Colonización europea de América: qué es, causas, consecuencias
La colonización europea de América fue el proceso mediante el que varios países del continente europeo controlaron amplios territorios americanos. Esta colonización comenzó con la llegada de Cristóbal Colón al nuevo continente y la conquista posterior de los imperios autóctonos que gobernaban las tierras recién descubiertas por los europeos.
El país que ocupó más territorios americanos fue España, cuya Corona había financiado los viajes de Colón y llegado a acuerdos con otros conquistadores posteriores. Así, en unas décadas, el Imperio español llegó a controlar casi toda América Central y América del Sur, además de vastas extensiones en Norteamérica.
Portugal, tradicional competidor de España en el dominio de los mares, tuvo que conformarse con colonizar Brasil. A estas dos naciones se les unieron otras potencias europeas a partir de los siglos XVI y XVII, como Inglaterra, los Países Bajos o Francia.
La causa principal de los países europeos para colonizar América fue obtener beneficios económicos. En un primer momento, los españoles estaban buscando un paso a las Indias Orientales para mejorar el comercio y, más tarde, las materias primas se convirtieron en fuente de riqueza para los colonizadores.
Índice del artículo
- 1 Antecedentes
- 2 Causas de la colonización
- 3 Colonización española
- 4 Colonización portuguesa
- 5 Colonización inglesa
- 6 Colonización holandesa
- 7 Otras
- 8 Consecuencias
- 9 Referencias
Antecedentes
Cristóbal Colón, patrocinado por la Corona de Castilla, alcanzó por primera vez tierras americanas el 12 de octubre de 1492, concretamente a la isla de La Española. Aunque pronto levantaron el primer asentamiento, la colonización en sí misma dio comienzo años después, cuando los españoles derrotaron a los pueblos indígenas que encontraron en el continente.
A partir de ese momento, las potencias europeas comenzaron una carrera para establecer colonias en toda América. Casi al mismo tiempo que los españoles, Portugal conquistó y colonizó parte de América del Sur. Después, desde los primeros años del siglo XVII, se unieron los británicos, los franceses y los holandeses.
Los países europeos buscaban dos objetivos principales con el establecimiento de estas colonias. El primero, y principal, fue de carácter económico, tanto por la apertura de nuevas rutas comerciales, como por la obtención de materias primas. Por otra parte, también se trataba de aumentar el poder político frente a sus rivales continentales.
Concepto
Colonizar un territorio se define como el asentamiento de población de un país en una zona situada en otros territorios. Es un concepto íntimamente relacionado con el de conquista, aunque no siempre vayan unidos. Así, en ocasiones, se puede conquistar tierras sin que después se establezcan colonias.
Los colonizadores suelen esgrimir diversos argumentos para justificar su derecho a ocupar territorios ajenos. Estos van desde ignorar deliberadamente la existencia de pueblos indígenas en ellos hasta considerar que la colonización está justificada por una supuesta superioridad cultural o religiosa.
Asentamientos vikingos
Antes de que los españoles establecieran sus primeras colonias hubo un pueblo que había realizado algunas incursiones en América. Así, se han encontrado evidencias que prueban que los vikingos llegaron a Groenlandia y Terranova sobre el siglo X.
Los expertos creen que algunos de los asentamientos establecidos en Groenlandia perduraron unos 500 años, mientras que los de Terranova fueron mucho más efímeros.
Causas de la colonización
La búsqueda de nuevas rutas comerciales para poder llegar a Asia fue el detonante del descubrimiento de América. Una vez que los europeos comprendieron que habían encontrado un nuevo continente, las potencias europeas iniciaron una carrera para explotar los territorios hallados.
Comercio
Las rutas terrestres desde Europa hacia Asia habían sido bloqueadas después de que los otomanos tomaran Constantinopla y el resto del Imperio bizantino. Esto obligó a los europeos a buscar nuevas vías para seguir comerciando con los países asiáticos.
Los primeros en buscar rutas alternativas fueron los portugueses y los españoles. Colón, después de no obtener apoyo de la Corona lusa, logró convencer a la reina de Castilla para que apoyara su viaje argumentando que era posible llegar a las Indias por el Atlántico. Sin embargo, en lugar de alcanzar su objetivo, acabó encontrando un nuevo continente.
