Ecosistemas de Colombia: tipos y características
Los ecosistemas de Colombia se agrupan en 98 tipos generales, de los cuales 24 son ecosistemas modificados por el ser humano, además de ecosistemas continentales, insulares y marinos. Estos ecosistemas albergan una enorme biodiversidad con alrededor del 10% de las especies conocidas en el planeta.
Se estima que en Colombia habitan cerca de 56.724 especies de plantas y animales, sin considerar hongos, bacterias, arqueas, ni protistas. Es uno de los 17 países megadiversos del mundo, entre los que se le ubica generalmente en el segundo lugar después de Brasil.
Su abundante diversidad biológica se debe a la ubicación geográfica de Colombia, así como a su variado relieve y clima. El país se encuentra en el extremo noroeste de Sudamérica, en plena zona tropical.
Por tanto, tiene influencia de los dominios Andino, Amazónico y Caribe del reino florístico Neotropical. Asimismo, cuenta con representantes de la flora y fauna guayanesa en los afloramientos presentes en Naquén, Chiribiquité y otras áreas del sur.
Su relieve va desde el nivel del mar hasta los 5,364 msnm del volcán Nevado del Huila, siendo la región andina la más montañosa. Por su parte, en la región amazónica y caribe predominan las planicies.
Entre los ecosistemas terrestres, el área andina es la de mayor biodiversidad en Colombia, seguida por la amazónica y luego la región caribe. En tanto que la diversidad marina incluye ecosistemas en el mar Caribe y en el océano Pacífico.
Índice del artículo
- 1 Selva amazónica
- 2 Selva del Chocó
- 3 Selva nublada andina
- 4 Páramo tropical
- 5 Selvas secas y matorrales xéricos cálidos
- 6 Sabana
- 7 Manglar
- 8 Ecosistemas marinos
- 9 Referencias
La selva amazónica es un complejo mosaico de diversos ecosistemas como los acuáticos, pastizales, zonas pantanosas, selvas inundables, selvas bajas, palmares y selvas de tierra firme. Siendo esta última la de mayor diversidad biológica, conocida popularmente como selva amazónica.
Esta región tiene temperatura máximas de 33,8 ºC y precipitaciones de hasta 4.277 mm, con humedad relativa superior al 80%.
En los ecosistemas acuáticos amazónicos se encuentran el repollito de agua (Pistia stratiotes), el lirio de agua (Eichhornia crassipes) y la Victoria regia (Victoria amazonica). En los pantanos se presentan bosques bajos de yagrumo (Cecropia membranacea) así como extensas áreas dominadas por gramíneas y ciperáceas.
Dentro de las selvas propiamente dichas se distinguen las de tierra firme y las inundables, encontrándose en las últimas especies como Inga nobilis. Otros grupos son los palmares con predominio de Mauritia flexuosa (Cananguchales), Mauritiella aculeata y Leopoldinia piassaba.
En tanto que en la selva lluviosa de tierra firme, predominan grandes árboles como Goupia glabra, Swartzia schomburgkii y Virola duckei.
La fauna de la Amazonía colombiana incluye al jaguar (Panthera onca), el mono araña de vientre blanco (Ateles belzebuth), el mono lanudo de Humboldt (Lagothrix lagothricha) y el mono aullador rojo (Alouatta seniculus).
También habitan aquí el tapir (Tapirus terrestris), el pecarí de collar (Pecari tajacu), el perezoso de dos dedos de Linnaeus (Choloepus didactylus) y la pereza de tres dedos (Bradypus variegatus).
Entre las aves están las guacamayas (Aras spp.), tucanes (Ramphastidae) y el gallito de las rocas (Rupicola rupicola). Este último en los enclaves que corresponden a prolongaciones del Macizo Guayanés, como la Serranía de Chiribiquete.
Este ecosistema de selvas se extiende entre Colombia y Panamá, siendo una de las selvas tropicales lluviosas con más alto índice de precipitación. En esta área las lluvias varían desde zonas con 730 mm hasta áreas con 13.670 mm anuales, con temperaturas promedio entre 23,5 y 27,9 °C.
En cuanto al relieve, va desde llanuras y zonas estuarinas en la costa del Pacífico hasta serranías como la del Baudó-Darién.
En los ecosistemas del Chocó se han identificado alrededor de 4.525 especies de plantas con semillas. Aquí se encuentran especies de árboles de gran porte como algunas anacardiáceas (Anacardium excelsum y Anacardium giganteum).
Igualmente, la habitan la ceiba (Ceiba pentandra), el cucharón (Gyranthera darienensis) de la familia malvácea y abundan las palmas, de gran tamaño como Attalea o del sotobosque como Bactris.
