Botánica

Tropismo: concepto, tipos y ejemplos


Un tropismo es el movimiento o el crecimiento direccional de un organismo en respuesta a estímulos externos como la luz, la gravedad, el tacto, entre otros. Se emplea, sobre todo, para describir el comportamiento de las plantas y de algunos animales “inferiores”.

Charles Darwin y su hijo, Francis Darwin, fueron de los primeros científicos en reportar estudios concernientes a los tropismos en los vegetales. Ambos investigadores se dedicaron especialmente al estudio del movimiento de las plantas hacia la luz, también conocido como fototropismo.

Los experimentos de los Darwin y muchos estudios posteriores proveyeron suficiente información para afirmar que estos movimientos trópicos en las plantas dependen de las sustancias promotoras del crecimiento vegetal (fitohormonas) conocidas como auxinas.

Se han descrito numerosas formas de movimiento y/o crecimiento por tropismo, entre las que se encuentran el fototropismo, el geotropismo, el tigmotropismo, el quimiotropismo, el hidrotropismo, el electrotropismo, entre otras.

Índice del artículo

Concepto de tropismo

El término tropismo viene del griego “tropos”, que significa “girar” y tiene que ver con las respuestas de los organismos frente a estímulos externos.

En las plantas, normalmente se dice que los tropismos son el resultado de las respuestas de crecimiento a estímulos específicos como la luz, el tacto, la gravedad, el agua, etc. Muchos autores consideran que se trata de respuestas parcialmente irreversibles, pues tienen que ver con el crecimiento diferencial de regiones distintas en el mismo órgano.

En los animales es un poco más difícil de definir, pues aquellos científicos dedicados al estudio del comportamiento animal definen los tropismos específicamente para aquellos “animales inferiores” que responden a los estímulos como una suerte de “reflejo” inconsciente.

Tipos de tropismo

De acuerdo con el tipo de movimiento que inducen, los tropismos pueden clasificarse como positivos o negativos.

Un tropismo positivo es aquel que provoca el movimiento o el crecimiento de una planta o un animal hacia la misma dirección de la que proviene el estímulo que lo dispara; la mayor parte de los movimientos trópicos son positivos y también se conocen como “ortotrópicos”.

Un tropismo negativo, por otra parte, es aquel que induce el movimiento o el crecimiento de un órgano vegetal o de un animal en la dirección contraria al estímulo, es decir, que promueve el crecimiento lejos del estímulo.

De acuerdo con la naturaleza del estímulo, los tropismos se clasifican en:

Fototropismo y heliotropismo

El fototropismo, como su nombre lo indica, se refiere al movimiento o crecimiento de un organismo en respuesta a estímulos lumínicos. Se observa comúnmente en las plantas y también ha sido comprobado en protozoarios fotosintéticos como los euglénidos, los paramecios y las amebas.

Al igual que todos los tropismos, hay individuos que se mueven o crecen hacia el estímulo y otros que lo hacen “huyendo” de este.

El heliotropismo se refiere, específicamente, al movimiento hacia el sol en respuesta al estímulo lumínico emitido por este; es un término utilizado muy a menudo para describir los movimientos diarios de las hojas que son inducidos por la luz solar.

Se dice que las hojas que “evitan” el sol son paraheliotrópicas, mientras que aquellas que buscan exponer la mayor cantidad de superficie foliar hacia los rayos del sol para maximizar la exposición se denominan diaheliotrópicas.

Si una planta tiene suficiente hidratación lo más probable es que sus hojas exhiban respuestas de movimiento diaheliotrópicas, pero si la misma planta se encuentra bajo estrés hídrico por déficit, sus hojas responderán con movimientos paraheliotrópicos, evitando la evapotranspiración por exposición exagerada de superficie.

Geotropismo

El geotropismo, también denominado gravitropismo, es un tipo de movimiento que se da en respuesta a la fuerza de la gravedad. Se dice que todos los órganos vegetales presentan algún tipo de crecimiento o movimiento en una dirección impuesta por la gravedad.

