Geografía

Alta montaña: características, clima, fauna, flora, ubicación


La alta montaña abarca las zonas montañosas particularmente elevadas, usualmente ubicadas a 500 metros sobre el nivel de la línea de crecimiento de los árboles de la zona. En estas zonas el desarrollo de la vida es específicamente difícil: los fuertes vientos y la temperatura dificultan un desenvolvimiento natural de los ecosistemas.

Es común referirse a estas regiones como zonas alpinas. Si bien el clima de alta montaña suele ser frío, hay áreas donde puede presentarse un clima con temperaturas más elevadas de las acostumbradas: depende de la ubicación geográfica y de qué tan cálido sea el clima en sus alrededores.

Las zonas de alta montaña se pueden encontrar en diversas partes del mundo y desarrollan diversos ecosistemas, tanto en lo que respecta a flora como a fauna, que logran adaptarse a su clima frío con estrepitosas precipitaciones y fuertes vientos, o a climas un poco más cálidos en zonas donde la lluvia no es tan común.

En general, estas zonas alpinas suelen caracterizarse por tener abundantes precipitaciones —casi siempre en forma de nieve—, radiación de rayos ultravioleta muy alta, escasos niveles de oxígeno y vegetación pequeña y presente en pocas cantidades, usualmente en la forma de matorrales.

Índice del artículo

Características de la alta montaña

Aunque se habla de que las montañas que forman parte de esta categoría tienen una elevación considerable, no hay una altitud específica que sirva para categorizar a un área de alta montaña.

Dependiendo del sitio puede considerarse que una zona de alta montaña se encuentra a una altura o a otra. Por ejemplo, en México puede considerarse una montaña como alpina si está a 4000 msnm; en el norte de la Patagonia se considera a partir de los 1700 msnm; y en España se considera cuando está entre los 2000 y 2500 msnm.

Este ecosistema se caracteriza por tener fuertes vientos prácticamente constantes. Además, la mayor parte del año las temperaturas son bajas y hay presencia de hielo y nieve.

El oxígeno también es escaso en las zonas de alta montaña; esto es debido a las bajas presiones generadas por la altura.

Clima en la alta montaña

Es importante destacar que las zonas de alta montaña desarrollan distintas formas de vida dependiendo de su ubicación.

En los desiertos las altas montañas reciben muy poca agua por la ausencia de lluvia. En cambio, en las zonas templadas pueden llegar a tener estaciones claramente marcadas con alteraciones de temperatura constantes.

Las pequeñas variaciones climáticas son de suma importancia en estos ecosistemas. En las montañas ubicadas hacia la parte norte o sur del ecuador terrestre, la vegetación puede crecer significativamente de un solo lado de la montaña, mientras que el otro no recibe suficiente luz solar para el crecimiento de vegetación.

Sin embargo, esto ocurre más que nada en zonas donde las pendientes montañosas son muy pronunciadas y dificultan la llegada de la luz solar.

Los cambios climáticos también afectan el clima en la alta montaña cercana al ecuador del planeta, porque estas se ven afectadas por el patrón recurrente de mañanas soleadas y tardes nubladas.

Estos patrones hacen que la montaña reciba luz solar de un solo lado constantemente, causando un efecto similar al ocurrido en las zonas más alejadas del ecuador.

La presencia constante de nieve generada por la altitud también evita el crecimiento de vegetación, y el clima dicta qué tan prolongada será la duración de la nieve en las montañas.

El clima montañoso es clave para el desarrollo tanto de flora como de fauna, y la presencia de nieve dificulta ampliamente el desarrollo de los ecosistemas.

Flora de la alta montaña

En las altas montañas del hemisferio norte es común encontrar árboles coníferos en gran cantidad. Sin embargo, estos se encuentran en las partes inferiores de la montaña y abren camino a la vegetación alpina que crece en el helado tope.

Entre los árboles coníferos más comunes en estas regiones destacan pinos, abetos y alerces. Junto a estos árboles también suelen crecer plantas más pequeñas, como los brezos y las amapolas.

En cambio, en las zonas tropicales las montañas presentan vegetación selvática casi hasta el límite del crecimiento arbóreo (la altura máxima en la que puede crecer un árbol).

