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Budismo

Te explicamos qué es el budismo, sus principales creencias, historia y fundador. Además, la creencia en la reencarnación en el budismo.

¿Qué es el budismo?

El budismo es una de las mayores religiones del mundo, dotada de alrededor de 530 millones de adeptos en distintos países, especialmente en el este y sudeste asiáticos. Su nombre proviene del apodo de su fundador, Siddhartha Gautama (ss. VI-V a. C.), mejor conocido como Buda (“el despierto”).

Perteneciente a la familia de las religiones dhármicas, el budismo se considera una fe no teísta, es decir: se trata de una religión de origen indio y no propone la existencia de ningún Dios en específico, sino más bien una concepción universal y un método para aspirar a la trascendencia. Por esta última razón, es tenido más como una doctrina filosófica que como una religión organizada.

Tres tradiciones distintas se conocen dentro del budismo, cuyas diferencias radican en la interpretación del camino hacia la liberación propuesto por el método budista, así como la importancia que prestan a los textos antiguos y a otras prácticas y enseñanzas complementarias. Dichas tradiciones o escuelas son:

  • El budismo Theravada (“Camino de los ancianos”), heredera del budismo temprano y de las enseñanzas conservadas en el Canon Pali, el único canon budista que sobrevive.
  • El budismo Mahayana (“El Gran Vehículo”), la tradición mayoritaria en la actualidad (alrededor de 53% de los seguidores del budismo), más moderna respecto de la Theravada, y que a su vez engloba un conjunto distinto de escuelas propias.
  • El budismo Vajrayana (“Vehículo del Relámpago”), extensión del budismo Mahayana que suscribe los llamados “tantras budistas” o “mantras secretos” y que busca complementar sus creencias con los upaya (“medios hábiles”), adeptos indios independientes.

Por último, el budismo considera el sánscrito como su lengua litúrgica, aunque también toma en cuenta textos en pali, tibetano, chino, japonés y coreano.

Aunque sus fieles suelen organizarse en comunidades (“shangas”) y reunirse en pagodas, estupas, viharas y wats (diferentes tipos de arquitectura dependiendo de la región geográfica), la doctrina del budismo es lo suficientemente laxa como para ser practicado en otros entornos, como en cada vez más numerosos países occidentales.

Ver también: Flor de loto

Historia del budismo

El origen del budismo se remonta al pensamiento religioso indio del primer milenio antes de Cristo, un período de enorme riqueza cultural y filosófica en la región. Muchas de las doctrinas que posteriormente predicó Siddhartha Gautama surgieron en ese entonces, aunque no existe un registro fidedigno ni una opinión universalmente aceptada entre los especialistas respecto de cuánto del budismo, propiamente dicho, existía ya en esa época.

La religión comenzó a existir, propiamente dicha, entre los siglos V y IV a. C., y se expandió por toda la India a lo largo de este último siglo, sobre todo durante el reinado del emperador mauria Ashoka (304-232 a. C.), ya que este último la practicaba y defendía públicamente.

Gracias a su éxito local, pronto el budismo se extendió a las geografías de Sri Lanka y el Asia Central, llegando a beneficiarse del comercio a través de la Ruta de la seda, en parte gracias a su adopción por el Imperio Kushan, cuyos territorios se extendían, en los siglos I y III d. C., desde el actual Tayikistán hasta el mar Caspio, y desde la actual Afganistán hasta el valle del río Ganges.

El budismo floreció bajo numerosos imperios en India, como el período Gupta (ss. IV-VI), el imperio de Harsavardana (ss. V-VI) o el imperio Pala (ss. VIII-XI), y durante ese lapso conjunto de tiempo se desarrollaron sus cuatro principales vertientes de pensamiento: Madhyamaka, Yogacara, Tathagatagarbha y Pramana.

Sin embargo, el budismo inició al mismo tiempo un lento declive en favor del hinduismo, que acentuaron las invasiones islámicas y la conquista musulmana de la India (ss. X al XII), y pronto perdió mucho de su territorio tradicional en Asia.

En parte gracias al interés colonial europeo en Asia, a partir del siglo XIX el budismo comenzó a penetrar en Occidente, donde halló no pocos conversos, especialmente en el siglo XX, en que la cultura occidental se internó por un callejón sin salida filosófico.

Pero en ese mismo siglo el budismo sufrió importantes bajas en Asia, fruto de la Segunda Guerra Mundial, la Rebelión Taiping y la Revolución Cultural China, así como de la intensa represión comunista a las religiones tradicionales en Corea del Norte, Vietnam, Tibet y Mongolia, a mediados y finales del siglo XX.

Fundador del budismo

El budismo se fundamenta en las enseñanzas dhármicas tradicionales indias, pero especialmente en los métodos de búsqueda de la iluminación que propuso el asceta y predicador mendicante Siddhartha Gautama (c. 563-483 a. C.), apodado “El Buda” o “El despierto”.

