Industria química: historia, características, productos e impacto
La industria química es el campo de investigación y producción que se encarga de las trasformaciones de las materias primas; es decir, se ocupa de procesar las sustancias naturales y artificiales con el objetivo de crear un producto que satisfaga las necesidades del hombre.
No se puede hacer referencia a esta industria sin antes aludir a la química, ciencia que estudia los elementos de la naturaleza y los cambios que presentan. En el sector empresarial, los estudios relacionados con la química reflejan una proyección que busca favorecer y afectar directamente a la sociedad.
Entonces, la química es una ciencia que está en continuo desarrollo a través del área industrial. Al ser una ciencia, tiene la finalidad de estudiar el origen y las propiedades de las sustancias naturales y sintéticas, sustancias que serán procesadas y utilizadas para elaborar un nuevo artículo lucrativo.
En ese sentido, la industria química no solo es un vehículo de progreso social, sino que representa la evolución tecnológica. Participa en el progreso social porque beneficia a los individuos y a la economía mediante sus creaciones, y es una evolución tecnológica ya que los descubrimientos obtenidos son esenciales para el avance dentro de ese ámbito.
Este campo de procedimientos técnicos se encuentra dentro de un territorio amplio y complejo, pues abarca los inventos científicos, los agentes administrativos, los recursos naturales y el medio ambiente. La industria química tiene el propósito de responder y proporcionar los productos, tanto primarios como secundarios, que pueda ameritar el ser.
Índice del artículo
- 1 Historia
- 2 Características
- 3 Ramas de la industria química
- 4 Productos elaborados en la industria química
- 5 Impacto ambiental
- 6 Referencias
A lo largo de la historia, las indagaciones sobre los cambios naturales y su influencia en la humanidad han sido fundamentales, ya que dan fe de cómo el hombre ha evolucionado. Esto se hace evidente desde que se comenzaron a estudiar los fenómenos vitales, así como las materias que constituyen las rocas y los minerales.
Los individuos se relacionan con las plantas y los animales condicionando el funcionamiento del planeta, pero se diferencian de ellos porque el ser tiene la capacidad de razonar. Desde la Prehistoria, ese carácter racional le permitió al hombre idear herramientas que lo ayudaran a mejorar su hábitat.
Desde su origen, los seres humanos tuvieron que crear objetos que se ajustaran a sus necesidades. Esos objetos eran ingeniados y desarrollados a través de los recursos que les ofrecía la naturaleza.
Al principio destacó el descubrimiento del fuego, hazaña primordial porque permitió que el hombre aprendiera a cocinar los alimentos y que conociera una luz que no era la del día.
Sin embargo, dicho descubrimiento también generó que se incrementaran las exigencias de los individuos: a medida que complacían algunas, otras se manifestaban. De ese modo fue como surgieron las ideas para edificar viviendas, utilizar transportes y perfeccionar el tejido con el fin de innovar la vestimenta.
Puede decirse que el hallazgo del fuego generó el proceso de producción; es decir, ocasionó que los cambios de las sustancias naturales fueran cada vez mayores y que se generaran distintas utilidades para cada artefacto.
A pesar de que aún no se denominaba ciencia, estos sucesos se pueden señalar como los primeros indicios o progresos de lo que más tarde fue la industria química.
En el siglo XVII el hombre había conseguido modificar el mundo a través de sus inventos y construcciones, aunque todavía no se habían reconocido esas transformaciones más allá del aporte social. No existía un círculo particular que se centrara en el examen de las ventajas y desventajas que se producían al alterar las materias naturales.
Fue a mediados de 1800 cuando se originó un movimiento que cambió la manera de ver la realidad. Se trató de una época en la que se expuso la máquina de vapor como avance tecnológico y en la cual el hombre requería más energía y carbón para incrementar la productividad: se manifestó la Revolución Industrial.
Tal manifestación ocasionó que el trabajo dejara de ser manual y se empezara a utilizar maquinaria que agilizaba el rendimiento laboral. Fue un período en el que el conocimiento y la razón ocupaban el centro de la sociedad, motivo por el que un conjunto de disciplinas de investigación se aceptaron como ciencias; entre estas se encontraba la química.
Ese suceso ocasionó el crecimiento del sector industrial. A finales del siglo XVIII predominó el trabajo con acero y carbón, con los que se elaboraron ferrocarriles, barcos y herramientas mecánicas.
En el siglo XIX destacó el uso de productos químicos, tales como los colorantes, y en el siglo XX tuvieron gran influencia los elementos energéticos como el petróleo y el gas de hulla.
