Cultura náhuatl: origen, ubicación, características, religión, economía
¿Qué es la cultura náhuatl?
La cultura náhuatl, también conocida como nahua, englobó a una serie de pueblos nativos que habitaron Mesoamérica en la época precolombina. Su nexo común era el idioma que hablaban, el náhuatl. Dentro de estos grupos destacaron los mexicas y otros pueblos anáhuac.
El idioma náhuatl se extendió por un amplio territorio que comprendía desde México hasta zonas de Costa Rica, Nicaragua o Guatemala. De acuerdo a los expertos, llegaron a existir hasta 60 dialectos relacionados con ese lenguaje.
Los nahuas, de acuerdo a sus propias leyendas, llegaron a territorio mexicano provenientes del norte. Su lugar de origen era Aztlán, de donde partieron por indicación de los dioses. Con el nombre de mexicas fueron los fundadores de Tenochtitlán y consiguieron que su cultura se extendiera por buena parte de Mesoamérica.
La llegada de los conquistadores españoles provocó que muchas de sus costumbres y tradiciones se perdieran. Los expertos apuntan que se trataba de una cultura que mantenía una estrecha relación con la naturaleza. Para ellos la familia era el núcleo social más importante, algo que aún se mantiene entre sus descendientes.
Origen
Aunque la cultura náhuatl fue mayoritaria en Mesoamérica, las investigaciones sobre su origen han sido muy escasas. En muchos casos, las leyendas de cada pueblo han dado algunas indicaciones sobre su procedencia, pero los datos históricos no son muy abundantes.
Presencia en Mesoamérica
Los investigadores datan la presencia de la cultura náhuatl en Mesoamérica en torno al 500 a. C. Se sabe que, a partir de esa época, la lengua que usaban los pueblos de esa cultura se extendió hasta alcanzar el oeste de la región, llegando incluso a zonas más al sus, como Chiapas.
Las fuentes documentales mexicas indican que procedían del norte y algunos historiadores opinan que pudieron jugar un papel en la caída de Teotihuacan, sobre el 800 d. C.
Las leyendas mexicas afirman que los nahuas provenían de una región pantanosa denominada Aztlán, tierra de garzas en español.
Con el tiempo, los nahuas conformaron siete tribus diferentes: tepanecas, acolhuas, xochimilcas, chalcas, traxcaletas, tlahuicas y, finalmente, los aztecas. Fueron esos últimos los que acabaron dominando el territorio de mayor extensión y formando un gran imperio.
Según los lingüistas, el propio término azteca proviene del origen místico de los nahuas. Así, azteca significaría “habitante de Aztlán”.
Una hipótesis mantenida por algunos historiadores sugiere que los náhuatl fueron miembros de la clase alta de los toltecas.
Ubicación geográfica
Buena parte de la investigación sobre la extensión de la cultura náhuatl está basada en los estudios lingüísticos, ya que el idioma era el nexo común entre todos los pueblos que la conformaban.
Así, las evidencias permiten afirmar que entre los siglos V y XIII, el náhuatl se hablaba en todo el centro y el oeste de Mesoamérica, el Chiapas, Veracruz, parte de Tabasco, Guatemala, Cuzcatlán (El Salvador), Honduras, Nicaraocalli y Ometepe.
Igualmente, algunas comunidades se asentaron en Río San Juan, en la actual Costa Rica, y en la cuenca de Sixaola, en la frontera con Panamá.
Dependiendo de la zona, los nahuas fueron denominados de formas diferentes. En Nicaragua se llamaban Nicaraos o Niquiranos, en El Salvador y Guatemala recibieron el nombre de pipiles y en México fueron conocidos como mexicas o aztecas.
Características de la cultura náhuatl
El elemento común de todos los pueblos nahuas fue que hablaban la lengua náhuatl. Además, sus creencias religiosas eran muy parecidas.
Idioma
El nombre de la cultura náhuatl proviene, precisamente, de la lengua que hablaban. Este idioma comenzó a implantarse en el valle de México sobre el siglo V d. C. Se trata de una lengua englobada en la familia lingüística uto-azteca.
