Dunas costeras: características, cómo se forman, flora, fauna
Las dunas costeras son acumulaciones de arena trasladada por el viento marino en la zona costera, formando cúmulos de distintas dimensiones. Esta arena es producto de la meteorización de las rocas costeras o de arrecifes de coral en fragmentos de 0,5 a 5 mm que son arrastrados a la playa por el oleaje.
Una vez en la costa se secan por la acción de la energía solar y el viento, y son susceptibles de ser arrastrados. Cuando hay la suficiente acumulación de arena fina y el viento posee la mínima velocidad adecuada, las masas de arena son transportadas y acumuladas.
Esta acumulación adquiere patrones definidos que se conocen como dunas costeras que pasan por un proceso de desarrollo, pudiendo ser efímeras o consolidarse como lomas fijadas por la vegetación.
Se pueden desarrollar desde herbazales dispersos hasta matorrales con algunos elementos arbóreos. A su vez, los factores de latitud, clima y vegetación determinan la presencia de una fauna más o menos diversa de insectos, reptiles, cangrejos y aves marinas.
Las dunas costeras ocurren en distintos tipos climáticos, desde el trópico hasta zonas templadas y frías. Un ejemplo de este ecosistema son los 205 Km de dunas costeras de Yucatán (México), entre el Golfo de México y el mar Caribe.
Índice del artículo
- 1 Características de las dunas de la costa
- 2 Partes de una duna costera
- 3 Tipos de dunas
- 4 ¿Cómo se forman las dunas?
- 5 Flora
- 6 Fauna
- 7 Clima
- 8 Dunas costeras en México
- 9 Referencias
Las dunas costeras son formas geográficas creadas por acumulación de arena arrastrada por el viento (arena eólica), que alcanzan hasta 35 m de altura. Es un sistema dinámico con un ciclo constante de erosión y restauración que juega un importante papel en la defensa de la costa contra la intrusión del mar durante tormentas.
La costa es una zona de transición entre el medio terrestre y el marino, donde entran en contacto tierra, mar, la atmósfera y los ríos. En estas áreas hay tres factores fundamentales que actúan erosionando las rocas costeras: el agua, el viento y la radiación solar.
La acción mecánica del oleaje sobre las rocas provoca fracturas hidráulicas, comprimiendo el aire atrapado en las grietas y poros, que luego se expande. En este proceso a lo largo de miles de años, las rocas se van agrietando y rompiendo.
Los fragmentos caen al mar, sometiéndose a un constante proceso de erosión debido al efecto abrasivo del arrastre de las corrientes y el oleaje. También hay una acción química del agua disolviendo sustancias cementantes en la roca.
De esta forma cada vez se fragmentan más y más, creando los pequeños granos de arena que van siendo arrastrados a la playa. Se trata de miles de años de un continuo proceso de abrasión de fragmentos de rocas en movimiento con el flujo y reflujo del oleaje.
Es un sustrato formado por granos minerales de formas desde angulares hasta redondeadas, de pequeño tamaño. Sus dimensiones van desde los 0,062 mm en las llamadas arenas muy finas hasta los 2 mm en las muy gruesas.
Este substrato es producido por el intemperismo (acción de los elementos ambientales sobre las rocas costeras y arrecifes coralinos). Esto reduce la roca a fragmentos minerales casi individuales, incluyendo diversidad de elementos, tales como sílice (principalmente en forma de cuarzo) y caliza.
También se presentan feldespatos, basalto, y en arenas de rocas volcánicas el olivino. En zonas de rocas calcáreas predomina la caliza, así como en costas tropicales o subtropicales con arrecifes coralinos, originando playas de arenas blancas.
En el caso de la erosión del coral, contribuye la fauna marina, como el pez loro que lo raspa para ingerir la cubierta de algas.
La duna costera se caracteriza por ser un montículo de arena algo asimétrico, ya que presenta dos pendientes desiguales y una cima. La pendiente de barlovento (de cara al viento) asciende suavemente, mientras que la de sotavento (del lado hacia donde sopla el viento) es más drástica.
Además, la duna costera presenta dos brazos laterales, que son como prolongaciones de arena que van quedando al arrastrar la masa central. Finalmente, entre una duna costera y la siguiente se forma una depresión que las separa, denominada hondonada.
