Equisetum arvense: características, hábitat, propiedades, cultivo
Equisetum arvense, o cola de caballo, es una planta vivaz con un rizoma rastrero perteneciente a la familia Equisetaceae. Es una de las especies más antiguas del planeta, descendiente de las primeras plantas que habitaban durante el periodo carbonífero de la prehistoria.
Su aspecto y forma de reproducción es un reflejo las primeras plantas sin flores y su relación primitiva con el medio ambiente. Su nombre especifico Equisetum deriva de «equus» que es caballo y «sacta» que es cerda, así como arvense que significa «campo», relacionado con su hábitat.
Esta especie se caracteriza por sus dos diferentes formas de crecimiento en el transcurso de un año. Entre marzo-abril se forman los tallos fértiles de color pardo rojizo con esporangios terminales que liberan esporas verdosas.
Posteriormente, entre mayo-junio aparecen los tallos estériles de color verde, con hojas modificadas en escamas y numerosas ramificaciones inclinadas o erguidas. En Equisetum arvense estos tallos estériles son fácilmente reconocibles debido a su superficie plegada como consecuencia del alto contenido de ácido silícico disuelto o cristalizado.
Tradicionalmente sus cenizas se han empleado como producto de limpieza para pulir utensilios de metal debido a su alto contenido de silicio. Asimismo, su uso en medicina popular desde la antigüedad está sustentado por la presencia de diversos principios activos.
Su aplicación como planta medicinal incluye efecto antiinflamatorio, astringente, diurético, remineralizante, antidiabético, hipertensivo y se utiliza contra la arteriosclerosis. Además, es cicatrizante, tonificante, febrífuga, alivia problemas bronquiales y pulmonares, y es altamente efectivo para el tratamiento de la tuberculosis pulmonar.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Taxonomía
- 3 Hábitat y distribución
- 4 Propiedades medicinales
- 5 Uso alimenticio
- 6 Cultivo
- 7 Referencias
Equisetum arvense es una pequeña planta arbustiva perenne de tallo rizomatoso, con una morfología claramente distinguible en dos partes. Por una parte, el sistema radicular ampliamente ramificado y extenso, y por la otra la parte aérea, constituida por tallos estériles y fértiles.
El sistema radicular está constituido por rizomas largos y articulados, con abundantes raíces adventicias de las que brotan pequeños nódulos. Estos nódulos son cuerpos tuberosos de color oscuro que actúan como estructuras de reservas nutritivas y sirven como medio de reproducción vegetativa.
Esta especie presenta dos tipos de tallos fácilmente diferenciables, los cuales según su función pueden ser fértiles o estériles. Los estériles son más largos y arbustivos, y los fértiles más cortos y suculentos.
El tallo estéril crece de forma recta hasta alcanzar los 50 cm de altura, siendo notablemente más largo que el tallo fértil. Se caracteriza por su apariencia articulada, dividido entre 15-20 segmentos rodeados de pequeñas ramas erectas.
El tallo fértil crece igualmente de forma recta llegando a una altura de 25-30 cm con un esporangio terminal en forma de espiga de 4 cm de longitud. Estos tallos de contextura gruesa carecen de ramas, son de apariencia suculenta y color blanquecino, similar a un esparrago.
Las hojas de Equisetum arvense, al igual que todas las especies del género Equisetum, se encuentran reducidas en pequeñas escamas. Estas estructuras cubren los dos tipos de tallos con sus colores característicos, y las ramas presentes en los tallos estériles.
En Equisetum arvense se encuentran dos ciclos de vida perfectamente distinguibles de acuerdo a sus características morfológicas. Por un lado, un ciclo de vida perenne, representando por un amplio sistema radicular rizomatoso característico de las especies del género Equisetum.
Por otro, un ciclo de vida anual representado por los tallos herbáceos cuyo periodo se completa a finales del invierno. De forma complementaria, los esporangios maduran entre marzo y abril, durante la primavera.
Esta especie se caracteriza por una compleja composición química, pudiendo encontrar en su estructura elementos como ácidos orgánicos, flavonoides, glucósidos y saponinas. Entre los ácidos se localizan los ácidos equisético, gálico, málico, oxálico y silícico, así como el glucósido saponínico equisetonósido.
Además, de los flavonoides quercetina, isoquercetina, quercetina 3-O-glucósido, quercetina 3-O-(6″-O-malonilglucósido) y kaempferol 3-O-glucosido, y los terpenos 1,8 cineol, linalool, timol y alcanfor.
– Reino: Plantae.
– Subreino: Tracheophyta.
– Súper-división: Pteridophyta.
– División: Equisetophyla.
– Clase: Sphenopsida.
