Biografías

Miguel León-Portilla: biografía, filosofía, premios, obras, frases


Miguel León-Portilla (1926) es un filósofo, historiador, antropólogo y escritor mexicano, destacado en el mundo de las letras por sus estudios del náhuatl. Su principal interés ha estado enfocado en los pueblos indígenas mexicanos de la etapa prehispánica, sobre todo en sus tradiciones, costumbres, pensamientos y creencias.

La obra de León-Portilla es una reivindicación de los orígenes del pueblo mexicano, y también ha buscado mantener vigente tanto la literatura como las lenguas indígenas, en especial la náhuatl. Su dedicación y constancia le han hecho merecedor de un amplio número de reconocimientos y premios.

Algunos de los títulos más destacados desarrollados por el filósofo mexicano, han sido: La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, Visión de los vencidos, El reverso de la conquista y Quince poetas del mundo náhuatl. León-Portilla es uno de los principales defensores de los valores indígenas.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento y familia

Miguel nació el 22 de febrero de 1926, en Ciudad de México, en el seno de una familia de intelectuales e historiadores. Sus padres fueron Miguel León Ortiz y Luisa Portilla Nájera. Estuvo emparentado con el arqueólogo Manuel Gamio, y con Manuel Gutiérrez Nájera, precursor del modernismo mexicano.

Educación de León-Portilla

Los primeros años de educación de León-Portilla transcurrieron en Guadalajara, Jalisco. Posteriormente cursó estudios superiores en artes en la Universidad de Loyola, en Los Ángeles, Estados Unidos. Luego, en 1956, se doctoró en filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Inicios profesionales

Miguel León-Portilla comenzó a desenvolverse rápidamente en el área profesional. En 1955 inició su vinculación con el Instituto Nacional Indigenista Interamericano, primero como subdirector y luego como director, cargos que ejerció hasta 1963.

Posteriormente, a partir de 1963, fungió como autoridad principal del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. De esa época fueron sus obras Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares y El reverso de la conquista. Relaciones aztecas, mayas e incas.

Matrimonio de León-Portilla

El filósofo se casó en 1965 con Ascensión Hernández Triviño, filóloga y lingüista española, a quien conoció en Barcelona en 1964, durante el Congreso Internacional de Americanistas. Fruto del matrimonio nació su hija María Luisa León-Portilla Hernández.

León-Portilla y la obra de Sahagún

Miguel León-Portilla se dedicó en buena medida a dar a conocer la obra que fray Bernardino de Sahagún había realizado sobre México antes de la conquista de los españoles. Además de nombrarlo como el primer antropólogo de los nahuas, también revalorizó y le dio lugar a los trabajos del español.

Vigencia de León-Portilla

Miguel León-Portilla se ha mantenido vigente durante toda su vida, tanto en el campo de la historia, como en el de la investigación y la filosofía. Desde 1957 impartió clases en la UNAM, y al mismo tiempo ha sido investigador emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de esa misma casa de estudios.

El filósofo ha cruzado fronteras con sus diferentes proyectos e investigaciones. Además de dictar charlas y conferencias a nivel mundial, también ha formado parte del Instituto de Civilizaciones Diferentes de Bélgica, de la Sociedad de Americanistas de Francia, de la Sociedad Mexicana de Antropología, y otras reconocidas asociaciones.

Áreas de investigación

León-Portilla, desde sus comienzos como profesional, se ha desempeñado en distintas áreas de investigación en su país. Estudió las culturas prehispánicas que habitaron el centro de México, y también trabajó por la protección de los derechos de los indígenas.

Sus proyectos, además, abarcaron el humanismo hispánico, las formas de interrelacionarse de las culturas entre la parte noroeste de México y la zona sur oeste de Norteamérica. Por último, realizó estudios de etnohistoria de la Baja California y sobre la cultura náhuatl.

Últimos años de vida

Los últimos años de vida de Miguel León-Portilla los ha vivido en el ejercicio de su profesión, y recibiendo reconocimientos. Entre sus últimos escritos están: La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, Francisco Tenamaztle, La flecha en el blanco y Bernardino Sahagún, pionero de la antropología.

