Biografías

Joaquín Clausell: biografía, pintura, otros aportes


Joaquín Clausell (1866-1935) fue un pintor, periodista, activista político y abogado mexicano relacionado con la corriente del impresionismo. Además de su obra artística, destacó por la lucha política e ideológica en oposición a la dictadura de Porfirio Díaz, a finales del siglo XIX.

Fundó el diario El Demócrata en 1893, como medio para intensificar su constante lucha desde la palabra y la acción contra la gestión del porfirismo, resaltando sus ideales revolucionarios como defensor de la libertad de expresión y la prensa independiente.

Índice del artículo

Biografía

Años de rebeldía

Nació el 16 de junio de 1866 en el seno de una familia humilde, en San Francisco de Campeche, México, único hijo de José Clausell y Marcelina Traconis.

Desde temprana edad deslumbró con habilidades para comunicar sus ideas en público, lo que lo conduciría en su juventud a convertirse en activista político despuntando con un carácter desafiante e irreverente.

Estas cualidades lo condujeron durante su época de estudiante en el Instituto Campechano a liderar constantes manifestaciones contra las políticas del gobernador de Campeche, Joaquín Baranda, que tuvieron su punto de inflexión en 1883.

Ese año protagonizó una polémica disputa en público con Baranda, enfrentamiento que le costó la expulsión del instituto y del estado de Campeche a raíz de su discurso tajante en contra de la gestión del gobernante.

Llegada a Ciudad de México

Así llegó a Ciudad de México, donde trabajó arduamente en labores que se alejaban por completo de su verdadera vocación, oficios que asumió con el fin de subsistir en un momento de su vida marcado por los problemas económicos.

Tenía muy poco dinero, incluso para salir adelante con sus estudios. Pese al caos que amañaba su día a día, logró ingresar a la Escuela Nacional de Ingeniería durante un corto tiempo, para luego entrar a la Escuela de Jurisprudencia donde encontró los valores profesionales que comulgaban con sus aspiraciones académicas.

Su poco tiempo fuera del trabajo y de la escuela de leyes lo dedicaba a leer una gran cantidad de libros en la Biblioteca Nacional, donde halló la motivación para salir a la calle nuevamente, esta vez al frente de los movimientos universitarios en contra del presidente Porfirio Díaz, convirtiéndose en uno de los representantes más populares de la oposición.

Vida personal

Se casó con Ángela Cervantes, descendiente de Hernán Cortés y de los condes de Calimaya, una familia adinerada con la que gozó de ciertos privilegios.

A raíz de su matrimonio con Cervantes –con quien tuvo cuatro hijos-, Clausell se trasladó al Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, a donde llegó luego de un gran recorrido experimental por Europa en el que encontró su pasión por la pintura. Fue en este palacio, que hoy es el Museo de la Ciudad de México, donde creó su estudio artístico.

Pintura

Durante su etapa más activa a nivel político, cuando dirigía la oposición a la dictadura de Porfirio Díaz, publicó en el diario El Demócrata un artículo escrito por el periodista y novelista Heriberto Frías sobre la rebelión de Tomóchic, un conflicto indígena en el que los habitantes de la localidad se declararon en autonomía como respuesta al proyecto centralista del presidente.

Esta publicación trajo a Clausell consecuencias graves, cayendo nuevamente preso por el régimen porfirista. Tiempo después, cuando salió en libertad comenzó su era en la pintura, que marcó al salir de México hacia Estados Unidos para luego establecerse en París.

En la capital francesa conoció a figuras de la corriente del impresionismo como Claude Monet, Émile Zola y Camille Pissarro, entre otros, que despertaron su vena artística y lo inspiraron a dedicarse a las artes visuales.

Desde la azotea del palacio de los condes, Joaquín Clausell dio rienda suelta a su creatividad, imprimiendo en lienzos grandes obras de paisajes mexicanos caracterizados por colores intensos que resaltaban la luz con pinceladas desenfadadas.

