Sauce llorón: características, hábitat, usos, cultivo
Sauce llorón (Salix babylonica) es una especie dioica perteneciente a la familia Salicaceae, originario del norte de China. Es un árbol de porte alto, de tronco recto y grueso, y copa amplia de ramas finas y flexibles que cuelgan hasta llegar al suelo.
Se denomina frecuentemente sauce llorón, sauce llorón babilónico, sauce de babilonia, sauce llorón de tirabuzón o sauce tortuoso. Es una especie que se adapta a diversas condiciones ambientales, siendo indispensable un alto contenido de humedad atmosférica y del suelo para su óptimo desarrollo.
El sauce llorón es empleado principalmente como planta ornamental, apropiado para espacios abiertos, al borde de cuerpos de agua, lagunas y arroyuelos. Siendo utilizado frecuentemente como barrera rompeviento destinada a proteger cultivos agrícolas de las fuertes corrientes de aire.
Desde la antigüedad este árbol ha estado asociado a la salud y espiritualidad de muchas culturas ancestrales, quienes conocían su poder terapéutico contra diversos malestares. Hoy en día se conoce que la corteza del sauce contiene salicina, componente activo que le otorga propiedades medicinales, y que es el precursor natural de la actual aspirina.
Además, el sauce llorón es símbolo de sabiduría: los curanderos, magos y hechiceros solían descansar bajo sus ramas para conectarse al mundo espiritual. De hecho, se decía que el susurro del viento bajo sus ramas era el murmullo de los espíritus y Dioses.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Usos
- 4 Propiedades medicinales
- 5 Cultivo
- 6 Cuidados
- 7 Leyenda
- 8 Referencias
El sauce llorón (Salix babylonica) es un árbol caducifolio de 8-18 m de altura, que puede alcanzar hasta los 26 m. De tronco corto y corteza profundamente fisurada, con la copa amplia y extensa, presenta ramas largas, delgadas, flexibles y colgantes hasta el nivel del suelo.
Las hojas simples, alternas y lanceoladas, de 8-15 cm de longitud, poseen los bordes ligeramente aserrados y acuminados. El haz es de color verde oscuro y el envés grisáceo, inicialmente pubescentes pero glabras cuando adultas, provistas de peciolos cortos.
Las inflorescencias racimosas colgantes o amentos cilíndricos de 3-5 cm de longitud, emergen en posición axial junto a las hojas. Las flores unisexuales de coloración amarillo-verdosas agrupadas en amentos, contienen flores masculinas con un par de estambres y las femeninas un par de estigmas.
Los frutos de color marrón-verdoso son cápsulas diminutas, de 3-4 mm de diámetro, que maduran al culminar la primavera. Al desplegarse, esparcen numerosas semillas pubescentes de color blanco-amarillento, que se diseminan fácilmente gracias a la acción del viento.
– Reino: Plantae.
– División: Magnoliophyta.
– Clase: Magnoliopsida.
– Orden: Malpighiales.
– Familia: Salicaceae.
– Género: Salix.
– Especie: Salix babylonica L.
– Salix: el nombre genérico deriva del latín que significa sauce.
– babylonica: el adjetivo especifico hace referencia a la población de Babilonia, en Mesopotamia, de donde se le creía originario.
El sauce llorón (Salix babylonica) es una planta arbustiva originaria de China, que ha sido introducida ampliamente en otras localidades por su fácil adaptación. Desde su lugar de origen fue trasladada a través de la “Ruta de la Seda” hasta Europa, y de allí llevada a África y América.
En la actualidad, se han desarrollar diversas variedades que se cultivan a lo largo de Sudamérica, Centroamérica y el sur de los EE.UU. Se localiza al sur de África y algunas localidades de Zimbabue, siendo cultivada a lo largo de cursos o reservorios de agua.
A pesar de que su lugar de origen se limita a condiciones templadas, es una especie que se adapta a diversos ambientes cálidos y fríos. Crece sobre una amplia gama de suelos: prefiere los suelos francos y húmedos, pero se adapta bien a otros arenosos y secos, con pH ácido o neutro.
En efecto, el sistema radicular se desarrolla con mayor vigor y firmeza sobre suelos franco-arenosos, arcillosos o arcillo-limosos, los cuales requieren humedad constante. Al respecto, es necesario mantener la humedad del terreno, atendiendo aspectos como textura del suelo, temperatura y humedad ambiental, y radiación solar.
Un factor clave al momento de establecer esa planta son sus requerimientos lumínicos, ya que requiere plena exposición solar para desarrollarse plenamente.
