Medicina

Residuos patológicos: clasificación, disposición, tratamiento


Los residuos patológicos son cualquier material inservible que pueda considerarse potencialmente infeccioso para el ser humano. Estos residuos pueden ser elementos en estado sólido, semisólido, líquido o gaseoso.

La palabra patológico lo clasifica como tipo de desecho o material que tiene microorganismos patógenos. Es decir, estos son capaces de producir una enfermedad en los seres humanos que entren en contacto con él.

Usualmente, consiste en objetos contaminados con tejido orgánico proveniente tanto de seres humanos como de animales. Dentro de esta categoría, se mencionan las heces fecales y los fluidos corporales como sangre, saliva, orina, entre otros.

Estos residuos suelen generarse en unidades sanitarias y en el ámbito hospitalario. También se consideran patológicos los desechos producidos en la limpieza de diversos establecimientos. Puede estar contenido en casi cualquier objeto presente en este tipo de instituciones.

El conocimiento de los objetos o desechos patológicos puede ayudar a la prevención de la contaminación del personal de salud, y su consecuente propagación en la comunidad.

Entre los objetos que suelen contaminarse con patógenos, se encuentran los guantes, jeringas, pinzas de disección, bisturíes, campos estériles, gasas, adhesivos y sondas uretrales y/o nasogástricas.

Debido al peligro que supone este tipo de desechos para el personal de salud y la comunidad, se deben tener cuidados especiales en su disposición. Por ello, hay normas establecidas que clasifican, categorizan y eliminan los desechos de diferente manera, según sea el caso.

Índice del artículo

Clasificación

Algunos países han incluido la clasificación de los residuos patogénicos dentro de sus leyes y normativas sanitarias.

A continuación, se presenta una breve descripción.

Tipo A

Se consideran de tipo A aquellos desechos provenientes de la limpieza o higienización general de establecimientos principalmente de salud.

Tipo B

Los residuos patológicos tipo B son aquellos que evidencian signos de toxicidad y/o actividad biológica que puedan afectar a los seres humanos directa (contacto directo) o indirectamente (vectores, fómites, etc).

Tipo C

Los desechos provenientes de los servicios médicos de Radiología o Radioterapia se consideran de tipo C. En esta categoría entran los desechos de tipo B, si las cantidades llegaran a ser industriales.

Disposición

Residuos patológicos tipo A

La disposición transitoria antes de su eliminación es en bolsas de polietileno de, al menos, 60 micrones de espesor, color verde, debidamente identificada con el número o nombre del establecimiento.

Algunos países de Latinoamérica permiten la utilización de bolsas de color negro, en recipientes de plástico de color verde, debidamente identificadas y logísticamente distribuidas en el establecimiento.

Residuos patológicos tipo B

Antes de su eliminación, se disponen transitoriamente en bolsas de polietileno con un espesor mínimo de 120 micrones, impermeables y resistentes.

En este caso, las bolsas deben tener un color rojo, y estar debidamente identificadas con el número o nombre de identificación del establecimiento generador. Estas bolsas deben ser colocadas en baldes con cierre hermético, resistentes al calor y al choque, debidamente identificados.

Está prohibido el desecho de objetos cortantes y/o punzopenetrantes en estas bolsas, aun siendo estos desechos clasificados como tipo B. Esto se hace para evitar la ruptura de la bolsa y, por ende, heridas y contaminación del personal.

Residuos patológicos tipo C

La disposición de este tipo de residuo es compleja y delicada. Conlleva una serie de pasos que depende del tipo de desecho.

En general, se disponen en bolsas y contenedores específicos. Estos no deben ser muy pesados y deben tener el tamaño adecuado para la cantidad de residuos que produce la sala.

Finalmente, son incorporados a una matriz sólida que impida su dispersión. La matriz mayormente utilizada es el cemento. Se incorporan los residuos al cemento, y se envían a instalaciones especiales para su almacenamiento.

Estas se diseñan para impedir que los radiosotopos migren a la biosfera.

En algunos países han optado por el almacenamiento subterráneo.

Tratamiento

Los residuos patógenos son procesados en plantas de tratamiento que se encargan de modificar las características físicas, químicas y biológicas de los residuos. Con esto, pierden su capacidad nociva.

El objetivo del tratamiento es reducir el volumen y/o concentración de los residuos. De esta forma, facilitan el transporte, la eliminación o la reutilización de algunos materiales.

El método utilizado dependerá del tipo de residuo, cantidad, la tecnología existente en el país, costos y factores ligados a la contaminación ambiental.

Existen varios métodos utilizados para el tratamiento de los residuos. A continuación se describen los más comunes.

Incineración

Es el método más utilizado por su efectividad y reducción en un 90% del volumen.

Consiste en la combustión total de la materia orgánica, disminuyéndola a cenizas no combustibles. Esto reduce significativamente el peso y el volumen de los residuos.

Se debe tener especial cuidado con los gases contaminantes producidos en la incineración. Los residuos radiactivos, los contenedores de gases y las ampollas con metales pesados no pueden ser incinerados.

Autoclave

Se trata de un método de esterilización mediante el vapor de agua, con temperaturas mayores a 100 °C. Esto produce la coagulación de las proteínas de los microorganismos, entre ellas las esenciales para la vida y la reproducción.

Es efectivo en la destrucción de microorganismos, incluyendo las esporas.

Desinfección química

Suelen usarse en aguas contaminadas por bacterias o virus. Tratan las aguas con aditivos químicos o con luz ultravioleta.

La desinfección con ozono es incluso más eficaz que la desinfección por cloración. Sin embargo, la infraestructura requerida es grande y costosa.

Por otro lado, la desinfección por rayos ultravioleta es de menor costo. Pero, no es tan eficaz si el agua tiene partículas en suspensión.

Microondas

Es un método efectivo incluso para esporas bacterianas y huevos de parásitos. Se utilizan dosis de 2450Mhz durante un periodo de 20 minutos.

Requiere cierto nivel de humedad y los costos son elevados.

Otros métodos de calor seco

El método de la llama directa consiste en calentar a tal punto algún instrumento, en especial si es metálico, hasta dejarlo al rojo vivo. Este es el procedimiento utilizado para la esterilización de las asas de inoculación en el laboratorio.

El otro método de calor seco es el de aire caliente. El agua es mejor transmisor de calor que el aire. Por lo tanto, se requiere un periodo mayor de exposición y temperaturas más altas que el método de calor húmedo o autoclave.

Generalmente, para lograr la esterilización, es necesaria una temperatura de 170 °C durante por lo menos por 2 horas.

Referencias

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