Los expertos afirman que el náhuatl tuvo aportaciones de varias culturas. Por ejemplo, un vocablo característico, el Tl, sustituyó a la T por la influencia de Tenochtitlán. Igualmente, parece que los toltecas también aportaron algunos conceptos.
En un primer momento, el náhuatl estaba reservado a las clases más altas, tanto políticas y religiosas. También fue adoptado por los mercaderes, sin duda por la necesidad de hablar una lengua común que permitiera vender sus productos. Con el tiempo, el pueblo acabó hablando la misma lengua.
Escritura
Antes de la llegada de los conquistadores españoles, los aztecas solo tenían una escritura basada en ideogramas y pictogramas. Se trataba de un sistema muy rudimentario que solo permitía transmitir ideas básicas.
Algunos cronistas españoles crearon una gramática del náhuatl y lo comenzaron a escribir con grafía latina. Los primeros textos fueron elaborados en el siglo XVI y XVII y estuvieron basados en la modalidad del náhuatl que se hablaba en Tenochtitlán. Por ese motivo, esta variante es denominada como náhuatl clásico.
Significado del nombre náhuatl
Aunque existen diversas teorías, la más seguida afirma que el término náhuatl proviene de un vocablo que significa “brujo”.
Alimentación
Los náhuatl solían realizar dos comidas diarias, una por la mañana y otra por la tarde. La base de su alimentación era el maíz, que obtenían de sus tierras de cultivo. Además, también era frecuente la ingesta de trigo y de cacao.
Arquitectura
Muchos de los grandes monumentos construidos por los náhuatl siguen todavía en pie. Esto es posible gracias a la resistencia de los materiales utilizados.
Los edificios más importantes eran los destinados a las actividades religiosas. Solían constar con cuatro lados, cada uno con su escalera correspondiente, y un santuario en la cima. Los adornos representaban elementos de la naturaleza, base de buena parte del sistema de creencias de esta cultura.
Pintura y artesanía
La cultura náhuatl logró una gran maestría en su pintura. Muchas de las obras representaban celebraciones de los asentamientos, sobre todo las de índole religiosa. Igualmente, también dejaron reflejadas las actividades cotidianas.
Las pinturas se realizaban sobre papel amate, madera o cerámica. Estas últimas destacan por sus colores llamativos y por las figuras de animales de fantasía.
Por otra parte, los yacimientos han permitido conocer parte de su producción artesanal. Se han encontrado muchos ejemplos de utensilios domésticos, desde ollas hasta taburetes de madera. Igualmente, su producción de tejidos bordados a mano fue muy importante.
Organización social
En líneas generales, los náhuatl dividieron su sociedad en varias clases diferentes. La primera eran los calpullis, clanes familiares que compartían sus tierras. Alrededor de sus terrenos se formaron los barrios y comunidades que compartían la misma actividad laboral. Estos calpullis eran dueños de sus tierras, aunque debían pagar un tributo al cacique.
Otra de las clases existentes eran los nobles, denominados pilli. Su trabajo era eminentemente administrativo.
La importancia de la religión entre los náhuatl provocó que la clase sacerdotal tuviera una gran importancia. Socialmente eran considerados como miembros de la nobleza, aunque no desarrollaban ningún tipo de tarea administrativa. Su única función era religiosa.
Tradiciones
Las tradiciones más destacadas de la cultura náhuatl están relacionadas con las ceremonias que realizaban. No obstante, hay que tener en cuenta que existían diferencias dependiendo de la región en la que se asentara cada pueblo.
Ceremonias
En la antigua cultura náhuatl, el responsable de las ceremonias religiosas era el sacerdote. Actualmente, cuando muchas se han mezclado con tradiciones católicos, un chamán sigue estando al frente de los rituales.
Las ceremonias solían estar relacionadas tanto con el calendario religioso como con la naturaleza, como podía ser el cambio de estación. De igual forma, se realizaban rituales para pedir mejores cosechas o para honrar a los muertos.
Hoy en día, como se apuntaba, las ceremonias están vinculadas con el calendario católico. Entre las celebraciones más importantes se encuentran la que celebra el solsticio de invierno, el carnaval, el comienzo de la primavera o el Día de los Muertos.