Se presenta el jaguar, junto al mono aullador cubierto (Alouatta palliata) y al oso hormiguero arbóreo (Tamandua mexicana). Otra especie de primate habitante de este ecosistema es el mono araña colombiano de cabeza negra (Ateles fusciceps rufiventris).
También es característico el perezoso de dos dedos de Hoffmann (Choloepus hoffmanni) y el tucán del Chocó (Ramphastos brevis).
La selva nublada es uno de los ecosistemas más diversos del mundo, siendo una selva tropical con una estructura compleja. Este ecosistema es de alta montaña, entre 700 y 3.200 msnm, con precipitaciones de 1.000 a 2.000 mm anuales y temperaturas promedio de 20 °C.
En esta selva se observan de dos a tres estratos arbóreos, con un dosel cercano a los 40 m en la selva nublada media. El sotobosque no es muy denso con hierbas, palmas y arbustos, al igual que abundantes trepadoras y epífitas.
En este ecosistema se encuentra la quina (Cinchona officinalis) una planta muy apreciada por su valor medicinal para el control de la malaria. Así como grandes árboles como el aguacate macho (Ocotea calophylla) y coníferas tropicales como Podocarpus oleifolius.
Destaca una especie de rápido crecimiento que alberga hormigas en su tronco hueco (mirmecófila), llamada yagrumo (Cecropia pastasana). En la cordillera Oriental se alcanza el límite más al sur en América del roble (Quercus), con la especie Quercus humboldtii.
Aquí habita el oso de anteojos u oso frontino (Tremarctos ornatus), el perezoso de tres dedos (Bradypus variegatus) y el tapir andino (Tapirus pinchaque). Igualmente primates como el mono araña marrón (Ateles hybridus) y el mono lanudo colombiano (Lagothrix lugens) en peligro crítico.
El pudú (Pudu mephistophiles) es otra especie propia de estas selvas e incluso de los páramos, siendo la especie de ciervo más pequeña del mundo.
El ecosistema de Páramo tropical es uno de los más biodiversos del planeta, consistiendo en arbustales y herbazales de alta montaña. Se desarrolla por encima del límite de crecimiento de árboles, más allá de los 3.100 msnm hasta el límite de las nieves (4.800 msnm).
Las precipitaciones son relativamente altas (800 a 2.000 mm) al igual que la radiación solar y los promedios de temperatura anual pueden rondar los 15 ºC. Hay temperaturas nocturnas debajo de 0 °C debido a la altitud.
La vegetación propia de este ecosistema es el herbazal de especies con hojas en almohadilla o en roseta, con hojas suculentas o esclerotizadas (duras).
En los páramos colombianos se han identificado unas 3.173 especies de plantas vasculares, siendo el género emblemático Espeletia, de la familia de las compuestas. Se trata de subarbustos perennes de hojas arrosetadas, suculentas y peludas, con alrededor de 70 especies endémicas llamadas frailejones.
Por otra parte, se encuentra el género Polylepis de las rosáceas que son los árboles que crecen a mayor altitud del mundo. Con dos especies en este país, Polylepis ochreata en el extremo sur de Colombia, y Polylepis sericea en el centro.
En el ecosistema de Páramo habitan el cóndor andino (Vultur gryphus) y el colibrí (Oreotrochilus estella). Además existen otras especies como la lagartija collarejo (Stenocercus lache) de la cordillera Oriental y la liebre tapeti (Sylvilagus brasiliensis).
Se trata de selvas caducifolias y semicaducifolias, al igual que matorrales de zonas áridas. En Colombia se presentan estos ecosistemas principalmente hacia el norte y noreste, en la llanura del Caribe y península de la Guajira o en los llanos del Orinoco.
En las áreas con una estación seca prolongada y poca disponibilidad de agua freática, se desarrollan selvas caducifolias. Mientras que en el Departamento de la Guajira al extremo noreste, donde la sequía es más extrema, se presentan matorrales xéricos.
El promedio de temperaturas altas de 33 °C (máximas de 39,8 °C) y el de precipitación es de 546 mm.
En las selvas caducifolias se localizan árboles de los géneros Pithecellobium, Acacia, Albizia y Handroanthus, así como el volador o cedro blanco (Gyrocarpus americanus). En tanto en las selvas semicaducifolias hay especies como el orejero (Enterolobium cyclocarpum) y la ceiba (Ceiba pentandra).
En los matorrales xéricos predominan los cactus (Cactaceae) y las leguminosas con géneros como Prosopis, Acacia y otros.
