Carlos Pellicer Cámara: biografía, estilo, obras, frases
Carlos Pellicer Cámara (1897-1977) fue un destacado escritor, poeta, político y museógrafo mexicano. Está considerado como uno de los literatos más originales, creativos y profundos de mediados del siglo XX. Su obra estuvo enmarcada dentro de las corrientes del vanguardismo y el modernismo.
Los escritos del autor se caracterizaron por el empleo de un lenguaje bien elaborado, preciso e intenso. Sus letras estuvieron cargadas de recursos metafóricos y las orientó hacia la naturaleza. Pellicer formó parte de “Los Contemporáneos”, un grupo de jóvenes que se encargó de difundir literatura moderna en México.
La obra de Carlos Pellicer es amplia, el escritor abarcó especialmente la poesía. Algunos de los títulos de mayor renombre fueron Piedra de sacrificios, Camino, Estrofas al mar marino, Discurso por las flores y Con palabras y fuego. También un prominente profesor y catedrático.
Índice del artículo
Carlos nació el 16 de enero de 1897 en San Juan Bautista (actualmente Villahermosa), Tabasco, provino de una familia culta y de clase media. Su padre fue un farmacéutico llamado Carlos Pellicer Marchena y su madre fue Deifilia Cámara. Su infancia estuvo marcada por las enseñanzas de su madre.
Pellicer aprendió a leer gracias a la dedicación de su madre, fue precisamente ella quien lo acercó a la poesía. Su educación primaria transcurrió en la institución Daría González, de su ciudad natal. En 1909 se mudó con su madre a Campeche, y allí cursó la secundaria.
Un tiempo después ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria y por su liderazgo juvenil el gobierno de Venustiano Carranza lo envió a estudiar a Bogotá, Colombia. En esa época visitó a Venezuela y realizó un informe sobre la dictadura de Juan Vicente Gómez.
La crítica de Pellicer al mandatario venezolano despertó en el escritor José Vasconcelos el interés de conocerlo. Fue así como comenzó a trabajar como su asistente y poco después en la Universidad Nacional Autónoma de México. Además el poeta dictó clases de castellano en la Escuela Nacional Preparatoria.
En 1918 participó en la creación de la revista San-Ev-Ank y formó parte del plan de alfabetización ideado por Vasconcelos desde la Secretaría de Educación Pública. Tres años después publicó su primer libro Colores en el mar y otros poemas.
A mediados de los años veinte Pellicer se fue a París a cursar estudios de museografía en la Universidad de la Sorbona, esto gracias a una beca. Luego de estar tres años en Europa regresó a su país, y apoyó la candidatura a la presidencia de Vasconcelos. En 1929 lo metieron preso por ser “vasconcelista”.
Después de haber salido de la cárcel, Carlos se refugió en la escritura y económicamente atravesó un mal momento. A comienzos de los treinta la vida le volvió a sonreír luego de publicar su libro Cinco poemas. Después comenzó a ejercer como profesor en la Escuela Secundaria Nº 4.
La curiosidad condujo al escritor al teatro. En 1932 se incorporó a las puestas en escena del Teatro Orientación, pero su actuación fue pésima. Después de su breve paso por las tablas sacó a la luz Esquemas para una oda tropical. En ese tiempo compaginó la enseñanza con la escritura.
Carlos Pellicer se destacó por su impecable labor como museólogo, desde su juventud se sintió atraído por la historia y la arqueología. Se encargó durante mucho tiempo de rescatar objetos que se habían perdido durante el proceso de colonización y se dedicó a establecer museos.
Fue precisamente esta pasión la que lo condujo a dejar de lado sus más de veinte años de enseñanza. A mediados de los años cincuenta se dedicó por casi dos años a reorganizar y diseñar el museo de Tabasco, el resultado fue exitoso. Tiempo después le honraron al ponerle a la galería su nombre.
Pellicer pasó los últimos años de su vida enfocado en la escritura y en la organización de museos. De aquella época fueron las publicaciones: Noticias sobre Nezahualcóyotl y Cuerdas, percusión y aliento. El 1 de septiembre de 1976 fue electo senador al Congreso por el Partido Revolucionario Institucional.
El escritor falleció el 16 de febrero de 1977 en Ciudad de México, tenía ochenta años de edad. Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres de la capital mexicana. Ha sido homenajeado en varias ocasiones. Museos, escuelas, bibliotecas, calles y avenidas llevan su nombre.
