Efecto mandela: características, por qué se da y casos reales
El efecto Mandela es un fenómeno relacionado con la memoria que fue expuesto por primera vez por la escritora Fiona Broome en 2010. El origen se encuentra en el convencimiento de haber escuchado y visto las noticias que anunciaban la muerte de Nelson Mandela en los años 80. Sin embargo, el líder sudafricano no falleció hasta el año 2013.
Cuando la autora comentó el hecho se dio cuenta de que ese falso recuerdo era compartido por muchas más personas. Además, pronto comenzaron a aparecer más casos de este efecto, en los que multitud de individuos recordaban erróneamente acontecimientos de todo tipo.
La principal característica del efecto Mandela es, precisamente, el hecho de que se tratan de recuerdos compartidos por mucha gente y no solo errores de memoria individuales. Aunque han surgido teorías paranormales o paracientíficas para explicarlo, los psicólogos señalan que el fenómeno se basa en el funcionamiento de la memoria humana.
Aparte de la muerte de Mandela, otros recuerdos falsos pero muy extendidos son frases de películas famosas, como “Luke, yo soy tu padre” o la famosa escena en la que un manifestante se planta frente a un tanque en la Plaza de Tiananmen en China.
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La definición más generalizada del efecto Mandela es la que señala que se trata de un fenómeno en el que dos o más individuos comparten un recuerdo de algo que no ocurrió. El término fue creado por Fionna Broome tras enterarse en 2010 de que Nelson Mandela continuaba con vida.
La escritora e investigadora de lo paranormal estaba convencida de que había fallecido en los años 80, sin llegar a salir de la cárcel. Broome compartió su error con varios conocidos y se encontró con que muchos de ellos también pensaban que Mandela estaba muerto.
Además, ese convencimiento iba más allá de recordar un dato erróneo. La mayoría recordaba nítidamente haber visto imágenes de la noticia en televisión, incluyendo grabaciones del funeral.
Fionna Broome comenzó a compartir ese falso recuerdo por internet. Enseguida encontró casos de otros acontecimientos que eran erróneamente recordados por amplios grupos de personas.
La bloguera, consecuente con su interés por lo paranormal, expuso una teoría que achacaba el efecto Mandela a la existencia de mundos paralelos.
La principal característica del efecto Mandela es que afecta a más de una persona. A diferencia de la “memoria falsa”, los recuerdos inexactos provocados por este fenómeno suelen ser compartidos por grandes grupos. Cabe destacar que estos individuos no tienen conexiones entre ellos y los factores emocionales son diferentes.
De esta forma, se habla de efecto Mandela cuando múltiples personas recuerdan de una manera muy parecida, o incluso idéntica, acontecimientos que no se produjeron. Estas personas están convencidas de que su recuerdo es real, a pesar de que puedan recibir información que lo contradice.
Aunque algunos psicólogos relacionan ambos fenómenos, la mayoría tienda a señalar que son diferentes. Según los expertos, la criptomnesia podría ser, como mucho, una de las causas de la aparición del efecto Mandela.
La criptomnesia es el hecho de experimentar como propia un recuerdo de otra persona. Igualmente se presenta cuando un individuo cree haber tenido una idea original, sin darse cuenta de que ya existía y que se trataba de un recuerdo almacenado en su memoria de manera involuntaria.
Si algo ha hecho que el efecto Mandela se multiplicara han sido las redes sociales. Por una parte, existen multitud de seguidores que se dedican a compartir esos falsos recuerdos en internet, buscando gente que también los tengan.
Por otra parte, los foros de internet han propiciado el fomento del pensamiento conspiranoico, muchas veces asociado el afecto Mandela.
Así, muchos consideran que esos falsos recuerdos compartidos son reales y que alguna entidad está intentando cambiarlos por diversos motivos. Esto acaba potenciando que algunos adquieran esa falsa memoria y considere que es lo real.
Según los expertos, la principal diferencia que han traído las redes sociales es la posibilidad de expansión de esos recuerdos. Antes, solo se podían compartir con gente cercana. Ahora es posible encontrar personas en todo el mundo que compartan el mismo recuerdo erróneo.