La naturaleza del movimiento geotrópico depende del órgano, de la especie y de algunos parámetros ambientales. Los vástagos de las plantas, por ejemplo, crecen erectos en sentido opuesto a la fuerza de la gravedad, entretanto las raíces lo hacen en la misma dirección de esta fuerza.

Así como los movimientos fototrópicos, se ha comprobado que el gravitropismo en los vegetales depende de la redistribución de las auxinas en los tejidos.

Quimiotropismo

Este es el movimiento o crecimiento de las plantas y de algunos animales en respuesta a estímulos químicos, bien sea atrayentes o repelentes.

Muchas veces las respuestas quimiotrópicas dependen de la presencia de receptores superficiales especializados, que sean sensibles a la concentración de un compuesto químico dado.

Hidrotropismo

Hidrotropismo puede definirse como el crecimiento o el movimiento de un organismo, vegetal o animal, hacia una fuente de agua o alejándose de esta (diferentes potenciales hídricos).

Es especialmente importante para los organismos sésiles como las plantas, pues de las respuestas hidrotrópicas positivas depende que consigan o no el agua necesaria para sobrevivir.

Tigmotropismo

El término tigmotropismo proviene del griego “thigma”, que quiere decir “tocar” y describe las respuestas de crecimiento y/o movimiento de plantas y animales frente a estimulación mecánica o al contacto con un objeto sólido.

En muchos animales este tipo de tropismo se entiende también como un “reflejo” o respuesta instintiva, que les permite alejarse de objetos potencialmente peligrosos.

Electrotropismo

Esta clase de tropismo describe las respuestas de ciertos animales y de las plantas frente a estímulos eléctricos. En algunos casos se refiere a estímulos inhibitorios, pero ello depende de la especie, del órgano y de la intensidad de la corriente.

Otros tropismos

El termotropismo y el traumatropismo son dos tipos adicionales de tropismos descritos por algunos autores. Tienen que ver, respectivamente, con el crecimiento o el movimiento en respuesta a gradientes térmicos y en respuesta a traumatismos o “heridas”.

Ejemplos de tropismo

Como este tipo de movimientos se ha estudiado más extensamente en los organismos vegetales, los ejemplos que serán presentados se relacionan con las respuestas de las plantas a la luz y a la gravedad.

Fototropismo

El fototropismo provoca una elongación o alargamiento de las células del ápice del órgano que están en la porción que no recibe luz, lo que genera un “plegamiento” o curvatura en el mismo. Esto es gracias a los efectos de la luz sobre las auxinas, que son una de las fitohormonas que están implicadas en el crecimiento vegetal.

Así, cuando una planta se mantiene en completa oscuridad, esta se alarga considerablemente en “búsqueda” de la luz. Si un pequeño rayo de luz se hace presente, entonces las ramas de la planta se orientan en dirección al rayo de luz.

Gravitropismo

Respecto al gravitropismo, el mejor ejemplo consiste en imaginar una planta dentro de una maceta que se cae al suelo y termina en posición completamente horizontal.

Al cabo de unas horas podrá notarse que las raíces se “acomodarán” en búsqueda del suelo, es decir, en la dirección del estímulo gravitatorio, y que los tallos harán lo contrario, arreglándose en sentido opuesto a la dirección de la gravedad.

Las respuestas gravitrópicas o geotrópicas dependen de la sedimentación de unas partículas citosólicas conocidas como amiloplastos, en cuyo interior se almacenan gránulos de almidón.

Referencias

  1. Azcón-Bieto, J., & Talón, M. (2000). Fundamentos de fisiología vegetal (No. 581.1). McGraw-Hill Interamericana.
  2. Brusca, R. C., & Brusca, G. J. (2003). Invertebrates (No. QL 362. B78 2003). Basingstoke.
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  4. Estelle, M. (1996). Plant tropisms: the ins and outs of auxin. Current Biology, 6(12), 1589-1591.
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  6. Taiz, L., Zeiger, E., Møller, I. M., & Murphy, A. (2015). Plant physiology and development.