Otros ritos que se siguen celebrando son los destinados a curar enfermedades, pedir la llegada de la lluvia o las peregrinaciones a los lugares sagrados.
El rito de la muerte
La cultura náhuatl cree en la existencia del alma. Para ellos, el destino de esta tras la muerte depende de las circunstancias. Así, si el fallecimiento se ha producido prematuramente, el alma se convierte en un espíritu del viento que provoca enfermedades.
Si la muerte, por otra parte, ha ocurrido por algo relacionado con el agua, los náhuatl piensan que el alma irá a una especie de paraíso acuático.
Esto significa que la cultura náhuatl no cree que el comportamiento de la persona determine el destino de su alma. En cambio, si creen que los difuntos permanecen siempre ligados a sus seres queridos, pero en un plano diferente.
Mitohtli
El Mitohtli, llamado genéricamente Fiesta, son una serie de días que los náhuatl se toman para descansar y celebrar en comunidad. No se trata solo de una festividad, sino que debe ayudar a que la comunidad se cohesione y se fortalezca. Igualmente, es una ocasión para que la competitividad y la envidia desaparezcan.
Costumbres náhuatl
Como se ha señalado, es complicado destacar las costumbres de los náhuatl. Al no formar un único grupo, estas pueden cambiar dependiendo de la zona que habitaban.
Casas tradicionales
Las viviendas tradicionales de la cultura náhuatl en la actualidad tienen dos habitaciones y un solar amplio. Son casas rectangulares y se construyen con vigas de madera. En las zonas más frías, las paredes se levantan con cañas y ramas y se cubren con lodo.
Cada casa cuenta con un altar, además de con un espacio para los animales. Normalmente, también suelen disponer de un huerto en el que plantar frijol y maíz.
Medicina natural
La medicina tradicional sigue todavía utilizándose en muchos pueblos habitados por los descendientes de la cultura náhuatl. Entre los remedios más habituales se encuentran las hierbas y plantas medicinales y, como hacían antiguamente, los chamanes realizan los rituales de curación.
Matrimonio
La importancia de la familia y de la comunidad aún se refleja en las costumbres matrimoniales de los náhuatl. Para esta cultura, el hombre y la mujer necesitan un compañero/a. Si un miembro de la pareja fallece, lo mejor es que el superviviente vuelva a contraer matrimonio.
Por otra parte, las actuales comunidades náhuatl ofrecen los mismos derechos a hombres y mujeres. Esto, según los expertos, es un reflejo de la igualdad que representaban el dios Ometecuhtli y la diosa Omecihuatl.
Concepto de familia
Desde la antigüedad, cuando el calpulli era el núcleo de la sociedad, la familia ha sido fundamental en la vida de los náhuatl. Para ellos, la familia es un ente muy extenso, ya que comprende a abuelos, tatarabuelos e, incluso, los hijos de otras parejas.
Esto conlleva que, por ejemplo, la infidelidad esté severamente castigada. En el caso de nacer hijos extramatrimoniales, el hombre está obligado a hacerse cargo de ellos.
Religión
Antes de que llegaran los españoles, la cultura náhuatl practicaba una religión politeísta. Gran parte de sus dioses estaban relacionados con la naturaleza.
Como sucedió en el resto de la América controlada por España, los náhuatl fueron convertidos al catolicismo. A pesar de eso, pudieron conservar algunas de sus antiguas creencias y ceremonias.
En la actualidad, las comunidades náhuatl aún conservan cierta concepción mágica en sus creencias. Aspectos como los fenómenos naturales, los animales que pueden transformarse en persona o la existencia de brujos siguen formando parte de sus rituales.
Dioses
Una de las características más importante de la religión náhuatl era que los dioses solían tomar forma de animales cuando se relacionaban con los humanos. Para esta cultura, sus deidades tenían grandes poderes, por lo que los honraban y los temían.
Entre sus dioses principales destacaba Ometeotl, quien presentaba una dualidad: Ometecuhtli y Omecihuatl. Otras deidades importantes fueron Xochipilli, dios del amor, y Centeotl, dios del maíz.