Se dice que Siddharta nació en el seno de una familia aristocrática, en la antigua república de Sakia, y que al constatar los sufrimientos que vivía el pueblo llano, abandonó su estatus social y sus privilegios para llevar una vida dedicada a la meditación y el ascetismo, hasta el día en que, finalmente, encontró el camino hacia el despertar espiritual.

Oponiéndose a las prácticas tradicionales brahmánicas de la India, el ahora Buda Gautama predicó sus métodos basados en la atención plena, el entrenamiento ético y la meditación dhyana, a su creciente comunidad de seguidores de ambos sexos, tanto practicantes religiosos como laicos.

El camino propuesto por Buda se hallaba entre la complacencia sensual y el ascetismo estricto, lo que constituyó un camino propio en medio de las tradiciones locales de la época.

Sin embargo, a diferencia de las religiones teístas, como el cristianismo o el islam, el budismo no propuso la divinización de Buda, ni su parentesco con Dios, sino que propuso los métodos y creencias de Gautama como el camino real hacia la iluminación del espíritu.

Principales creencias

Las principales creencias del budismo pueden resumirse en lo siguiente:

  • El budismo no reconoce ningún Dios o deidad suprema, sino que se centra en alcanzar la iluminación espiritual, es decir, el estado del nirvana, a través del cual accede el ser humano a la paz y sabiduría infinitas.
  • El camino hacia la iluminación debe fraguarse por mano propia, a través de la meditación, la sabiduría y la moral, evitando así el egoísmo, la auto-indulgencia, al mismo tiempo que el sufrimiento y el sacrificio. Pero sobre todo, evadiendo el deseo.
  • Las almas se hallan inmersas en un ciclo eterno de muerte y reencarnación, entendido como una rueda eterna que gira sin cesar, y de la cual sólo puede escaparse a través de la iluminación espiritual.

El camino hacia la iluminación consiste en las Cuatro Nobles Verdades descubiertas por Buda, que son:

  • El sufrimiento (dukkha) existe y es universal, dado que la vida es imperfecta.
  • El sufrimiento tiene su origen en el deseo (trsna).
  • El sufrimiento puede extinguirse cuando cesa su causa, es decir, apagando el deseo y abrazando el nirvana.
  • Existe un noble camino óctuple (de ocho pasos) para alcanzar el nirvana.

La reencarnación en el budismo

De acuerdo a la doctrina budista, los seres humanos nos hallamos en un constante estado de sufrimiento existencial, cuyo origen no es otro que el anhelo, el deseo o el apego. Tanto la insatisfacción, la pérdida, la enfermedad, la muerte o la vejez se convierten en formas de sufrimiento debido al apego que sentimos por las cosas, por las personas, por el hecho de poseer.

Dicho estado de sufrimiento eterno se llama Samsara, y vendría a ser equivalente al infierno: todas las almas se encuentran atrapadas en la rueda eterna de las reencarnaciones, ascendiendo hacia formas más elevadas de existencia o descendiendo hacia formas más crudas y básicas, dependiendo de su comportamiento moral y espiritual en la vida.

La única forma de interrumpir este circuito eterno del sufrir es alcanzar el nirvana, escapando a la reencarnación y encontrando así la paz infinita.

Símbolos del budismo

La “rueda del darma” (dharma chakra), representada como una suerte de timón marítimo, es uno de los símbolos del dharma, es decir, de la ley o religión, tanto en el budismo, el hinduismo y el jainismo. Es, probablemente, uno de los símbolos más reconocibles de esta tradición oriental, cuyos ocho puntas simbolizan el camino óctuple propuesto por Buda.

Es mundialmente conocido como el símbolo budista, y forma parte de los “ocho signos auspiciosos” (Ashta mangala) que representan a las distintas religiones provenientes de la tradición dhármica india.

Libro sagrado del budismo

Como muchas otras religiones, el budismo es fruto de una potente tradición oral de la antigüedad, ya que las palabras mismas de Buda fueron transmitidas por sus seguidores de memoria, y no a través de escritos. Se piensa que los primeros cánticos budistas hayan sido escritos en Sri Lanka unos cuatro siglos después de la muerte de Buda, y formaron parte de un sinfín de versiones que clamaban ser las verdaderas palabras del iluminado.

Sin embargo, a diferencia de las religiones teístas, no existe en el budismo y sus tradiciones un canon único de textos fundamentales, ni consenso respecto a cómo deben interpretarse los textos sobrevivientes. Sin embargo, la vertiente budista Theravada toma como canon principal el Canon Pali (Pali Tipitaka), las obras canónicas budistas más antiguas que se conocen en cualquier lengua indoaria.

Por su parte, el canon budista chino abarca más de 2000 textos distintos repartidos en 55 volúmenes, y el canon tibetano más de 1100 textos firmados por Buda y más de 3400 provenientes de sabios budistas de la tradición tibetana.

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Referencias