América se convirtió a partir de entonces en un objetivo comercial para todas las potencias europeas.
Tecnológicas
La tecnología de la época, con avances en campos como la cartografía o los instrumentos de navegación, permitieron que los europeos se aventurasen a realizar viajes más largos.
Expansión territorial
Acaparar los máximos territorios posibles también se convirtió en un objetivo geopolítico. Las potencias europeas buscaban fortalecer su poder en su continente y la colonización fue una herramienta para ello.
Por otra parte, Europa estaba viviendo una gran expansión demográfica, lo que provocaba que se necesitaran más recursos alimenticios y naturales.
Situación en Europa en el siglo XVII
Un siglo después de que los españoles establecieran sus primeras colonias, el resto de las potencias europeas empezaron a competir para desbancar el poder del Imperio español. Inglaterra y Francia establecieron asentamientos en Asia y comenzaron a atacar a los cargamentos españoles.
Pronto, con el inicio del declive del Imperio español, el resto de los países europeos empezaron a conquistar y colonizar diversos territorios americanos.
Religión
Los Reyes Católicos españoles obtuvieron permiso papal para expandir la religión católica entre los indígenas americanos. Así, el proselitismo forzoso se convirtió en una de las causas esgrimidas para conquistar las tierras de América.
En el caso de los ingleses y los franceses, la religión también jugó un papel importante a la hora de establecer colonias. En estos casos, sin embargo, no se trataba de convertir a los indígenas, sino que América se convirtió en refugio para muchos europeos perseguidos por sus creencias religiosas en sus países de origen.
Colonización española
Como se ha señalado, la Corona de Castilla patrocinó el intento del explorador genovés Cristóbal Colón de llegar a las Indias atravesando el Atlántico. El navegante había intentado obtener el apoyo del monarca portugués Juan II, pero fue rechazado.
Por su parte, los reyes españoles acababan de conquistar el último enclave musulmán en la península y accedieron a apoyar la idea de Colón.
Después de varias semanas de travesía, Colón llegó a la isla de Guanahaní el 12 de octubre de 1492. En La Española se estableció el primer asentamiento español en el nuevo continente y, cuatro años más tarde, el hermano de Cristóbal Colón fundó Santo Domingo.
El primer poblado que se levantó en el continente fue el de Nueva Cádiz, hoy Cubagua (Venezuela), en el 1500. El año siguiente, los españoles fundaron Cumaná, también en la actual Venezuela.
Tensiones con Portugal
La llegada de Colón a América provocó que estallaran serias tensiones con la otra gran potencia marítima de la época: Portugal. Para resolver las disputas, ambos países se sometieron al arbitraje del Papa Alejandro VI.
El resultado fue que España obtuvo el derecho de colonizar los territorios situados al oeste de una línea situada a 100 leguas al oeste de las Azores, mientras los portugueses podrían asentarse al este de esa demarcación imaginaria.
Sin embargo, el acuerdo no satisfizo a Portugal. Por ese motivo, se negoció un nuevo acuerdo, denominado Tratado de Tordesillas. Mediante este documento, firmado en junio de 1494, los portugueses lograron ampliar sus territorios, lo que les permitió colonizar Brasil.
La conquista
Las Antillas fueron la primera base desde la que los españoles comenzaron la conquista del continente. Para ello, debieron enfrentarse a dos grandes imperios indígenas: los aztecas y los incas.
Hernán Cortés fue el protagonista de la conquista del Imperio azteca. El 31 de agosto de 1521 tomó definitivamente la capital, Tenochtitlán, lo que marcó el inicio de la colonización del actual México.
Por su parte, Francisco Pizarro se internó en el actual Perú en 1531. Los españoles aprovecharon la guerra civil existente entre los incas para toma Cuzco. Tras ello, fundaron una nueva capital: Lima.
Organización
Una vez que los españoles derrotaron a los pueblos indígenas procedieron a organizar la administración de sus territorios. En un primer momento, la Corona creó dos grandes virreinatos, el de Nueva España y el del Perú.
