Historia

Mesopotamia: historia, ubicación, economía, religión, cultura


Mesopotamia es el nombre que recibe la zona de Oriente Próximo situada entre los ríos Eufrates y Tigris. De hecho, la propia palabra significa “entre dos ríos”. Esta región tiene una gran importancia histórica, ya que fue allí donde se comenzó a practicar la agricultura, se fundaron las primeras ciudades y aparecieron las primeras civilizaciones.

Los historiadores señalan que la civilización en Mesopotamia apareció sobre el año 5000 a.C., aunque algunos autores sostienen que fue en el 3500 a.C. Su territorio puede dividirse en dos regiones diferentes: la Alta Mesopotamia, habitada por los asirios, y la Baja Mesopotamia, donde residieron sumerios y caldeos.

La historia de Mesopotamia estuvo repleta de guerras entre las distintas civilizaciones que provocaron el auge y caída de los imperios que se crearon. La última invasión, llevada a cabo por los persas, es usada por los historiadores para señalar el declive de los pueblos de la zona.

Además de ser el lugar de origen de la civilización, en Mesopotamia aparecieron numerosas innovaciones, tanto técnicas como políticas. Entre las más destacadas se encuentran la rueda, el sistema de irrigación, los primeros compendios de leyes o la escritura.

Índice del artículo

Origen e historia

Los terrenos cercanos a los ríos Tigris y Eufrates eran muy propicios para el cultivo. Cada año los ríos se desbordaban y aumentaban la fertilidad de la tierra. Sin embargo, la región tenía un problema: la falta de lluvias. Eso provocó que la agricultura no pudiera empezar a practicarse hasta que los habitantes de la zona aprendieron a controlar el flujo del agua.

Aunque existen discrepancias sobre las fechas, los historiadores afirman que las primeras comunidades agrícolas se ubicaron en el norte de la región sobre el año 7000 a.C. Por su parte, en el sur no aparecieron hasta el 5500 a.C.

Sobre esa última fecha, los habitantes de Sumer, en el sur de Mesopotamia, comenzaron a construir canales de irrigación, diques y albercas. Gracias a estas infraestructuras pudieron cultivar multitud de productos y la población aumentó considerablemente.

Los historiadores han dividido la historia de Mesopotamia en cinco periodos, con cinco imperios diferentes: el Imperio Sumerio, el Acadio, el Babilónico, el Asirio y el Neobabilónico.

Período de El Obeid (5500-4000 a.C.)

Se sabe que los primeros asentamientos de este periodo se produjeron sobre el 5000 a.C. no obstante, su mayor esplendor llegó unos 500 años después.

En este periodo llegaron a la zona algunos pueblos nómadas procedentes de los montes Zagros. Los asentamientos aumentaron su tamaño y la organización social fue cambiando para adaptarse a la mayor población.

Una de las ciudades más importante en este periodo es la que le da nombre: el Obeid. Los restos encontrados prueban que las viviendas se construían con ladrillos de barro cocido.

Igualmente, en esta etapa ya se levantaron algunos edificios religiosos en el interior de las ciudades. Dada su forma de terrazas y su planta rectangular, los expertos afirman que fueron los antecedentes de los zigurats.

Otra de las características de este periodo fue el desarrollo de las técnicas de regadío, especialmente los canales de riego.

Los sumerios

La primera gran civilización mesopotámica fue la sumeria. Este pueblo fundó a partir del 3000 a.C. una serie de ciudades-estado, entre las que destacaron Uruk, Uma o Ur. Cada una de ellas estaba gobernada por un rey absoluto cuya legitimidad provenía de ser el vicario del dios protector de la localidad.

A pesar de la importancia de esta civilización y de que se han encontrado listas de sus reyes, lo cierto en que no se tienen demasiados datos sobre ellos.

Se sabe, por ejemplo, que su economía estaba basada en la agricultura y que fueron los primeros en usar la escritura cuneiforme. Además, se conoce que levantaron grandes templos religiosos.

