Comunismo de guerra
Te explicamos qué fue el comunismo de guerra, cuáles fueron los objetivos de este sistema y las consecuencias que produjo.
¿Qué fue el Comunismo de guerra?
Se llamó Comunismo de guerra al sistema político y económico con el cual se administró la Rusia soviética (previa a la existencia de la URSS) entre junio de 1918 y marzo de 1921, en el marco de la Guerra Civil Rusa. Consistió en una gestión totalmente dirigida a mantener a las ciudades y al Ejército Rojo lo mejor suplidos de armamento y alimentos posible, frente a las condiciones excepcionales impuestas por el enfrentamiento bélico.
El Comunismo de guerra fue decretado por el Consejo Superior de Economía, conocido como VSNJ, y culminó con el anuncio de la Nueva Política Económica (NEP) propuesta por Vladimir Lenin y que duró hasta 1928. La implantación de este método especial consistió en una serie de medidas económicas y políticas, tales como:
- El gobierno controló todas las grandes fábricas de Rusia.
- Los ferrocarriles pasaron al control militar.
- El gobierno planificó y controló la producción de acuerdo a sus necesidades.
- Se exigió máxima disciplina y obediencia a los obreros (prohibición de huelga).
- Las clases “no obreras” debieron realizar trabajos obligatorios.
- Racionamiento y distribución controlada de los alimentos y bienes.
- Ilegalización de toda forma de empresa privada.
- Distribución de los excedentes agrarios de los campesinos entre la población toda.
Conviene destacar que estas medidas se tomaron en un contexto de guerra civil, por lo que fueron mucho menos coordinadas y coherentes en la práctica. Muchos territorios se hallaban incomunicados y actuaban sin instrucciones algunas del gobierno central, por lo que a menudo se entiende el Comunismo de guerra como apenas un conjunto desesperado de medidas para ganar el conflicto armado.
Ver además: Comunismo
Objetivos del comunismo de guerra
Existe debate en torno al propósito real del Comunismo de guerra. Para muchos, incluidos los bolcheviques, no era más que un intento por sobrevivir a la guerra civil y vencer a cualquier costo. Visto así, el gobierno soviético habría operado presionado por las contingencias socioeconómicas.
Sin embargo, también se acusa al Comunismo de guerra de haber sido una estrategia para adelantar medidas económicas y sociales impopulares y radicales, como el exterminio de la propiedad privada y la economía de mercado, pudiendo atribuirlas a la urgencia que los esfuerzos de la guerra suponían.
Consecuencias del comunismo de guerra
El Comunismo de guerra complicó aún más las dificultades que la guerra civil implicaba para el Estado ruso. La negativa del campesinado a entregar su excedente de producción ocasionó un éxodo masivo de las ciudades al campo, en donde era más fácil alimentarse, haciendo que grandes ciudades como Moscú y Petrogrado perdieran alrededor de un 50 y 75% de su población respectivamente, entre los años de 1918 y 1920.
La escasez originó un mercado negro de bienes, a pesar de que existía una ley marcial vigente contra la especulación, y el desplome del rublo originó un sistema de trueque de bienes y alimentos. El 90% de los salarios eran pagados con bienes en lugar de dinero, y en 1921 se produjo una hambruna masiva que causó entre 3 y 10 millones de muertes.
Esta serie catastrófica de sucesos tuvo su fin tras el estallido de huelgas y rebeliones campesinas (como la Rebelión de Tambov) a lo largo del país, ante lo cual se decidió implementar en 1921 un modelo de capitalismo de Estado denominado Nueva Política Económica (NEP), en el que se permitió el establecimiento de pequeñas empresas privadas. Este último modelo existió hasta 1928, cuando fue reemplazado por el Primer Plan Quinquenal de Josef Stalin.
Ver además: Comunismo científico