Más adelante, conforme iban conquistando y colonizando nuevos territorios más al sur, se fundaron otros virreinatos: el de Nueva Granada y el del Río de la Plata.
Este proceso encontró, en ocasiones, resistencia por parte de algunos pueblos indígenas. De entre todas las rebeliones que se produjeron destacó la de los mapuches, en el centro de Chile y Argentina. La llamada Guerra de Arauco fue la que ocasionó más bajas españolas en toda América.
Por otra parte, a pesar de la superioridad militar española, hubo algunas zonas que no pudieron controlar. Las más importantes fueron la Patagonia, el Gran Chaco, la Amazonia y las zonas desérticas al norte de Mesoamérica.
Dominio español
El dominio colonial español se extendió durante unos trescientos años, hasta principios del siglo XIX. Las colonias americanas se convirtieron en la principal fuente de riquezas para la Corona española, gracias a las materias primas, el oro y la plata obtenidos en ellas.
Toda esa riqueza, no obstante, no sirvió para que España mantuviera su papel como potencia en Europa. Buena parte fue utilizada para financiar constantes guerras, sin que repercutiera en la población peninsular.
Además de la minería de la plata y el oro, la economía colonial estuvo basada en la ganadería y la agricultura. Para poder trabajar las tierras, dada la mortalidad que las enfermedades llevadas por los colonos causó entre los indígenas fue necesaria la llegada de esclavos africanos.
Dentro del sistema administrativo creado por los españoles para gobernar sus colonias se establecieron dos instituciones principales. La primera fue la Casa de Contratación, dedicada a gestionar todos los asuntos relacionados con el comercio y la economía. Para el resto de los asuntos se fundó el Consejo de Indias, encargado de redactar y recopilar las Leyes de Indias.
Independencia
Las colonias españolas empezaron a rebelarse contra el gobierno central a comienzos del siglo XIX. En pocas décadas, hasta 1824, la mayoría de los territorios coloniales lograron su independencia.
La invasión napoleónica de España, en 1808, el descontento de los criollos por su exclusión de los puestos políticos y la influencia de las ideas de la Revolución francesa y de la Independencia de los Estados Unidos fueron las causas de continuos levantamientos contra las autoridades virreinales.
Colonización portuguesa
Portugal era una de las principales potencias marítimas a principios del siglo XV. Esto le permitió colonizar las Islas Azores y Madeira, cuya localización las convirtió en excelentes bases para viajar hacia América.
Después de que Colón llegara al continente americano, Portugal empezó su campaña para controlar parte de los territorios recién descubiertos. El Tratado de Tordesillas les concedió el derecho de colonizar una amplia extensión de tierra y el rey Manuel I envió varias expediciones. Entre estas destacó la liderada por Pedro Alvares Cabral.
América del Norte
La interpretación portuguesa del Tratado de Tordesillas afirmaba que tenían derecho a colonizar parte de las tierras del norte del Nuevo Continente. Así, en 1499 y 1500, una expedición llegó a la costa noreste y a Groenlandia.
Esta última isla fue cartografiada dos años después por una nueva expedición, que también visitó Terranova y Labrador. Todos estos territorios fueron reclamados como pertenecientes al Imperio portugués.
En la segunda década del siglo XVI, Portugal levantó algunos asentamientos en Terranova y Nueva Escocia, aunque pronto fueron abandonados. Los portugueses prefirieron centrarse en las zonas que les correspondían en Sudamérica y dejar de lado las norteamericanas.
Brasil
El territorio más importante colonizado por Portugal en América fue Brasil. Su conquista comenzó en abril de 1500, cuando el explorador Alvares Cabral llegó a sus costas. Desde allí, los portugueses fueron avanzando hacia el interior y consolidando un dominio que duró 300 años.
Para ello debieron enfrentarse a los franceses, que enviaron expediciones a las costas brasileñas en 1530.
La organización administrativa del territorio brasileño fue establecida por el rey portugués en 1533. El monarca dividió la colonia en 15 capitanías, cada una de ellas de 150 millas de ancho. El mando de cada franja fue concedido a nobles portugueses con carácter hereditario, lo que aseguró que el Estado ahorrara en costes.