Igualmente, las evidencias demuestran que la ciudad de Uruk expandió su cultura por todo el sur de Mesopotamia. Gracias a su influencia se construyeron más ciudades en otras zonas. Las frecuentes guerras provocaron que esas ciudades se dotaran de murallas defensivas.

El Imperio acadio

La prosperidad lograda por los sumerios hizo que diversas tribus nómadas llegaran a la región. Entre estos pueblos, de origen semita, se encontraban los árabes, hebreos y sirios. Las invasiones fueron constantes a partir del 2500 a.C. y pronto consiguieron arrebatar el predominio político a los sumerios.

Las oleadas migratorias llegaron al norte de Mesopotamia sobre el 3000 a.C. Como consecuencia se crearon grupos como los amorreos, entre los que se incluían a fenicios, hebreos, arameos y acadios, el pueblo semita que ganó más relevancia.

Los acadios, sobre el 1350 a.C., conquistaron la ciudad de Kiš. Después, liderados por Sargón, fundaron una nueva capital llamada Agadé y procedieron a conquistar el resto de las ciudades sumerias. Finalizada esta conquista, el Imperio acadio se convirtió en el primero de la historia.

La inestabilidad política en la zona afectó al imperio tras la muerte de Sargón. Sus sucesores, entre los que destacó debieron enfrentarse a muchas revueltas. A pesar de eso, el nieto de Sargón, Naram-Sin, logró extender sus dominios a costa de otras ciudades-estado.

Finalmente, las constantes rebeliones y la invasión de los gutis y amorreos provocaron que el imperio se deshiciera, sobre el 2220 a.C. Fueron los amorreos quienes pasaron a gobernar toda la región.

Renacimiento sumerio

Algunas ciudades-estado sumerias habían logrado resistir a los acadios. Entre ellas, Uruk, una de las más importantes.

De acuerdo a una tablilla conmemorativa, fue un rey de Uruk, llamado Utu-hegal, quien encabezó un breve renacimiento del poder sumerio. Sobre el 2100 a.C., el monarca derrotó a los gutis que se habían asentado en tierras de Sumer.

Otro rey sumerio, de la ciudad de Ur, derrotó a su vez a Utu-hegal. Esto permitió a Ur desbancar a Uruk como la ciudad con más poder en la región durante el denominado Renacimiento sumerio.

Al contrario de lo que había ocurrido anteriormente, los monarcas de Ur intentaron crear un poder sumerio centralizado, a imagen de lo que Sargón había hecho durante el imperio acadio. Además, comenzaron una campaña de conquista hasta que su territorio supero en extensión al que habían controlado los acadios.

Esta etapa terminó sobre en 2003 a.C., cuando conquistadores amorreos procedentes de Arabia derrotaron a los sumerios.

Babilonios y asirios

Cuando Ur perdió su hegemonía, la región vivió un ascenso gradual de varias dinastías amorritas en casi todas las ciudades. Varias de ellas se disputaron la primacía durante las décadas siguientes. Los enfrentamientos e invasiones fueron constantes.

En el norte de Mesopotamia aparecieron varios estados fuertes, posiblemente impulsados por el comercio con Anatolia. Entre esos estados destacó Asiria, que logró expandirse hasta llegar al Mediterráneo.

El Imperio paleobabilónico

La llegada de Hammurabi al trono de la entonces poco importante Babilonia se produjo en 1792 a.C. El monarca comenzó una estrategia para extender sus dominios que comenzó con un enfrentamiento con Ur.

Después de derrotar a varios de los reinos vecinos y a una coalición formada por las ciudades de la ribera del Tigris, Hammurabi se proclamó Acad de Sumeria, un título surgido en el periodo de Sargón y que era utilizado para recalcar el control sobre toda Mesopotamia.

La expansión del reino continuó en los años siguientes, hasta que, en 1753, la completó anexionándose Asiria y Eshnunna, en el norte de Mesopotamia.