Algunos de los premios que ha recibido son: Gran Cruz de la Orden de Alfonso X, Premio Internacional Alfonso Reyes, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla, entre otros. En enero de 2019, fue ingresado al hospital por afecciones respiratorias, y su recuperación ha sido lenta.

Filosofía

La filosofía de Miguel León-Portilla ha estado basada en el conocimiento del pasado prehispánico mexicano, para así poder entender el presente, y, como pueblo, llegar a un estado consciente de conocimiento. El escritor ha sostenido que antes de la conquista, los indígenas ya tenían su propia literatura e historia.

El historiador también contempla el arte, dentro de su filosofía, como una forma de conocer y saber; todo esto con buena base, en virtud de que los pueblos antiguos, incluso, la usaron para comunicarse. De allí León plantea la apreciación de los mexicanos por lo propio, para poder aceptar el presente y el futuro.

Premios y logros

– Editor de Estudios de Cultura Náhuatl de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1959.

– Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, en 1962. Ocupó la silla VII.

– Miembro correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua.

– Director del Instituto Indigenista Interamericano desde 1960 hasta 1966.

– Premio Elías Sourasky, en 1966.

– Director del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, desde hasta 1976.

– Miembro de la Academia Mexicana de la Historia en 1969. Ocupó el sillón XVII.

– Miembro de El Colegio Nacional, en 1971.

– Commendatore por la República Italiana, en 1977.

– Serra Award, por la Academia Americana Franciscana de la Historia, en 1978.

– Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1981.

– Premio Alonso de León, en 1982.

– Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México, desde 1976 hasta 1986.

– Miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana.

– Doctor Honoris Causa por Dé Toulouse Le Mirail (Francia), en 1990.

– Premio Aztlán, en 1992.

– Medalla Benito Juárez por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en 1992.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad de Colima, en 1994.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia), en 1994.

– Medalla Belisario Domínguez en 1995, por el Senado de la República de México.

– Doctor Honoris Causa por Brown University (Estados Unidos), en 1996.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1998.

– Gran Cruz de la Orden de Alfonso X, El sabio (España), en 1999.

– Orden de las Palmas Académicas en grado de comandante (Francia), en el 2000.

– Premio Internacional Alfonso Reyes, en el 2000.

– Premio Bartolomé de las Casas (España), en el 2000.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Carolina (Praga), en el 2000.

– Premio Internacional Menéndez Pelayo, en el 2001.

– Doctor Honoris Causa por la San Diego State University (Estados Unidos), en el 2002.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, en el 2002.

– Doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad del Estado de Hidalgo, en el 2007.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma Metropolitana de México, en el 2009.

– Premio Juan de Mairena, en el 2010.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad de Guadalajara, en el 2010.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá (España), en 2010.

– Premio Letras de Sinaloa, en el 2012.

– Medalla Anáhuac en Humanidades, en el 2012.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia de México, en 2014.

– Medalla Fray Bernardino de Sahagún, en el 2014.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en 2016.

– Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla, en el 2017.

Obras

– La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes (1956).

– Siete ensayos sobre cultura náhuatl (1958).

– Visión de los vencidos (1959).

– Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares (1961).

– El reverso de la conquista. Relaciones aztecas, mayas e incas (1964).

– Tiempo y realidad en el pensamiento maya (1968).

– México-Tenochitlán, su espacio y tiempos sagrados (1979).

– La multilingüe toponimia de México: sus estratos milenarios (1979).

– Hernán Cortés y la Mar del Sur (1985).

– Cartografía y crónicas de la antigua California (1989).

– Quince poetas del mundo náhuatl (1993).

– Francisco Tenamaztle (1995).

– La flecha en el blanco (1996).

– Bernardino de Sahagún, pionero de la antropología (1999).

-Breve descripción de algunas de sus obras

La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes (1956)

Este trabajo trató sobre la tesis que realizó León-Portilla para obtener su doctorado en filosofía, bajo la tutoría del padre Ángel María Garibay. Estuvo estructurada por un prólogo, desarrollado por el clérigo, una introducción y seis capítulos.

