Historia

Junta de Zitácuaro: qué fue, antecedentes, objetivos y disolución


¿Qué fue la Junta de Zitácuaro?

La Junta de Zitácuaro, llamada también Suprema Junta Nacional Americana, fue el primer intento de establecer una especie de órgano gubernativo ajeno a las autoridades del Virreinato de Nueva España. Su actuación se enmarca dentro de la primera etapa de la guerra de Independencia mexicana.

La invasión napoleónica de España y la consiguiente salida del trono de Fernando VII, había provocado reacciones en toda la América bajo el dominio hispano. En México, pronto hubo levantamientos en Valladolid y en Querétaro protagonizados, especialmente, por grupos de criollos.

Después del Grito de Dolores, la insurgencia mexicana fue creciendo, hasta llegar a un levantamiento bastante generalizado. Tras la muerte de Miguel Hidalgo, Ignacio López Rayón tomó el liderazgo de los insurgentes. Una de sus propuestas fue crear una Junta para gobernar las zonas liberadas.

El 19 de agosto de 1811, se inauguró la Junta de Zitácuaro, que se mantendría hasta 1813. Las diferentes posturas de los miembros más destacados acabó provocando su disolución y la convocatoria por parte de Morelos del Congreso de Chilpancingo.

Antecedentes de la Junta de Zitácuaro

La invasión francesa de España en 1808 provocó que Fernando VII perdiera el trono y fuera sustituido por José Bonaparte, hermano de Napoleón. Los opositores a los invasores comenzaron a formar Juntas de Defensa para hacerles frente. Poco a poco, se convirtieron en Juntas de Gobierno de las zonas en las que se habían establecido.

Las repercusiones de lo que sucedía en la potencia colonial no tardaron en llegar a América, poco dispuesta a quedar en manos de las autoridades francesas.

De esta forma, las Juntas de Sevilla, Zaragoza y Valencia mandaron mensajes a Nueva España para solicitar su reconocimiento oficial, aunque el virreinato no llegó a concederlo.

Conspiraciones de Valladolid y Querétaro

Esto no impidió que grupos de criollos comenzaran a organizarse aparte de las autoridades virreinales. Las conspiraciones más conocidas se dieron en Valladolid, en 1809, y en Querétaro, al año siguiente y con el liderazgo de Miguel Hidalgo.

Los conspiradores pretendían crear órganos de gobierno propio, pero jurando fidelidad al rey español. La reacción del virreinato y de los sectores más fieles a la Corona fue reprimir estos movimientos.

Ante esta situación, Hidalgo lanzó el llamado Grito de Dolores, que marcó el comienzo de la guerra de la Independencia.

López Rayón

Durante varios meses, los insurgentes mandados por Miguel Hidalgo van ganando mucho terreno a los realistas. Sin embargo, la reacción del virreinato cortó el avance de los rebeldes.

En marzo de 1811, Hidalgo, Ignacio Allende y otros líderes del movimiento estaban en Saltillo. Los dos primeros planeaban partir hacia los Estados Unidos para conseguir armas, pero fueron traicionados y ejecutados.

Antes de marchar, dejaron al mando de las tropas a Ignacio López Rayón, que había sido secretario del propio Hidalgo. A la muerte de los jefes insurgentes, Rayón pasó a ocupar su puesto.

Junto con José María Liceaga, Rayón se dirigió hacia el centro del virreinato, ocupando Zacatecas. Fue allí donde envió un mensaje al virrey Venegas para plantear un posible acuerdo al conflicto.

Las palabras de Rayón fueron las siguientes:

“La piadosa América intenta erigir una Junta o Congreso Nacional bajo cuyos auspicios, conservando nuestra legislación eclesiástica y cristiana disciplina, permanezcan ilesos los derechos del muy amado señor don Fernando VII, se suspenda el saqueo y desolación”.

El virrey ni siquiera contestó, ni tampoco lo hizo Félix María Calleja. Ante esto, los insurgentes decidieron dar el paso por ellos mismos.

Creación de la Junta de Zitácuaro

Las tropas de López Rayón pusieron entonces rumbo a Zitácuaro, en Michoacán. No fue una travesía sencilla, ya que los realistas habían reconquistado la mayoría de las ciudades en manos de los insurgentes.

Cuando alcanzaron, después de tres meses, su objetivo, Rayón se dispuso a convocar, el 19 de agosto de 1811, una Suprema Junta Nacional Americana.

Objetivos de la Junta

El objetivo declarado de Ignacio López Rayón para la convocatoria de esta Junta era, según sus propias palabras “para la conservación de los derechos de Fernando VII, defensa de la santa religión e indemnización y libertad de la oprimida Patria”.

Su función sería la de “organizar los ejércitos, protegería la justa causa y libertaría a la patria de la opresión y yugo que había sufrido por espacio de tres siglos”.

Los miembros principales de la Junta fueron José María Liceaga, José Sixto Verdugo, José María Morelos y el propio López Rayón. Este último sería nombrado Ministro Universal de la Nación y presidente de la suprema corte.