Aparte de los anteriores, los náhuatl también adoraban a Tlaloc, dios de la lluvia y del rayo; Quetzalcóatl, la serpiente emplumada; Xolotl; Mictlantecuhtli, Huitzilopochtli o Coatlicue, entre muchos otros.
Sacerdotes
La importancia de la religión en la vida de los náhuatl llevaba aparejada que la casta sacerdotal tuviera un gran poder. Los denominados tlamatinime eran los encargados de conservar los saberes, ofrecer enseñanza y de organizar las ceremonias de acuerdo a las creencias religiosas.
Como máximos sacerdotes, los tlamatinime jugaban un papel muy importante en la formación de la personalidad de la población. Igualmente, debían mediar ante los dioses para que las cosechas fueran buenas y para que el clima los favoreciera.
Cosmovisión
La concepción del universo de la cultura náhuatl estaba totalmente ligada a sus creencias religiosas. Para ellos, el principio vital era el Sol, que tenía carácter divino. Este astro tenía relación con los ciclos del propio universo, con la vida y con la muerte.
La existencia del universo, de acuerdo a la visión de esta cultura, estaba basada en la lucha entre el bien y el mal. El primero estaba representado por Quetzalcóatl, símbolo de lo luminoso, mientras que el mal era representado por Tezcatlipoca, la oscuridad.
Para los náhuatl, los dioses crearon el mundo para que fuera habitado por los hombres, ya que necesitaban su reconocimiento y veneración.
Vestimenta
Tal y como ocurría con otros aspectos de esta cultura, la vestimenta de los náhuatl no era la misma en todos los pueblos. Sin embargo, con el tiempo se crearon unos trajes tradicionales que aún se mantienen.
Periodo precolombino
Antes de la conquista, los hombres vestían de una manera muy simple. Su atuendo constaba de tres piezas. Una de ellas era el tilmatli, una manta que se colocaba en forma de capa y se usaba en ocasiones especiales. Otra de las prendas era el maxlat, una tela roja rectangular con la que se envolvían las caderas.
Las mujeres, por su parte, vestían el huipil. Esto era una camisa sin mangas que cubría hasta la entrepierna. Esta prenda se combinaba con la cueitl, una falda que llegaba a los tobillos.
Por otra parte, era frecuente que las clases altas elaboraran su vestimenta con algodón blanco, que luego teñían de colores.
Actualidad
El intento por parte de los españoles de que los pueblos indígenas abandonaran sus costumbres también alcanzó a la vestimenta. No obstante, algunos elementos del actual traje tradicional recuerda a los usados en la antigüedad.
Los hombres suelen llevar una camisa de manta, un pañuelo rojo atado al cuello, un sobrero de palma y huaraches de suela.
Las mujeres siguen vistiendo el tradicional huipil de algodón. Hoy en día lo decoran con muchas imágenes diferentes, con especial presencia de animales y plantas.
Economía
Los asentamientos de los miembros de esta cultura siempre tenían en cuenta la presencia de tierras fértiles que pudieran ofrecerles alimentos suficientes para subsistir. Los excedentes, cuando se producían, se intercambiaban con otros pueblos. Así, pudieron establecer algunas rutas comerciales.
La agricultura era la base de la economía. Entre los productos cultivados destacaba el maíz, seguido de otros cereales, frutas y verduras.
Estos pueblos también desarrollaron una cierta industria textil. Sus elaboraciones, aparte de para el uso propio, eran destinadas al comercio. Por último, la alfarería fue otra de las actividades económicas que cobró importancia en la cultura náhuatl.
Tequio
Dos aspectos importantes dentro de la economía náhuatl eran su carácter comunitario y el respeto a la naturaleza.
La importancia de los clanes familiares hacía que las actividades económicas estuvieran al servicio del clan.
Aún hoy en día se puede encontrar una costumbre que remite a ese trabajo comunitario. Se trata del Tequio, una labor comunitaria que todos los habitantes del pueblo deben realizar sin recibir ningún cobro.