-El desarrollo de la industria química inició cuando germinó la técnica de la cámara de plomo para obtener ácido sulfúrico y, con el fin de perfeccionarlo, se recurrió al proceso de sosa (método reactivo). Esto es reflejo de una de las características principales de la industria química: la continua evolución de los proyectos y de los productos fabricados.
-También procura responder a las normativas de salud y del medio. Por ejemplo, constantemente se elaboran nuevos estudios que buscan descubrir tratamientos eficaces contra ciertas enfermedades. Así mismo, actualmente se están utilizando técnicas de producción más adecuadas que no afecten de forma drástica al ambiente.
-La industria química se vale de otras áreas (como la ingeniería) para la creación de nuevas fórmulas que contribuyan al descubrimiento y tratamiento de diversos productos. Por ese motivo es un sector científico y empresarial que se halla en una progresión ininterrumpida apoyada fuertemente por otras disciplinas.
-En la actualidad los materiales utilizados en este campo se estudian durante un largo tiempo en los laboratorios antes de ser procesados. Anteriormente se utilizaban casi sin ser examinados por el hecho de que no se contaba con los instrumentos necesarios para modificar las sustancias naturales o artificiales.
-En la industria química es fundamental el momento de transición que se realiza entre el laboratorio y la fábrica, puesto que ahí se reúnen las operaciones que modificarán las materias químicas. Dicho proceso es vital para la producción.
Este sector se puede clasificar en dos líneas principales: la industria química de base y las industrias secundarias.
La función de este tipo de industria química es reformar las sustancias primas naturales, especialmente el petróleo y los minerales.
A través de esta industria se fabrican artículos semielaborados —pero en vastas cantidades— que son fundamentales para las industrias de transformación.
Las industrias secundarias son aquellas que transforman los objetos sintéticos en productos que se destinan al mercado o se remiten para las fábricas de química fina, donde se refina la producción.
Además de las vertientes antes descritas, la industria química también cuenta con diversas ramas de investigación. Entre las ciencias de indagación más destacadas se encuentran las siguientes:
Química inorgánica
Analiza las propiedades y los cambios de las sustancias.
Química orgánica
Corresponde al examen de los compuestos de carbono.
Bioquímica
Estudia las reacciones y los organismos que constituyen a los seres.
Química fina
Fija las leyes que rigen los fundamentos químicos, como por ejemplo, la termodinámica y la cinética.
Química medioambiental
Examina los componentes que hay en la Tierra, con la principal intención de promover la conservación y el cuidado del planeta.
Geoquímica
Se encarga del estudio de los cambios minerales que experimenta la Tierra; por eso una de sus corrientes es la química analítica, que determina el método de la investigación.
Los productos que se producen a través de la industria química son muy variados y tienen aplicaciones diversas. Pueden generarse desde ácidos y combustibles hasta adhesivos, colorantes y plásticos, entre muchos elementos más.
A continuación listaremos los principales productos que son generados a través de la industria química, y que son de uso común en los seres humanos:
-Acetileno.
-Butadieno.
-Etileno.
-Combustibles.
-Hidróxido de sodio.
-Metanol.
-Soda.
-Propileno.
-Hierro.
-Aluminio.
-Acero.
-Cobre.
-Abonos nitrogenados y de amoníaco.
-Ácidos clorhídrico, fosfórico, fosfato, nítrico y sulfúrico.
-Colorantes.
-Detergentes.
-Fibras textiles.
-Adhesivos.
-Explosivos.
-Pinturas.
-Vidrios.
-Lubricantes.
-Plásticos.
A pesar de los diversos beneficios que brindan los artículos de las industrias químicas, muchas veces su elaboración y el uso de sustancias nocivas que derivan de dicha actividad han contribuido al progreso del calentamiento global.
Entre esos elementos dañinos se encuentran el dióxido y el monóxido de carbono, el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno.
En este sentido, la producción afecta al ambiente a través de los combustibles y el humo —por ejemplo, ocasionados por el excesivo uso de fertilizantes— que se generan y expanden desde las fábricas. Por tal motivo se ha expuesto una serie de medidas que ayuden a evitar el desequilibrio ecológico bajo el nombre de “química verde”.
La química verde tiene como fin reciclar los materiales que las industrias desechan, evitar la generación de residuos buscando depurarlos al momento de la fabricación del producto y reutilizar los objetos para crear artículos que no posean toxicidad, con el fin de que no agredan la salud de los individuos ni alteren el medio ambiente.
Así mismo, las industrias deberían utilizar materia prima renovable y no agotable, seleccionar los elementos enérgicos considerando el impacto ambiental que puedan tener, reducir las temperaturas en los centros experimentales y limitar el uso de sustancias auxiliares para minimizar los accidentes antropogénicos.
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