Baja Edad Media: historia, características, arte
La Baja Edad Media es un periodo de la historia que comprende desde el siglo XI hasta el XV, aunque existen pequeñas diferencias de opinión entre los historiadores sobre las fechas exactas. Se trata de la segunda mitad dentro de la tradicional división de la época medieval, cuyos primeros siglos son denominados Alta Edad Media.
En los últimos años, la mayoría de corrientes historiográficas ha dividido a su vez esta Baja Edad Media en dos partes. Una primera parte es la llamada Plena, que duraría hasta el siglo XIII; y una segunda parte de crisis y desmoronamiento es la que comprendería hasta el siglo XIV.
Tradicionalmente se ha considerado la toma de Bizancio en manos del Imperio otomano en 1453 como el final de este periodo. Contrariamente a la creencia habitual de que la Edad Media fue un periodo oscuro y de poca relevancia cultural y social, los primeros siglos de la Baja fueron testigos de numerosos cambios que empezarían a definir la Edad Moderna.
La aparición de la burguesía, el asentamiento de las fronteras y el poder de los reyes o la aparición del románico y el gótico son algunos de estos hechos relevantes.
Índice del artículo
- 1 Resumen histórico
- 2 Características principales de la baja edad media
- 3 Arte
- 4 Personajes históricos
- 5 Referencias
Resumen histórico
Al llegar el fin de la llamada Alta Edad Media, Europa y los países aledaños se encuentran con una estructura que ya no se parece a la del antiguo Imperio romano.
Ha aparecido el feudalismo, la Iglesia ha aumentado su poder afectando hasta a los reyes, y las guerras han sido constantes. Mientras, buena parte de la península ibérica sigue en manos de los musulmanes, y persas y otomanos asedian las fronteras del Imperio bizantino.
Por último, el año 1000 trae consigo la aparición del miedo al fin del mundo: el llamado milenarismo.
Plena Edad Media
Los primeros siglos de la Baja Edad Media han recibido el nombre de Plena, dado el crecimiento que se produjo en muchos asuntos y la consolidación de los distintos estados europeos.
Muchos de los acontecimientos que se produjeron en esta época son el germen de la Europa moderna. Aun así, no hay que perder de vista la existencia de una numerosísima clase campesina que aún vivía bajo el feudalismo en una semi esclavitud que los mantenía unidos obligatoriamente a la tierra.
Políticamente comenzó con un enfrentamiento entre la Iglesia y los diferentes reyes y emperadores. Los emperadores pretendían obtener más autonomía y dejar de estar sujetos a las instituciones eclesiásticas. A pesar del poder de los monarcas, en muchas ocasiones el papado tenía la última palabra, e incluso nombraba a los dirigentes.
Entre los reinos que se empiezan a consolidar en este periodo destacan los herederos del Imperio carolingio: Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico.
Mientras tanto, los normandos se asientan en el hoy norte de Francia, estableciendo un poderoso ducado. También comienzan a poner las bases de lo que sería Inglaterra.
En España la reconquista avanza, quedando los musulmanes reducidos prácticamente al territorio de Al-Andalus.
Crisis medieval
Todo lo alcanzado durante los primeros siglos de este periodo está a punto de desaparecer por la gran crisis que asoló Europa en el siglo XIV.
En el contexto de la crisis se unieron diversos factores que produjeron un gran impacto en la economía, la demografía y la política. En el siglo XV el continente empieza a recuperarse, dando paso a la Edad Moderna.
De acuerdo con algunos autores, las grandes hambrunas que se presentaron lo hicieron como consecuencia de algunos cambios climáticos y del crecimiento de población de los siglos anteriores. Además, la agricultura de la época aún poco productiva. Estas grandes hambrunas fueron capaces de hacer descender el número de habitantes significativamente.
La debilidad causada por la falta de alimentos provoca también la aparición de epidemias. La más conocida y mortal fue la peste negra, que azotó en varias oleadas al continente y produjo la muerte de entre 25 y 50 millones de personas en Europa. La población se redujo de 80 a 30 millones de habitantes en apenas una década.
Por último, es un periodo en el que se producen varias guerras civiles entre distintos señores. Aunque los estados estaban consolidándose, todavía quedaba mucho para que fueran estables.
Cruzadas
Otro elemento importante en la Baja Edad Media son las cruzadas. Se trata de los intentos de conquistar la llamada Tierra Santa y, sobre todo, Jerusalén, que estaba en manos musulmanas.
Llega a haber hasta ocho cruzadas a lo largo de los años. La primera de estas se da apenas rebasado el año 1000 y con una gran carga de fanatismo religioso.