La obra literaria de Carlos Pellicer fue desarrollada dentro de las filas del modernismo y el vanguardismo. Se caracterizó por el uso de un lenguaje estructurado, preciso y expresivo, su principal recurso literario fue la metáfora. Fue un poeta que le escribió a la naturaleza y el mundo.
– Colores en el mar y otros poemas (1921).
– Piedra de sacrificios (1924).
– Seis, siete poemas (1924).
– Oda de junio (1924).
– Hora y 20 (1927).
– Camino (1929).
– Cinco poemas (1931).
– Esquemas para una oda tropical (1933).
– Estrofas al mar marino (1934).
– Hora de junio (1937).
– Ara virginum (1940).
– Recinto y otras imágenes (1941).
– Exágonos (1941).
– Discurso por las flores (1946).
– Subordinaciones (1949).
– Sonetos (1950).
– Práctica de vuelo (1956).
– El trato con escritores (1961).
– Material poético 1918-1961 (1962).
– Dos poemas (1962).
– Con palabras y fuego (1962).
– Teotihuacán y 13 de agosto: ruina de Tenochitlán (1965).
– Bolívar, ensayo de biografía popular (1966).
– Noticias sobre Nezahualcóyotl y algunos sentimientos(1972).
– Cuerdas, percusión y alientos (1976).
– Cosillas para el nacimiento (1978).
– Obra poética (1981).
– Cartas desde Italia (1985).
– Cuaderno de viaje (1987).
Colores en el mar y otros poemas (1921)
Fue el primer libro de poemas de este autor, cuyos versos fueron publicados en un principio en algunos medios impresos. La obra fue inspirada en la naturaleza de su natal Tabasco y de Campeche. A través de un lenguaje sensible y expresivo realizó una intensa descripción del mar.
Fragmento
“Lanzó el mar al gran grito de la aurora
y fue desmantelándose lo mismo que un navío.
Yo dilaté mi espíritu, reverdecí, y en toda
la playa hubo un encante de espumas y de bríos.
Nuevas decoraciones vio el mundo. La mañana
me devolvió mis dulces manzanas. En la flor
del alba, dispersé la Rosa de los Vientos:
Al Norte, al Sur, al Este y al Oeste el amor.
… Planté en la playa el noble palmar de tu recuerdo;
te erigí el obelisco de mi blanca lealtad.
Debajo de las palmas y enfrente del desierto
me consagré a la aurora de tu inmortalidad”.
Piedra de sacrificios (1924)
Fue la segunda publicación de Pellicer, y estuvo enmarcada dentro de una literatura innovadora. La obra trató acerca del mundo natural, pero en esta ocasión fue sobre la percepción que un piloto tuvo de América. El escritor se inspiró en los viajes que realizó a Venezuela y Colombia en sus años de juventud.
Fragmento
“América mía,
te palpo en el mapa de relieve
que está sobre mi mesa predilecta.
¡Qué cosas te diría
si yo fuese tu Profeta!
Aprieta con toda mi mano
tu armónica geografía.
Mis dedos acarician tus Andes
con una infantil idolatría.
Te conozco toda:
mi corazón ha sido como una alcancía
en la que he echado tus ciudades
como la moneda de todos los días.
… Tú eres el tesoro
que un alma genial dejó para mis alegrías.
Tanto como te adoro lo saben solamente
las altísimas noches que he llenado contigo.
Vivo mi juventud en noviazgo impaciente
como el buen labrador esperando su trigo…”.
Hora y 20 (1927)
Esta obra de Carlos Pellicer fue concebida durante su estancia en Europa. Los poemas fueron el resultaron de las observaciones que realizó tanto de la naturaleza como de los museos en Grecia, Medio Oriente e Italia. Fue un libro ameno, lleno de expresividad y modernismo literario.
Fragmento
“Los grupos de palomas,
notas, claves, silencios, alteraciones,
modifican el ritmo de la loma.
La que se sabe tornasol afina
las ruedas luminosas de su cuello
con mirar hacia atrás a su vecina.
Le da al sol la mirada
y escurre en una sola pincelada
plan de vuelos a nubes campesinas.
La gris es una joven extranjera
cuyas ropas de viaje
dan aire de sorpresas al paisaje.
Hay una casi negra
que bebe astillas de agua en una piedra.
