Historia

Conferencias de Punchauca: encuentros y consecuencias


Las Conferencias de Punchaucafueron una serie de encuentros mantenidos entre el Virreinato del Perú y representantes de los rebeldes que buscaban la independencia del territorio. Las negociaciones tuvieron lugar entre mayo de mayo de 1821 y junio del mismo año.

Después de varios años de enfrentamientos armados entre realistas e independentistas, San Martín desembarcó en Perú en 1820. En pocos meses, había conseguido derrotar al grueso de las tropas realistas y se dispuso a negociar con el virreinato.

Los primeros encuentros se denominaron Conferencia de Miraflores. Las conversaciones entre San Martín y el Virrey Pezuela se saldaron sin acuerdo, por lo que el conflicto continuó. La Corona española, ante el empuje de los independentistas, reaccionó sustituyendo al Virrey y solicitando nuevas negociaciones.

Estas tuvieron lugar en la Punchauca, una finca cercana a Lima. La propuesta de San Martín, básicamente declarar la independencia bajo una monarquía regida por un Borbón, fue rechazada por las autoridades. Tras esto, el ejército patriota tomó la capital y declaró la independencia, aunque la guerra aún duraría varios años más.

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Antecedentes

Como en otras partes de Latinoamérica, la invasión napoleónica de España y la renuncia obligada al trono de Fernando VII causó preocupación en Perú. Una de las consecuencias fue la creación de juntas autónomas que reclamaban autogobierno, aunque manteniendo la fidelidad a los reyes españoles.

El virrey Abascal respondió a los levantamientos que se produjeron en el Alto Perú, Quito, Chile y Argentina mediante las armas. Desde ese momento, las insurrecciones desembocaron en guerras de independencia.

Expedición Libertadora

Para 1820, la situación era muy favorable para los partidarios de la independencia. Ese año, la Expedición Libertadora de San Martín desembarcó en Perú procedente de Chile.

El propósito del líder rebelde era convencer a la población de que se sumara a su ejército. Al principio, evitó enfrentarse con las tropas realistas, muy superiores en número y armamento. La táctica fue un éxito, consiguiendo que entre finales de 1820 y principios de 1821, casi todo el norte de Perú fuera independiente de facto.

Con el objeto de finalizar el conflicto de una manera incruenta, San Martín aceptó la llamada del virrey Joaquín de la Pezuela para negociar.

Conferencia de Miraflores

La iniciativa de celebrar la Conferencia de Miraflores partió del Virrey Pezuela. En nombre de la Corona española pretendía convencer a San Martín de que desistiera de su empeño independentista. Las posturas estaban muy alejadas y las conversaciones acabaron en un fracaso.

La imposibilidad de llegar a ningún acuerdo llevó a San Martín a continuar con la guerra. Sus planes eran bloquear Lima, tanto por mar como por tierra. Sus tropas no paraban de crecer en número, mientras que las realistas disminuían por la deserción de numerosos soldados.

El virrey Pezuela acabó perdiendo el apoyo de sus generales. El 29 de enero de 1821, una rebelión liderada por estos, llamada el motín de Aznapuquio, significó la destitución de Pezuela. Su sustituto fue José de la Serna, quien fue confirmado como nuevo Virrey por la corona.

Nuevas negociaciones

Las autoridades españolas enviaron a Perú a Manuel Abreu, con nuevas instrucciones para tratar de llegar a un acuerdo pacífico con los independentistas. Esta disposición se debió al cambio de gobierno en la metrópolis, que comenzaba el llamado Trienio Liberal.

La Serna se puso en contacto con San Martín, en abril de ese año, para mantener nuevas conversaciones. El líder independentista aceptó y acordaron que la sede de las reuniones sería la casa hacienda de Punchauca, a unos 25 kilómetros de Lima.

Primer encuentro en Punchauca

Las primeras reuniones en Punchauca las mantuvieron Tomás Guido, Juan García del Rio y José Ignacio de la Roza, como representantes de San Martín, y Manuel Abreu, Manuel de Llano, José María Galdeano, por parte del Virreinato. Estos encuentros comenzaron el 4 de mayo de 1821.