La labor de Hammurabi llevó a que su figura fuera mitificada. Además de sus triunfos militares, fue el responsable de realizar grandes infraestructuras y de elaborar el primer código de leyes de la humanidad.

Tras el fallecimiento del monarca, en 1750 a.C., su hijo Samsu-iluna ocupó el trono. A partir de ese momento, el reino comenzó a ser atacado por una tribu nómada, los casitas. Estos intentos de invasión se prolongaron durante el siglo XVII a.C., lo que desgastó al imperio.

Finalmente, el monarca hitita Mursili I acabó con la resistencia babilónica y los casitas se hicieron con la región.

Asirios

Sobre el 1250 a.C., los asirios se hicieron con el control de todo el norte de Mesopotamia. Este pueblo se organizó en ciudades-estado, con una monarquía muy centrada en las dos capitales de la región: Nínive y Assur.

Antes de que eso ocurriera, los asirios habían logrado una posición dominante en la actividad comercial con la Anatolia. En esa península establecieron algunos puertos comerciales que usaban para transportar oro, plata y bronce.

Los asirios, que habían estado bajo dominio de otros imperios antes de establecer su propio reino, eran también grandes guerreros, con fama de muy violentos. Su dominio de la forja del hierro les dotó, además de mejores armas.

Uno de sus momentos de mayor esplendor fue durante el reinado de Tiglatpileser I (1115-1077 a.C.). Este rey derrotó a Nabucodonosor I en Babilonia y extendió sus dominios hasta el Mediterráneo. No obstante, su fortaleza decayó en el siglo siguiente.

Imperio neobabilónico

Otro pueblo semita, los caldeos, fue el responsable de que Babilonia recuperara su poder. Fue el rey Nabopolasar, al final del siglo VII, quien refundó la ciudad. Su hijo, Nabucodonosor II heredó el trono y se convirtió en uno de los gobernantes más importantes de toda la historia de Mesopotamia.

Gracias a sus políticas y a las conquistas que realizó, su imperio se extendió desde Mesopotamia hasta Siria y la costa del mar Mediterráneo.

Invasión persa

Este renacimiento de Babilonia se prolongó hasta el año 539 a.C., cuando el rey persa Ciro conquistó la ciudad y estableció su dominio en todo el territorio de Mesopotamia.

Ubicación geográfica y temporal

Mesopotamia, como indica su propio nombre, está situada entre los ríos Tigris y Eufrates, en Oriente Próximo.

Geográficamente se encuentra al norte de la península arábiga. El territorio que albergó las primeras civilizaciones limita al este con Irán, al norte con Anatolia y al oeste con Siria.

Ubicación temporal

Algunos autores afirman que la civilización en Mesopotamia nació en torno al 3500 a. C. Otros, en cambio, señalan que se produjo antes, sobre el 5000 a. C.

Por otra parte, la invasión por parte de los persas se utiliza para marcar el final de sus civilizaciones más importantes.

Economía de Mesopotamia

Muchos expertos consideran que la economía propiamente dicha nació en Mesopotamia. El motivo de esta afirmación es que, por primera vez, tenían en cuenta la situación económica a la hora de organizarse.

Hay que tener en cuenta que las circunstancias económicas variaron durante los más de cuatro mil años de historia de sus civilizaciones. Además, estas actividades se desarrollaron en un contexto de continuas guerras e invasiones. No obstante, sí existieron algunas facetas de su economía que se mantuvieron con el tiempo.

Agricultura

La situación geográfica de Mesopotamia, entre el Tigris y el Eufrates, convirtió a la agricultura en su principal actividad económica.

Sin embargo, la falta de lluvia dificultaba mucho los cultivos en las tierras alejadas de las cuencas de los ríos. Por ese motivo, los habitantes de la región debieron construir un eficiente sistema de riego que llevara el agua a sus tierras.

