Trastornos mentales/Psicopatología

Embarazo psicológico: qué es, síntomas y tratamiento


¿Qué es el embarazo psicológico?

El embarazo psicológico, falso embarazo o embarazo utópico, es un trastorno donde una mujer cree estar embarazada, sin tener un embrión real. Sus síntomas más comunes son amenorrea, prueba positiva del test de embarazo, aumento del hambre y de peso o lordosis.

El caso de los embarazos psicológicos no pertenece en exclusiva a los seres humanos. De hecho, las especies de animales de las que se tiene constancia de tener una mayor tendencia a desarrollar un embarazo psicológico son los perros, los gatos y los conejos.

A pesar de que existen múltiples perfiles de mujeres que pueden sufrir un caso de falso embarazo, normalmente estas personas tienen pareja y un proyecto de formar una familia. En ocasiones, ha ocurrido un embarazo anterior.

Las principales pruebas que constatan la no existencia de un embarazo y que hacen a los profesionales plantearse la posibilidad de que la paciente sufra un embarazo psicológico son la ausencia de latido fetal o ausencia del feto en ecografías.

Síntomas comunes en el embarazo psicológico

Necesidad emocional oculta

Existe una necesidad emocional oculta que puede percibirse a través de la sintomatología física, referida a la necesidad de afecto. También existen casos en los que estas mujeres sienten un fuerte deseo por ser madres.

En otras ocasiones, las mujeres que presentan un embarazo psicológico son personas que sienten ciertos temores e inseguridades sobre el embarazo.

En contraposición a estos perfiles, el embarazo psicológico también puede ocurrir en casos en los que las mujeres viven de manera muy próxima el embarazo de alguien muy cercano, ya sea un familiar o una amiga.

El nexo común de estos perfiles responde al de una mujer que sufre ciertas carencias emocionales o tiene dificultades para gestionar sus emociones de una manera adecuada.

Algunas de ellas pueden sufrir alexitimia, que es la incapacidad de experimentar placer y disfrutar de determinadas emociones. También los casos de embarazos psicológicos pueden estar relacionados con otros en los que exista una sintomatología depresiva de base.

Amenorrea

Es la ausencia de menstruación. En algunos casos, no consiste en la desaparición total del período, sino que disminuye el flujo menstrual. Este hecho recibe el nombre de hipomenorrea.

Este síntoma está provocado por la alteración de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante. Ambas producen la detención del ciclo menstrual y, por lo tanto, el cese de la ovulación.

Prueba positiva de embarazo 

Estas mujeres, al realizarse una prueba de embarazo en casa, obtienen un resultado positivo en la misma. La razón de este resultado es debido al aumento de las gonadotropinas.

Estas hormonas se encuentran alojadas en el hipotálamo y este hecho nos demuestra el fuerte efecto que ejerce la mente sobre el cuerpo, al ser capaz de arrojar un resultado positivo en un test de embarazo sin que se haya producido una concepción real.

A partir de este momento, las mujeres que sufran un embarazo psicológico comenzarán a desarrollar los síntomas que están más vinculados con el proceso de gestación y que ocurre a lo largo de este.

Síntomas derivados de las hormonas

El aumento de los niveles de las hormonas de la prolactina y de la progesterona da lugar a ciertos síntomas que ocurren en un embarazo real. Son los siguientes:

– Aumento del tamaño de las mamas, así como la sensación de que están más sensibles. También pueden experimentar cambio de color de las mismas.

– Es posible que ocurra la segregación de la leche materna.

– Náuseas, como las que suelen tener lugar en el primer trimestre del embarazo, sobre todo las de primera hora de la mañana.

– Cansancio y fatiga. Es común que se sientan fatigadas realizando alguna actividad física y que requieran mayor descanso del que el propio cuerpo acostumbre en otras circunstancias.

Ablandamiento del cuello uterino

Se produce el ablandamiento del cuello uterino con signos de congestión. Asimismo, se produce un aumento del volumen del útero. Estos cambios de tamaño tienen lugar entre las seis semanas y los ocho meses.

Antojos

Son comunes los antojos y el incremento del hambre, como suelen ocurrir en una situación de embarazo real. Este hecho está en consonancia con el siguiente síntoma.

Aumento del peso

Tiene lugar el incremento del peso. Un aumento que puede ser incluso mayor que el de un embarazo real. Es probable que la barriga tome una forma que asemeja al vientre de una mujer embarazada.