Las estaciones, atardeceres, ríos, bosques, piedras y sobre todo el mar, sirvieron como musa para que creara más de 400 obras, aunque curiosamente nunca se consideró un artista destacado.

Es por eso que ni siquiera firmaba sus pinturas e incluso las regalaba con frecuencia a sus amigos y conocidos, sin cobrar por ninguna de ellas.

Sus paisajes enriquecidos con una gran cantidad de colores, destacaban su visión particular sobre los efectos de la luz en los contornos. Fue uno de los pioneros del impresionismo en México, corriente que entró en auge luego de finalizada la dictadura de Porfirio Díaz.

El Valle de México, las Fuentes brotantes, las bellezas de Xochimilco, el bosque Tlalpan y su natal Campeche son algunas de las áreas de su país que inmortalizó en pinturas de una manera tan ilustre que llegaron a ser reconocidas por artistas legendarios como Diego Rivera y Gerardo Murillo Cornado (“Dr. Atl”).

Otros aportes

Antes de ser pionero del impresionismo en México con sus obras artísticas, Joaquín Clausell protagonizó una incansable lucha de activismo político y periodismo contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Dirigió el movimiento de la oposición que consiguió mediante incesantes acciones de calle y denuncia pública, aplazar un proyecto de ley que buscaba la consolidación y conversión de la deuda que tenía México en Londres en 1884.

Un año después, el presidente hizo caso omiso de las intenciones de sus detractores y aprobó la ley. Las manifestaciones que lideró Clausell junto con otros periodistas y estudiantes que apoyaban su causa, les costó la libertad. Fueron encarcelados en la cárcel de Belén en 1885.

El tiempo pasó y ya libre encontró un puente para difundir y expresar sus ideales e intensificar su lucha política: el periodismo. Hacia 1892, cuando recién obtenía su título de abogado, lideró una campaña para oponerse a la segunda reelección a la presidencia de Díaz y se estrenó como articulista en el diario El monitor republicano.

Sus líneas las dedicaba a denunciar enfáticamente la problemática que desde su punto de vista implicaría un nuevo periodo de gobierno porfirista, significando ello un atraso para alcanzar la democracia. Esto lo categorizó como un enemigo público del gobierno mexicano de turno.

Entre sus otras colaboraciones periodísticas, ejerció como redactor y caricaturista político en El Universal y como autor en El Hijo de Ahuizote, trabajos que lo condujeron finalmente a crear su propio medio de comunicación.

Así fundó el diario El Demócrata en 1893, que se convirtió en un bastión de la lucha política en contra del régimen a través del periodismo independiente hasta que fue clausurado por la dictadura.

Muerte

Joaquín Clausell murió trágicamente el 28 de noviembre de 1935 en un accidente cuando durante su estadía en las lagunas de Zempoala, ocurrió un deslave que le costó la vida. Algunas de sus obras –la mayoría de ellas sin título- se pueden apreciar en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) de la Ciudad de México.

Referencias 

  1. Bernal Mora, Héctor, La explicación a la Pintura del Impresionismo. Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, 2012.
  2. El placer y el orden, Orsay en el Munal. munal.mx.
  3. Levi, Giovanni, “Sobre microhistoria”, en Peter Burke et al., Formas de hacer historia, Alianza, Madrid, 1991.
  4. Navarrete, Silvia, Joaquín Clausell, 1866-1935, México, MOP, 1988.
  5. Cosío Villegas, Daniel, El porfiriato. La vida política interior, t. X. Historia Moderna de México, México, Hermes, 1972.
  6. Gantús, Fausta & Gutiérrez, Florencia. (2009). Liberalismo y antiporfirismo. Las incursiones periodísticas de Joaquín Clausell. Relaciones: Estudios de historia y sociedad, ISSN 0185-3929, Vol. 30, Nº. 118, 2009.