Después se pule el pico,
mira sus uñas, ve las de las otras,
abre una ala y la cierra, tira un brinco
y se para debajo de las rosas …”.
Con palabras y fuego (1962)
En esta obra poética el escritor honró la memoria y las hazañas del personaje indígena Cuauhtémoc. Los versos están cargados de reconocimiento, sentimientos y heroicidad. Pellicer reconfirmó con este poema su pasión por la historia y la conservación de la cultura mexicana.
Fragmento de Exágonos (1941)
“Tengo la juventud, la vida
inmortal de la vida.
Junta, amiga mía, tu copa de oro
a mi copa de plata. ¡Venza y ría
la juventud! Suba los tonos
a la dulzura de la dulce lira.
¡La poesía!
Está toda ella en las manos de Einstein.
Pero aún puedo rezar el Ave María
reclinado en el pecho de mi madre.
Aún puedo divertirme con el gato y la música.
Se puede pasar la tarde.
… El buque ha chocado con la luna.
Nuestros equipajes, de pronto se iluminaron.
Todos hablábamos en verso
y nos referíamos los hechos más ocultados.
Pero la luna se fue a pique
a pesar de nuestros esfuerzos románticos”.
Fragmento de Práctica de vuelo (1956)
“He pasado la vida con los ojos
en las manos y el habla en paladeo
de color y volumen y florero
de todos los jardines en manojos.
¡Con cuánta agilidad robé cerrojos!
No conoció la lengua titubeo;
y después de geográfico cateo
amoraté el azul desde los altos rojos.
… Sin mi sombra a mi cuerpo corresponde
es que el silencio aconteció entre ruidos
y ha sabido saber cómo y a dónde”.
Fragmento de “Nocturno a mi madre”
“Hace un momento,
mi madre y yo dejamos de rezar.
Entré en mi alcoba y abrí la ventana.
La noche se movió profundamente llena de soledad.
El cielo cae sobre el jardín oscuro
y el viento busca entre los árboles
la estrella escondida de la oscuridad.
Huele la noche a ventanas abiertas
y todo cerca de mí tiene ganas de hablar.
Nunca he estado más cerca de mí que esta noche:
las islas de mis ausencias me han sacado del fondo
del mar.
… Mi madre se llama Deifilia,
que quiere decir hija de Dios flor de toda verdad.
Estoy pensando en ella con tal fuerza
que siento el oleaje de su sangre en mi sangre
y en sus ojos su luminosidad.
Mi madre es alegre y adora el campo y la
lluvia,
y el complicado orden de la ciudad.
Tiene el cabello blanco, y la gracia con que
camina
dice de su salud y de su agilidad…”.
– “El poema es la declaración pasional más grande que un hombre puede hacer a un héroe: la admiración más rendida en medio de una tristeza que hubiera querido ser grandiosa”.
– “Las cosas por sí mismas manejan su propia retórica y su elocuencia es su patrimonio intrínseco”.
– “Nada nos hiere tanto como hallar una flor sepultada en las páginas de un libro. La lectura calla; y en nuestros ojos, lo triste del amor humedece la flor de una antigua ternura”.
– “Sin la ausencia presente de un pañuelo se van los días en pobres manojos. Mi voluntad de ser no tiene cielo”.
– “Yo leía poemas y tú estabas tan cerca de mi voz que poesía era nuestra unidad y el verso apenas la pulsación remota de la carne”.
– “Tú eres más mis ojos porque ves lo que en mis ojos llevo de tu vida. Y así camino ciego de mí mismo iluminado por mis ojos que arden con el fuego de ti”.
– “Toda en mis ojos brilla la desnudez de tu presencia”.
– “Yo no sé caminar sino hacia ti, por el camino suave de mirarte”.
– “Apenas te conozco y ya me digo: ¿Nunca sabrá que su persona exalta todo lo que hay en mí de sangre y fuego?”.
– “Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos”.
- Carlos Pellicer Cámara. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
- Carlos Pellicer. (2018). México: Enciclopedia de la Literatura en México. Recuperado de: elem.mx.
- Tamaro, E. (2019). Carlos Pellicer. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
- Carlos Pellicer. (S. f.). Cuba: Ecu Red. Recuperado de: ecured.cu.
- Carlos Pellicer Cámara. (S. f.). (N/a): Isliada. Recuperado de: isliada.org.