Además de las innovaciones técnicas para mejorar el riego, los mesopotámicos fueron los inventores de la rueda y el arado. Con el uso de ambos elementos, pudieron labrar la tierra de manera más sencilla.

Entre los productos más habituales se encontraban los cereales (cebada, trigo, centeno o sésamo), los olivos, las palmeras datileras o las uvas.

Comercio

En un primer momento, todo lo que se producía era destinado al consumo interno. Con el tiempo comenzaron a existir excedentes que pudieron utilizarse para comerciar.

Por otra parte, los artesanos también elaboraban artículos que podían destinarse al comercio, como recipientes para comer, herramientas, adornos o pesas para los telares.

Los sumerios establecieron rutas comerciales que alcanzaron lugares lejanos para la época. Así, se sabe que llegaron a Anatolia, Siria y la India. Normalmente, intercambiaban los productos producidos en Mesopotamia por materias primas, como madera, piedra o metales.

Metalurgia

Metales como el cobre o el bronce comenzaron muy pronto a ser utilizados en Mesopotamia. La mayoría de las veces, esos metales eran destinados a fabricar armas más resistentes. Igualmente, también se usaban para fabricar herramientas de trabajo.

El bronce comenzó a ser más común sobre el 3500 a.C. Esta aleación de cobre y estaño era más resistente que otros materiales y fue utilizado para herramientas, armas o adornos. Otro uso de esta aleación que mejoró mucho la vida de la región fue como material para fabricar hojas de metal para los arados que arrastraban los bueyes.

Religión

Las diferentes civilizaciones que se establecieron en Mesopotamia tenían sus propios dioses y creencias. Un aspecto común era que todas las religiones eran politeístas.

Características de los dioses 

Como se ha señalado, las distintas religiones en Mesopotamia eran politeístas. Esto significa que adoraban a una gran variedad de dioses.

Al igual que en la mitología griega, los dioses mesopotámicos tenían un aspecto y un comportamiento totalmente humano. Así, comían, se casaban, luchaban entre ellos o tenían hijos. Sin embargo, a diferencia de los hombres, estas deidades eran inmortales y tenían grandes poderes.

En general, los habitantes de Mesopotamia temían a sus dioses. Estos eran muy vengativos y no dudaban en ser crueles sin los humanos lo obedecían. Ni siquiera los reyes estaban libres de ser castigados, por lo que siempre consultaban a los oráculos para comprobar si las deidades aprobaban sus decisiones.

Principales dioses

El panteón de dioses en Mesopotamia era totalmente jerárquico. De esta forma, existían algunas deidades principales y otras menores.

Los dioses sumerios más importantes eran Enlil (dios del agua), Enki (dios de la tierra) y Aun (dios del cielo). Tras la invasión de los pueblos semitas, esta triada fue cambiada por Ishtar (diosa de la guerra, de la fertilidad y del amor), Sin (dios de la luna) y Shamash (deidad de los astros y el Sol).

El dominio de Babilonia, en el II milenio a.C., provocó más cambios religiosos. Marduk, dios de la ciudad, fue aumentando en importancia y terminó convirtiéndose en el dios principal.

Sacerdotes

La importancia de la religión hizo que los sacerdotes fueran una de las clases con más poder. Su labor era realizar los ritos correspondientes cada día y encargarse de organizar las fiestas religiosas. Los sacerdotes, hombres y mujeres, eran siempre de familias de clase alta.

Las religiones de los habitantes de Mesopotamia incluían la magia entre sus creencias. Por ese motivo, pensaban que los sacerdotes tenían ciertos poderes que les permitían, por ejemplo, realizar exorcismos.

Otro factor importante en la religión mesopotámica a partir del III milenio a.C. era la existencia de la prostitución sagrada. Está estaba relacionada con el culto a Ishtar.

Los fieles pagaba a una sacerdotisa para tener relaciones sexuales con ella y, de esta manera, honrar a la diosa. Las mujeres que ocupaban esos puestos de sacerdotisas estaban socialmente muy bien vistas.