La obra trató sobre los aztecas, y de cómo buscaron tener una visión y conocimiento amplio del mundo, aun cuando no tenían una filosofía establecida. Además, desarrolló sus ideas sobre los pensamientos que los náhuatl tenían acerca de la humanidad.

Universalidad de la obra

Esta obra consolidó el conocimiento que México y el mundo tenía sobre los pueblos prehispánicos, y despejó las dudas sobre los orígenes y la evolución, así como la intervención de los españoles. Tal fue el impacto causado que se tradujo a idiomas como el ruso, alemán e inglés. Ha sido editada más de diez veces.

Fragmento de “El problema del albedrío humano”

“Tal es la afirmación implícita de un libre albedrío modificable por la educación. Ignoramos cuáles hayan sido las razones últimas que pudieron engendrar en los ‘tlamatimine’ una semejante confianza en el poder de la educación, creadora de rostros, y humanizadora de voluntades.

Quizá, más que argumentos abstractos, fueron los resultados mismos de su sistema educativo la mejor prueba de carácter intuitivo. O sea, el hecho innegable de la formación de hombres de rasgos morales bien definidos de los que la historia nos ha conservado algunos nombres: Motecuhzoma, Cuauhtémoc…”.

Visión de los vencidos (1959)

El nombre completo de esta crónica escrita por León-Portilla fue Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la conquista. Se considera como uno de los trabajos más conocidos del mexicano, se trató de las narraciones que los indígenas escribieron sobre la colonización de los españoles a México.

La idea principal del autor fue mostrar una visión amplia sobre cómo el indígena vivió la experiencia de la conquista. Para ello, utilizó una serie de documentación escrita en náhuatl, como, por ejemplo: Cantares mexicanos y Códice florentino del fraile español Bernardino de Sahagún.

Estructura

La obra fue estructurada en diecisiete capítulos, más un complemento. Además, se dividió en tres secciones. En la primera se reflejaron los documentos que dieron de fe de la situación de los indios, antes de que los españoles conquistaran el suelo azteca.

En la segunda parte el autor dio a conocer cómo fue el camino de los españoles hacia Tenochtitlán, y la manera en que se relacionaron con los indígenas. Finalmente, se refirió a la llegada al sitio, y la batalla que se desató entre los nativos y los foráneos.

Algunos de los episodios históricos desarrollados por León-Portilla fueron:

– “Antes de que llegaran los españoles”.

– “La marcha de los españoles hacia Tenochtitlán”.

– “La matanza de Cholula”.

– “Los españoles en Tenochtitlán”.

– “La matanza del templo mayor”.

– “La noche triste”.

– “El sitio de Tenochtitlánpor los españoles”.

– “Relación de los informes de Tlatelolco”.

“La matanza de Cholula”

El relato de este acontecimiento es uno de los más importantes y destacados de la obra del filósofo mexicano. El evento trató sobre la contienda que surgió entre los tlaxcaltecas y los españoles. Para su elaboración, el autor empleó notas del Códice florentino, que afirmó que se inició por la defensa de los nativos de sus intereses.

Por otro lado, se expuso también la versión del Códice Ramírez, escritos independientes, donde se expresó que los españoles fueron bien recibidos por el príncipe Ixtlilxótchitl. De esta forma, Miguel León-Portilla manejó una información documentada de los acontecimientos prehispánicos.

“La noche triste”

En esta parte de la obra de León-Portilla se narró, tomando como base el Códice florentino de Sahagún, el intento de huida de los españoles de Tenochtitlan. Sin embargo, fueron descubiertos, se inició la batalla, y siendo menos los españoles, se impusieron, y los nativos perdieron vidas y oro.

Varias ediciones

La relevancia de esta obra del mexicano fue tanta, que se editó en varias oportunidades. Después de la primera, en 1959, le siguieron veintinueve más. En la de 2007 fueron añadidos dos capítulos: “Lo que siguió” y “Tlaxcaltecáyotl”.

Las secciones que se anexaron contenían algunas vivencias y experiencias que fueron traducidas del náhuatl. Además de una correspondencia a Felipe II, donde los indígenas le contaron los abusos de los españoles; y, por último, un himno en el lenguaje de los nativos.