El documento que oficializaba la creación de la Junta fue difundido entre sus partidarios rápidamente. De igual manera, intentaron reorganizar el ejército insurgente, bastante disperso y diezmado por los ataques realistas.

Calleja, por su parte, negó cualquier reconocimiento a la Junta y llamó a obedecer a las recién creadas Cortes de Cádiz.

Monárquicos frente a republicanos

A pesar de la creación de este órgano de gobierno, existían ya de entrada ciertas diferencias ideológicas entre los jefes insurgentes. La más importante, la de la forma de gobierno.

Por una parte, López Rayón era partidario de la monarquía, con el rey español en el trono. Sin embargo, Morelos siempre había estado más inclinado hacia la república.

En un primer momento, por causas de estrategia, Morelos aceptó los escritos de Rayón que planteaban fidelidad al rey. Sin embargo, muy poco después y ante la presión ejercida por las tropas del virreinato, proclamó sus ideas republicanas, aunque sin romper con la Junta.

Expulsión de Zitácuaro

Félix María Calleja, al frente del ejército realista, no dio tregua a los insurgentes. El 2 de enero de 1812 consiguió tomar la propia Zitácuaro, obligando a los miembros de la Junta a trasladarse a Sultepec.

Allí fue donde la Junta tomó la mayoría de las medidas legislativas durante su existencia.

Medidas tomadas por la Junta

Uno de los planes de López Rayón era que la Junta redactara los llamados Elementos Constitucionales. Pretendía, de esta manera, poner las bases para una auténtica Carta Magna para México. Sin embargo, la falta de acuerdo, sobre todo en el tema monárquico, dejó esta iniciativa muy devaluada.

No obstante, la Suprema Junta Nacional Americana sí promulgó varias leyes y reglamentos que eran, en teoría, aplicables en los territorios que controlaban. Primero, aprobó nombramientos y títulos para los diferentes líderes insurgentes, además de decidir la estrategia militar que estos debían seguir.

Como parte de la política de guerra, propició la apertura de fábricas de armamento y un plan económico para aprovechar mejor los recursos nacionales. Por otra parte, ordenó acuñar una moneda propia.

Dada la dificultad de que su mensaje llegara a otras partes del país, la Junta consiguió una imprenta. Gracias a ella, publicaron un periódico, El Ilustrador Americano, en el que destacaron los escritos de Quintana Roo.

La Junta también intentó realizar una política exterior. Como antes había intentado hacer Miguel Hidalgo, sus esfuerzos se centraron en conseguir apoyo por parte de los Estados Unidos.

Disolución de la Junta de Zitácuaro

La pérdida de influencia de la Junta empezó relativamente pronto. Morelos, que controlaba el sur del país, no estaba dispuesto a apoyar la propuesta monárquica de López Rayón.

Morelos declaró: “Como es tan pública y notoria la suerte que le ha cabido a este grandísimo hombre (Fernando) es necesario excluirlo para dar al público la Constitución”.

Aunque la postura favorable a Fernando VII era mayoritaria en la Junta, lo cierto es que el jefe insurgente con más poder territorial y más influyente entre los suyos, era republicano.

Ataque a Sultepec

A la división interna entre los insurgentes se le unió la presión militar ejercida por el virreinato. López Rayón, intentando contrarrestar el prestigio de Morelos, comenzó una serie de campañas militares, pero no resultaron exitosas.

Poco a poco, por los desacuerdos internos (y no solo con Morelos) y por las derrotas militares, la auténtica influencia territorial de la Junta era muy reducida. El ataque a Sultepec expulsó a la Junta de la ciudad y provocó que los vocales se separaran.

Congreso de Chilpancingo

La dispersión de la Junta no hizo más que aumentar las disensiones y la falta de una autoridad única. Cada uno de los vocales efectuaba su propia política, dejando al órgano legislativo sin contenido real. Rayón perdió totalmente el control y Liceaga y Verduzco se autoproclamaron como máximos dirigentes.

Finalmente, fue Morelos el que acabó con la situación caótica entre los insurgentes. En junio de 1813, llamó a un congreso que se debía celebrar en Chilpancingo. Rayón no tuvo más remedio que acatar la llamada.

El Congreso de Chilpancingo tomó el relevo de la Junta de Zitácuaro y José María Morelos se convirtió en Generalísimo mexicano.

Referencias

  1. EcuRed. Junta de Zitácuaro. Obtenido de ecured.cu
  2. Historia de México. Junta de Zitácuaro. Obtenido de independenciademexico.com.mx
  3. Carmona Dávila, Doralicia.  Es instaurada en Zitácuaro la Suprema Junta Gubernativa de América que ofrece gobernar a México en nombre de Fernando VII. Obtenido de memoriapoliticademexico.org
  4. Wikipedia. Zitacuaro Council. Obtenido de en.wikipedia.org
  5. Revolvy. Battle of Zitácuaro. Obtenido de revolvy.com
  6. Appletons Encyclopedia. Ignacio Lopez Rayon. Obtenido de famousamericans.net
  7. Henderson, Timothy J. The Mexican Wars for Independence: A History. Recuperado de books.google.es