Entre los compromisos de los nobles se encontraban la conversión de los indígenas al catolicismo, la colonización de sus tierras y el desarrollo económico de su capitanía.
Este sistema cambió en 1549, cuando el rey envió a un gobernador general para administrar la colonia. Su propósito era que existiera un gobierno centralizado, pero, en la práctica, los nobles continuaron ejerciendo casi todo el poder en cada capitanía, especialmente en el ámbito económico.
Independencia de Brasil
Como ocurrió con España, el final de la colonización portuguesa en América vino marcado por la invasión napoleónica del país. La familia real tuvo que salir al exilio y se estableció en Río de Janeiro. Esa localidad se convirtió entonces en la capital del Imperio.
Siete años más tarde, Don Juan, príncipe portugués, fundó el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. En 1821, ya después de heredar el trono, regresó a Portugal y dejó a su hijo Pedro como gobernador de la colonia.
El intento de revocar la autonomía de la que gozaba Brasil dentro del Imperio provocó el rechazo de los brasileños. Los líderes locales lograron convencer a Pedro para que declarara la independencia en 1822.
Colonización inglesa
La primera expedición británica al Nuevo Continente se produjo poco después de la llegada de Cristóbal Colón, aunque sin que se estableciera ningún asentamiento. Más adelante, en 1585, otra expedición, comandada por Sir Walter Raleigh, trató de fundar las primeras colonias en Norteamérica.
Sin embargo, no fue hasta 1607 cuando se fundó la primera población estable inglesa en América: Jamestown.
Las Trece Colonias
Los británicos establecieron trece colonias diferentes en Norteamérica. Algunas de ellas fueron pobladas por colonos que buscaban beneficio económico. Otras, por su parte, fueron fundadas por colonos que huían de las persecuciones religiosas en Europa.
A diferencia de las colonias españolas y portuguesas, las Trece Colonias británicas se dotaron de sistemas de gobierno más abiertos, sin rasgos feudales.
Expansión
Las colonias inglesas comenzaron pronto un proceso de expansión. Después de la guerra contra los Países Bajos lograron controlar Nueva Amsterdam y tras la Guerra de los Siete Años hicieron lo mismo con Nueva Francia.
Guerra de los Siete Años
El final de la Guerra de los Siete Años, en 1763, dejó a las potencias europeas con grandes problemas económicos. Inglaterra proyectó un cambio en la administración de su imperio para obtener más beneficios, algo que encontró el rechazo de los colonos.
Durante las décadas anteriores, las Trece Colonias habían disfrutado de bastante autonomía. Cada una de ellas había decidido su forma de gobierno y sus pobladores votaron a favor de no ceder a las pretensiones fiscales y políticas de la metrópolis.
Las revueltas en contra de los impuestos que Inglaterra quería imponer se sucedieron en todas las colonias. Además, las trece unieron su fuerzas para enfrentarse con los ingleses, lo que dio lugar al estallido de la Guerra de Independencia en 1775.
Nacimiento de los EE.UU
Los rebeldes declararon la independencia en julio de 1776 y proclamaron el nacimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América. En su lucha contaron con el apoyo de los tradicionales rivales de Inglaterra, como España o Francia.
Colonización holandesa
Los Países Bajos se convirtieron desde su propia creación en una gran potencia colonial. Sus primeras expediciones a América se desarrollaron a partir de la primera mitad del siglo XVI, cuando sus comerciantes se dirigieron a las Antillas. Además, en 1625 fundaron Nueva Amsterdam, la futura Nueva York.
Las pretensiones holandesas chocaron con las otras potencias coloniales. Así, en las Antillas tuvieron enfrentamientos con los españoles y en Brasil con los portugueses.
Enfrentamiento con España
Como se ha mencionado, los holandeses mantuvieron varios enfrentamientos militares con los españoles por la posesión de algunos territorios. En 1593, una expedición neerlandesa conquistó las salinas de la Península de Araya, en Venezuela.
