Biología

Neolamarckismo: antecedentes y características


El neolamarckismo es una teoría que surge como una renovada explicación de la teoría transformista de Jean Baptiste Lamarck, a partir de finales del siglo XIX y comienzo del XX. El camino de la biología y su búsqueda de explicación de la evolución se ha enriquecido con la aparición de diversas doctrinas que intentan explicar cómo se produce el cambio en las especies con el paso de los años.

A pesar del tiempo transcurrido, el neolamarckismo se mantiene como una tendencia vigente entre los biólogos y adquiere renovada relevancia a la luz de los modernos estudios genéticos. Pero cuáles son los orígenes de esta importante doctrina sobre la evolución, sus postulados y aportes son interrogantes a las que se dará respuesta en este artículo.

Índice del artículo

Antecedentes del neolamarckismo

La teoría transformista propone que las especies derivan unas de otras y que los cambios que se registran entre una generación y otra se deben a la acción del tiempo. Esta idea central va en sentido contrario de las teorías llamadas fijistas, las cuales proponen que las especies son inmutables y su aparición es espontánea.

Si bien la discusión sobre el origen de las especies se remonta a los filósofos clásicos griegos no fue sino hasta la publicación de la obra de Lamarck, Philosophie Zoologique (1809), que las corrientes transformistas comenzaron a emplear el término “evolución” para dar cuenta del proceso de cambio que aplicaba a todas las formas de vida.

Los ejes centrales de la mencionada obra y que serán el punto de partida de lamarckismo y neolamarckismo son los siguientes:

-No existe la inmutabilidad de las especies. Existe lo que se llama evolución, es decir, el cambio entre generaciones debido a la capacidad fisiológica del organismo de adaptarse al medio ambiente.

-Se niega la generación espontánea; por el contrario, los organismos se van adaptando al medio creando especies más complejas.

-“La función crear el órgano”. Si un organismo necesita realizar una acción, su fisiología prepara las condiciones internas para la creación de un nuevo órgano que pasa a la siguiente generación, lo que se conoce como la herencia de los caracteres adquiridos.

Del lamarckismo al neolamarckismo

Las ideas de Lamarck fueron tomadas por otros naturalistas y científicos que vieron en su obra las explicaciones idóneas a los cambios ocurridos en las distintas formas de vida, incluida el hombre.

Así comienza el lamarckismo como una corriente que considera que el medio ambiente es la chispa que inicia el cambio evolutivo, y que los organismos poseen una tendencia interna a perfeccionar su fisiología para sobrevivir en su ecosistema.

Dicha tendencia puede llegar al punto de modificar la biología creando nuevas estructuras, modificar órganos para responder a una necesidad condicionada por el medio, y lo más importante estás pueden heredarse haciendo a la especie más fuerte.

Asimismo, surgió uno de las premisas más importantes para la evolución: los organismos derivan de formas más simples, por ende, la transformación se mueve en escala ascendente de complejidad.

El lamarckismo utilizó la teoría de Mendel para explicar cómo se transmitían los cambios de progenitores a descendientes, y logró posicionarse como una corriente con postulados más verídicos que la teoría de Darwin sobre la selección natural, hoy en día ampliamente desechada.

Sin embargo, también tuvo sus críticas especialmente desde el campo de la arqueología. Si “la función crea el órgano” la especie siempre podría adaptarse a cualquier medio y nunca desaparecer, pero los fósiles han demostrado lo contrario.

Ha sido el neolamarckismo el encargado de restructurar la discusión haciendo que el eje central de la teoría evolutiva esté en la herencia genética.

La herencia de los caracteres: postulados del neolamarckismo

La herencia de los caracteres adquiridos es la base de la evolución. Por lo tanto, se podría decir que los cambios evolutivos son enteramente fisiológicos. Los seres vivos se adecuan al medio ambiente produciendo modificaciones que se expresan en las generaciones de descendientes. Esta es la razón por la que especies que poseen niveles de complejidad similar en su estructura puedan desarrollar cambios diferentes.

La evolución se percibe como un proceso donde el medio puede alterar paulatinamente el metabolismo de los seres produciendo ascensos en el grado de organización, y llevando a variaciones morfológicas que perfeccionen la fisiología. De esta vertiente era el horticultor ruso Ivan Vladimirovich Muchirin, quien lideró la variante del neolamarckismo conocida como michurinismo.

Otra variante conocida como ortogenética afirma que existe una fuerza interna (consciencia) que impulsa la evolución. Esta actúa como una condición innata en la especie que se activa y amplia con la influencia del ambiente.

¿Cómo se explica el neolamarckismo en la naturaleza?

A través de las adaptaciones de las especies. Por ejemplo, el caso de la jirafa cuyos ancestros de cuello corto debían estirarse para alcanzar las ramas mas altas de los árboles en las estaciones de sequía cuando el alimento escaseaba al ras del suelo. Con el paso de los años la especie se fue adaptando modificando su estructura a cuellos más largos.

Los fósiles de las primeras jirafas mostraron un cambio evolutivo a especies de cuello largo para adaptarse a las condiciones climáticas y conseguir alimento

El medio ambiente y la transmisión del ADN: las pruebas modernas del neolamarckismo

La genética y las leyes de la herencia han servido para renovar postulados de esta corriente de pensamiento, así como descartar otros. En principio, se acepta la premisa de la herencia de los caracteres, pero no a nivel del fenotipo.

La genética ha demostrado que los únicos cambios heredables son los que se producen a nivel del ADN, por lo que se mantiene la interrogante de ¿puede el medio ambiente modificar el genoma?

La ciencia no ha sido concluyente abarcando todas las especies, pero diversos estudios en bacterias y plantas han probado que factores en el ambiente pueden modificar la adaptación de los organismos y que los cambios se han heredado. En situaciones específicas los seres vivos podrían alterar su ADN y su descendencia aprovechar esos cambios evolutivos.

En conclusión, es posible afirmar que la genética no es independiente del medio donde se expresa; sino que el organismo registra los estímulos ambientales y es capaz de expresarlos como cambios en el ADN.

Así, el neolamarckismo ha dejado en claro que el ecosistema es una influencia tangible de cuán exacta será la copia del genoma que se hereda de los antepasados, incluso siendo la respuesta a las mutaciones.

Fuentes

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