Las dunas costeras se clasifican con distintos criterios, bien sea por su posición respecto a la línea de costa, por su movilidad o por su forma.
Respecto al orden en que se van formando desde la costa hacia tierra adentro, las hay primarias, secundarias y terciarias. Las dunas costeras primarias se forman cerca de la playa, las secundarias se ubican algo más tierra adentro, seguidas de las terciarias y así sucesivamente.
En cuanto a movilidad, existen las dunas móviles o transgresivas y dunas inmóviles o estabilizadas.
Dunas móviles
Las móviles o transgresivas se mueven constantemente, ya que no poseen mayor vegetación que las estabilice. Estas dunas van cubriendo todo tipo de terreno e incluso invaden carreteras y otras infraestructuras.
Dunas inmóviles
Las dunas inmóviles o estabilizadas quedan fijas debido al desarrollo creciente de vegetación que la inmoviliza. Además, existen formas de movilidad intermedia, dependiendo del grado de estabilidad que alcance a darle la vegetación a la duna.
De acuerdo a su forma o topografía, se encuentran las dunas costeras embrionales, frontales, parabólicas y barjanes.
Dunas embrionales
Consisten en pequeños cúmulos que se van formando y cubriendo algún obstáculo como una roca o planta. Tienen forma variable dependiendo del obstáculo en particular.
Dunas frontales
Las dunas frontales crean cordones de dunas a lo largo de la costa, como barreras con escaso o nulo desarrollo de brazos.
Dunas parabólicas
Es una duna en forma de media luna, con los brazos (cuernos de la luna) apuntando en la dirección desde donde sopla el viento.
Dunas barjanes
También tienen la forma de media luna, pero sus brazos se abren hacia donde sopla el viento.
No en todas las costas del mundo hay dunas costeras, ya que esto depende de diversos factores, tales como la conformación de la costa. Las dunas costeras no se forman en costas de acantilados de roca dura, costas de bahías muy cerradas, ensenadas o caletas con franjas de playa estrecha o costas con barreras de vegetación alta.
Para la formación de dunas costeras se requiere el relieve costero adecuado, cantidad de arena formada, tamaño de los granos de arena y velocidad del viento. Por último, se requieren obstáculos que retengan la arena que se desplaza para formar el núcleo de la duna.
Las dunas costeras se producen en costas de relieve plano a ligeramente ondulado de cara a planicies o valles abiertos. En playas con abundante arena, predominando aquella en torno a los 0,2 mm de tamaño, de tal manera de poder ser empujada por el viento.
Por otra parte, deben predominar vientos marinos de no menos de 4,5 m/seg, ya que una velocidad inferior sería insuficiente.
Estando presentes los factores requeridos, al secarse la arena el viento que sopla desde el mar, la arrastra tierra adentro. Esto provoca un lento desplazamiento en masa, que de no encontrar obstáculo alguno, seguiría hasta dispersar la arena hacia el interior.
Cuando se presentan obstáculos en el terreno, tales como rocas, plantas pequeñas elevaciones, se disminuye la velocidad del viento y la arena se acumula. Por tanto al encontrarse la arena en movimiento con estos obstáculos, comienza a acumularse, formando una duna costera particularmente entre las ramas de las plantas.
El movimiento de las dunas costeras ocurre cuando el viento empuja la arena desde la hondonada hasta la cima por la pendiente suave de barlovento. Una vez arriba el viento pierde velocidad y deposita la arena en la pendiente contraria (sotavento), desde donde se va precipitando hacia adelante.
Las dunas costeras son un sustrato muy permeable (con escasa retención de agua), inestable y con alto contenido de sal. En estas se desarrollan plantas tolerantes a la salinidad (halófitas), resistentes al déficit de agua y con fuerte enraizamiento y en muchos casos rastreras.
Las especies vegetales presentes están asociadas a la fase de desarrollo de la sucesión vegetal en la duna costera. Por ejemplo, en las dunas consolidadas o estabilizadas, pueden crecer plantas erectas como palmas y pequeños árboles.
Diversas especies que contribuyen a la formación y fijación de las dunas, tales como la riñonera o batatilla (Ipomoea pes-caprae) y el barrón (Ammophila arenaria) que son halófitas con sistemas de raíces muy desarrollados y estolones extensos.