Más adelante, en 1622, se produjo una de las batallas navales más importante de ese periodo, cuando los holandeses atacaron Araya para hacerse con su control definitivo. Los españoles lograron rechazar el ataque.
Surinam y Guyana
Holanda sí logró asentarse en Surinam y en una zona de las Guyanas. Allí, durante los siglos XVII y XVIII, desarrollaron un sistema económico basado en la agricultura. El éxito de sus plantaciones provocó que esas colonias se convirtieran en las que concentró un mayor número de esclavos en toda América.
América del Norte
A comienzos del siglo XVII, los holandeses enviaron una expedición al actual estado de Nueva York. Para gestionar las actividades comerciales, el país creó la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales, que, para 1621, había fundado varios puestos comerciales en esa zona de la costa americana.
Las pretensiones de los holandeses chocaron pronto con las intenciones británicas de controlar todo el área. A mitad del siglo XVII, Inglaterra arrebató la parte este de Long Island a sus rivales, aunque las tensiones continuaron. En la década de 1660, esas tensiones desembocaron en una guerra entre los dos países, cuyo resultado benefició a los británicos.
Administración
En un primer momento, Holanda implantó un sistema administrativo en el que las compañías comerciales ejercían un gran poder. La excepción fue la colonia establecida en parte de Brasil, gobernada por un miembro de la familia real.
Los enfrentamientos con los portugueses y los británicos impidieron que los holandeses mantuvieran durante mucho tiempo sus colonias. Al final, solo pudieron conservar pequeños territorios en el Caribe.
Otras
Además de los anteriores países europeos, en la colonización de América también participaron otras naciones. Algunas eran potencias continentales, como Francia, otras estaban comenzando a adquirir poder, como Alemania y, por último, pequeños países que buscaron nuevos territorios para explotar sus riquezas.
Francia
Los franceses empezaron a mostrar interés en colonizar el territorio americano en el siglo XVI, pero no fue hasta el XVII cuando lograron fundar sus primeras colonias. Su primer objetivo fue Norteamérica, en la actual Canadá. Fue allí, concretamente en Quebec, donde instalaron su primer asentamiento estable, en 1608.
La participación de Francia en la carrera colonial estuvo provocada por la búsqueda de beneficios económicos. Además, también era una manera de reforzar su posición militar frente a otras potencias europeas.
Canadá, EE.UU y Caribe
Como se ha señalado, Francia dirigió sus primeros esfuerzos colonizadores hacia el norte del continente americano. Allí fundó dos puertos comerciales, Nueva Escocia y Annapolis, además de su primera colonia, Quebec.
Algo más tarde, los franceses fundaron Montreal, ciudad que les sirvió como base para adentrarse en la zona de los Grandes Lagos, alcanzando hasta el río Misisipi.
Al contrario de lo que hicieron los primeros colonos procedentes de Inglaterra, los franceses no se limitaron a levantar asentamientos en las costas del continente, sino que avanzaron hacia el interior y desarrollaron relaciones comerciales con los nativos. Esto les permitió que a mediados del siglo XVIII hubieran fundado asentamientos como Detroit, Illinois y Nueva Orleans.
En la práctica, las expediciones francesas al interior del continente supuso que controlaran un territorio muy extenso que iba desde Canadá hasta Luisiana.
Además de en Norteamérica, Francia estableció algunas colonias en el Caribe. Las primeras fueron fundadas durante el siglo XVII, cuando su flota conquistó, entre otras, las islas de San Bartolomé, Granada, San Martín y parte de La Española.
Colonización alemana
Alemania solo realizó un intento serio de obtener colonias en América. Este se produjo entre 1528 y 1556, cuando el emperador Carlos V otorgó tierras en Venezuela a una prominente familia de banqueros: los Welser.
La intención de los Welser era encontrar el famoso El Dorado y, para ello, desplazaron importantes fuerzas militares para combatir a los indígenas.
Aunque la mítica ciudad nunca fue encontrada, los alemanes sí explotaron las minas de oro de la zona, para lo que contaron con un gran número de mineros germanos. A ellos se unieron alrededor de 4000 esclavos africanos para que cultivaran la caña de azúcar.
