Arte

Gerardo Murillo (Dr. Atl): biografía, muralismo y obras


Gerardo Murillo, Dr. Atl, fue un pintor mexicano nacido en Guadalajara en octubre de 1875. Además, también fue un apasionado vulcanista y se involucró en la política de su país en algunos periodos. Otras disciplinas en las que participó fueron la filosofía, la crítica de arte, la docencia, el periodismo o la geología.

La palabra Atl de su seudónimo significa “agua” en náhuatl, mientras el título de doctor proviene de sus estudios en filosofía. Aunque existen diferentes historias sobre cómo se autoadjudicó ese sobrenombre, él mismo explicó que se debía a su intención de tener una manera de nombrarse que estuviera acorde a su personalidad independiente.

Murillo estudió durante varios años en Europa gracias a una beca concedida por el gobierno de Porfirio Díaz. En ese continente estudió diversas disciplinas y estilos artísticos. Al regresar a México, comenzó a trabajar en la Academia de San Carlos, donde fue conocido como “el agitador” por su cuestionamiento de los métodos de enseñanza de las artes plásticas.

Durante la Revolución mexicana, Murillo apoyó al bando constitucional de Venustiano Carranza. Sin embargo, su compromiso político no se reflejó en sus obras, que estuvieron en buena parte dedicadas a rendir tributo a la naturaleza de su país. Está considerado también como el promotor del movimiento muralista.

Índice del artículo

Biografía

Gerardo Murillo Cornado, el futuro Dr. Atl, vino al mundo en el barrio de San Juan de Dios, en Guadalajara, Jalisco, el 3 de octubre de 1875. Sus padres lo inscribieron en el Liceo de Varones para estudiar su educación básica, en una etapa histórica en la que predominaba el positivismo.

Primeras lecciones de pintura

El primer contacto del joven Murillo con la pintura lo tuvo 1890, en el taller de Felipe Castro, en Guadalajara. Cinco años más tarde se trasladó a Aguascalientes para continuar sus estudios en el Instituto Científico y Literario del Estado. Más tarde, volvió a su ciudad de origen, donde pasó bastante tiempo en el taller de Félix Bernardello.

Murillo, sin embargo, no estaba del todo satisfecho con su evolución artística. Por ese motivo, decidió marcharse a Ciudad de México para estudiar en la Academia de San Carlos y en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Cuando cumplió 22 años, en 1897, el gobierno de Porfirio Díaz le concedió una beca para que continuara sus estudios en Europa. Además, también recibió ayuda económica por parte del gobierno de Jalisco.

Estancia en Europa

Durante su estancia en Europa, Murillo estudió en Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y España. En Roma estudió la carrera de Derecho y Filosofía, mientras que en la Sorbona. Mientras se encontraba en la capital italiana, el artista colaboró con el periódico Avanti y se involucró en el Partido Socialista de ese país.

En el ámbito artístico, su etapa en Europa le sirvió para conocer mejor el arte antiguo y los murales renacentistas. Su obra ya empezaba a ser reconocida y ganó la medalla de plata en una exposición en el Salón de París gracias a un autorretrato al pastel.

Por otra parte, Murillo aprovechó su estancia en Francia para acudir a las cátedras de psicología de Durkheim y de sociología de Henri Bergson.

Según sus biógrafos, fue en esta etapa cuando Murillo decidió ponerse el seudónimo por el que sería conocido, Dr. Alt, a sugerencia del poeta Leopoldo Lugones. De acuerdo a lo expresado en una carta que el propio Murillo envió al Colegio Nacional en 1951, eligió la palabra Atl (agua en náhuatl) porque representaba “el agua maravillosa de su alegría de vivir”.

Regreso a México

Cuando se le acabó el dinero de la beca, Murillo regresó a México. Allí comenzó a trabajar en la Academia de San Carlos, en un puesto dedicado a clasificar, evaluar y restaurar las diferentes colecciones adquiridas.

El artista estableció su estudio en esa misma academia y, por las noches, asistía a talleres de pintura y dibujo.

Sus críticas a los métodos de enseñanza de las artes provocaron que empezaran a llamarlo “el agitador”. Murillo se esforzó en que sus colegas y los pintores más jóvenes dieran una mayor importancia al arte popular. Entre esos jóvenes artistas se encontraban David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco e Ignacio Beteta.

Su rechazo a cómo se enseñaba y gestionaba el arte en su época no se quedó solo dentro de los muros de la academia. En 1910, en pleno Centenario de la Independencia de México, encabezó una protesta contra la exposición de los pintores españoles Sorolla y Zuloaga.

