Danta de páramo: características, hábitat, reproducción
La danta de páramo o tapir andino (Tapirus pinchaque) es un mamífero placentario que pertenece a la familia Tapiridae. En esta especie destaca su probóscide, que es prensil y de tamaño pequeño. Esta es utilizada para tomar agua, arrancar las hierbas y las hojas y para recolectar las plantas acuáticas de las que se alimenta.
La piel de la danta de páramo es delgada, pero su pelaje es grueso. Este protege al animal de las bajas temperaturas que existen en los diferentes ambientes donde vive. El tapir andino es un excelente nadador, escalador y corredor. Mientras camina, suele hacerlo con el hocico cerca del suelo.
En cuanto a su distribución, vive en los bosques nubosos y en el páramo de la cordillera andina, abarcando regiones de Colombia, Ecuador y Perú.
El tapir andino es un animal con hábitos solitarios. Sin embargo, en ocasiones puede formar pequeñas familias, formadas por una madre y sus crías. Ocasionalmente, una pareja pudiera estar unida por largo tiempo.
Índice del artículo
- 1 Peligro de extinción
- 2 Características
- 3 Taxonomía
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Reproducción
- 6 Alimentación
- 7 Referencias
El Tapirus pinchaque está en grave peligro de extinguirse. La UICN lo ha incluido en su lista roja de especies y está bajo las regulaciones del apéndice I de CITES.
Su población ha disminuido notablemente debido a varios factores. Anteriormente, la principal amenaza era la caza furtiva, pero en la actualidad, la fragmentación del hábitat constituye el primer problema que afecta a esta especie.
Los ecosistemas donde vive han sido talados y deforestados para convertir las tierras en asentamientos agrícolas y ganaderos. Además, las actividades mineras contaminan las fuentes de agua.
La protección legal de la danta de páramo se encuentra vigente en Perú, Colombia y Ecuador. En Colombia existen Parque Nacionales, como Los Nevados y la Cordillera de los Picachos, donde este animal se encuentra protegido.
Desde el 2007, en Ecuador se han realizado trabajos investigativos y proyectos de educación ambiental en la zona del corredor ecológico Sangay y Llanganates. Con relación a las acciones tomadas en Perú, existe un plan nacional para la protección del tapir andino, que incluye diversos estudios ecológicos en las regiones de Cajamarca y Piura.
El tapir andino, en su etapa adulta, suele medir 1,8 metros de largo y 1 metro de altura en el hombro. Generalmente, el peso varía entre 136 y 250 kilogramos.
El cuerpo del Tapirus pinchaque tiene la parte trasera redondeada, mientras que hacia el frente se estrecha. Esto facilita su desplazamiento a través de la maleza. Su cola es pequeña y gruesa, con solo 11 vértebras coccígeas.
Con relación a las extremidades, son delgadas y cortas, con cuatro dedos en las patas anteriores y tres en las posteriores.
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El pelaje es denso y tiene diferentes longitudes, dependiendo de la región del cuerpo donde se encuentre. Así, en las extremidades y en la espalda es corto y progresivamente se va alargando hasta llegar al vientre y al pecho.
Coloración
En la región dorsal, el color del cuerpo suele ser negro o marrón negruzco. Hacia los lados y en la zona anal el tono va aclarándose, hasta llegar a un vientre de un tono pálido.
Con relación a las mejillas, son claras, generalmente de un color gris cenizo. Una de sus características principales es la banda ancha y blanca que se extiende a todo lo largo de los labios. El largo de la franja podría variar: en algunos está únicamente en la comisura de la boca, mientras que en otros podría llegar a la base del tronco.
Las orejas también suelen tener un borde blanco, aunque algunos individuos podrían carecer de este. Cuando está presente, puede variar desde unas manchas hasta una línea completa. En la base del pabellón auricular, este mamífero tiene pelos largos, de color blanco o gris.
Con relación a los ojos, en la etapa juvenil son azules, color que se va oscureciendo a medida que el animal va envejeciendo. Así, en su etapa adulta puede tenerlos marrón oscuro.
La cabeza del Tapirus pinchaque tiene una apariencia plana, debido a que posee una cresta sagital baja, con un dorso anterior convexo. Las orejas son pequeñas, redondeadas e inmóviles.
En la danta de páramo destaca su probóscide, que es corta y prensil. Esta constituye una extensión del hocico y de los labios, en cuyo extremo se encuentran las fosas nasales. El área de la nariz es glandular y abarca desde las fosas nasales hacia la zona inferior del tronco, emergiendo en el paladar.
Los incisivos tienen apariencia de cincel. Sin embargo, el tercero de la mandíbula superior tiene forma de canino y es mucho más largo que el canino verdadero. Por otra parte, el incisivo inferior se encuentra reducido. Los dientes de la mejilla tienen cúspides y crestas transversales.
Con relación a los caninos, son cónicos y se encuentran separados de los premolares por un diastema. Los caninos superiores son de menor tamaño que los inferiores.
– Reino Animal.
– Subreino Bilateria.
– Filum Cordado.
– Subfilum Vertebrado.
– Superclase Tetrapoda.
– Clase Mamífero.
– Subclase Theria.
– Infraclase Eutheria.
– Orden Perissodactyla.
– Familia Tapiridae.
– Género Tapirus.
– Especie Tapirus pinchaque.