– Subclase: Equisetidae.
– Orden: Equisetales.
– Familia: Equisetaceae.
– Género: Equisetum.
– Especie: Equisetumarvense L.
La familia de las equisetáceas proviene de una familia arbórea primitiva de más de 400 millones de años de antigüedad. La evidencia actual de su existencia se ha obtenido a través de restos fósiles correspondientes al periodo Paleozoico.
Equisetum arvense o cola de caballo es una especie común en el hemisferio norte, desde Europa, Asia y Norteamérica hasta llegar al Ártico. Crece y se desarrolla sobre suelos arenosos y húmedos, pudiendo verse a niveles altitudinales de 2.500 msnm.
De manera silvestre se localizan en campos abiertos y praderas o en ambientes húmedos por la corriente de cursos de agua o arroyos. Ocasionalmente al borde de caminos y zanjas, a lo largo de cercados o formando parte de la vegetación del sotobosque.
La denominación «arvense» supone su presencia en ambientes rurales, y de hecho se localiza con frecuencia en tierras de barbecho, terraplenes o ruderales. Prefiere los suelos de origen calizo y silíceo, de pH neutro, fértiles y de alto contenido de humedad, pero bien drenados.
En la península ibérica es frecuente en los ambientes húmedos litorales, así como en las Islas Baleares hasta los 1.800 msnm. En el hemisferio sur está menos extendido, pero se localiza ocasionalmente de forma silvestre en Brasil, Argentina y Chile, Madagascar, Indonesia, Nueva Zelanda y Australia.
El uso farmacológico de la cola de caballo es conocido desde la época de la Antigua Roma, concretamente desde que el famoso médico romano Galeno la utilizara para calmar afecciones del riñón y vejiga, artritis, úlceras sangrantes y tratamiento de la tuberculosis.
Tradicionalmente, los tallos estériles secos y molidos se han empleado para aliviar diversos malestares, en especial los relacionados con heridas, ulceras o hemorragias. Además, existe evidencia en la medicina artesanal europea de su aplicación como desinflamatorio, para calmar desordenes hepáticos y renales, o calmar dolencias reumáticas.
En la cultura asiática se emplea la infusión de los tallos estériles para regular la temperatura del cuerpo ocasionada por alteraciones fisiológicas o infecciones externas. Asimismo, como remedio para problemas de conjuntivitis o malestares de la córnea, gripe, inflamaciones internas, hemorroides o disentería.
Debido a su alto contenido de sílice, es empleado como regenerador del tejido óseo, colágeno, mucosa y otros tejidos internos. Es decir, el sílice favorece la fijación y almacenamiento del calcio en los tejidos internos del cuerpo, siendo útil para el tratamiento de la osteoporosis.
Por otra parte, la alta absorción y disponibilidad de calcio por el cuerpo protege los depósitos grasos de las arterias. De esta forma favorece el metabolismo de los lípidos lo que influyen en la salud cardiovascular.
Esta hierba es un producto altamente astringente y de acción diurética que puede ser utilizado para aliviar inflamaciones, hemorragias, úlceras y cistitis. Habitualmente se emplea para regular la inflamación o crecimiento de la glándula prostática, así como la eliminación de arenilla en los riñones.
Su efecto astringente es altamente efectivo para aliviar problemas de sangrado en la boca, nariz, vejiga o vagina. De igual forma, se emplea para calmar diarreas, disentería y sangrado intestinal, así como para curar heridas, sabañones o úlceras.
Su acción tonificante le proporciona gran valor terapéutico para calmar la incontinencia o enuresis nocturna en niños o ancianos. Además, es aplicado en condiciones de uretritis, hematuria, curación de heridas y hemorragias debido a su contenido de sílice.
La cola de caballo tiene una gran capacidad de eliminar agua del cuerpo, a un punto de incrementar la micción hasta un 30%. La presencia de equisetonina, ácido ascórbico y ácido cafeico, así como elementos minerales como el potasio, calcio o magnesio que le proporcionan estas propiedades diuréticas.
Es comercializado ampliamente como producto natural para reducir de peso, y por su efecto diurético permite regular el metabolismo durante la menopausia. Asimismo, posee un efecto restaurador de los tejidos pulmonares ocasionados por enfermedades pulmonares o eventos de tuberculosis.
El cocimiento de tallos estériles permite detener el sangrado de úlceras internas y regular el sangrado durante la menstruación. También es empleado como enjuague bucal para realizar gargarismos y aliviar sangrado de las encías, problemas en la garganta o úlceras bucales.
De forma tópica se puede aplicar externamente macerado en forma de compresas como un vulnerario para aliviar fracturas o inflaciones externas. De igual forma calma esguinces, torceduras, llagas, luxaciones o problemas de la piel.