Cultura mesopotámica

Como sucedió en la economía o en la política, Mesopotamia fue la cuna de numerosas aportaciones en el ámbito de la cultura. La más importante, posiblemente, fue el desarrollo de la escritura.

Literatura

En un primer momento, la escritura solo se utilizaba en documentos oficiales, especialmente para llevar las cuentas. Más adelante, comenzó a usarse para dejar reflejados acontecimientos, historias, leyendas o catástrofes.

Esto representó el nacimiento de la literatura escrita que, en un principio, se centró en aspectos religiosos.

Así, los sumerios escribieron sobre tres grandes temas:

  • Los himnos, que eran textos para honrar a los dioses.
  • Los reyes o las ciudades, mitos en los que se relataban las historias protagonizadas por los dioses.
  • Lamentaciones, que dejaban constancia de cualquier hecho catastrófico y lo achacaban al enfado de los dioses.

Los sumerios comenzaron a escribir un tipo de poema dialogado, además de recopilaciones de proverbios.

Escultura

La escultura mesopotámica tenía como temática principal a sus dioses y gobernantes. Cada obra estaba perfectamente individualizada y muchas veces incluía el nombre del personaje representado.

Las técnicas más utilizadas fueron el relieve, tanto monumental como parietal, la estela, los ladrillos esmaltados y el sello. Estos últimos permitían desarrollar una historia completa en ellos.

Al representar a seres humanos, los artistas no buscaban una proporción perfecta. La cabeza y el rostro no mantenían las proporciones, en una técnica llamada realismo conceptual. Los cuerpos, por otra parte, eran totalmente simétricos.

Otra temática recurrente fue la representación de grandes toros. En este caso, los escultores optaban por el realismo. Esos animales eran considerados genios protectores en la región.

Organización política y social

Aunque existieron varias civilizaciones en la zona, la organización política mantuvo algunas características comunes. Así, la monarquía absoluta fue la forma de gobierno en todos los territorios. La legitimidad de los reyes provenía de los dioses, ya que eran considerados sus descendientes.

Guerras

En un primer momento, los habitantes de Mesopotamia se organizaron en ciudades-estado independientes. Las guerras entre ellas fueron muy frecuentes, ya que todas buscaban aumentar su poder y territorio. Sin embargo, durante el periodo sumerio no llegó a producirse ninguna unificación importante.

Fue el Imperio acadio el que logró unificar un territorio bajo un mismo rey. Por primera vez, el poder estaba concentrado y los gobernantes crearon dinastías.

A pesar de ese logro, el imperio no tuvo una duración demasiado larga. Los babilonios conquistaron su territorio y establecieron su propia unidad política.

Estructura del gobierno

Como se ha señalado, el rey acumulaba todo el poder en la política de Mesopotamia. En la mayoría de los casos, se creía que el monarca había descendido directamente de la Ciudad de los Dioses.

Entre los títulos que los reyes se daban a si mismos destacaron los de “rey del universo” o “gran rey”. Igualmente, también fue relativamente frecuente la denominación de “pastor”, ya que se suponía que debían guiar a su pueblo.

Tres de los monarcas más importantes fueron Sargón el Grande, Gilgamesh y Hammurabi. La sucesión en el trono recaía en el primer hijo varón.

Por debajo del rey, en la estricta jerarquía social, se encontraban los sumos sacerdotes, los escribanos, los militares, los comerciantes, los llamados comunes y, por último, los esclavos.

Aportes de la cultura mesopotámica

Las distintas civilizaciones que dominaron Mesopotamia aportaron una gran cantidad de novedades técnicas, sociales y políticas.

Agricultura

La primera de esas aportaciones fue la agricultura. La importancia histórica de poder controlar los cultivos fue enorme, ya que propició que el ser humano se volviera sedentario, construyera ciudades y que, en definitiva, aparecieran las primeras civilizaciones.