Gracias a esta protesta, el gobierno le concedió tres mil pesos, con los que pudo organizar una muy exitosa exposición colectiva.

Revolución mexicana

El comienzo de la Revolución mexicana, en 1910, frenó los planes de Murillo. Sin un plan establecido, se marchó de nuevo a Europa, concretamente a Francia. Allí realizó algunas exposiciones, que luego repitió en Alemania y en Italia.

Durante su estancia en París, Murillo fundó el periódico Action d’Art, así como la Liga Internacional de Escritores y Artistas. Su intención era reunir a miembros de esos dos colectivos para transformarlos en lo que consideraba que debían ser: factores primordiales para el progreso.

Cuando Murillo recibió la noticia del golpe de Estado de Victoriano Huerta, en 1913, decidió volver a México. Allí apoyó a los constitucionalistas de Venustiano Carranza e, incluso, se reunió en su nombre con Zapata para pedirle que se participara en la guerra para derrocar al gobierno dictatorial establecido por Huerta.

Interventor de la Escuela Nacional de Bellas Artes

Después de que Huerta fuera derrotado, Gerardo Murillo fue nombrado interventor de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Después, se hizo cargo de la dirección de la institución, lo que le permitió acometer una profunda reforma en los planes de estudios que siempre había criticado.

Por otra parte, Murillo continuó participando en algunas actividades políticas. Esta dedicación se prolongó hasta mayo de 1920, cuando Carranza fue asesinado. El Dr. Atl decidió entonces autoexiliarse en Francia, donde fundó un periódico sobre la Revolución mexicana.

En París, Murillo volvió a involucrarse en la política de su país. Así, logró impedir que varios bancos franceses concedieran un préstamo a Huerta, que aún intentaba recuperar el poder. El artista volvió a México haciéndose pasar por un capitán aviador de la Real Fuerza Aérea Italiana.

Aunque ya antes había demostrado interés en la materia, en 1926 comenzó a profundizar en el estudio de la vulcanología. A partir de esa fecha, comenzó a pintar paisajes mexicanos en los que concedía todo el protagonismo a los volcanes, especialmente al Popocatépetl, al Iztaccíhuatl y al Paricutín.

En esos años, Murillo también se volcó en la publicación de libros y cuentos. El artista ilustraba estas obras con retratos, desnudos femeninos, mares y volcanes.

Nahui Olín

En el aspecto personal, la relación más importante que el Dr. Atl mantuvo fue con Carmen Mondragón, la pintora, modelo y poetisa mexicana a quien él mismo rebautizó después como Nahui Olin.

El Dr. Atl la conoció en 1920, durante una reunión de intelectuales. Desde ese momento, Murillo se convirtió en su mecenas y la ayuda a introducirse en el mundo del arte. Además, la utilizó como modelo para una serie de retratos.

La relación entre los dos artistas fue muy tormentosa. Según sus biógrafos, Nahui Olin lo retaba continuamente y lo contradecía.

Una noche, Nahui Olin estuvo a punto de disparar a Murillo mientras dormía, un suceso que puso punto final a la relación.

Por otra parte, Murillo mostró simpatías con el movimiento anticlerical durante la guerra cristera, que comenzó en 1926. A partir del año siguiente, publicó artículos en el Excélsior y El Universal. Para la década de los 30, su obra había alcanzado un alto grado de madurez, que demostró plasmando su maestría en sus paisajes y retratos.

Escalador de volcanes

Otra de las facetas de Gerardo Murillo fue su gran interés por la vulcanología. El Dr. Atl empezó a estudiar los volcanes a partir de la década de los 20 y, para aumentar sus conocimientos, escaló varias veces en Ixtaccihuatl y el Popocatépetl. Además, tuvo la oportunidad de contemplar el nacimiento del Paricutín, en 1943.

Murillo plasmó su experiencia con el nacimiento de este volcán en varios apuntes y pinturas que después expuso en el Palacio de Bellas Artes. Con este material editó el libro Como nace y crece un volcán, el Paricutín, considerado como una joya de la vulcanología.

Una trombosis múltiple causada por la diabetes provocó que una de sus piernas tuviera que ser amputada. De esta forma, Murillo se vio impedido de continuar escalando los volcanes, lo que compensó volando sobre ellos.

Esta actividad le permitió tener una visión más amplia de esos volcanes, creando de esta manera el aeropaisaje.

Fallecimiento

Gerardo Murillo, el Dr. Atl, falleció el 15 de agosto de 1964 debido a complicaciones respiratorias. Algunas fuentes afirman que estas se vieron agravadas por sus largas exposiciones a las fumarolas de los volcanes.