El tapir andino vive en el páramo y en los bosques nubosos de la parte central y este de las cordilleras en Colombia, en la cordillera oriental de Ecuador y en el área norte de Perú.
El aislamiento geográfico probablemente es la razón por la cual el T. pinchaque no habita en la Cordillera Occidental de Colombia. En cuanto a Perú, dicha especie se localiza únicamente en Huancabamba, en el departamento de Cajamarca, y en Ayabaca, ubicado en el departamento de Piura.
En Ecuador, los nuevos registros indican que se distribuye en los Andes occidentales, al sur del Parque Nacional Sangay y en el Parque Nacional Podocarpus.
Durante épocas pasadas, este mamífero pudo haberse extendido hasta Venezuela, pero actualmente se encuentra extinto en ese país.
La danta de páramo habita en las zonas húmedas y frías de las montañas andinas, con un rango entre 1.400 y 4.000 m.s.n.m. En esta zona, abundan especies de los géneros Hypericum y Polylepis, que forman parte importante de su alimentación.
Así mismo, vive en praderas fluviales, chaparrales, bosques tropicales montanos y jalcas, una ecorregión característica de los Andes peruanos. Sin embargo, debido a la abundancia de los alimentos que conforman su dieta, prefiere hábitats boscosos.
Esta especie prefiere aquellas regiones donde existen cuerpos de agua, ya que en ellos pueden refrescarse o escapar nadando, en el caso de sentirse amenazados por un depredador. Para dormir o descansar, suelen hacerlo sobre las raíces de los grandes árboles.
Tapirus pinchaque puede realizar una migración anual, originada por las condiciones climáticas propias de cada estación. Así, durante la época seca, suelen dirigirse al Páramo y en la temporada lluviosa prefieren los bosques.
La madurez sexual es alcanzada en ambos sexos entre los 14 y 48 meses de edad. Las hembras son poliéstricas y la duración del ciclo estral es de aproximadamente de 30 días.
El apareamiento suele ocurrir antes del inicio de la temporada de lluvias y las crías nacen a principios de la época lluviosa del año siguiente.
Durante la etapa de cortejo, la hembra es perseguida por el macho, que la muerde y emite gruñidos para llamar su atención. Ante estas vocalizaciones, la hembra suele responder con chillidos. También, los machos pueden luchar entre sí por una hembra.
Antes de copular, cada miembro de la pareja intenta olfatear los genitales del otro. Esto hace que se desplacen en círculos; primero lo hacen lentamente y luego la velocidad va aumentando. Posteriormente, se detienen para copular, momento en el cual el macho puede morder las orejas y las patas de la hembra.
Después de la gestación, que puede durar 13 meses, nace la cría. Los nacimientos múltiples son poco frecuentes en esta especie.
Las crías nacen pesando aproximadamente entre 4 y 7 kilogramos. Tienen los ojos abiertos y al poco tiempo pueden levantarse y caminar. Las hembras los cuidan durante 18 meses, manteniéndolos ocultos y defendiéndolos de las amenazas. Los machos no toman parte activa en la crianza de los jóvenes.
Los jóvenes de la danta de páramo tienen una coloración diferente a la del adulto. Generalmente son de un tono marrón rojizo oscuro, con manchas y rayas blancas y amarillas. Además, el pelaje es más grueso, lo que ayuda a mantenerlos calientes. Este patrón de colores usualmente se pierde a los seis meses.
Tapirus pinchaque es un animal herbívoro, que generalmente se alimenta por las noches. En su dieta se encuentra una gran diversidad de plantas, como arbustos, bromelias, hierbas, helechos, altramuces y plantas paraguas. También, consumen frutas y plantas acuáticas.
De las especies vegetales, tiene preferencia por comer sus ramas, hojas jóvenes y brotes. Dentro de las familias que conforman la dieta del tapir andino están la Asteraceae, Urticaceae, Solanaceae, Fabaceae, Melastomataceae y Gunneraceae.
La danta de páramo es un mamífero que habitualmente recorre grandes distancias con una accidentada geografía, bajas temperaturas y abundantes lluvias. Debido al enorme esfuerzo físico que esto supone, requiere de una alimentación constante y rica en nutrientes.
Esta especie usa los salados por dos posibles razones. La primera es para suplir las deficiencias de minerales, que no son suplementados en su alimentación diaria. La otra hipótesis se relaciona con la acción neutralizante que tiene la arcilla sobre la toxicidad de algunos componentes de su dieta.
El nitrógeno que se encuentran en estos “lamederos” es fijado por una Cyanobacteria asociada a Gunnera spp, que forma parte de la dieta del tapir andino.
Posiblemente este animal ingiere agua rica en sodio para complementar sus requerimientos minerales. En cuanto al nitrógeno, podría ser un elemento encargado de “fertilizar” los microorganismos que se encuentran en la cámara fermentadora.
Tapirus pinchaque es un importante dispersor de semillas en su hábitat, un aspecto clave dentro de las cordilleras andinas. También, sus heces contribuyen a enriquecer el suelo del ecosistema.
Una alta proporción de semillas viables, que han sido consumidas por el tapir andino, pasan a través de la digestión post gástrica y logran germinar exitosamente, bajo condiciones edáficas y climáticas adecuadas.
Así mismo, las hojas no se descomponen completamente, por lo que el material fecal coadyuva con la formación del humus.
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