Más allá de lo exitosas que fueran estas expediciones militares, tuvieron una gran repercusión en varios aspectos sociales, políticos y económicos en la época.
La primera repercusión fue reforzar el poder del papado, capaz de otorgar bulas y otros beneficios religiosos a los nobles que participaran.
Estos señores vieron dos consecuencias tras participar. Muchos de ellos dilapidaron parte de las riquezas de sus países o regiones, quedando a merced de sus rivales.
Sin embargo, otros consiguieron fortalecer sus posiciones tras haber conseguido victorias en la batalla. Para terminar, las cruzadas hicieron aparecer órdenes religiosas-militares que adquirirían mucho poder en territorio europeo, tanto político como económico.
Muchas de estas órdenes estaban relacionadas con otras de carácter monacal. Por su poderío destacan la Orden del Temple o los Caballeros Germánicos.
Características principales de la baja edad media
Fortalecimiento de la monarquía
Cansados del sistema feudal que daba tanta importancia a los señores propietarios y a la aristocracia, los monarcas emprenden la labor de fortalecer su poder a costa del de estos. De esta forma, cada vez van reduciendo las prerrogativas de los nobles y aumentando las suyas.
La creciente importancia de las ciudades hace que los monarcas se apoyen en la naciente burguesía, que comienza a adquirir poder económico. Incluso empiezan a aparecer parlamentos para debilitar a los nobles.
También fortalecen lazos con la Iglesia, para así legitimarse cada vez más como poder absoluto.
Sociedad estamental
La organización social de la época estaba fuertemente jerarquizada, aunque con un par de elementos nuevos frente al primer feudalismo.
Además, se trataba de una organización basada en el nacimiento, no pudiendo salir del estrato social del que fuera la familia.
En la cúspide se encontraba el rey, cada vez con más poder. Debajo, la aristocracia y nobleza, más limitada pero aún con enormes privilegios de todo tipo.
Junto a estos se situaba el clero. Hay que tener en cuenta que muchos de los religiosos provenían de familias nobles.
En la base estaba el resto de la población. Los cambios se pueden ver en la aparición, junto a los campesinos vasallos, de un pequeño número de campesinos libres: aunque tenían que seguir pagando a los señores, eran libres de cambiar de lugar de trabajo.
Los burgueses se colocan en un principio en la parte baja de la pirámide, pero a lo largo de los años van adquiriendo más importancia.
Economía
En los primeros siglos, durante la Plena Edad Media, la economía mejoró bastante.
Se produjo una modernización de ciertas técnicas agrícolas, lo que provocó un incremento de la producción. Así, aparecieron los arados normandos, la rotación de los cultivos y el molino de agua.
Esto motivó que llegara a existir un excedente de comida, provocando que el comercio se revitalizara, ya que no todo lo obtenido era para consumir en los hogares. Esta mayor prosperidad se tradujo en un aumento demográfico.
Aunque la agricultura y la ganadería seguían siendo las bases de la economía de la época, la creciente importancia de las ciudades hizo aparecer una nueva clase social: la burguesía.
En el aspecto económico cambió algo la dinámica, ya que se trataba de artesanos o trabajadores manuales que se agruparon en gremios.
Aparición de la burguesía
Como se comentaba, el crecimiento de las ciudades y la importancia creciente de algunas profesiones que allí se desarrollaban dan lugar a importantes cambios.
Aparecen los burgos: así se llamaba a los barrios en los que vivían y trabajaban los artesanos y comerciantes. Por esto, quienes vivían allí fueron conocidos como burgueses.
La manera de adquirir más influencia fue agruparse en gremios que, además, hacían más sencilla la cooperación entre ellos.
Los gremios intentaron presionar al poder para conseguir mejoras en sus condiciones económicas, tanto en el pago de impuestos como en la legislación.
Su importancia fue tal que en algunas ciudades llegaron a ser los encargados de la defensa: cada gremio pagaba su propio ejercito de mercenarios y se encargaba de defender una zona de la ciudad.
Órdenes religiosas y militares
Algunas reformas llevadas a cabo en los monasterios hicieron que la Iglesia reforzara aún más su poder, además de extender la influencia territorialmente.
Quizás la reforma más importante es la cisterciense, con San Bernardo de Claraval a la cabeza.
San Bernardo es protagonista en la aparición de otras ordenes religiosas de carácter militar. Fueron creadas para las cruzadas, pero algunas como la Orden del Temple, adquirieron un enorme poder económico.
En un momento dado fueron los que más dinero prestaban al rey de Francia, y esto les otorgaba mucha influencia.