El sauce llorón es una especie de rápido crecimiento y fácil propagación para su cultivo de forma silvestre u ornamental. Con fines comerciales o recreativos, el sauce llorón puede vivir de 25-30 años, con mínimo manejo agrícola.
Esta especie posee un alto valor ornamental: durante el verano exhibe un denso follaje verde y en invierno sus ramas ondulantes son muy llamativas. Por su gran volumen, es adecuado para grandes espacios abiertos, ya que aporta una amplia copa que da sombra y refresca el ambiente.
En espacios urbanos es ampliamente sembrado alrededor de estanques, lagunas, lagos o arroyos, así como en campos deportivos o canchas de golf. Durante los días cálidos, la acción del viento sobre las ramas proporciona un ambiente fresco y agradable a su alrededor.
La madera blanda y ligera del sauce llorón es de regular calidad, es empleada principalmente para fabricar muebles rústicos y mangos para herramientas. De hecho, es una madera poco duradera a la intemperie, siendo usada para elaborar artesanías, gavetas o cajones prensados, y materia prima para pasta de papel.
El sauce llorón es una especie frecuente en ecosistemas de páramos y zonas con alto contenido de humedad ambiental. Siendo empleada a menudo para la reforestación de áreas naturales que han sido intervenidas o están en proceso de degradación.
Asimismo, esta especie de manera individual o agrupada en serie, se emplea como barrera natural de protección contra los vientos fuertes o “cortina rompevientos”. De hecho, su gran porte y fuerte estructura, la convierten en una barrera natural para proteger del viento algunos cultivos agrícolas.
A finales del siglo XX, en los Estados Unidos se estableció un programa denominado “Desarrollo Rural para Energía de Biomasa”. Su objetivo era promover el cultivo del sauce llorón para generar combustible para la industria eléctrica, debido a su alto valor calórico.
La mayoría de las especies del género Salix, incluida Salix babylonica, comparten diversas propiedades medicinales. De hecho, el sauce llorón contiene en su corteza el principio activo para combatir fiebres y dolores.
Este compuesto es un glúcido denominado salicina, que en contacto con el agua se descompone en saligenina y glucosa, que por oxidación produce el ácido salicílico. En efecto, el ácido salicílico es el precursor del medicamento sintético ácido acetil salicílico, ampliamente usado como analgésico, antiinflamatorio y antipirético.
En la medicina tradicional, la ingesta tres veces al día, de una infusión preparada con hojas de sauce llorón permite aliviar diversos padecimientos. De hecho, calma los dolores, ya sean reumáticos, musculares, de cabeza, oídos, o muelas, entre otros.
Igualmente, permite bajar la fiebre cuando el malestar es de origen gripal o por catarro. Además, favorece el sueño, actúa como anticoagulante mejorando la circulación sanguínea, y es un efectivo astringente contra molestias estomacales.
El cocimiento de la corteza en agua, se puede aplicar de manera tópica para curar heridas, picaduras de insectos o quemaduras. También se emplea para curar infecciones en la boca, y como gargarismo para aliviar problemas de irritación en la garganta o faringitis.
Salix babylonica es una especie dioica, ya que sus flores femeninas y masculinas crecen en inflorescencias o amentos en árboles separados. De esta forma, es común la presencia de árboles femeninos o masculinos, que florecen a partir de los cuatro años de sembrado durante la primavera.
Al respecto, el sauce llorón es una planta que se multiplica fácilmente de manera vegetativa, a través de esquejes leñosos colectados a mediados de invierno. No obstante, suele ser propagada por semillas, a pesar de ser un proceso de menor viabilidad y engorroso.
El sauce llorón es una especie caducifolia, pierde sus hojas durante otoño e invierno, siendo este el momento oportuno para seleccionar los esquejes. El proceso consiste en seleccionar de “árboles femeninos” ramas con un grosor de 8-12 mm y con una edad mayor a un año.
De estas ramas se cortan trozos (esquejes) de 30 cm de longitud, con el uso de una tijera afilada y desinfectada. Los esquejes se mantienen húmedos y protegidos del sol, procediendo a recolectar solo el material que se va a utilizar.
A cada esqueje se le elimina de 3-4 mm de corteza a nivel de la base, usando una hojilla esterilizada. Luego se procede a aplicar sobre esta zona una hormona de crecimiento para favorecer el desarrollo de las nuevas raíces.