Los españoles que residían en la zona no aceptaron el control alemán y los enfrentamientos se sucedieron. Finalmente, los Welser desistieron de mantener la colonia y el territorio se incorporó al Nuevo Reino de Granada.
Además de ese intento, también Brandeburgo-Prusia trató de establecer colonias en el Caribe, aunque con escaso éxito. Lo mismo intentó el II Reich, con la intención de restar poder a unos emergentes EE.UU.
Colonización italiana
Fue el Duque Fernando I de Médici quien organizó la única expedición italiana enviada al Nuevo Mundo para establecer una colonia. La travesía, que comenzó en 1608, tuvo como destino el norte de Brasil y estuvo comandada por un inglés, el capitán Thornton.
El primer viaje de Thornton tenía como objetivo llegar al Amazonas para preparar la expedición posterior. Sin embargo, cuando regresó a Italia, Fernando I había fallecido y su sucesor anuló el proyecto.
Más adelante, ya a comienzos del siglo XIX, muchos italianos se asentaron en Latinoamérica. No obstante, estas colonias no estaban bajo el gobierno de Italia, sino que se trataban de localidades fundadas por inmigrantes.
Colonización danesa
Dinamarca se unió con Noruega en 1535, país que había tenido algunas colonias en Groenlandia hasta principios del siglo XV. Tras esa unificación, los daneses reclamaron las antiguas posesiones noruegas en la isla norteamericana.
No fue hasta 1721 cuando Dinamarca fundó sus colonias en el suroeste de Groenlandia. Una de sus primeras medidas fue enviar misioneros para convertir a los habitantes de la isla al cristianismo.
Con el tiempo, toda la isla pasó a estar bajo su soberanía, situación que se mantiene al día de hoy, aunque los groenlandeses gozan de un amplio autogobierno.
Además de Groenlandia, Dinamarca también fundó algunas coloniales en las Islas Vírgenes. Para ello, a imagen de lo que hicieron otros países, creó una empresa privada comercial: la Compañía Danesa de las Indias Occidentales.
Mientras en Groenlandia la principal actividad económica era la pesca, en las Islas Vírgenes ese papel fue ocupado por la agricultura, más concretamente por el cultivo de la caña de azúcar. La necesidad de trabajadores provocó la llegada de un gran número de esclavos africanos, tantos que pronto supusieron la mayor parte de los habitantes.
En 1803 se abolió el comercio de esclavos y en 1848 se declaró ilegal poseerlos. Esto hizo que la economía de las islas entrara en crisis y que se produjera un descenso de la población. Finalmente, en 1917, Dinamarca vendió las islas a los Estados Unidos.
Colonización sueca
Suecia también estableció sus propias colonias en Norteamérica y en Caribe, aunque los colonos procedían de una zona del país que, actualmente, pertenece a Finlandia. Las posesiones suecas no fueron muy extensas y, en general, tuvieron una existencia corta.
Las primeras colonias fueron fundadas entre 1638 y 1655: Nueva Suecia y Nuevo Estocolmo, ambas en los actuales Estados Unidos. Sin embargo, muy pronto fueron conquistadas por los holandeses e integradas en los Nuevos Países Bajos.
Por otra parte, Suecia gobernó durante casi un siglo las islas de San Bartolomé y de Guadalupe, entre el siglo XVIII y el XIX. Las dos pasaron a manos francesas, que conserva su soberanía hasta la fecha.
Colonización rusa
El sur de Alaska, península que había sido descubierta por el ruso Ivan Fedorov en 1732, fue la zona en la que Rusia estableció sus principales colonias, a fines del siglo XVIII. En este caso, fueron más bien factorías en las que se trataban y preparaban las pieles para su venta.
Los rusos también tomaron el control del resto de Alaska y de las islas Aleutianas. Sus expediciones siguieron la costa noroeste del continente, hasta alcanzar el norte de California. Esto provocó que los españoles temieran un posible intento ruso por ocupar la zona, aunque esto no llegó a producirse.
