Biología

Zona afótica: características, flora, fauna


La zona afótica, también conocida como zona de oscuridad absoluta, es la región de los ambientes marinos en la cual no alcanza a penetrar la luz del sol. La profundidad a la que se inicia la zona afótica es aproximadamente a los 1000 metros, sin embargo depende de la materia particulada en la columna de agua, además del coeficiente de extinción de la luz.

Batimétricamente, la zona afótica se corresponde con las zonas batipelágica, la abisopelágica y la hadopelágica. Debido a la ausencia de luz, en esta zona no pueden vivir organismos autótrofos y los productores primarios están representados únicamente por bacterias quimiótrofas que se desarrollan en las ventanas hidrotermales y otros ambientes particulares.

Las aguas de esta zona son frías, pobres en oxígeno y ricas en nutrientes. A su vez, la fauna habitante debe poseer adaptaciones no solo para la ausencia de luz, sino también para soportar grandes presiones.

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Características

Debido a que no alcanza a penetrar los rayos de sol (a = sin, photon = luz) en esta zona, es inviable la existencia de organismos fotosintéticos. La poca luz presente proviene de los organismos bioluminiscentes y de un débil resplandor que ha sido descubierto recientemente en las ventanas hidrotermales y cuyo origen es desconocido.

La temperatura es bastante constante y se ubica entre los 0 y 6 °C. Generalmente la concentración de nutrientes en las aguas de la zona afótica es mayor a la que se observa en la zona fótica, debido a que no hay productores primarios que pudiesen utilizarlos.

La concentración de oxígeno en el agua de la zona afótica es muy baja debido a que no existe liberación de este gas por parte de organismos fotosintetizadores y el proceso de mezcla con las aguas superficiales, con mayor saturación de oxígeno, prácticamente es nulo.

Flora y productividad primaria

Todas las plantas son organismos autótrofos que fabrican sus propios alimentos a partir de nutrientes inorgánicos, dióxido de carbono y agua en presencia de luz solar, en un proceso denominado fotosíntesis, debido a ello ninguna planta puede sobrevivir en ausencia total de luz solar.

La zona afótica carece por completo de organismos fotosintéticos y su productividad primaria proviene exclusivamente de organismos quimiosintéticos. Estos organismos producen materia orgánica a partir de materia inorgánica, empleando para ello fuentes de energía distinta a la luz solar.

En este espacio, y principalmente en la parte correspondiente a los fondos abisales, existen tres ecosistemas característicos que representan “oasis” de vida por cuanto en ellos abundan los organismos quimiosintéticos. Estos son las ventanas o manantiales hidrotermales, las filtraciones frías y los cadáveres de grandes organismos.

Ventanas hidrotermales

Las ventanas hidrotermales, también denominadas manantiales hidrotermales o fumarolas, son zonas ubicadas en las dorsales oceánicas donde fluye agua que ha sido calentada por el magma. Esta agua contiene una gran cantidad de minerales, principalmente sulfuros que se enfrían y solidifican rápidamente al contacto con el agua de mar fría circundante.

En estas ventanas la productividad primaria proviene de bacterias y arqueas quimiosintéticas que aprovechan el sulfuro de hidrógeno proveniente de las fumarolas, así como otros minerales de azufre para fabricar materia orgánica, convirtiéndose así en la base de las distintas cadenas alimenticias en estos ecosistemas.

Filtraciones frías

Las filtraciones frías son regiones situadas a lo largo de los bordes de las plataformas continentales, así como en cuencas con sedimentos ricos en nutrientes, donde emergen del fondo marino sulfuro de hidrógeno y metano, los cuales son empleados por bacterias quimiosintéticas en forma análoga a lo que ocurre en las ventanas hidrotermales.

Cadáveres de grandes organismos

Los restos de grandes animales muertos, que reposan en los fondos oceánicos también son fuente de materia y energía que emplean bacterias quimiótrofas. Estos ambientes son mucho más pequeños que los anteriores, pero son más abundantes.

Fauna

La fauna de la zona afótica es diversa. Por ejemplo, entre los invertebrados presentes se encuentran camarones de la familia Benthysicimidae y Sergestidae, así como ctenóros, cnidarios o calamares. En los fondos oceánicos se encuentran ascidias, pepinos de mar, picnogónidos y destacan los isópodos por su gran tamaño en comparación a los de aguas someras.

Entre los vertebrados destacan los rapes o peces pescadores, llamados así porque atraen a sus presas con cebos bioluminiscentes, para atraparlos y devorarlos, otros peces como el pez demonio y el pez hacha también pertenecen a esta zona.

Ningún mamífero es habitante exclusivo de la zona afótica, pues todos deben subir a la superficie para respirar. Sin embargo, algunas especies como el cachalote bajan a estas profundidades en busca de alimento. Además, algunas especies presentan diversas adaptaciones a la ausencia de luz, entre las cuales se pueden mencionar:

Ojos

Algunas especies carecen de ojos u ocelos o estos son de tamaño reducido. Por ejemplo, el cangrejo Rhusa granulata presenta una amplia distribución batimétrica y en esta especie se puede observar una reducción del tamaño de los ojos con la profundidad.

Los organismos de esta especie que viven en aguas bien iluminadas presentan ojos bien desarrollados, pero a medida disminuye la cantidad y la calidad de luz con la profundidad, los ojos son más pequeños, hasta estar completamente ausentes en aquellos ejemplares que viven a profundidades superiores a los mil metros.

Otras especies, por el contrario, presentan ojos muy grandes para poder captar las débiles radiaciones luminosas que aún pueden percibirse hasta los 500 m de profundidad.

Los camarones del género Rimicaris carecen de ojos compuestos, pero presentan unas manchas oculares capaces de percibir una luz muy débil, imperceptible para el ser humano, y este hecho fue el que permitió descubrir que en las ventanas hidrotermales existe un resplandor de origen aún desconocido.

Bioluminiscencia

La bioluminiscencia, como su nombre lo indica, es la producción de luz por parte de organismos vivos. Esta es una propiedad que comparten animales de distintos grupos, ciertos dinoflagelados y también algunos tipos de bacterias.

Esta capacidad se debe a la presencia de dos compuestos, la luciferina y la luciferasa, las cuales son capaces de reaccionar entre ellas en presencia de oxígeno y generar luz.

Los organismos de la zona afótica que son capaces de generar luz pertenecen a grupos zoológicos muy diversos, entre ellos ctenóforos, cnidarios (medusas), poliquetos, moluscos, crustáceos y peces. En ocasiones, los animales bioluminiscentes no producen ellos realmente la luz, sino unas bacterias simbiontes asociadas a estos.

Generalmente, esta luz es producida en unos órganos particulares y complejos denominados fotóforos que pueden estar ubicados en diferentes partes del cuerpo.

Referencias

  1. R. Barnes, D. Cushing, H. Elderfield, A. Fleet, B. Funnell, D. Grahams, P. Liss, I. McCave, J. Pearce, P. Smith, S. Smith & C. Vicent (1978). Oceanography. Biological Enviroment. Unit 9 The pelagic system; Unit 10 The Benthic system. The Open University.
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  3. G. Cognetti, M. Sará & G, Magazzú (2001). Biología Marina. Editorial Ariel.
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  5. Zona afótica. Recuperado de: esacademic.com.
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