Un valioso esfuerzo

El proceso de desarrollo de la obra se dio gracias al interés que tuvo León-Portilla de dar a conocer la historia antes y durante la colonización. Así que aprendió el lenguaje náhuatl, para poder indagar en los documentos. La identidad y la preservación de las memorias fueron sus objetivos principales.

Fragmento de Visión de los vencidos

“… Los conquistadores muestran su interés por el oro. Cuando los españoles se hubieron instalado luego interrogaron a Motecuhzoma tocante a los recursos y reservas de la ciudad; las insignias guerreras, los escudos; mucho le rebuscaban y mucho le requerían el oro.

Y Moctecuhzoma luego los va guiando. Lo rodeaban, se apretaban a él. Él iba en medio, iba delante de ellos. Lo van apretando, lo van llevando en cerco…”.

Poema en náhuatl de Miguel León-Portilla “Ihcuac thalhtolli ye miqui”

“Ihcuac thalhtolli ye miqui

mochi in teoyotl,

cicitlaltin, tonatiuh ihuam metztli;

mochi in tlacayotl,

neyolnonotzaliztli ihuan huelicamatiliztli,

ayocmo neci

inon tezcapan.

Ihcuac tlahtolli ye miqui

mocha tlamantli in cemanahuac,

teoatl, atoyatl,

yolcame, cuauhtin ihuan xihuitl

ayocmo nemililoh, ayocmo tenehualoh,

tlachializtica ihuan caquiliztica

ayocmo nemih…”.

Traducción al castellano “Cuando muere una lengua”

“Cuando muere una lengua

las cosas divinas,

estrellas, sol y luna;

las cosas humanas,

pensar y sentir,

no se reflejan ya

en ese espejo.

Cuando muere una lengua

todo lo que hay en el mundo,

mares y ríos,

animales y plantas,

ni se piensan, ni pronuncian

con atisbos y sonidos

que no existen ya…”.

Frases

– “Para guiar a los hombres que aquí habrían de vivir era necesario rescatar la raíz de la antigua cultura, el testimonio del recuerdo, la conciencia de la historia”.

– “No soy un hongo, lejos de haberme formado en aislamiento han sido varios los maestros que han influido en mí, mexicanos y extranjeros”.

– “… Estoy persuadido de la presencia de estos y otros muchos transterrados fue para México un enorme beneficio. Lo que México ganó, España lo perdió”.

– “El problema es que la globalización puede afectar e incluso destruir valores culturales de otros pueblos. Los homogeniza, pero no suele dirigirse a alcanzar una situación de igualdad sino a conquistas económicas”.

– “Soy de los que cree que podemos aprender mucho de los pueblos originarios de América, África y Asia”.

– “La historia, como las artes y las grandes creaciones humanísticas, constituyen por sí mismas su valor permanente. Desde luego, no tienen una finalidad crematística, sino que son aquello mismo que enriquece al ser humano por su valor intrínseco”.

– “La crónica y la historia de vencedores y vencidos en América aportan lecciones de gran valor y su lectura ilumina la significación de experiencias contemporáneas”.

– “Un mexicano que desconoce ese legado (el prehispánico) está imposibilitado para conocerse”.

– “Los especialistas afirman que, juntos, los tiempos prehistóricos y la historia antigua de México central abarcan por lo menos diez mil años. Comparado este lapso con los trescientos años de vida colonial y el siglo y medio de moderna nación independiente, se verá que resulta apropiado llamar a los milenios prehispánicos subsuelo y raíz del México actual”.

Referencias

  1. Hernández, V. (2006). Miguel León-Portilla. México: Ensayistas. Recuperado de: ensayistas.org.
  2. Miguel León-Portilla. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  3. Tamaro, E. (2019). Miguel León-Portilla. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
  4. Miguel León-Portilla. (S. f.). México: Pueblos Originarios. Recuperado de: pueblosoriginarios.com.
  5. Miguel León-Portilla. (S. f.). México: El Colegio Nacional. Recuperado de: colnal.mx.