Junto al desarrollo de la agricultura, los mesopotámicos también aprendieron a domesticar animales, con lo que se creó la ganadería

Escritura

Los historiadores afirman que la escritura apareció sobre el 3300 a.C. en Mesopotamia. Los primeros textos eran registros de carácter comercial y listas de productos agrícolas destinados a ser entregados a los templos.

Los escribas, encargados de redactar esos textos, usaban una herramienta acabada en punta para escribir en tablillas de arcilla.

Con el tiempo, el sistema fue evolucionando y haciéndose más complejo. Así, la información que se dejaba por escrito se fue ampliando.

Ese primer sistema de escritura utilizaba signos (pictogramas). Se trataba de representar con dibujos a los objetos reales. Después de 500 años, esos signos fueron haciéndose más complejos para representar ideas abstractas.

Igualmente, los pictogramas fueron dejando paso a símbolos fonéticos, que representaban los sonidos.

Igualdad de derechos entre hombres y mujeres

Aunque la sociedad mesopotámica era totalmente jerárquica, sus leyes consagraron la igualdad entre hombres y mujeres en muchos aspectos.

Entre los derechos más importantes otorgados a las mujeres, en igualdad a los hombres, se encontraban sus derechos a ser propietarias de las tierras, a solicitar y obtener el divorcio, a ser comerciantes o a fundar sus propios negocios.

Leyes

Otra de las aportaciones importantes aparecidas en Mesopotamia fueron los códigos legales. Estos estaban basados en las decisiones tomadas por los diferentes reyes.

Las investigaciones arqueológicas han permitido encontrar vestigios de varios de esos códigos. Entre ellos destacaron los de Urukagina, Lipit Ishtar y, sobre todo, el de Hammurabi.

Este último código está considerado como el mejor ejemplo de la labor legislativa de la época. El rey Hammurabi ordenó dejar constancia escrita de más de 200 leyes aplicables a todo el territorio que gobernaba.

Tecnología e innovaciones

La base de los avances tecnológicos realizados en Mesopotamia fue su dominio del fuego. Esto se tradujo en una gran mejora en la capacidad técnicas de los hornos, que permitió conseguir yeso y cal.

Estos dos materiales fueron utilizados para recubrir los recipientes de madera que se ponían directamente en los hornos. Se trata de una técnica denominada vajilla blanca y que está considerada como predecesora de la cerámica.

Los restos encontrados en los yacimientos de Beidha permite afirmar que esa técnica data, al menos, del IX milenio a. C. Desde allí se extendió al norte y al resto del territorio. Entre el 5600 y el 3600 a.C., ya se utilizaba en toda Mesopotamia.

Aparición de la metalurgia

Los arqueólogos han encontrado algunos pequeños objetos metálicos fabricados por el hombre que datan del VI milenio a.C. Sin embargo, no fue hasta mediados del III milenio a.C. Cuando los hornos mejoraron lo suficiente para generalizar el uso de metales y la aparición de la metalurgia.

Los yacimientos arqueológicos del III milenio a.C. contienen numerosos objetos metálicos cuya composición demuestra que fueron elaborados mediante la fundición y no mediante el tallado. Además, comienzan a aparecer algunos fabricados con aleaciones.

El primer metal obtenido mediante la aleación fue el bronce, que acabó sustituyendo al cobre como material principal de las herramientas y armas. Sus ventajas eran su mayor resistencia y dureza, lo que otorgó grandes ventajas a las civilizaciones que lo trabajaban.

El siguiente paso en la evolución de la metalurgia se produjo entre el 1200 y el 1000 a.C.: el uso del hierro. Hasta ese momento se había tratado de un material muy escaso, con un coste similar al del oro. Las nuevas técnicas de extracción y de fundición permitieron que su uso fuera mucho más frecuente.

Las armas y herramientas de hierro, con su mayor dureza, fueron factores fundamentales en la evolución de las sociedades, así como en las guerras entre las diferentes civilizaciones.