Las duras condiciones climáticas de la zona controlada por Rusia fue una de las causas de que la población fuera bastante escasa. La mayoría de los habitantes eran indígenas convertidos al cristianismo por misioneros rusos.
Con el tiempo, el gobierno del Zar de Rusia consideró que mantener las posesiones en Alaska no era rentable para el país. Por ese motivo, y por la necesidad de financiación tras la Guerra de Crimea, negoció con los Estados Unidos la venta del territorio. Esta se produjo el 9 de abril de 1867 y el precio pagado por los estadounidenses fue de algo más de 7 millones de dólares.
Colonización noruega
Noruega, que había estado unida a Dinamarca hasta 1814, perdió todas sus colonias tras ser anexionada por Suecia. Sus posesiones pasaron entonces al Imperio danés.
Ya en el siglo XX, en 1905, Noruega se declaró independiente y fue entonces cuando intentó establecer algunas colonias en América.
La principal reclamación noruega fueron las Islas Sverdrup, pero acabaron bajo soberanía británica en 1930. Además, también reclamaron una isla de Groenlandia denominada Tierra de Erik el Rojo. Aunque reclamó su soberanía ante la Corte Internacional de Justicia, el tribunal acabó fallando en favor de Dinamarca.
Colonización hospitalaria
Los Caballeros de Malta habían participado de manera notable en la colonización llevada a cabo por los franceses. En Nueva Francia, por ejemplo, los miembros de esta orden, casi todos aristócratas, formaban un grupo muy importante. Esto hizo que se propusiera al Gran Maestre de la Orden establecer un priorato en Acadia, aunque la idea fue rechazada.
Una vez se produjo el cambio de Gran Maestre, el nuevo ocupante del cargo mostró más interés en la posibilidad de que la Orden estableciera sus propios dominios en América. Así, en 1651, los hospitalarios adquirieron San Cristóbal, San Bartolomé y San Martín.
Fue en San Cristóbal donde la Orden levantó una serie de fortificaciones, iglesias y un hospital que hicieron de la ciudad una de las más impresionantes de todo el Caribe. Sin embargo, fuera de la capital la situación era diferente.
San Bartolomé fue atacada por los indígenas caribes y todos los colonos fueron asesinados u obligados a huir. El gobierno envió a unos 100 hombres para poblar de nuevo el asentamiento. Otras zonas controladas por la Orden también sufrieron rebeliones y ataques.
Además de esta oposición indígena, en el seno de la Orden comenzó a aparecer cierta frustración ante la falta de beneficios obtenidos de sus colonias.
A comienzos de la década de 1660, los hospitalarios aún no habían pagado todo el préstamo que Francia le había concedido para comprar las islas y los dirigentes empezaron a debatir qué hacer con esas posesiones. Finalmente, en 1665, decidieron vender todos los territorios a la Compañía francesa de las Indias Occidentales.
Colonización curlandesa
No solo fueron los grandes países europeos los que trataron de establecer colonias en América. Algunas naciones más pequeñas también intentaron obtener territorios para poder aprovechar las riquezas del nuevo continente.
El más pequeño de estos países fue el Ducado de Curlandia, entonces un estado vasallo de la Confederación Polaco-Lituana. El promotor del proyecto colonizador fue el duque Jacob Kettler, quien se había convertido en un ferviente seguidor del mercantilismo durante sus viajes por Europa.
Gracias al buen gobierno de Kettler, Curlandia pudo construir una importante flota mercante, con sede en la actual Liepaja y en Ventspils, ambas el Letonia. Con esa flota, el ducado envió una expedición colonizadora a Tobago, fundando Nueva Curlandia. La colonia duró, en una primera etapa, entre 1654 y 1659 y, en una segunda, entre 1660 y 1689.
Consecuencias
Las consecuencias de la colonización europea de América fueron desde la muerte de numerosos indígenas hasta la sustitución de las culturas autóctonas por las de los colonizadores.
Por otra parte, supuso la aparición de las naciones que hoy configuran el continente y que fueron declarando su independencia a partir del siglo XVIII.