El cuerpo del artista reposa en el Panteón de Dolores en México, en la Rotonda de los Hombres Ilustres.

Obras del Dr. Atl

Gerardo Murillo está considerado como uno de los maestros de las pinturas de paisajes. En ellas, logró combinar el lado más salvaje de la naturaleza con su belleza.

Además, el artista realizó dos importantes aportaciones artísticas. La primera fueron los atl-color, que consistía en aplicar resina o tintes secos con los que se podía imprimir sobre roca, papel o tela. Con esta técnica pintó cuadros de volcanes o frisos con guirnaldas floridas.

La segunda innovación fueron los aeropaisajes, un género pictórico que comenzó a utilizar cuando ya no pudo escalar los volcanes.

En su faceta como escritor, destacaron sus obras Las artes populares (1921), Iglesias de México (1924) y sus colaboraciones en la revista Liga de Escritores de América, que presidió en 1926.

El Dr. Atl también dedicó parte de su producción a los cuentos y novelas. Entre ellos se encuentran los Cuentos de todos los colores, Gentes profanasen el convento o Las sinfonías del Popocatépetl.

Uno de los grandes misterios sobre su producción artística es su supuesta autoría del diseño del telón de cristal que se encuentra en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Esta obra, que fue reivindicada como propia por Murillo, fue elaborada por la casa Tiffany de Nueva York.

Impulsor del muralismo

Murillo jugó también un importante papel en el fomento e impulso del arte mexicano. Entre otras cosas, se le atribuye la idea de utilizar edificios públicos como lienzos para los murales.

Aunque nunca llegó a adherirse al movimiento muralista, Murillo es considerado como una de las figuras más importantes en la renovación artística del país, así como el promotor de la pintura mural posrevolucionaria.

Sin embargo, durante los años 20, el autor se mantuvo al margen de los pintores del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores. Murillo prefirió mantener su independencia, tanto formal como temática. De igual forma, tampoco se unió a la estética nacionalista con contenido social propia de la mayoría de los muralistas.

Los volcanes

Se cuenta que la primera visita de Murillo a un volcán, que realizó guiado por Joaquín Clausell, causó tal impresión al Dr. Atl que decidió mudarse a las faldas del Iztaccíhuatl.

A partir de ese momento, su interés por los volcanes no desapareció. El primer trabajo sobre ellos, en concreto sobre el Popocatépetl, fue Las Sinfonías del Popocatépetl, un libro que publicó en 1920.

Años más tarde, en 1943, Murillo fue testigo del nacimiento del Paricutín, una experiencia que lo marcó de por vida. El artista aprovechó sus apuntes y pinturas sobre el volcán para la exposición que presentó en el Palacio de Bellas Artes, así como para su libro Cómo nace y crece un volcán, el Paricutín.

El aeropaisaje

Murillo fue el creador de un género pictórico nuevo: el aeropaisaje. A partir de la amputación de su pierna, el Dr. Atl tuvo que abandonar sus escaladas a los volcanes, una de sus mayores fuentes de inspiración.

Su solución fue empezar a sobrevolar los cielos, con lo que obtuvo una visión más amplia de los paisajes. Nació así el aeropaisaje, que son conjuntos geográficos tomados desde lo alto.

Obras más importantes

– Paisaje con volcanes (pintura). Es un óleo de 82 x 122.6 cm, exhibido en el Museo Soumaya de Ciudad de México.

– El padre eterno, satanás y Juanito García (novela)

– Un hombre más allá del universo (novela)

– Cuentos de todos colores. Vol. I

– Cuentos de todos colores. Vol. II

– Cuentos de todos colores. Vol. III

– Cuentos bárbaros y todos colores.

– Las sinfonías del Popocatépetl (poesía)

– Catálogo de pinturas y dibujos de la Colección Pani.

– Gentes profanas en el convento

– Los judíos sobre América (ensayo)

Referencias

  1. El Colegio Nacional. Gerardo Murillo (Dr. Atl). Obtenido de colnal.mx
  2. López, Alberto. Gerardo Murillo, el ‘Dr. Atl’ de los volcanes. Obtenido de elpais.com
  3. Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Gerardo Murillo, escritor, vulcanólogo, pintor y filósofo, fue creador de los Atl-color. Obtenido de inba.gob.mx
  4. Artnet Worldwide Corporation. Dr. Atl (Gerardo Murillo). Obtenido de artnet.com
  5. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Doctor Atl. Obtenido de britannica.com
  6. Latin American Art. Gerardo Murillo – Dr. Atl. Obtenido de latinamericanart.com