Geografía

Río Miño: nacimiento, recorrido, desembocadura, afluentes


El río Miño está ubicado al noroeste de España. Nace en la sierra de Meira a unos 700 metros de altitud sobre el nivel del mar, atraviesa la comunidad autónoma de Galicia y en su tramo final conforma la frontera entre España y Portugal. Desemboca en el océano Atlántico después de recorrer casi 320 km aproximadamente

Tiene una cuenca hidrográfica de 12.486 kilómetros cuadrados y, junto con su principal afluente (río Sil), se convierte en unos de los principales centros de generación de energía para España. Su fuerza hidrográfica en la región atlántica de la península ibérica solo es superada por el río Duero, y se cuenta entre los ocho principales ríos de esta región.

Índice del artículo

Historia

Desde el cuaternario, esta zona valió de refugio para distintas especies vegetales que debieron sobrevivir al frío, tales como helechos y bivalvos acuáticos principalmente.

Este corredor fluvial también sirvió para que antiguos pobladores se asentaran en sus riberas y lo aprovecharan para el regadío de sus cultivos agrícolas, consumo en el hogar y de sus animales. Con ello, poco a poco fueron alterando el ecosistema.

Ejemplo de lo anterior puede hallarse en la construcción de puentes, caminos o desviaciones hacia cultivos, entre otros. Entre los más famosos se hallan los puentes romanos edificados al oeste de la ciudad de Lugo y en Ourense hacia el año 100 de nuestra era.

Cerca de la ribera del río, en Lugo, los romanos construyeron las termas, dedicadas para tomar baños calientes y fríos e incluso para ejercitarse. Estas fueron edificadas aproximadamente en el año 15 a. C.

El Puente Mayor, en Ourense, fue remodelado en el siglo XII y posteriormente sufrió otros cambios. Se cuenta que el obispo Lorenzo, uno de sus protectores y restauradores, había decretado el derecho exclusivo que solo él podía pescar en el río.

Nacimiento, recorrido y desembocadura

El río Miño nace en la provincia de Lugo, específicamente en el pedregal de Irimia, de la sierra de Meira, en el municipio del mismo nombre. El recorrido que hace por la zona alta fue declarado en 2002 como Reserva de la Biósfera, para proteger 360.000 hectáreas de vida.

En su tramo medio recorre la provincia de Ourense, en una extensión territorial bastante plana y sin mayores accidentes geográficos. En sus últimos 73 kilómetros representa la frontera entre España y Portugal, dando paso a un amplio estuario en su encuentro con el océano Atlántico, donde desemboca.

Características del río Miño

En sus casi 320 km de recorrido, este río divide en dos la Comunidad Autónoma de Galicia, en España y tiene un caudal promedio de 340 m3/s. Junto a su principal afluente, es el río más caudaloso de la zona.

Dentro de lo que refiere a su presencia en España, se ubica como el cuarto río con más caudal detrás del Duero, que ocupa el primer lugar con 675 m3/s; del Ebro, en segundo lugar con 600 m3/s; y del Tajo en tercer lugar con 444 m3/s.

Por otro lado, ocupa el puesto número ocho en cuanto a recorrido se refiere, por detrás del río Tajo con sus 1.007 km de distancia, del río Ebro con sus 930 km, del Duero con sus 897 km, del río Guadiana con sus 744 km, del río Guadalquivir con sus 657 km, del río Júcar con sus 498 km y del río Segura con sus 325 km de distancia.

Igualmente, es el octavo río con mayor cuenca hidrográfica superado por el Duero con 97.290 km², el Ebro con 86.100 km², el Tajo con 80.600 km², el Guadiana con 87.733 km², el Guadalquivir con 57.071 km², el Júcar con 21.597 km² y el Segura con 18.870 km².

Contaminación 

Al tratarse de un río que recorre casi toda la Comunidad Autónoma de Galicia y parte de la frontera con Portugal, con algunas ciudades y pueblos en sus riberas, no está a salvo de los peligros de la acción humana que lo contaminan.

En enero del 2019, fue publicada una alerta por el Aquamuseum de Vila Nova de Cerveira, en Portugal, en la que se denuncia la aparición de microplásticos consumidos por especies acuáticas que habitan en el río.

El hallazgo se produjo en el estómago de un pez conocido como pejerrey tras la realización de estudios, por parte del Aquamuseum y de las universidades de Vigo y Oporto, dedicados a la conservación y protección de peces que migran.