La postura de los enviados por San Martín fue pedir la independencia de las Provincias Unidas de Río de la Plata, Chile y Perú. Los españoles, por su parte, se negaron totalmente a conceder esa petición.

Ante esta disparidad absoluta, las reuniones solo sirvieron para declarar un alto el fuego de 20 días y para programar un encuentro personal entre el propio San Martín y el Virrey La Serna.

Encuentro entre San Martín y La Serna

La reunión entre La Serna y San Martín tuvo lugar el 2 de junio. De acuerdo a los cronistas de la época, el ambiente fue muy amistoso y distendido.

Propuestas

Abreu, presente también en el encuentro, relató que la propuesta de San Martín consistía en comenzar instalando una regencia, con una presidencia ocupada por La Serna. El gobierno se completaría con dos vocales, cada uno de ellos representando a uno de los bandos.

De igual forma, San Martín pretendía la unificación de los dos ejércitos combatientes. Tras esto, se declararía la independencia. El propio San Martín, según su propuesta, viajaría a España para pedir a las Cortes que eligieran a un príncipe Borbón para proclamarlo Rey del Perú.

Los historiadores señalan que el plan de San Martín pareció convencer al virrey y al resto de su delegación. Incluso, declararon que la intención del líder independentista de viajar a España era un gesto que demostraba su buena voluntad.

La Serna solicitó dos días para consultar con sus oficiales. Según los expertos, dos de los generales más importantes, Canterac y Valdés, se opusieron rotundamente al plan de San Martín.

Para ellos, solo era una maniobra para ganar tiempo. El virrey, ante esto, afirmó que necesitaba instrucciones de la Corona para aceptar la propuesta.

Traslado de las reuniones

A pesar de la falta de respuesta, las reuniones entre los delegados continuaron. Los nuevos encuentros se desarrollaron en Miraflores debido al mal clima de Punchauca.

El resultado de estas negociaciones fue más bien escaso: tan solo se prorrogó el armisticio durante otros 12 días, sin avanzar en el fondo del asunto.

Las reuniones continuaron a bordo de un buque neutral, el Cleopatra, sin lograr tampoco ningún avance más allá de acordar un canje de prisioneros.

Consecuencias

El fracaso de las Conferencias de Punchauca significó el final de cualquier esperanza de finalizar la guerra sin más derramamiento de sangre. Los españoles no estaban dispuestos a reconocer la independencia y San Martín y los suyos tuvieron que volver a las armas.

Algunos historiadores afirman que, en realidad, San Martín sabía que España no iba a aceptar su propuesta y que solo pretendía ganar tiempo para organizar mejor sus siguientes movimientos.

Por otra parte, la defensa del sistema monárquico de San Martín, claramente visible en Punchauca, fue discutida por parte de los independentistas peruanos, partidarios de la república.

Toma de Lima y proclamación de independencia

Las tropas comandadas por San Martín pusieron rumbo a Lima. Allí, después del bloqueo al que estaban sometidos, comenzaba a escasear la comida. Finalmente, La Serna y el ejército realista abandonó la ciudad, atrincherándose en Cuzco.

El ejército de San Martín pudo entrar en Lima sin tener que luchar. El 28 de julio de 1821, desde la Plaza Mayor limeña, San Martín proclamó la independencia de Perú. La guerra, sin embargo, aún duraría varios años.

Referencias

  1.  Paredes M., Jorge G. San Martín, la Expedición Libertadora del sur y la independencia de los pueblos del Perú. Recuperado de er-saguier.org
  2. Facultad de Derecho. Independencia del Perú. Obtenido de derecho.usmp.edu.pe
  3. Guido, Tomás. La Entrevista de Punchauca. Obtenido de carabayllo.net
  4. James S. Kus, Robert N. Burr and Others. Peru. Obtenido de britannica.com
  5. The Biography. Biography of José de la Serna y Martínez de Hinojosa (1770-1832). Obtenido de thebiography.us
  6. Minster, Christopher. Biography of Jose de San Martin. Obtenido de thoughtco.com