Lampreas: características, alimentación, hábitat, ciclo de vida
Las lampreas o hiperoartios son peces sin mandíbula, ovovivíparos, marinas o de agua dulce, clasificados en el grupo de los agnatos. Externamente se caracterizan por una piel lisa sin escamas, una boca sub terminal con forma de disco provista de múltiples dientes córneos y puntiagudos, un par de ojos, además de un ojo pineal, dos aletas dorsales y una caudal y un orificio de narina.
Para respirar tiene siete pares de aberturas branquiales, los cuales son soportados por una estructura exclusiva de este grupo denominada cesta branquial. La cesta branquial consiste en una elaborada red de elementos cartilaginosos fusionados que sostiene los tractos y tejido respiratorios.
Índice del artículo
- 1 Características biológicas y físicas
- 2 Alimentación
- 3 Taxonomía
- 4 Hábitat y ciclo de vida
- 5 Historia pesquera
- 6 Referencias bibliográficas
El cuerpo de estos animales no se encuentra sostenido por hueso, en cambio poseen esqueleto compuesto por cartílago mineralizado, material que les provee de un soporte resistente, ligero y flexible, pertinente a su estilo de vida.
El eje central de soporte en el cuerpo es el notocordio, cordón celular macizo que soporta la médula y en los cordados más complejos se convierte en la columna vertebral. Este persiste a lo largo de todo el ciclo de vida.
Partiendo de los lados del cuerpo se extienden poderosas capas musculares (miómeros) que son los que proveen de movimiento al animal. Encapsulados por los músculos se encuentran los órganos, estos son de reducido tamaño y se encuentran adheridos a las paredes corporales, a excepción de los ventrículos del corazón y el hígado, los cuales ocupan casi toda la cavidad.
Poseen un sistema de órganos de los sentidos bien desarrollado. Consta esencialmente de pilares neuronales comprimidos, inervados por nervios y células de sostén alargadas.
Estos pilares neuronales se extienden sobre la línea lateral, alrededor de la boca, los ojos y la narina, así como entre las hendiduras branquiales.
El órgano olfatorio se distingue por dos cosas: su estrecha relación con la hipófisis (siendo receptor y codificador de mensajes hormonales) y su carácter impar, a diferencia de los otros grupos de peces, los cuales tienen narinas pareadas.
La narina en las lampreas se encuentra situada bien atrás en la región cefálica, como una extensa cámara conectada al exterior a través del conducto nasal.
La cámara olfativa se encuentra recubierta por un epitelio constado de largas células de sostén, células olfativas aplanadas y una conexión nerviosa con el nervio olfativo. Junto a los ojos, el sistema olfatorio le permite a las lampreas localizar su alimento.
En las lampreas se pueden observar dos métodos alimenticios: el primero de tipo filtrador y el segundo como depredadores activos.
El ciclo de vida de las lampreas empieza con una larva (larva ammocete). Durante esta fase las lampreas viven enterradas en el sedimento, alimentándose de algas y detritus por medio de un mecanismo filtrador simple.
El alimento es capturado por células ciliares, luego es envuelto por una mucosidad y transportado hasta el tracto intestinal para su digestión.
Atravesada la metamorfosis y siendo adultas, las lampreas son depredadoras o bien no se alimentan en lo absoluto.
Cuando son depredadoras, las lampreas se fijan fuertemente a su presa, una vez localizada, se aproximan a esta y con ayuda de la lengua (provista de dentículos) empiezan a raspar el epitelio, creando una herida a la cual se fijan y succionan, tomando tan solo la carne de los músculos y la sangre.
Alcanzada la madurez, algunos autores señalan al grupo de las lampreas como peces parásitos. Sin embargo, a diferencia de muchas especies de parásitos estas acaban lo más rápido que pueden con su presa.
Chordata
La taxonomía ubica a este grupo dentro del phylum Chordata, los cuales a su vez son parte del superphylum Deuterostomia. Estos dos grandes grupos enmarcan un complejo de características que son claves en las primeras fases de desarrollo de los seres vivos.