Aunque existen diversas teorías, al día de hoy no se sabe con certeza por qué ocurre este fenómeno. La explicación más común apunta a que se debe al funcionamiento de la memoria humana.
La memoria es constructiva y no reproductiva, lo que significa que recopila información para que el cerebro la almacene, pero no la reproduce tal y como la hemos vivido, sino que nos presenta una interpretación basada en cómo creemos que ha sido.
A pesar de los adelantos médicos y científicos, todavía existen muchas incógnitas sobre el funcionamiento de la memoria. Se sabe que es una habilidad cognitiva que se produce en el cerebro. Los expertos señalan que esto le confiere un gran componente subjetivo.
Al generar un recuerdo se activa una red de neuronas que transmiten una información concreta a diversas zonas de cerebro. La información se almacena en esas zonas, entre ellas el hipocampo o el córtex prefrontal.
Este proceso implica que el nacimiento del recuerdo no está en la experiencia que ha generado la información, sino en como el cerebro la procesa. Este es el motivo por el que se pueden generar recuerdos de acontecimientos que no han sucedido.
El efecto Mandela no solo se ve influido por la generación del recuerdo, sino también por el intento de recuperarlo. Como se apuntaba anteriormente, la memoria es constructiva, por lo que cuando recuperamos un recuerdo, nuestro cerebro suele rellenar los huecos con conjeturas lógicas. Estas pueden coincidir con los que pasó, pero no siempre es así.
La confabulación puede ser uno de los elementos que expliquen el efecto Mandela. Se trata de un fenómeno mediante el cual las personas completan los huecos en su memoria. Para que el recuerdo sea coherente, el cerebro rellena esos huecos de manera inconsciente, aunque siguiendo una lógica.
Este fenómeno se ha estudiado en los casos de amnesia o demencia, pero no es inhabitual en personas sanas. Igualmente, suele ser frecuente en aquellos que han sufrido traumas severos y que generan falsos recuerdos para protegerse del sufrimiento sufrido.
Aunque se trata de un tema bastante controvertido, existen investigadores que defienden la posibilidad de inducir recuerdos falsos. Las evidencias presentadas por estos expertos apuntan que algunos procesos hipnóticos o basados en la sugestión pueden crear recuerdos con facilidad.
En el caso del efecto Mandela, la inducción se produciría por la repetición de ese recuerdo falso por parte de otras personas. Al final, el sujeto podría convencerse de que lo que le cuentan es lo que ocurrió en realidad.
Relacionada con lo anterior, la criptomnesia provoca que un recuerdo sea experimentado como algo vivido por primera vez debido a la confusión sobre su origen.
El mejor ejemplo es cuando alguien piensa que ha tenido una idea o que ha vivido una situación cuando, en realidad, esa información ha llegado a través de otras personas.
El individuo, de esta forma, se atribuye ese recuerdo, cuando en realidad solo ha reelaborado una información ajena para asumirla como propia.
Una de las causas del efecto Mandela parece ser la necesidad de validación social. Esta se produce por el temor a discrepar ante las opiniones de las personas del entorno más próximo.
Aunque se haga inconscientemente, muchas veces el cerebro da por válido un relato si este es mantenido por una mayoría de personas cercanas.
Si el efecto arrastre estaba relacionado con adaptarse al entorno, el sesgo de confirmación es totalmente interno. La mente tiende a interpretar o recordar información que confirme las creencias o hipótesis previas.
Una de las características del ser humano es la dificultad de cambiar sus opiniones y recuerdos. Esto implica que, aunque haya comprobado por medio de imágenes que su recuerdo era erróneo, nuestra mente va a seguir “visualizando” la escena tal y como pensaba que era.
En líneas generales, los expertos señalan que el cerebro no está predispuesto para aceptar nuevas interpretaciones a asuntos que se daban por seguros.
Similar a la anterior, el cerebro no suele aceptar una interpretación que choque con sus recuerdos almacenados o con las creencias ideológicas del individuo.
Internet ha provocado que millones de personas compartan ejemplos del efecto Mandela, algo que, a la vez, ha podido expandir sus consecuencias.
