modo metódico y organizado, que influya lo menos posible en el modo en que los encuestados respondan. Si buscas respuestas explicativas y profundas, es poco conveniente que tu encuesta sea telefónica, por ejemplo.
  • Analizar los datos obtenidos. La encuesta no sería nada sin la interpretación de sus datos obtenidos, expresados en porcentajes estadísticos o de cualquier otra forma. Si todo ha ido bien, deberás tener una muestra que te permita llegar a algún tipo de conclusión, incluso si esa conclusión es que la encuesta no ha conseguido determinar lo que buscabas. En ese caso, deberás volver al inicio de estos pasos y rediseñar tu encuesta, atendiendo a los errores de tu primer intento.

Ejemplos de encuesta

Algunos ejemplos de encuestas online son los siguientes:

Encuesta y entrevista

No debemos confundir las encuestas con las entrevistas. En las entrevistas suelen predominar las preguntas abiertas y orales, que buscan caso por caso dar con una serie de respuestas subjetivas, a la manera de una conversación muy formal.

Carecen de la versatilidad de las encuestas, ya que no pueden, por ejemplo, pedir al interlocutor que escoja entre un pozo predeterminado de opciones. Además, en las entrevistas suele tener mucho peso la interacción entre el entrevistador y el entrevistado, mientras que las encuestas suelen ser mucho más rápidas y anónimas.

Por último, también conviene distinguir los cuestionarios, que son conjuntos ordenados de preguntas, muy similares a las encuestas, destinados a evaluar a una persona de manera exclusiva, tal y como ocurre en los exámenes del colegio. En cambio, las encuestas persiguen un conjunto de información interpretable, sin que existan respuestas correctas e incorrectas, válidas e inválidas.

Más en: Entrevista

Referencias