La presencia de la tiaminasa es una de las causas por las que se considera la cola de caballo nociva para algunas personas. Por ello, se recomienda su consumo con moderación, evitar durante el embarazo y no combinarla con otras especies medicinales o cuando se sigue un tratamiento médico.
Equisetum arvense se ha usado desde la época de los romanos como un suplemento alimenticio. En efecto, el tallo fértil de apariencia herbácea se consume como sustituto de los espárragos, y los tallos estériles secos se emplean para elaborar infusiones.
Existe evidencia de que los pequeños tubérculos desarrollados a partir de los rizomas fueron empleados como fuente alimenticia en épocas de hambruna. Estas estructuras que almacenan grandes cantidades de carbohidratos ayudaron a mermar el hambre en la Europa Central durante el siglo XIX.
En la actualidad, la cultura japonesa emplea el tallo fértil conocido como «tsukushi» como alimento, ya sea frito, hervido o cocido con soja. En la península ibérica, concretamente en Cataluña y Valencia, el tallo herbáceo se consume crudo, hervido, rebosado o frito.
Igualmente, en Cataluña, la cola de caballo se emplea como ingrediente para la elaboración de ciertos licores artesanales con hierbas, como las ratafías. De forma general el tallo fértil se puede consumir seco, cocinado, encurtido o fermentado; y el tallo estéril crudo como verdura y seco como aditivo o condimento.
El cultivo de cola de caballo se desenvuelve sin inconvenientes a plena exposición solar o bajo sombra, pero prefiere los sitios oscuros. Es una especie susceptible al frío, que se desarrolla efectivamente en ambientes controlados mientras se mantengan las condiciones de humedad.
El sustrato ideal es aquel que presente un contenido de arena promedio que permita mantener la humedad y favorecer el drenaje. Además, no requiere fertilización, ya que prefiere los suelos fértiles y profundos, con alto contenido de materia orgánica.
Son adecuados para la siembra a la orilla de pequeños estanques o jardines de agua, en el lecho de arroyos o en macetas. Dado su rápido crecimiento y amplio desarrollo del rizoma subterráneo, se recomienda la poda radicular para evitar que se convierta en maleza.
De forma similar a helechos y setas, Equisetum arvense o cola de caballo se multiplica por medio de la liberación de esporas. Sin embargo, debido a la dificultad y efectividad de esta técnica, comercialmente se reproduce por división de rizomas.
Los rizomas se obtienen directamente del campo de plantas sanas y vigorosas, sin lesiones físicas o presencia de plagas y enfermedades. Solo con desenterrar las raíces y seleccionar los esquejes adecuados, se pueden obtener nuevas plantas si se mantienen las condiciones del entorno.
El inicio del otoño constituye la mejor época para el establecimiento de nuevas plantaciones de cola de caballo. En regiones con climas muy fríos, lo recomendable es sembrar durante la primavera, para que la planta se haya adaptado al comenzar el invierno.
Para la siembra alrededor de estanques o cursos de agua se recomienda establecer de 5-6 rizomas por metro cuadrado. De esta forma, se obtendrá en un tiempo relativamente corto, arbustos densos y decorativos alrededor del estanque.
De manera decorativa es frecuente la siembra de esta especie en macetas sumergidas en el estanque a una profundidad de 10-15 cm. Las macetas diseñadas específicamente para este cultivo se disponen con un sustrato de alto contenido de arena y un sphagnum fértil.
La cola de caballo es una planta altamente invasiva que sembrada directamente en el suelo puede colonizar rápidamente el área. En jardinería se recomienda la instalación de barreras subterráneas que limiten la proliferación del sistema radicular y bloqueen su expansión.
- Equisetum arvense L. / Cola de caballo (2017) Basque Culinary Center. Recuperado en: bculinarylab.com
- Equisetum arvense (cola de caballo) (2018) Enciclopedia de las Plantas. Recuperado en: avogel.es
- Equisetum arvense L. (2016) CONABIO. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
- Equisetum arvense. (2019). Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado en: es.wikipedia.org
- Equisetum arvense L. (2004) Asturnatura DB. Recuperado en: asturnatura.com
- Fuertes Sotelo, J.V. (2014) Estudio de los beneficios terapéuticos de la planta cola de caballo (Equisetum arvense L.) Universidad Católica de Cuenca. Facultad de Biofarmacia. 62 pp. (Tesis de Grado).
- León, B. (2012). La cola de caballo (Equisetum, Equisetaceae) comercializada y exportada del Perú. Revista peruana de biología, 19(3), 345-346.