Al mismo tiempo, mucha gente también ha comenzado a buscar explicaciones muy alejadas del terreno científico. Algunos sostienen la existencia de una gran conspiración dedicada, por alguna razón, a cambiar la realidad. El efecto Mandela sería, en este caso, reminiscencia de lo que realmente ocurrió antes de que alguien lo cambiara.
Otras páginas, entre ellas la de Broome, apuntan a que el efecto es causado por un fenómeno cuántico. Este permitiría a la consciencia viajar por diversos universos paralelos. Las personas que experimentan esos recuerdos podrían, según esta teoría, no estar en su universo de origen.
El ejemplo más conocido es, sin duda, el que da nombre al efecto. Pero, además de este, existen muchos otros recuerdos compartidos que se han demostrado falsos.
La muerte de Nelson Mandela o, mejor dicho, el falso recuerdo que Fiona Broome conservaba de ella, dio nombre al efecto.
Mandela, histórico líder sudafricano y presidente del país tras el apartheid, falleció en 2013. Sin embargo, Broome estaba convencida de que había muerto mucho antes, sin tan siquiera haber podido salir de la cárcel.
La autora encontró a muchas otras personas que tenían el mismo recuerdo e, incluso, afirmaban haber visto imágenes del funeral en televisión.
Otro de los efectos Mandela relacionado con el cine afecta a una de las películas más taquilleras de la historia. Se trata de El retorno del Jedi, de la saga Star Wars, en el momento en que Darth Vader se enfrenta a Luke Skywalker.
La frase que todo el mundo repite sobre esa escena, “Luke, yo soy tu padre” nunca llegó a pronunciarse. En realidad, el villano solo decía “No, yo soy tu padre”, ya sea en la versión en castellano o en la versión original.
Otro de los efectos Mandela más conocidos está relacionado con la santificación de Teresa de Calcuta. La monja albanesa fue canonizada en 2016, después de un proceso que duró muchos años.
El recuerdo falso compartido por muchas personas confunde la fecha de canonización con la de beatificación, que se produjo en 2003. Otros, incluso, la adelantan a 1990.
Regresando al cine, existe otra frase mítica que, en realidad, nunca apareció en una de las películas más famosas de la historia: Casablanca.
Casi todo el mundo está convencido de que el protagonista pide al pianista del local que toque una canción usando la frase “tócala otra vez, Sam”. Sin embargo, en realidad, la petición fue diferente, quedándose en un “Tócala, Sam”.
El cine es una gran fuente de efectos Mandelas, con diálogos que todo el mundo piensa que han oído pero que no aparecían en el metraje. Uno de los ejemplos más típicos es el famoso “espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino?” de Blancanieves, la película de Disney
Sin embargo, la frase no aparece tal cual en ningún momento del film. La malvada madrastra siempre decía “espejo mágico” y no la frase que, de alguna manera, la mayoría de la gente cree recordar.
El año 1989 es recordado, entre otras cosas, por las manifestaciones desarrolladas en China pidiendo más democracia. Una imagen en concreto se convirtió en símbolo de esas movilizaciones: un joven, de pie, plantado frente a un tanque en la plaza de Tiananmen.
El efecto Mandela hizo que mucha gente esté convencido de que el video tenía una continuación trágica. Para estos, el tanque no se detuvo y acabó arrollando al joven.
Sin embargo, las imágenes demuestran que no ocurrió eso y que el tanque se detuvo. A pesar de esa prueba, aún mucha gente sigue convencida de que contempló la muerte del manifestante.
El 23 de febrero, en España, un grupo de guardias civiles penetró en el Congreso de los Diputados con la intención de dar un golpe de Estado. Una vez fracasado, las imágenes tomadas durante las horas que duró la intentona se han visto infinidad de veces.
Durante el golpe no hubo ningún tipo de emisión televisiva en directo desde el interior del Congreso. Sin embargo, muchos están convencido de haber pasado esas horas pendientes del televisor, viviendo en directo el asalto armado.
- López, Alfred. El ‘efecto Mandela’, cuando la gente asegura recordar hechos que jamás han sucedido. Obtenido de lasexta.com
- Pradas Gallardo, Claudia. El efecto Mandela: definición y ejemplos. Obtenido de psicologia-online.com
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