Muertes indígenas
Los indígenas que habitaban las zonas colonizadas por españoles y portugueses fueron los primeros en sufrir una gran mortandad. En su gran mayoría, la causa de las muertes fueron las enfermedades contagiosas llevadas por los conquistadores y colonos, ante las que los indígenas no habían desarrollado defensas.
Unido a las enfermedades, las guerras también jugaron un papel importante en el descenso de población indígena en el continente. Las condiciones de trabajo en las encomiendas, a pesar de las leyes promulgadas desde España, también provocaron fallecimientos por las malas condiciones de vida.
Por otra parte, las enfermedades también fueron responsables de una gran cantidad de muertes en los territorios dominados por los ingleses y los franceses. Sin embargo, tras la independencia de los Estados Unidos, el nuevo país emprendió una campaña de conquista de todas las tierras del oeste norteamericano durante la que causó enormes bajas a los nativos.
Esclavitud
La disminución de población indígena provocó que no hubiera suficientes trabajadores para explotar las riquezas americanas. La respuesta de los colonizadores fue llevar al continente a un gran número de esclavos capturados en África.
Estos esclavos no poseían ningún tipo de derecho y eran una posesión más de sus amos. En este sentido, su situación era bastante peor que la de los indígenas, que, al menos, tenían cierta protección por las leyes.
Expansión de la Iglesia Católica
Mientras que muchos colonos ingleses llegaron a América huyendo de las persecuciones religiosas y algunas de las Trece Colonias fueron muy tolerantes en el ámbito de la religión, en los territorios gobernados por los españoles se produjo una campaña de conversión forzosa al catolicismo.
Esto provocó que la Iglesia Católica fuera una de las instituciones más importantes durante la conquista y la colonización. El papa había concedido a la Corona española la exclusividad de la conversión de los indígenas y los misioneros y frailes fueron fundamentales para llevar a cabo lo que muchos historiadores denominan la “conquista espiritual”.
En el aspecto positivo, mucho de esos frailes se convirtieron en defensores de los pueblos indígenas y denunciaron los excesos que muchos colonos cometían.
Consecuencias culturales
Entre las consecuencias sociales y culturales de la colonización europea de América destaca la desapareció de numerosas lenguas autóctonas. Estas acabaron siendo reemplazadas por el idioma de los colonizadores, ya fueran españoles, portugueses o ingleses. Lo mismo ocurrió con otras manifestaciones culturales o con las creencias religiosas.
Consecuencias económicas
El impacto de la conquista y la colonización de América fue de tal magnitud que muchos historiadores consideran que se trató de la primera gran globalización. Las enormes riquezas que los países europeos obtuvieron fueron fundamentales para la aparición del comercio internacional.
Esta dinamización de la economía mundial se prolongó hasta después de la independencia de los países americanos. Estos se convirtieron en proveedores de materias primas para las naciones europeas, sustituyendo a los países asiáticos.
Entre los productos que llegaron a Europa desde América se encontraban el maíz, el tabaco, el tomate el cacao o la batata. Todos ellos jugaron un papel importante en la economía de las potencias colonizadoras.
Consecuencias políticas en Europa
Los europeos no solo establecieron colonias en América por las riquezas. También se estaba desarrollando un enfrentamiento para conseguir la hegemonía en el Viejo Continente. Las potencias más antiguas, como España, lograron formar un gran imperio, pero poco a poco fue perdiendo fuerza a favor de otras naciones como Inglaterra o Francia.
Referencias
- Rubino, Francisco. La colonización de América. Obtenido de claseshistoria.com
- Enciclopedia de Historia. Conquista de América. Obtenido de enciclopediadehistoria.com
- Elcacho, Joaquim. La colonización de América mató a 56 millones de indígenas y cambió el clima mundial. Obtenido de lavanguardia.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. American colonies. Obtenido de britannica.com
- Library Of Congress. Colonial America (1492-1763). Obtenido de americaslibrary.gov
- Minster, Christopher. The History of Latin America in the Colonial Era. Obtenido de thoughtco.com
- Khan Academy. French and Dutch exploration in the New World. Recuperado de khanacademy.org
- Encyclopedia of Western Colonialism since 1450. Empire in the Americas, Portuguese, Obtenido de encyclopedia.com