Según Carlos Antunes, director de Aquamuesum, los microplásticos se pueden identificar en dos grupos, primarios y secundarios. Los primeros tienen que ver con microesferas empleadas en la industria como materia prima para producir productos plásticos, los secundarios pueden provenir de envases, redes de pesca y bolsas de plástico.

La preocupación se extiende porque este material, además de contaminar el ambiente natural, puede ser consumido por el ser humano una vez que ingiera los peces y mariscos que estén afectados, por ejemplo.

En 2014 el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) también alertó sobre la presencia en el río de biosoportes, minúsculas piezas de plástico empleadas en el tratamiento para purificar aguas residuales provenientes de municipios, del agro o de la piscicultura.

En otras ocasiones se han registrado vertidos de gasóleo, presencia de la denominada “almeja asiática” e incluso de zonas desecadas del río que terminan por afectarlo.

Cantidad de presas en el cauce del río Miño

Este río concentra cinco de los 350 embalses construidos dentro de España, que producen un total de 426 GWh al año. El más grande de ellos se le denomina Belesar, creado en 1963 con una potencia instalada de 300 MW; luego el embalse de Peares, creado entre 1947 y 1955, con una potencia de 159 MW; después el embalse Frieira, construido en 1967 con una potencia de 130 MW; el embalse Castrelo, creado en 1969 con una potencia de 112 MW; y también el embalse Velle, creado en 1963 con potencia de 80 MW.

Dada la cantidad de represas establecidas a lo largo del río, únicamente es navegable de forma transversal y en cortos trayectos longitudinales. En la presa de Castrelo existe un parque náutico que se ha convertido en un importante atractivo turístico y deportivo.

Una característica presentada junto a la construcción de los embalses, llevada a cabo en la década de los años 60 y actualizados algunos en años más recientes con extensiones, reside en la imposibilidad que se le presenta a las especies de peces remontar el río para realizar su proceso natural de apareamiento. Además de haber tenido que inundar tierras fértiles dedicadas a la agricultura e incluso pequeños poblados.

Puentes romanos sobre el río

En el siglo I antes de nuestra era, en su afán expansionista, los romanos llegaron hasta la península ibérica para asentarse durante varios siglos. Esto permitió la intervención de la geografía con infraestructura arquitectónica que puede apreciarse en la actualidad.

De esa arquitectura, al menos unos 40 puentes se mantienen en pie, pese a que gran parte de ellos han sido restaurados, remodelados e intervenidos en diferentes períodos de la historia hasta casi hacer desaparecer su estructura original. De estas construcciones, dos cruzan el río Miño.

La más antigua de estas edificaciones se encuentra en la localidad de Ourense, con 370 metros de largo y 5 de ancho. Tiene su origen en el mandato del emperador romano Trajano, conocido por ser uno de los últimos interesados en expandir las fronteras del imperio y por su empeño en la construcción de obras. Fue reconstruido en el siglo XIII y declarado Monumento Nacional en 1961. Veinte siglos después, desde 1999, solo se permite recorrerlo de forma peatonal.

Otro puente, de igual antigüedad, se halla en Lugo y conducía a Santiago de Compostela, por el viejo camino romano. Cuenta con 104 metros de longitud y 4 metros de ancho, aunque al principio medía 7 metros. Fue utilizado como la entrada principal de la ciudad y comunicaba con Bracara Augusta. Sufrió remodelaciones durante los siglos XII, XIV, XVIII y XXI, que lo convirtieron en peatonal desde 2014.

Importancia

El río Miño es navegable por cortos trayectos longitudinales y de forma transversal, sin embargo, encierra una gran importancia en cuanto a la generación de energía hidroeléctrica para el resto del país, al albergar en su cauce un total de cinco embalses.

También posee un gran atractivo turístico muy representativo para las poblaciones aledañas al río, sobre todo para las que aún conservan y protegen el legado de construcciones romanas tales como puentes, murallas, baños y sitios emblemáticos como el camino primitivo de Santiago y la ruta del vino.

Otras ciudades ubicadas en sus márgenes también promueven actividades deportivas, incluso entrenamientos para Juegos Olímpicos, en los embalses del río.

Principales ciudades que recorre 

La ciudad de Lugo, capital de la provincia con el mismo nombre, es una de las más importantes que atraviesa el Miño. Remonta sus orígenes más allá de la invasión romana ocurrida en el siglo I a. C. sobre un castro celta llamado Lug, después renombrado como Lucus Augustus por el emperador romano, que le dio el rango de capitalidad de convento jurídico.