Arte
Los estilos que predominan durante esta época son de carácter marcadamente religioso. Estos estilos contaron con el apoyo material y económico de los burgueses.
También empiezan a fundarse las primeras universidades, igualmente ligadas a la Iglesia.
Estilo románico
Es el primer estilo artístico que aparece en casi todos los países de Europa. Existen algunas variaciones dependiendo del lugar, pero mantenían una serie de características que los unían.
El mayor responsable de su difusión fue la orden monacal de Cluny, reforzada tras la reforma que sufrió. La construcción de monasterios e iglesias expandió el estilo románico por todo el continente.
Entre las obras más importantes destacan la catedral de Worms (Alemania), las ciudades de Zamora y Ávila (España) o la catedral de Angulema (Francia).
Gótico
Aparece durante el desarrollo máximo de las ciudades. Su origen está en el norte de Francia, pero se va extendiendo por todo occidente a partir del siglo XIII.
Dentro de la producción artística en este estilo destacan especialmente las grandes catedrales. Frente a la oscuridad y sobriedad de las románicas, las góticas se llenan de luz, elevándose a gran altura.
Para construirlas fue necesario que aparecieran numerosas innovaciones técnicas y que colaboraran los distintos gremios de trabajadores.
Además, otras manifestaciones artísticas dadas en el gótico, como la escultura y la pintura, comienzan a ser independientes de la arquitectura.
Algunas de las obras más destacadas son la catedral de León, la de Notre Dame de París y la Abadía de San Denis.
Personajes históricos
A continuación vamos a reseñar algunos notables personajes que vivieron durante la Baja Edad Media. Desde monarcas y nobles, a clérigos, filósofos, navegantes, militares, literatos y artistas.
Enrique IV
(1050-1106) Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico entre 1084 y 1105. Tuvo una fuerte contienda contra la Iglesia Católica, concretamente contre Gregorio VII.
Santo Tomás de Aquino
(1224 – 1274) Uno de los teólogos, políticos, predicadores y filósofos más importantes no solo de la Edad Media, sino de toda la historia. Su gran revolución fueron sus teorías acerca de que el pensamiento aristotélico no testaba reñido con la fe.
Isabel La católica
(1451-1504) La reina de Castilla, junto a su esposo Fernando de Aragón, conquistó el reino nazarí de Granada en 1492, poniendo punto y final a la Reconquista. Fue además, durante su reinado, la que concedió el apoyo a Cristóbal Colón en sus viajes a las Américas.
Juana de Arco
(1412 – 1431) Militar francesa con una importante presencia en la Guerra de los Cien años entre Inglaterra y Francia. Murió quemada en 1431 al ser captura por los británicos y la Iglesia Católica la convirtió en Santa.
Inocencio III
(1161-1216) Uno de los papas con más poder de la historia de la Iglesia Católica. Impulsó la cruzada a Tierra Santa en 1202 y se enfrentó a los almohades que gobernaban Al-Andalus.
Dante Alighieri
(1265 – 1321) Vivió en un momento de apertura y democratización de las artes y las letras. Su obra Divina Comedia, es un clásico en el que queda plasmado la evolución del pensamiento medieval al renacentista.
Otros
Monarquía y nobleza: Almanzor, Ricardo I de Inglaterra, Alfonso X el sabio, Fernando de Aragón, Boabdil, Teodoro I
Clero: Urbano II, Francisco de Asís, Nicolás de Oresme, Alberto Magno.
Militares, conquistadores y navegantes: Gengis Kan, Marco Polo, Rodrigo Díaz de Vivar.
Artes y ciencia: Averroes, Gonzalo de Berceo, Acipreste de Hita, Leonardo da Vinci, Avicena, Paracelso, Roger Bacon.
Referencias
- Proyecto Salón Hogar. La baja Edad Media 1100 – 1400. Obtenido de salonhogar.net
- Valenzuela, Sara. La Baja Edad Media en Europa: evolución económica, social, política y cultural. Recuperado de clio.rediris.es
- De la Heras, Luis. Historia: La crisis del Pontificado en la baja Edad Media. Obtenido de lebrijadigital.com
- Newman, Simon. Late Middle Ages. Obtenido de thefinertimes.com
- Sullivan, Donald. The End of the Middle Ages: Decline, Crisis, or Transformation?. Recuperado de jstor.org
- Lineage. Europe in the late Middle Ages. Obtenido de lineagejourney.com
- The Editors of Encyclopædia Britannica. Gothic art. Obtenido de britannica.com
- History Research Group / University of Calgary. The End of Europe’s Middle Ages. Obtenido de faculty.umb.edu