La rueda

La rueda fue otro de los inventos que se atribuye a los mesopotámicos. En un primer momento, este objeto se utilizó en la agricultura, mejorando el arado de las tierras.

Más adelante, también empezó a usarse en los transportes. El arqueólogo Sir Leonard Woolley encontró en 1922 un vehículo compuesto por dos vagones de cuatro ruedas. Este transporte, hallado en la ciudad de Ur, está considerado como uno de los más antiguos de los que se tiene noticia.

Irrigación

Como se ha señalado, la fertilidad de las tierras de cultivo en Mesopotamia se limitaba a las cuencas de los ríos. La falta de lluvias, especialmente en el sur, provocaba que en verano la tierra se secara y que las cosechas fueran muy escasas.

Los habitantes de Mesopotamia tuvieron que buscar sistemas para transportar el agua desde los ríos hasta las tierras de cultivo alejadas. Para ello construyeron los primeros sistemas de irrigación. Los más antiguos y básicos eran canales que conducían el líquido desde su origen hasta los terrenos agrícolas para poder regarlos.

Declive

La última etapa de esplendor de las civilizaciones mesopotámicas tuvo lugar durante el Imperio Neobabilónico, especialmente durante el reinado de Nabucodonosor II.

Este renacimiento babilónico duró, aproximadamente, un siglo. Después, su civilización sucumbio ante el empuje de los persas comandados por Ciro el Grande.

Invasión de los persas

El fin del dominio babilónico fue causado por varios factores, tanto externos como internos. Entre estos últimos destacó la oposición del pueblo al monarca Nabonido, hijo de una sacerdotisa asiria y que llegó al poder tras derrocar al rey legítimo.

El poderoso clero también se posicionó en contra de Nabonido. Este había eliminado el culto al dios Marduk y establecido uno nuevo dedicado a Sin, el dios de la luna.

Por otra parte, Ciro el Grande, regente del Imperio aqueménida, había conquistado un enorme territorio al este de Mesopotamia. En todo el Oriente Próximo, solo el Imperio neobabilónico mantenía su independencia y controlaba Mesopotamia, Siria, Judea, partes de Arabia y Fenicia.

Por último, Ciro afirmaba que era el sucesor legítimo de los antiguos monarcas babilónicos. Con el tiempo, su popularidad en la propia Babilonia fue mayor que la de Nabonido.

Caída de Babilonia

Ciro el Grande invadió finalmente Babilonia en el 539 a.C. Los documentos que relatan la conquista son contradictorios entre sí, ya que algunos señalan que la ciudad fue sitiada y otros que ni siquiera pudo presentar resistencia y fue conquistada sin necesidad de luchar.

El único dato común que los historiadores han podido extraer es que Ciro ordenó desviar las aguas del río Eufrates para poder cruzarlo sin problema. Tras esto, sus tropas entraron en Babilonia en una noche en la que se celebraba una festividad. La ciudad fue tomada sin batalla.

Temas de interés

Dioses de Mesopotamia.

Gobernantes de Mesopotamia.

Aportes de Mesopotamia.

Ciudades principales.

Actividades económicas de Mesopotamia.

Referencias

  1. Historia Universal. La Antigua Mesopotamia. Obtenido de mihistoriauniversal.com
  2. Portal Educativo. Mesopotamia. Obtenido de portaleducativo.net
  3. Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Mesopotamia. Obtenido de hiru.eus
  4. History.com Editors. Mesopotamia. Obtenido de history.com
  5. Khan Academy. Ancient Mesopotamian civilizations. Obtenido de khanacademy.org
  6. Dietz O. Edzard, Richard N. Frye, Wolfram Th. von Soden. History of Mesopotamia. Obtenido de britannica.com
  7. Young, Sarah P. Ancient Mesopotamia and the Rise of Civilisation. Obtenido de ancient-origins.net
  8. Nelson, Ken. History: Ancient Mesopotamia for Kids. Obtenido de ducksters.com