Con una población de 98.268 habitantes en la actualidad, en una superficie de 329,78 km2, está por detrás de Ourense con 105.893 habitantes en una superficie de 84,55 km2.

Esta última, también recorrida por el Miño, es capital de la provincia homónima gestada en un campamento romano sobre antiguos asentamientos de sus pobladores originarios, luego vuelto una importante ciudad gracias a la explotación del oro. Es la tercera ciudad de Galicia con mayor densidad poblacional. Además, posee un importante núcleo comercial.

Dentro de la provincia de Lugo existe otra ciudad asentada en las riberas del río llamada Puertomarín, con casi 1.500 habitantes. En la provincia también se encuentra la ciudad Ribadavia, con unos 5.000 habitantes en una superficie de 25 km2.

En la porovincia de Pontevedra se ubican Salvatierra de Miño, con casi 10.000 habitantes en unos 62 km2; Tuy, con una población de poco más de 16.000 habitantes distribuidos en 68 km2, Tomiño y La Guardia, con casi 13.500 y 10.000 habitantes respectivamente.

Afluentes 

El río Sil es el principal afluente del Miño. Su distancia es de 40 km de largo y posee unos 500 metros de profundidad, extendiéndose por 6.000 hectáreas. Recorre parte de la Provincia de Lugo y de Ourense, su caudal medio es de 100m3/s y nace a 1.980 msnm.

Entre otros afluentes secundarios está el río Neira con 56 km de recorrido, el Avia con 37 km de longitud, el Barbantiño con 15 km de longitud y el río Arnoia con 58 km de longitud.

Flora 

En lo que refiere a la flora, el río Miño se caracteriza por ser una región bioclimática del Atlántico, por lo que conserva variadas especies típicas de la zona.

Si bien muchas se han visto afectadas por la intervención del ser humano, urbanización de zonas, creación de embalses y vertimiento de desechos, entre otros, aún es posible encontrar algunas especies amenazadas como el nenúfar (Nymphoides peltata).

Los robledales también están amenazados por diversos factores, además de los ya mencionados, existe por otra parte el peligro de los incendios y el pastoreo. La vegetación de ribera es muy común gracias a la legislación dedicada a su protección.

Algunas de las especies de ribera consisten en robles, sauces, choperas, zarzas, pinos, castaños y helechos. También los alcornoques, arbustos, alisos y violeta palustre. En menor proporción es posible hallar especies colonizadoras introducidas por la mano del hombre como el eucalipto y las acacias.

Además, son representativos los prados y los juncales, que crecen sobre suelos bastante húmedos. Algunas especies protegidas son la atrapa moscas (Drosera rotundifolia), la camariña, la adormidera marítima, la rubia de mar, y el cardillo, entre otras.

Durante su recorrido por Lugo, hay más de 134 especies protegidas de las que aproximadamente 11 se categorizan dentro de la flora.

Fauna

En el río Miño, la fauna más sustancial se halla en aves principalmente. De los peces, la trucha es uno de los más comunes en los tramos del río, acompañada de la anguila y de la lamprea marina.

Entre los mamíferos, se ha registrado la presencia de la nutria europea, lobo, desmán ibérico, jineta, marta, murciélago de bosque, murciélago de cueva, murciélago orejudo dorado, murciélago mediterráneo de herradura, murciélago rabudo y armiño, entre otros.

Las especies de aves son las más abundantes en la cuenca del río, encontrando refugio seguro en la estación invernal del año. Entre los más representativos puede contarse el chorlito común, porrón moñudo, avefría, azor común, gavilán común, carricero tordal, carricerín cejudo, andarríos chico, mito, martín pescador común, cerceta común, bisbita campestre y vencejo común.

Referencias

  1. Reserva de la biósfera de terras do miño, tomado de fundacionaquae.org.
  2. Ramil-Rego, Pablo & Ferreiro da Costa, Javier. (2016). Biodiversidad del corredor fluvial del río Miño: tramo Ponte Ombreiro- Caneiro do Anguieiro (Lugo).
  3. Alerta en el río Miño tras confirmarse la presencia de microplástico en el estómago de anguilas, artículo tomado de telemarinas.com.
  4. El BNG pide medidas por contaminación con plásticos en el Miño, artículo tomado de iagua.es.
  5. José Paz, El Puente Romano, un relato en diez historias, tomado de laregion.es.
  6. El Miño a su paso por Lugo tiene 134 especies protegidas de fauna y flora, tomado de elprogreso.es.