Craniata
En orden sistemático, la siguiente clasificación es el subphylum Craniata. El subfilo se caracteriza porque los organismos dentro de esta categoría protegen la masa cerebral con una cámara cartilaginosa o clasificada denominada cráneo.
En el caso de las lampreas la cámara protectora se denomina neurocráneo. Este cubre hasta un tercio de la superficie corporal del animal. El neurocráneo en las lampreas no se encuentra totalmente fusionado, como suele suceder en las especies de peces cartilaginosos. En cambio, este se encuentra fragmentado proporcionando flexibilidad.
En su región posterior, el neurocráneo articula con el notocordio por medio de unas pseudo-vertebras. Lateralmente la base craneana se extiende sirviendo de soporte y protección para la cámara auditiva.
Petromyzontomorphi-Petromyzontida-Petromyzontiformes
Dentro del subfilo Craniata se encuentra la super clase Petromyzontomorphi, conteniendo la clase Petromyzontida y esta a su vez el orden Petromyzontiformes.
Cerca de cincuenta especies y ocho géneros de Petromyzontiformes (lampreas) han sido descritas. En cuanto a estos peces existe mucha polémica al momento de delimitar los parámetros descriptivos que definen a las especies lampreas, por lo cual el número real de especies varía de autor en autor.
Cuando los animales atraviesan la fase de metamorfosis de larva a adulto, las condiciones ambientales tienen una gran influencia en cuanto al aspecto final de los mismos, siendo posible que las características físicas se modifiquen levemente en los adultos.
Cambios en temperatura o concentración repentina de algún componente reactivo en el agua son los principales factores que favorecen la aparición de variedades y mutaciones físicas en los individuos adultos.
Las lampreas son organismos anádromos, término que se refiere al habito de ciertas criaturas marinas a migrar hacia aguas dulces para reproducirse y desovar, brindándole la oportunidad a la larva y juvenil de crecer en un ambiente más resguardado.
El evento reproductivo en estos animales ocurre una vez en la vida, por lo cual una vez alcanzada la maduración sexual los adultos empiezan un viaje sin retorno desde el medio marino a ríos y/o lagos.
El proceso reproductivo implica yacer los huevos (pequeños, amarillentos, con un 1mm de diámetro, elípticos y con segmentación holoblástica) en un nido de forma circular y delimitado por guijarros.
Al emerger, la larva ammocete pasa toda su vida enterrada en el sustrato, tan solo asomando la abertura oral hacia la columna de agua en busca de alimento. Se tiene registro de que durante esta fase las lampreas son exclusivas de ambientes de agua dulce.
Tras aproximadamente tres años, la larva se entierra por completo en el substrato y comienza el proceso de metamorfosis, emergiendo al cabo de días o meses (dependiendo de la especie), como un adulto totalmente formado y funcional, siendo capaz o no, de alimentarse.
Si ocurre que la especie tiene la necesidad de alimentarse, esta buscara inmediatamente algún huésped al cual adherirse y empezar a ganar energías para hacer el viaje de vuelta al mar. Una vez en el mar viven asociadas a fondos rocosos y a peces bento-pelágicos. Alcanzada la madurez sexual empieza el ciclo de retorno al cuerpo de agua dulce.
Se tiene conocimiento de que las lampreas fueron conocidas y apreciadas culinariamente por los romanos del siglo I y siglo II. Estas eran capturadas, transportadas y vendidas vivas.
Su carne incorporada en pasteles y pudines era muy demandada. Se tiene registro de que las especies más solicitadas eran las ahora identificadas como Petromyzon marinus y Lampetra fluviatilis.
En la antigüedad la captura se hacía gracias a redes colocadas en el fondo marino y entrada de ríos, sin embargo, con el pasar de los años se han creado trampas un poco más complejas y selectivas. Actualmente en la cocina europea las lampreas siguen siendo apreciadas, siendo consumidas principalmente en salmuera.
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