No existe inversión del ombligo

En los casos de embarazos psicológicos, en contraposición a los embarazos reales, no hay inversión del ombligo. Este hecho en los embarazos reales tiene lugar entre el quinto y el sexto mes y es un indicativo de cómo el feto se está preparando para el momento del parto.

Sensación de movimientos fetales

Estas mujeres experimentan la sensación subjetiva de la existencia de movimientos fetales.

Lordosis

El hecho de que la columna lumbar se curve hacia dentro, recibe el nombre de lordosis. Esto ocurre debido a la subida de peso que tiene lugar y es la forma que el cuerpo toma, de manera natural, para adoptar una postura más cómoda sin provocar daños o lesiones.

Trastornos del sueño

Las mujeres que sufren un embarazo psicológico suelen experimentar diversos trastornos de sueño, como el insomnio.

Estos pueden tener lugar debido al estado de ansiedad que experimentan, o bien debido a la incomodidad que sienten al estar tumbadas por el aumento del vientre y la dificultad de adoptar una postura cómoda durante tantas horas de sueño.

Problemas gastrointestinales

Es común, al igual que en el caso de un embarazo natural, sufrir de acidez y otros problemas gastrointestinales, como el estreñimiento.

Contracciones

A lo largo del transcurso del embarazo psicológico, pueden tener lugar las contracciones propias del parto, así como los dolores que sufren las mujeres que van a dar a luz.

Tratamiento

El personal sanitario alerta de la existencia de un embarazo psicológico cuando se realiza una ecografía del vientre de la mujer, y de esta manera se comprueba que no hay ningún feto.

En este momento, se le muestra a la persona afectada para que ella misma pueda darse cuenta de que no está embarazada. A esta prueba también se le puede acompañar de la muestra de que, a través del ecógrafo, no se percibe el latido fetal.

Otra manera de evidenciar que no existe un embarazo real es realizando las maniobras de Leopold.

Estas las hace el obstetra para determinar la situación del feto en los últimos meses de gestación. Son cuatro maniobras que deben realizarse por profesionales experimentados con el fin de no dañar al feto.

En estos casos, es muy importante que el personal sanitario extreme la delicadeza y la comprensión que requiere la situación. Es importante mostrarse paciente y explicarlo tranquilamente, creando un clima en el que la mujer se sienta comprendida.

Puede ocurrir que estas mujeres requieran la atención y el tratamiento de un profesional de la psicología para afrontar esta circunstancia.

Cuanto antes se detecte la existencia de este trastorno, antes se podrán tomar las medidas que requiera la situación. El diagnóstico precoz de un caso de embarazo psicológico contribuirá a un menor estado ansiógeno y depresivo de la paciente, factores que serán predictores de una mejor recuperación.

En ocasiones, el tratamiento psicológico puede ir acompañado por la acción de dopaminérgicos que contribuirán a que se produzca el sangrado y así, la mujer podrá tomar consciencia de la no existencia de un embarazo real.

Otros trastornos relacionados

Delirios de embarazo

El embarazo psicológico se diferencia de los casos de delirios de embarazo porque, a pesar de que existe sintomatología común, en el caso del embarazo psicológico existe sintomatología física.

Lo que ocurre en los casos de delirios de embarazo es que se trata de un trastorno psicótico y no existe sintomatología física ni se produce ningún cambio orgánico.

Estas mujeres sufren delirios y alucinaciones que les hacen creer que están embarazadas. En este caso, el tratamiento se realiza a través de fármacos antipsicóticos.

Síndrome de Couvade

En lo que concierne a los hombres, existe un trastorno que está relacionado con esta sintomatología, y que recibe el nombre de síndrome de Couvade, que proviene de la palabra francesa couver, que significa criar, incubar.

En este síndrome lo que ocurre es que los hombres experimentan una sintomatología relacionada con los síntomas de una mujer embarazada. Lo padecen los hombres cuyas parejas están embarazadas y tiene lugar en el tercer mes de gestación, o bien en las semanas previas al parto.

En este cuadro, los síntomas más comunes que experimentan estos hombres son el aumento de peso, los antojos, un estado de mayor irritabilidad y sensibilidad, dolores de muelas, calambres, las náuseas y los mareos, dolores abdominales e, incluso, el rechazo al sabor de algunas comidas, así como a determinados olores.