En la zona de crecimiento alpino, lo que es propiamente la zona de alta montaña, se puede apreciar la presencia de diferentes tipos de plantas, incluidos pastizales, ciénagas, brezales y vegetación pequeña que crece entre las grietas del suelo.

A esta altura es imposible conseguir árboles, dado que las condiciones tanto de altura como de clima no permiten su crecimiento. Sin embargo, las plantas pequeñas son bastante similares en todas las montañas del norte del hemisferio.

Tanto en regiones templadas como en regiones tropicales, la flora presente suele tener un número similar de especies en cada ecosistema. Es común encontrar alrededor de 200 tipos de plantas pequeñas en el tope de una alta montaña.

Sorprendentemente, estas plantas son bastante similares en todas las regiones donde se manifiestan, independientemente de su ubicación con respecto al ecuador del planeta.

Fauna de la alta montaña

La fauna varía mucho menos que la flora en los ecosistemas de alta montaña. Generalmente, se puede encontrar el mismo estilo de animales en la parte alta de una montaña que en sus alrededores. Este fenómeno se dice que ocurre por el repliegue animal tras la invasión humana de sus hábitats naturales.

Algunas especies de aves sí se identifican con montañas específicas, como el cóndor en la zona andina.

Los animales que por naturaleza han habitado zonas frías en la cima de las montañas por incontables generaciones, suelen haber desarrollado un pelaje mucho más pronunciado que otras especies de su misma familia. Esto se puede apreciar al ver cabras de montaña, venados, lobos e incluso felinos de páramo.

El desarrollo de un pelaje más tupido suele ocurrir en estas especies para mantener el calor corporal por más tiempo, particularmente en épocas de frío constante donde tienen poco acceso a la luz solar.

Si bien el estilo de animales es bastante parecido al que se desarrolla en la parte baja de la montaña, la diversidad climática y topográfica pone a la alta montaña y sus adyacencias como zonas de alta biodiversidad, dado que los animales y plantas de distintos ecosistemas han adaptado su estilo de vida a estas regiones elevadas.

Entre los animales que habitan las zonas de alta montaña destacan la rana bermeja, la lagartija de turbera, la víbora aspid, la marmota, el leopardo de las nieves, el lagópodo alpino, el buitre leonado y el gorrión alpino, entre muchos otros.

¿Dónde se localizan los ecosistemas de alta montaña?

El fenómeno de los ecosistemas de alta montaña suele producirse en cualquier parte del mundo en la cual existan elevaciones montañosas a cientos de metros del nivel del suelo.

Entre las elevaciones montañosas más importantes destacan principalmente las montañas de Sierra Nevada, en Estados Unidos; la cordillera de los Andes, que se extiende desde Venezuela hasta Chile; el Himalaya asiático y la variedad montañosa en el Tíbet.

Muchas de estas zonas presentan ecosistemas hasta cierto punto de elevación, a partir del cual el frío no permite el desarrollo de vida en su plenitud.

Otros lugares donde sí suele ocurrir el fenómeno de la vida de alta montaña son la extensión montañosa de California, en Estados Unidos; y el Kilimanjaro en África, que representa un ecosistema ejemplar en una alta montaña de clima cálido.

También albergan vida las montañas de Hokkaido, en Japón, y las altas montañas de Nueva Guinea, Nueva Zelanda, del este de África y del sudeste de Asia.

Todas estas extensiones montañosas presentan ecosistemas diversos, ricos en biodiversidad y autóctonos de cada zona. Sin embargo, todos aquellos de climas fríos son bastante similares entre sí, sobre todo en lo que respecta a la diversidad de especies tanto animales como vegetales.

Referencias

  1. Mountain Ecosystem, Jeremy M.B Smith, 2018. Tomado de britannica.com
  2. Highland Climate, (n.d.), 2018. Tomado de britannica.com
  3. Bayramin, İ., Basaran, M., Erpul, G., & Canga, M. R. (2008). Assessing the effects of land use changes on soil sensitivity to erosion in a highland ecosystem of semi-arid Turkey. Environmental monitoring and assessment, 140(1-3), 249-265. (Referencia de estudio, highlands, zonas áridas en ecosistemas de alta montaña)
  4. Alpine Climate, (n.d.), Diciembre 27, 2018. Tomado de wikipedia.org
  5. Highland, (n.d.), Febrero 7, 2018. Tomado de wikipedia.org