En el primer caso se trata de una planta rastrera de la familia de las convolvuláceas propia de climas tropicales y subtropicales y la segunda es una gramínea de climas templados y fríos.
Otras plantas que crecen en las zonas tropicales son el frijol de playa (Canavalia rosea), el croton (Croton punctatus), el saladillo (Sporobolus virginicus), la verdolaga de playa (Sesuvium portulacastrum) y Atriplex spp.
Mientras que en zonas templadas se encuentran la amapola o adormidera marina (Glaucium flavum) y el cuernecillo de mar (Lotus creticus).
Una vez estabilizada la duna costera puede desarrollarse una vegetación más densa y alta, como arbustales o matorrales. Incluso se encuentran especies arborescentes o pequeños árboles, en zonas tropicales están palmas de géneros como Coccothrinax.
Igualmente, pequeños árboles como la uva de playa (Coccoloba uvifera) y diversas especies de Capparis. Mientras que en zonas templadas hay arbustos como la cambronera (Lycium intrincatum) y el azufaifo (Ziziphus lotus).
Aunque las dunas costeras no son ecosistemas muy biodiversos, albergan una fauna variada de insectos, crustáceos, reptiles, aves e incluso mamíferos. Abundan los insectos, especialmente mariposas, coleópteros (cocos), moscas, las abejas, avispas y hormigas.
Por otra parte, los crustáceos son habitantes comunes de las dunas costeras, concretamente diversas especies de cangrejos. Entre ellos el cangrejo azul (Cardisoma guanhumi), que migra hasta la playa para depositar sus huevos.
Otro grupo característico son los reptiles, con diversas especies de lagartos de pequeño porte. Por ejemplo, el pochitoque (Kinosternon leucostomum), aunque también hay lagartos mayores como la iguana verde (Iguana iguana).
También habitan especies de tortugas como la tortuga pintada (Trachemys spp.). Además se encuentran una gran variedad de aves marinas que reposan, crían o cazan entre la vegetación de las dunas.
En las dunas consolidadas, con mayor presencia de vegetación pueden incursionar mamíferos tales como conejos, mapaches y otros. Por ejemplo, en las dunas costeras de México habita el cacomixtle norteño (Bassariscus astutus).
Por definición las dunas costeras se desarrollan en un clima oceánico, donde la masa de agua cercana ejerce una influencia determinante atemperando el clima. Las dunas costeras se forman en zonas costeras de todos los continentes, tanto en zonas tropicales como templadas y frías.
Dependiendo de la latitud las precipitaciones pueden ser muy escasas o abundantes, e igualmente hay grandes variaciones de temperaturas.
En México existe un importante sistema de dinas costeras en toda la costa del Golfo de México hasta la costa del mar Caribe. Se reconocen cuatro zonas de dunas costeras con diferencias incluso de clima y vegetación.
En Tamaulipas y norte de Veracruz predomina un clima seco con precipitaciones bajas a medias y temperaturas bajas, con dunas de arena calcárea y cuarzo. Aquí se encuentran cordones de dunas y lagunas costeras.
Por su parte en el centro de Veracruz se presenta un clima subhúmedo y cálido, con arenas de cuarzo formando complejos sistemas de dunas. La vegetación aquí es más compleja, sobre todo por la influencia de selvas tropicales adyacentes.
Luego, en el sur de Veracruz y Tabasco hay un clima más húmedo y cálido, con precipitaciones de hasta 3.500 mm anuales. En esta región también dominan las arenas de cuarzo y la vegetación de las dunas es de una complejidad menor.
Por último, en la península de Yucatán, se encuentra un clima cálido y seco, con dunas de arena calcárea. En esta región se encuentra una variada vegetación de matorral en las dunas consolidadas, con diversas especies de hierbas, arbustos e incluso palmas y árboles.
En las dunas costeras de México son comunes especies como la riñonera (Ipomoea pes-caprae), la verdolaga de playa (Sesuvium portulacastrum) y el lirio de mar (Hymenocallis littoralis). Así como pequeños árboles como el uvero de mar (Coccoloba uvifera) y palmas como nakax (Coccothrinax readii) y chiít (Thrinax radiata).
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