Habitan aves como el cardonero coronirrojo (Coryphospingus pileatus), el gorrión del Tocuyo (Arremonops tocuyensis) y el cardenal bermellón o rey guajiro (Cardinalis phoeniceus). Además, serpientes como la cascabel (Crotalus spp.), marsupiales como la zarigüeya común (Didelphis marsupialis) y otros mamíferos como el zorro cangrejero (Cerdocyon mil).
Se trata de un ecosistema de planicies de 200 a 600 msnm, dominado por las gramíneas, con una estructura vegetal formada por un estrato herbáceo. También se presentan sabanas arboladas, así como selvas a lo largo de los ríos que atraviesan las llanuras (selvas de galería).
Aquí el clima es marcadamente estacional, con una época seca de 3 a 6 meses de duración y una época lluviosa, con precipitaciones relativamente altas y temperaturas cálidas.
Dominan las hierbas gramíneas, sobre todo de los géneros Paspalum, Panicum y Andropogon entre muchos otros. En las sabanas arboladas se encuentran también especies de grandes árboles como el caracaro (Enterolobium cyclocarpum).
Asimismo, se presentan sabanas arboladas con palmas, tales como la palma llanera (Copernicia tectorum).
En estas llanuras atravesadas por grandes ríos habita el chigüire o capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) y la anaconda (Eunectes murinus). También están presentes diversas aves, como el jabirú (Jabiru mycteria), el ganso del Orinoco (Neochen jubata) y el ibis escarlata (Eudocimus ruber).
Igualmente están habitadas por el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) y el venado cola blanca (Odocoileus virginianus).
Es un ecosistema ubicado en el límite entre tierra y mar, con una gradación de especies desde tierra firme hasta adentrarse en el agua marina. Este ecosistema se encuentra tanto en las zonas costeras continentales como en las insulares de Colombia.
En el primer caso, está el delta del río Magdalena en el mar Caribe, y en el segundo en la isla de San Andrés. Se caracteriza por un sustrato altamente salino, fuerte radiación solar, precipitaciones de 500 a 1.000 mm y altas temperaturas (máximas de 32 ºC).
Se presenta el mangle negro o salado (Avicenia germinans y Avicennia tonduzii), el mangle rojo (Rhizophora mangle y Rhizophora harrisonii) y el mangle amarillo (Laguncularia racemosa). Otras especies son el mangle zaragoza o bobo (Conocarpus erectus), el manglar de té (Pelliciera rizophorae) y el nato rojo (Mora megistosperma y Mora oleifera).
En la fauna del manglar se encuentran el caimán aguja (Crocodylus acutus) y la babilla (Caiman crocodilus fuscus). Así como la tortuga del río Magdalena (Podocnemis lewyana) y serpientes como la boa (Boa constrictor) y la mapaná o talla equis (Botrops atrox).
Entre las aves esta el pelícano caribeño (Pelecanus occidentalis). Además hay unas 46 especies de mamíferos, como el mono aullador (Alouatta seniculus). Otros son el mico cariblanco (Cebus albifrons), el venado sabanero (Odocoileus virginianus) y el ocelote (Leopardus pardalis).
Colombia posee ecosistemas marinos tanto en el mar Caribe como en el océano Atlántico, con 892.102 km² de área marina y 3.531 km de costa. Dentro de la variedad de ecosistemas marinos presentes, se reconocen 7 tipos generales.
Estos incluyen a los ecosistemas coralinos continentales, coralinos oceánicos, dos tipos de fondos blandos y dos fondos duros. Así como los ecosistemas de pastos marinos, asociados generalmente a los manglares.
La flora de estos ecosistemas abarca fundamentalmente una gran diversidad de algas tanto macroscópicas como microscópicas (plancton). Sin embargo, cerca de las costas en el Caribe se encuentran praderas de pastos marinos (plantas vasculares).
Entre estos las especies Thalassia testudinum (hierba de tortuga), Syringodium filiforme y Halodule wrightii. Además, las especies Halophila decipiens, Halophila baillons y Ruppia maritima.
La fauna es extensa en estos ecosistemas, sobre todo en especies de peces, tales como el bobo (Polydactylus opercularis) y la chopa (Kyphosus vaigiensis). Así como el mero (Epinephelus labriformis) y el jurel (Caranx canninus).
En estas zonas también se encuentra el manatí (Trichechus manatus), un mamífero acuático. Entre los moluscos se localizan las ostras como la especie Ostrea iridescens y las ollitas (Siphorania gigas y Fissurella virescens), entre múltiples especies.
En los arrecifes coralinos existen numerosas especies de todos los grupos marinos, incluidas las diversas especies de pólipos de coral (Cnidaria).
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