Los esquejes son plantados en un sustrato poroso, siendo recomendable una mezcla a partes iguales de perlita y turba negra. De esta forma, manteniendo el sustrato húmedo y evitando la luz solar directa, los esquejes estarán listos para trasplantar a los 8-12 meses.
La obtención de semillas de Salix babylonica es una práctica complicada, debido a que la mayoría son dispersadas por el viento. Además, su periodo de viabilidad es muy corto, por lo que se recomienda recolectarlas directamente de la planta.
Una vez recolectadas, se sumergen en agua fresca por 24 horas para retirar sus finas cerdas algodonosas, o hasta observar que se desprenden. Seguidamente se siembran en bandejas de germinación sobre un sustrato de turba negra y perlita a una proporción de 7:3 partes.
Las bandejas se ubican a luz solar directa hasta el momento que emergen las plántulas, ubicándolas luego a media sombra hasta su trasplante. El riego debe realizarse de forma frecuente, manteniendo un flujo constante sin llegar a causar encharcamiento.
Cuando las semillas presenten de 3-4 hojas verdaderas, se procede a trasplantar en bolsas de polietileno con un sustrato suelto y fértil. Bajo estas condiciones, las plántulas estarán listas para trasplantar al sitio definitivo a los 10-12 meses.
El sauce llorón es una especie rústica y resistente que requiere pocas atenciones agronómicas, si se mantienen sus requerimientos de humedad. Crece en diversos tipos de suelos, y una gran variedad de climas, mientras no haga demasiado frío, ya que no tolera las heladas.
Requiere plena exposición solar, así como alta humedad ambiental y del suelo para crecer y desarrollarse de manera sana y productiva. Por esta razón, es recomendable sembrarlo en espacios abiertos y próximo a cursos o reservas de agua.
No obstante, su sistema radicular es superficial y muy invasivo, que cuando se desarrolla de forma vigorosa puede ocasionar daños físicos. Al respeto, es oportuno ubicarlo a más de 10 m de cualquier estructura física, tuberías, aceras o caminerías, para evitar daños mayores.
El follaje del sauce llorón es muy denso y amplio, lo que requiere desde el principio disponer de un espacio abierto, ventilado y asoleado. De lo contrario, la planta no se desarrollará completamente y acabará causando inconvenientes, siendo necesaria su tala o eliminación.
Las podas de mantenimiento no son recomendables para esta especie, ya que la estructura de la planta se forma de manera natural. Las podas de saneamiento se realizan cuando ocurre algún daño físico ocasionado por el viento, o hay ramas enfermas atacadas por plagas y enfermedades.
Durante la fase de crecimiento del árbol, son frecuentes los ataques de orugas, cochinillas o pulgones, así como las enfermedades del oídio y la roya. En este caso, se recomiendan aplicaciones preventivas de insecticidas a base de clorpirifós o dimetoato, y la aplicación de fungicidas a base de azufre y cobre.
Una de las leyendas más románticas sobre el sauce llorón nos relata que hace muchos años, en la selva del Amazonas vivía una hermosa princesa guaraní. Esta joven, llamada Isapí, a pesar de su bella incomparable, poseía un corazón de hierro, incapaz de compadecerse de sus semejantes.
De hecho, la llamaban “la que nunca lloró”, debido a que ignoraba el dolor ajeno, y nunca se la veía llorar. En cierta ocasión, una tragedia natural desoló la aldea donde vivía Isapí y muchas personas perdieron la vida, pero la princesa no lloró.
Los pocos pobladores que sobrevivieron sintieron angustia y desesperación al ver las desgracias que ocurrían en su pueblo. No comprendían por qué la princesa no se apiadaba, hasta que una hechicera les dijo que Isapí era el origen de su tragedia.
La hechicera, invocando al señor de los maleficios, profetizó que la única solución a la tragedia de su pueblo eran las lágrimas de Isapí. Así, suministro una pócima que motivara el sufrimiento y el llanto a la joven, y de esta forma calmar la ira de los Dioses.
Sin embargo, cuando Isapí ingirió la poción se paralizó, sus pies se convirtieron en raíces y su cuerpo en tronco. Su largo cabello se convirtió en ramas colgantes, y por primera vez sintió miedo. De esta forma Isapí, al fin pudo llorar.
Fue así como nacido el sauce llorón, un árbol vigoroso y de hermoso follaje, obligado eternamente a permanecer triste. El rocío que corre por sus hojas como lágrimas, es la forma de suplicar perdón por el corazón de piedra de la princesa Isapí.
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