Xipe Tótec: significado, mitología y templos
Xipe Tótec, cuyo nombre significa en náhuatl “nuestro señor el desollado”, fue el dios azteca de la agricultura, las enfermedades, la vegetación, el Este y los orfebres. Esta deidad representa la renovación y la naturaleza espiritual de las personas, así como el abandono de lo que no es útil.
De acuerdo a la mitología, Xipe Tótec se desolló en vida y se arrancó los ojos para que la humanidad pudiera alimentarse con su piel. Además, el dios utilizaba un instrumento musical en forma de rayo de sol, el chicahuaztli, para atraer la lluvia y que las cosechas de maíz fueran más abundantes.
Según los expertos, el origen de este dios fue Yope, una de las culturas asentadas en el actual México antes de la llegada de los españoles. Se trataba de uno de los cuatro Tezcatlipocas, los dioses hacedores del universo. Además de los mexicas, Xipe Tótec también estaba presente en el panteón zapoteca.
Xipe Tótec era el protagonista de una de las fiestas más importantes para los mexicas. Esta se celebraba en marzo, durante el equinoccio de primavera. Durante la misma se conmemoraban las victorias militares y se honraba al dios mediante un ritual de desollamiento denominado Tlacaxipehualiztli.
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Xipe Tótec, “Nuestro señor el desollado”
Xipe Tótec, también llamado Tlatlauhqui Tezcatlipoca -Tezcatlipoca Rojo, era, según la mitología, el hijo de los dos primeros dioses, Ometecuhtli y Omecihuatl. Como tal, era hermano de Huitzilopochtli y uno de los cuatro Tezcatlipocas que crearon el universo.
Su nombre puede traducirse del náhuatl como “nuestro señor el desollado”. Para los mexicas era la deidad encargada de la regeneración del maíz y de la guerra, de la nueva vegetación y de la primavera. Así, era considerado un dios de la fertilidad, además de ser el patrón de los orfebres.
Los mexicas comenzaron a adorar a Xipe Tótec durante el mandato de Axayácatl, entre el 1469 y 1481.
De acuerdo a las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún, los mexicas representaban a Xipe Tótec vistiendo una piel teñida de amarillo. Esta piel había pertenecido a un guerrero que se sacrificó para rendir culto al dios.
La cara, por su parte, tenía pintada 3 líneas rojas y su cabeza estaba adornada con una corona. En la mano sujetaba un escudo (chimalli) y completaba su vestimenta con una falda hecha de hojas de zapote.
Representación
Xipe Tótec, dentro de las creencias aztecas, representaba la parte masculina del mundo, la fertilidad, el maíz tierno, la abundancia, el amor y la fertilidad.
El dios aparecía en sus representaciones con un chicahuaztli, una especie de sonajero usado para convocar la lluvia. Además, su figura aparecía cubierta con la piel desollada de un humano y, en algunas ocasiones, poseía algunos atributos animales.
En su cabeza llevaba un capillo de colores, con unas borlas colgadas hacia la espalda. Su vestimenta se completaba con unas faldetas de color verde que le cubrían hasta las rodillas. El dios portaba orejeras de oro y el pelo estaba dividido por dos trenzas.
Mito
La mitología sobre Xipe Tótec cuenta como, al inicio de la creación, el dios se arrancó sus propios ojos y se desolló vivo para que el maíz pudiera germinar y, así, la humanidad pudiera alimentarse.
Los expertos consideran que este relato estaba cargado de simbolismo: la piel representaría la cubierta de la semilla mientras germina, así como la cubierta del maíz cuando se retira para poder comer el cereal.
Como premio al sacrificio de Xipe Tótec, el resto de los dioses le concedieron un espíritu puro. Este quedó reflejado en su manta dorada.
Culto a Xipe Tótec
Algunas crónicas antiguas permiten conocer cómo era el festival que se celebraba en el mes de marzo para honrar a Xipe Tótec. Esta celebración, llamada Tlacaxipehualiztli, incluía la realización de sacrificios humanos. Las víctimas eran desolladas y la carne se usaba como vestimenta para los sacerdotes.
Aunque no existe confirmación, los historiadores piensan que los sacrificados eran guerreros de otros pueblos capturados en combate y que se mantenían en cautividad especialmente para el Tlacaxipehualiztli. Igualmente, se cree que los que capturaban a esos guerreros se quedaban con sus pieles para vestir con ellas.
Uno de los fragmentos del himno a Xipe Tótec decía lo siguiente: “Yo soy la mata tierna del maíz, desde tus montañas te viene a ver tu dios, mi vida se refrescará y el hombre nuevo se fortalece. Nació el que manda en la guerra”.
Xipe Tótec en las diferentes culturas
El Imperio azteca consideraba que el sur era un lugar maligno, algo que algunos expertos explican por la aridez de los terrenos meridionales de Puebla y Morelos. Por ese motivo, tenían dioses protectores que los salvaguardaban de cualquier peligro. Entre ellos se encontraba Xipe Tótec, al que asociaban con el renacimiento y la vegetación.
Los aztecas no fueron los únicos en adoptar a Xipe Tótec como dios. En el noroeste del valle de México, también adoraban al dios. Así, se han encontrado representaciones a tamaño natural de esta deidad desollada.
Igualmente se ha encontrado una figura más pequeña que sostiene un vaso de estilo zapoteca en una de sus manos.
Estos hallazgos han llevado a los especialistas a afirmar que el culto a Xipe Tótec nació en Oaxaca, donde residían los mixtecas y los zapotecas.
El pueblo al que se señala como iniciador del culto a Xipe fueron los yopes. Estos habitaban una franja en la costa del Pacífico y nunca llegó a ser conquistado por los mexicas.
Primer templo dedicado Xipe Tótec
Un nuevo hallazgo arqueológico realizado en 2019 ofreció nuevos detalles sobre el culto a Xipe Tótec. Así, ese año se encontró un templo dedicado al dios en el área arqueológica de Ndachjian-Tehuacán (sur de Puebla), una zona habitada por los popolocas, un pueblo que descendía de los olmecas.
El templo, de acuerdo a las investigaciones, es el más antiguo dedicados a Xipe Tótec y se remonta al siglo X u XI. En total, se supone que medía 12 metros de largo y tres y medio de altura.
Las excavaciones sacaron a la luz dos altares de sacrificio, además de tres esculturas de piedra. Dos de esas esculturas represen cráneos desollados y pesan unos 200 kilogramos. La tercera, por su parte, es un torso cubierto con una piel.
Los popolocas honraban a Xipe Tótec para que este mejorara la fertilidad de sus tierras y aumentara las cosechas.
Referencias
- Pueblos Originarios. Xipe Totec. Obtenido de pueblosoriginarios.com
- EcuRed. Xipe Tótec. Obtenido de ecured.cu
- Corona, Sonia. Hallado en México el primer templo al dios del desollamiento, Xipe Tótec. Obtenido de elpais.com
- Cartwright, Mark. Xipe Totec. Obtenido de ancient.eu
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Xipe Totec. Obtenido de britannica.com
- Meehan, Evan. Xipe Totec. Obtenido de mythopedia.com
- Maestri, Nicoletta. Xipe Totec: Grisly Aztec God of Fertility and Agriculture. Obtenido de thoughtco.com